
RESEÑA 2000
NUM. 318, pp. 32 - 33 |
UN BUSTO AL CUERPO
HUMOR
DESENFADADO Y CRÍTICO
Un busto en el cuerpo, como
otras obras de Ernesto Caballero viajó al extranjero. La penúltima semana de Mayo de
2004 se ponía en escena en Nueva York su obra Un busto al cuerpo, por la compañía de habla hispana Nuevo
Repertorio.
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Título: Un busto al cuerpo
Autor: Ernesto
Caballero
Iluminación: Miguel Ángel Camacho.
Escenografía: Garaíalde y Sánchez Asociados.
Intérpretes: Carmen Machi,
Susana Hernández,
Raquel Cordero.
Dirección: Ernesto Caballero
Estreno en Segovia: Teatro Juan Bravo,
28 – IV - 2000. |

UN BUSTO EN EL CUERPO
(Versión de Madrid,
Sala Triángulo),
Intérprete: ROSA SAVOINI
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La obsesión por el cuidado del cuerpo ha llegado a
convertirse en algo patético. La ansiedad que produce la insatisfacción a la
hora de valorar el propio aspecto físico puede generar situaciones que
resultan a la vez cómicas y desesperadas. Ernesto
Caballero ha dedicado su última comedia a investigar las posibilidades
dramáticas de este asunto, a partir de un posible y frecuente caso: una chica
desea operarse los pechos porque está descontenta con su escaso volumen. Desde
esta situación, el dramaturgo enhebra una historia sencilla en su desarrollo,
pero eficaz en sus logros humorísticos y su habilidad para plantear unas
cuestiones tan incómodas como absurdas.
La ya extensa producción dramática de Caballero se caracteriza precisamente
por su tono crítico, que se vierte a través de unas situaciones impregnadas de
humor y de ternura. En su último período parece advertirse un acercamiento más
inmediato y explícito al mundo contemporáneo, y un recurso al ingenio, que en
ocasiones puede propiciar un humor sarcástico, aunque no se renuncie
habitualmente a la simpatía hacia sus personajes (o, al menos, a algunos de
ellos). Es también patente en su escritura la preocupación técnica, que no
evita el efectismo teatral, la sorpresa, aunque ésta se supedite siempre a lo
que el dramaturgo quiere contar y no a la inversa. Y nunca falta en su obra un
riguroso trabajo de lenguaje, habitualmente a partir de los tópicos, los eufemismos
o los excesos verbales, que se parodian pero que sirven además como agudo
instrumento crítico de la realidad inmediata.
Todo ello puede verse en Un busto al cuerpo, título
bisémico y sugestivo, en consonancia con ese humor crítico y con esa ironía
que con tanta soltura maneja el dramaturgo. La historia se cuenta de manera rápida,
a veces fragmentaria, para lo cual se utiliza con precisión la elipsis, pero
esto no impide el empleo del viejo recurso del aparte, parodiado o tal vez
remozado, por ejemplo, en la secuencia de la cena, en la que cada uno de los
personajes sale al balcón a expresar su estado de ánimo o su punto de vista. El
tópico se trasciende una vez más de manera sutil, aunque en esta ocasión el
dramaturgo haya renunciado a excesivas complejidades y haya preferido lo
inmediato para enfrentarse con buen pulso a la obsesión por el cuerpo perfecto.
La comedia es divertida, cuenta con momentos de brillantez y de ingenio, y
resulta inquietante a pesar de su humor. El único reproche que puede hacerse a
su escritura es la falta de un desenlace que sorprenda, que rompa con las
expectativas que se han ido generando.
El espectáculo se ha montado con sencillez, incluso con
ciertos aires de funcionalidad. Un amplio mueble constituye el punto central
del espacio escénico: se transforma y transforma los diversos ambientes, y de
él extraen los personajes los diferentes objetos empleados a lo largo de la
historia. Pero la creación del espacio debe mucho a la excelente iluminación
de Miguel Ángel Camacho.
Por lo demás, una comedia de estas características sólo tiene sentido a
partir de un trabajo actoral sólido. En esta función no puede decirse que se
alcance habitualmente el nivel de la brillantez, pero la labor de las actrices
es siempre convinccente y eficaz. Me gustaron especialmente algunos momentos
del trabajo que realiza Carmen Machi,
que interpreta el papel posiblemente menos agradecido y lo resuelve, sin
embargo, con decisión y con una notable capacidad para que resulte atractivo.
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