RESEÑA,
1973
NUM. 70,
PP 50 -52 |
ALFONSO SASTRE:
un
autor español
con
la conciencia
tranquila
En
1973 Alfonso
Sastre ya
era hombre de polémica y enfrentamiento con el régimen franquista. Sus obras
topaban con la censura imperante
Rescatamos
la entrevista que Miguel
A. Medina le
hizo en Reseña
1973 entonces con motivo de su nuevo libro: El
escenario diabólico
|
La polémica es vieja y se encuentra, sin
duda, eternamente abierta. Su último ensayo, La revolución y la
crítica de la cultura, vino a consolidar la figura de Alfonso Sastre como la de un auténtico intelectual siempre
dispuesto a profundizar sobre los males que sufre la cultura de nuestro tiempo.
Ahora, con su nuevo libro, El escenario diabólico, es muy posible que se
renueven las especulaciones en torno a su persona, las críticas de todo tipo y
para todos los gustos. Pero, en cualquier caso, la reciente publicación nos
proporciona la oportunidad de conversar una vez más con este hombre tranquilo,
satisfecho de su postura humana y artística.
- ¿Qué importancia tiene para ti el «hecho
dramático» en nuestra sociedad?
- Es un fenómeno a la deriva. Va
arrastrado por la degradación de su clientela habitual. Algunas tentativas de
contención de la trivialidad tropiezan con incontables dificultades - la
censura es la peor de ellas - para regularizar su trabajo. Por lo demás, es terrible
la hipocresía en que estamos sumergidos. Se nos liquida fríamente y luego se
nos exhibe en el extranjero como muestra de «nuestro» progreso en el campo
teatral. Por ejemplo, se lleva a la reunión internacional sobre decorado
teatral y puesta en escena de Río de Janeiro una rica maqueta de nuestro Marat-Sade, cuya representación está
prohibida en España.
- ¿Qué
tipo de teatro debería representarse en España?
- Tendría que haber por lo menos
algún grupo coherente, independiente de las circunstanciales modas
cosmopolitas. Poéticamente comprometido con el trayecto de un realismo
español y políticamente revolucionario.
- ¿Piensas que existe alguna posibilidad de
llegar a este teatro?
- No antes de la conquista de
las libertades elementales de la persona humana. Tal conquista producirá
seguramente un complejo - y quizá confuso- resurgimiento.
- ¿Qué opinas de la censura?
- ¿Qué puede pensar un
decapitado sobre el desagradable instrumento de su decapitación? ¡Odio
profundamente tal instrumento y detesto todo lo que a él se refiera!
- ¿Piensas que los censores son los causantes
«plenos» de la presente situación teatral en España?
- Los censores forman parte de,
digamos, la política del «stablishment». En las raíces de ésta es donde se
halla la causa de tantos males y, por supuesto, de la degradación de nuestra
cultura en general y del teatro en particular.
ALGO SOBRE «ESTRENOS»
- Hace mucho tiempo que no se estrena nada de Alfonso Sastre en nuestro país,
¿por qué?
- Desde esos organismos se ha
creado un halo de terror en torno a mi figura que, ya desde hace muchos
años, paraliza todo proyecto empresarial sobre mis obras, «ab initio».
De tal modo que la censura cuenta con involuntarios lugartenientes en cuanto a
mi caso; y es en ese escalón profesional donde va quedando bloqueada mi última
obra dramática... Claro es que ello ha podido producirse tan fácilmente por
el escaso valor civil de quienes no se atreven a presentar textos míos a la
censura, no tanto por temor de que sean prohibidos - lo cual no tendría mayor
importancia para ellos - como por miedo a que de ese modo se enturbien
peligrosamente sus relaciones con
la Administración.
¡No hace mucho, un director dio una prueba de gran valor declarando
públicamente que no tenía miedo de cenar conmigo!
- ¿Alguna perspectiva de estreno?
- No. Todo mi trabajo teatral se
desarrolla fuera de España; y es también fuera de España donde
se están publicando las obras que creo más interesantes, desde M. S. V. y La taberna
fantástica hasta Crónicas romanas y El camarada oscuro... Por
ejemplo, a finales de este mes aparece, en la «Editions
la Cité» - los editores
de la revista Travail Teatral -, el
tomo 1 de mi Teatro completo en
lengua francesa, traducido por Claude
Shrotzenberger.
- Los autores que no estrenan frecuentemente en su
país, pero que sí lo hacen en el resto del mundo, ¿se encuentran
apartados de su verdadero público?
- Aunque mis obras se pudieran
representar profesionalmente en España, no por ello se relacionarían
con «mi verdadero público», con mi público potencial, que no es la clientela de
los teatros de consumo. En cuanto a los teatros «independientes» o
«experimenta." les», pasan de largas fases de inexistencia a momentos de
existencia ocasional, precaria y altamente incompetente, en términos generales.
