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LA LLUVIA AMARILLA
Versión
teatral
de
la novela
de
JULIO
LLAMAZARES
en
el
TEATRO
ESPAÑOL
de
MADRID
Del 3 al 27 de julio de 2008
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La Sala Pequeña
del Teatro Español, que hasta ahora cotiza llenos, vuelve una vez más con
una novela. Antes fue Sin noticias de
Gurb y ahora La lluvia amarilla
del novelista Julio Llamazares, al
cual no se le ha pasado por la imaginación el intervenir en la adaptación
porque
- …me sucede lo mismo que a los
cirujanos que operan a otros pero no se atreven con sus hijos.
LA
LLUVIA AMARILLA,
UNA
NOVELA QUE SE ASOMÓ TÍMIDA
AL
MUNDO EDITORIAL
La
lluvia amarilla (1988), como novela, nació tímida en la
primea edición. Si se vendían 1.000 ejemplares se podrían dar con un canto en
los dientes. La realidad fue muy
otra: van vendidos más de 400.000 ejemplares.
La lluvia amarilla narra, en primera persona, el
paso fulminante, en los estertores de la muerte, de la película de los últimos
diez años de la vida de Andrés,
concretamente los años que transcurren entre el suicidio de Sabina, su esposa, y el ahora, momento
en que la vida le abandona. Andrés
visualiza la llegada de las gentes de otro pueblo.
Lo encuentran muerto y lo entierran. |
CHEMA DE MIGUEL BILBAO
FOTO: PEPE TORRENTE |
AINIELLE |
Todo
esto sucede en Ainielle, un pueblo
en la montañas del Pirineo de
Huesca, que en 1971 quedó completamente abandonado, pero sus casas de
mantuvieron en pie, pudriéndose en silencio, en medio del olvido y la nieve. Julio Llamazares en el preludio al
capítulo 1 de su novela advierte
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Fantasía del autor son sus personajes, aunque podrían ser los
verdaderos.
LA LLUVIA AMARILLA,
UN
PROYECTO ANTIGUO
QUE HA
ENCONTRADO
EL
KAIRÓS GRIEGO
Ahora nos llega como versión teatral dirigida por Emilio del Valle. Se estrenó en el
octubre pasado en el Festival Periferia
de Huesca y después ya ha recorrido un cierto periplo: los teatros de la
red de Castilla-León y Castilla-La Mancha. Y ha funcionado. La última parada,
de momento, es en
la Sala Pequeña del
Teatro Español.
- Estamos muy contentos y honrados – declara Emilio -, de que nos hallan abierto las
puertas de esta sala. Es un proyecto antiguo este de convertir en teatro
el monólogo interior de la novela. Fue un hallazgo y esperé el tiempo
oportuno – el Kairós de los griegos – para
producirla. Tarea no fácil, porque había que mantener el gran nivel
literario poético y conseguir el
tiempo, pues el teatro tiene otro distinto al de novela,
que se va leyendo día a día. Por eso
encargué el trabajo de dramaturgia a José Ramón Fernández y la satisfacción es que Julio,
autor, no ha echado nada en falta. Luego
misión cumplida.
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CHEMA DE MIGUEL BILBAO
FOTO: PEPE TORRENTE |
ANDRÉS,
FUERA
DEL CIRCUITO HUMANO
La novela está estructurada en 20 capítulos. En cuanto al tiempo
el capítulo 1 es tiempo presente, el del narrador. A partir de aquí comienza un
flashback – una vuelta al pasado – en presente, que nos traslada diez
años atrás en la memoria de Andrés, hasta el suicidio de Sabina,
su mujer. Los capítulos siguientes se suceden entre la memoria y el olvido que
se acaba: un viaje hacia el final. En el capítulo 17 se vuelve a la acción del
capítulo 1. Andrés imagina cómo los vecinos de los alrededores rescatan su
cadáver para sepultarlo. Todo ello va expresado en forma de monólogo.
CHEMA DE MIGUEL BILBAO
FOTO: PEPE TORRENTE |
- No es popular hablar del mundo rural
hoy – advierte Emilio
-, pero nos
toca contar la historia de un derrotado, una pérdida de identidad. Para mí
ha sido un enorme placer hacerlo, por las palabras de la novela de Julio
y por la interpretación de Chema tan vinculado al teatro y porque es
de los grandes actores. Y quisiera resaltar la música que está muy ligada
a la parte de la tierra.
