
RESEÑA, 2000
NUM. 32, pp. 29-30
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TE QUIERO MUÑECA
LA MUJER BIÓNICA
Te quiero muñeca fue otro de los títulos que,
tras su estreno en Madrid, alcanzó reconocimiento en el extranjero. El montaje
en el Centro Cultural
de
la Villa de Madrid venía a ser un reencuentro
familiar a nivel de Maribel Verdú y su cuñado Luis Merlo,
protagonistas de la obra.
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Título: Te quiero muñeca.
Autor y director:
Ernesto Caballero.
Escenografía: Gerardo Trotti.
Iluminación: Miguel A. Palacios.
Vestuario: Patricia Hitos.
Compañía: Promotrasgo
Intérpretes: Marible Verdú (Nora/Eva),
Luis Merlo (Andrés), Federico
Cela (Ramón),
Marisa Pino (Doctora), Aurora Sánchez (Rosa).
Estreno en
Madrid: Centro Cultural de
la Villa,
19 – X - 2000. |

MARIBEL VERDÚ |
Te quiero muñeca es comedia de cinco personajes. De entrada, a telón abierto, uno se siente
atraído por la bella escenografía. No hay para nada un quiero y no puedo.
Pocas veces se ha visto que una escenografía quede bien encajada en el escenario
del Centro Cultural, debido a su peculiar trazado. La casa de esta “muñeca”
y su hombre, sí. El diseño que traza Trotti se acopla perfectamente a la enigmática muñeca y al ambiente
robotizado de la historia.
A medida que avanza la narración a uno se le sugieren
puntos de contacto. Te quiero muñeca aparece como la traducción
de aquel otro texto emblemático y punto de arranque del feminismo en la
literatura dramática: Casa de muñecas de Ibsen. Curiosamente también se llama Nora. Y otro anclaje es
la mítica Eva, que se extrae de una costilla masculina o del barro, y
que va a ser la compañera.
Volvemos a un texto acerca de la compleja relación de
pareja y el análisis de la compañera ideal para el hombre, que no
renuncia a su protagonismo masculino. El punto de arranque es la frustración
de un hombre en su relación con la mujer. Le resultan tan difíciles las de
carne y hueso... Hay tantas diferencias ...
Nuestro hombre encuentra la solución. Un monstruito de
la programación -otra mujer - le fabrica una mujer biónica. Este invento no es
nuevo en la tradición dramática cinematográfica. Aquí la programamos a medida
del paciente. Ello da pie al análisis de diversos tipos de mujeres en sus
esquemas más simples, sin la complejidad de lo que es un ser humano.
Complejidad que al protagonista le cuesta aceptar. El texto termina siendo una
divertida reflexión acerca de la relación de pareja y un fino estudio de la
psicología femenina, con un pie lejano en el citado Ibsen y otro en Coppélia.
En historias colaterales se apunta también una fina crítica hacia el entorno
mediático social de nuestra época. Un texto ágil, chispeante y estructurado en
escenas de efectiva transición. Tal vez el final, un tanto convencional y con
moralina, traicionan la originalidad de toda la narración anterior.

MARIBEL VERDÚ |
Comedia de humor, consigue de todos una interpretación eficaz. Maribel Verdú despliega una variada gama
dramática - voz, movimientos en las diversas mujeres que encarna. Luis Merlo, actor que desde el principio
de su carrera fue en ascenso, se abre - la comicidad la expresó ya en series
televisisvas - eficazmente a un personaje de comedia. Hace reír y resulta
simpático. Con todo, hay en él una especie de sobrecarga cómica que le lleva a
un narcisismo amanerado, proporcionando, inadecuadamente, cierto equívoco
sexual. Personaje muy agradecido es el de
la Vecina, que ha encontrado en Aurora Sánchez su intérprete ideal; de
gran vis cómica, absorbe el protagonismo cuando está presente. Como
interpretación recuerda a esos simpáticos personajes almodovarianos. El público lo agradece
y la recompensa al final, con la acentuación de los aplausos. |
Ernesto Caballero dirige la obra con
buen pulso y ritmo. Tal vez, hacia la mitad el interés decrece un tanto, pero
vuelve a recuperarlo no mucho después. Este texto emula el estilo de la mejor
comedia americana y posee la originalidad de volver a reflexionar sobre el
dramatismo de vivir en pareja, desde el humor y desde esquemas no
convencionales.
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