Alfonso Sastre, como siempre,
no hace grandes concesiones a la «galería». Sin duda, en una circunstancia en
que el artista va y viene a tenor
de las corrientes comerciales e ideológicas, tal postura suele costar muy cara. Sastre es siempre el mismo; sus
formas, su ideología «evolucionan», pero no se dejan arrastrar por los caminos
fáciles.
UN
TEATRO JUSTAMENTE «DIABOLICO»
|
- ¿Por
qué el título de El
escenario diabólico para el nuevo
libro?
- Es un escenario de demonios y
terrores nocturnos…, una tentativa experimental de realismo fantástico o, dicho
de otro modo, de investigación -como ya hice en un libro narrativo, Las noches lúgubres (1946) - del
techo del realismo o, si se quiere, en los umbrales de 10 que pudiera denominarse la «fantasía pura,..
Pero también es una liberación de contenidos personales y un «capricho». En
el prólogo se explica mejor de 10 que ahora pudiera hacerlo.
- ¿Se podrá representar en España?
- De representarse alguna de mis
obras, sería seguramente ésta; pero no creo... Yo me he reído diciendo al
comenzar los Ejercicios de terror -
que es el núcleo de El escenario
diabólico - algo así: «Puesto
que no podemos hacer nada, hagamos, por ejemplo, esto.» ¡Pero, no
podría por menos, esa obra es «mucho. más que “nada”; y hasta quizá demasiado!
|
- ¿Te gustaría estrenar en España?
- ¡Yo no me niego a
estrenar en España! Me gustaría, pues. Aunque, desde luego en determinadas
condiciones: por un conjunto responsable «rara avis in terra»..., al menos en
esta tierra de garbanzos.
- ¿Tiene algún significado «especial» el
empleo de «ese tipo de terror» en nuestra sociedad?
- ¡Sí, pues se trata de
una expresión antifascista: de un ataque a muy queridos tabúes burgueses...
empleando sus propias armas!, lanzada contra ellos y su propia cultura; dado
que esta obra, excepcionalmente, no está imaginada para «mi verdadero público»
- público potencial, como antes decíamos -, sino para golpear cómicamente a
una clientela.
- ¿Pretendes hacer un teatro de «ensayo»?
- Yo no hago más que
experimentos, ensayos; la mayor parte de las veces -¡ay! - imaginarios...
Mi actividad propiamente teatral está, a mis cuarenta y siete años, casi
por empezar. Y no he renunciado a comenzarla, por cierto.
- Esta nueva forma, ¿se encuentra muy
distante del realismo social?
- El escenario diabólico no es
un cuerpo extraño - una nueva «forma» - dentro de mi labor: el tema del
terror me ha interesado siempre desde todos los ángulos: tanto desde los que
pudiéramos llamar político-sociales como desde lo que pudiéramos señalar
como «metafísicos». También he tratado la incidencia de una y otra
circunstancia' por ejemplo, en Las
noches lúgubres, hay un terror de
la Inquisición y
la extrañeza aterrorizada del tiempo; y en El escenario diabólico, licantropía y genocidio (en VietNam).
Piso, creo, territorios fronterizos del realismo. pero me encuentro lejos -o
así lo creo – de lo «maravilloso» o de la «alegoría»; es decir en el costado
«fantástico» del realismo. ¡Ahí precisamente creo pisar pisando ese
diabólico escenario!
- En el nuevo libro se habla de una posible novela, Necrópolis,
¿significa un nuevo camino
literario para Alfonso Sastre?
- Necrópolis seguirá
esta línea experimental, en el orden narrativo: será como una masa de terror
«blanco» (real, político, policíaco) y de viejos mitos; de mitos en loa que la
humanidad ha tratado de objetivizar y reducir, en el curso de los tiempos, sus
terrores ante las situaciones límites; particularmente ante la muerte y sus
misterios.
- ¿Podemos saber algo sobre los proyectos
más inmediatos?
- Estoy escribiendo, para
publicarse en Méjico, un libro teórico donde trataré con la debida extensión
precisamente este tema: el de la estructura dialéctica de la imaginación. Yo no
creo, como Garaudy, en «un realismo sin fronteras». Por el
contrario - desde una posición «reafirmadamente realista -, trataré de la
determinación de este concepto. El libro se titulará Boumerang o Crítica de
la imaginación. Debo entregarlo antes de fin de año; así que
estoy trabajando, trabajando mucho, mucho...
* * *
Y
así, la figura humana y literaria de Alfonso
Sastre queda entre la calma de sus libros y proyectos: «trabajando sin
descanso». La obra y su autor son siempre motivos de interés. Una obra que - ¿hasta
cuándo? - se queda para enriquecimiento intelectual y artístico de «otras
gentes».
|