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INTENTAR
CONSERVAR
LA MÚSICA DE LAS PALABRAS
José
Ramón Fernández se encarga de la adaptación:
- Yo había leído la novela en
la Universidad y
ahora me llega Emilio con el regalo de la novela de Julio.
El criterio para traducir de un género a otro es el tocarlo lo menos
posible, y sobre todo éste que es un texto de una calidad literaria
difícil de igualar. Posee una música interior que sobrecoge. Mi trabajo ha
consistido en conservar la música a pesar de tener que reducir el texto de
forma cruel.
José
Ramón Fernández tranquilizó su conciencia tras las palabras
de Julio: No falta nada.
Al adaptar un texto cuando el autor está vivo es posible la
tentación de consultar con el autor, pero es algo que José Ramón no se lo planteó porque…
- …como adaptador he trabajado al
servicio del director de escena que era Emilio y que es el creador del espectáculo
teatral. De las 35.000 palabras lo hemos dejado en 9.000. Me da vergüenza
meterme con el texto por la calidad literaria que posee y me da miedo
destruirla.
- La primera
entrega de José
Ramón – desvela Emilio – fue de 13.000 palabras. “O haces algo, me dijo, pero
yo ya no puedo seguir”.
Después hubo un segundo corte dejándolo en 9.000 palabras, pero la hice
yo.
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CHEMA DE MIGUEL BILBAO
FOTO: PEPE
TORRENTE |
EN
LA ADAPTACIÓN TEATRAL
NO
ECHÉ NADA EN FALTA
ESTABA
EL ESPÍRITU
Julio
Llamazares nació en Vegamín, un
pueblo hoy desaparecido de la provincia de León. No es casual, pues, que haya
centrado la atención en otro pueblo desaparecido: Ainielle.
- Emilio
me propuso intervenir en la adaptación de la novela, pero me negué porque
desconozco el lenguaje del teatro. Sólo he hecho algo en cine. Cuando la
vi el día del estreno no eché nada en falta. Estaba el espíritu. Es una
obra de gran delicadeza y musicalidad, por eso tenía una extraña
curiosidad por la versión teatral, porque no sabía cómo se podía hacer.
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A pesar
de que Julio no había vuelto a
leerla, las palabras eran de su propiedad y dormían en su interior y al emitirlas
Andrés
las iba recordando.
- Ha sido una gran valentía el atreverse
a montarla porque es una obra muy dura, ya que trata de la desaparición de
un mundo y esto en una época en que prima la superficialidad. También
abordar una obra que se titula La
lluvia amarilla, un color, el amarillo, que es tabú en el teatro. Por
eso es una doble valentía.
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LA LLUVIA AMARILLA
(NOVELA) |
ES LO
MÁS DRAMÁTICO QUE HE HECHO
LA RESPUESTA DE
LA GENTE ES
INCREÍBLE
Chema de Miguel Bilabo es el campesino Andrés.
- Es un
grandísimo placer y sorpresa al mismo tiempo, cuando me lo propuso Emilio.
Por mi parte ha sido un atrevimiento total por la calidad de la novela y
por una dirección sin concesiones al espectador. Es lo más dramático que
he hecho en mi vida y la respuesta de la gente es increíble. No se trata
de una comedia que hace reir y sin embargo tiene respuesta del público. En
Huesca la gente que había vivido la historia
se reconocía en la obra.
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CHEMA DE MIGUEL BILBAO
FOTO: PEPE TORRENTE |
MÚSICA
DE
INQUIETANTES
Y HERMOSOS SONIDOS
EVOCADORES
DEL MUNDO INTERIOR
Chema en
su monologar va acompañado de una banda sonora en directo un tanto
insólita, interpretada por Francisco
Lumbreras. Se formó en el Conservatorio Profesional de Madrid, pero su
interés por la música étnica y por
las filosofías orientales le
llevaron a tomar contacto con insólitos instrumentos para occidente: el didgeridoo que
completó con el canto
difónico o canto de
armónicos y la
musicoterapia. Aquí un instrumento protagonista es el didgeridoo,
que para los profanos nos suena en una nota grave.
- Es un instrumento de viento o aerófono
ancestral – aclara Francisco –
utilizado por los aborígenes de Australia. Es un instrumento no melódico y
polifónico, que emite una vibración grave y profunda. Esta vibración se
puede modular y se le puede dotar de ritmo.
didgeridoo |
- Los sonidos son
inquietantes, hermosos y tienen mucho
que ver con el mundo interior de Andrés
y los pueblos abandonados donde sólo quedan los ecos –
añade Emilio.
EL ESPACIO
Y
LA LUZ JUNTO
CON
LA PALABRA
EVOCADORES
DEL PUEBLO PIRENAICO.
Quien en realidad es el protagonista es el pueblo de Ainielle, que queda fotografiado a
través de las palabras de Andrés.
- Lo hemos
situado – precisa Emilio - , en la cocina-fuego, uno de los
espacios más queridos por el personaje. Allí emplazamos el camastro, los
recuerdos y los cuadros de Andrés.
Entre la comida y el fuego, el camastro preside la soledad del personaje
como si fuera un pequeño escenario. Es un espacio de
16 metros cuadrados
y allí transcurrirá toda la historia.
Se recurre también a una serie de proyecciones un tanto
peculiares.
CHEMA DE MIGUEL BILBAO
FOTO: PEPE TORRENTE |
- Las proyecciones, además de una puerta
serán la luna, lugares de estilo
naif que Andrés recuerda. Todo
lo que hay fuera de la casa. Los elementos escenográficos son orgánicos.
No cabe el plástico ni en el atrezzo. Con ello pretendemos acercarnos a un
modo de vida del que todavía
tenemos información. Intentamos que sea una estética con aroma antropológico.
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LA PANA Y EL ALGODÓN
EVOCADORES
DE LA ÉPOCA
Y EL
PAISAJE
Esa línea de evocación ancestral se extiende al vestuario y…
- …por eso el uso de la pana y el
algodón con un colorido sacado de las fotografías y utilizando tintes
orgánicos. Ello nos va a cercando a la paleta de verdes, pardos, marrones
y grises que nos trasladan al mundo paisajístico del Pirineo.
Importante es el uso de la luz, que en
16 metros cuadros se rebela
a ser maleable.
- Se trata con
la luz de perder la escenografía cuando convenga y hacer vivir como si
toda ella fuera el fuego al que Andrés
se arrima para vencer el frío. Hemos tenido que trabajar con proyectores
especiales y situarlos en lugares insólitos. José Manuel Guerra, su artífice, ha sido una pieza clave
por su experiencia.
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CHEMA DE MIGUEL BILBAO
FOTO: PEPE TORRENTE |
EL
FENÓMENO SOCIOLÓGICO
LA LLUVIA AMARILLA
La Lluvia amarilla,
que vaticinaba ser patrimonio de unos pocos por su temática y dureza se ha
convertido, durante estos años, en un fenómeno social y universal. Tal
popularidad, para una novela calificada como novela difícil, triste y muy
alejada del modo de vida actual que está inmersa en el consumo y lo mediático,
no es fácil encontrar una razón satisfactoria. No obstante, Emilio piensa que:
AINIELLE |
- Probablemente
su tema central, el abandono del mundo rural, es un tema de carácter
antropológico que toca y une a mucha gente. Gente que se siente
identificada con los pensamientos del autor. Y gente de todo el mundo,
porque los movimientos migratorios afectan tanto a las zonas más ricas del
planeta como a las más deprimidas.
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La última novela de Julio
Llamazares es El cielo de Madrid, publicada
en 2005.
FUNCIÓN
De
martes a sábado: 20:00 h.
Domingo:
18:00 h. |
PRECIO
16 €
Martes
y miércoles (día del epectador):
25 % de descuento |
Título:
La lluvia amarilla
Autor: Julio Llamazares
Dramaturgia: José Ramón Fernández
Dirección
musical:
Montserrat Muñoz
Escenografía: Francisco Ramírez
y Emilio del
Valle
Iluminación: José Manuel Guerra
Vestuario: Ana Rodrigo
Dirección
técnica:
Francisco Ramírez
Espacio
sonoro y audiovisual:
Jorge Muñoz
Imagen
de la obra: Bully
Realización
escenografía, utilería y maquinaria: Francisco Ramírez
Técnico de iluminación: Eduardo Vizuete
Asesoría: Gómez Cuesta Asesores
Producción
ejecutiva:
Carolina Solas
Fotografía: Pepe Torrente
Ayudante
de dirección: Jorge
Muñoz
Distribución
y gerencia: [in]constantesteatro
Compañía:
Producciones
Inconstantes
Intérpretes: Chema de Miguel Bilbao
(Andrés), Francisco Lumbreras (músico)
Dirección: Emilio del Valle
Duración
aproximada: 70
minutos
Estreno
en Madrid: Teatro
Español
(Sala Pequeña), 3 – VII - 2008 |
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