EL
HOMBRE QUE SE AHOGA
Lo importante es que suceda
eso que llamamos teatro
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ANTON CHÉJOV |
LAS TRES
HERMANAS |
DANIEL
VERONESE |
FOTO BASE: SOLEDAD IANNI
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Comienza la temporada en el Centro Dramático Nacional de Madrid.
El título es Un hombre que se ahoga en montaje de Daniel Veronese (*), el
cual la temporada pasada estrenó en este mismo centro Mujeres que soñaron caballos, con reparto español.
- Después del buen sabor de boca que nos
dejó Veronese – declara Gerardo Vera, director del
Centro Dramático Nacional – y con
este segundo montaje cumplimos con nuestro compromiso de mantenernos en
nuestro tiempo y con la dramaturgia contemporánea. Veronese nos ha dejado una huella profunda. Espero que un hombre
que se ahoga nos produzca el mismo impacto que Mujeres soñaron caballos. Bienvenido a su casa.
Un
hombre que se ahoga podría tener otro título: Las tres hermanas de Anton Chéjov (Toganrog, 29 – I – 1860 –
Badweiler, 14/15 VI – 1904).
MUJERES SOÑARON CABALLOS |
- Es
una versión de Las tres hermanas – confirma Daniel
Veronese – Quiero hacer un
poco de historia. Doce actores, el “asistente” (ayudante) de dirección y
yo venimos trabajando desde 2001 y de ahí salió Mujeres que soñaron Caballos y un Tío Vania (Espía a una mujer que se
mata). Trabajamos de modo muy
radical, sin presupuesto, haciéndolo todo nosotros o
pidiendo escenografías sobrantes de otros montajes. Ello nos ha obligado a
trabajar sobre el texto y la acción y a replantearnos a los clásicos.
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Una de las claves en las visiones de Veronese es:
- La
desmitificación de las cosas. La incertidumbre e, incluso, el
desconcierto, me permiten muchas veces modelos de comprensión alejados de
los pensamientos uniformes. Pensar el teatro permitiéndome una dramaturgia
de rescate con total independencia de lo instructivo. Pensar lo impensable
y habitar esas forma humanas intentando convertirlas esencialmente en
formas más cercanas a lo humano. Y para eso debo pone en duda lo que se
presenta como indubitable. Así nació esta versión: Un hombre que se ahoga.
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DANIEL VERONESE
FOTO: SOLEDAD IANNI |
TÍTULO
CON INTENCIÓN
El título proviene de una frase de Urs Graf:
Un hombre que se ahoga, espía una mujer que se mata
FOTO: SOLEDAD IANNI |
- La
primera parte de la frase es el título y esta frase me acompaña
desde hace veinte años. Tengo títulos más largos., pero no me gusta
explayarme, porque entonces revelo toda la función. Para mí esta frase es
ver a alguien que muere por lo que desea del otro. La frase gravitó sobre
mí durante un tiempo y después se decantó en Chéjov.
Lo que uno desea es lo que no tiene y el
vivir es tener un ansia mejor.
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TRES
HERMANOS ENCERRADOS
EN UNA
CASAS RODEADOS DE
MUJERES
MILITARES
Uno de los desconciertos es que los sexos han sido cambiados.
- Pero
no se trata de travestismo – aclara Veronese. Simplemente están cambiados. Los
hombres son las mujeres y las mujeres son los hombres. En realidad
proviene de las dificultades de producción. Junté a todos los actores y
propuse a Chéjov. Siempre comienzo por el proceso de
los actores y luego viene cómo hacerlo. Eran 6 actores para hacerse cargo
de Chéjov y ellos aceptaron. No encontraba obra
por la edad que tenían los actores y pensé cambiar los personajes mediante
el sexo. Podría funcionar. Sabía que no era fácil, pero si se organizaba, el público podía ver algo. Así fue cómo
empezamos a ensayar. Lo que no cambié fue el nombre de los personajes. Pensé en buscar nombres rusos, pero vi que los
nombres originales eran emblemáticos y
los dejé. Actualmente, para mí Olga, Masha e Irina, los nombres con
los que fue escrito, son los nombres de
las 3 hermanas y no me las imagino
con otros. Ahora veo a ellas encarnadas por actores
y viceversa.
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FOTO: SOLEDAD IANNI |
ACTORES
Y ACTRICES,
LA MÉDULA DEL TEATRO
Los actores son la médula en el tratamiento de la obra:
FOTO: SOLEDAD IANNI |
- Mi
trabajo está atravesado por varias constantes. Una de ellas es el enfoque
que doy al mundo de los actores: crear una relación entre ellos. Uno
trabajo para el otro y no para sí. Se trata de hombre y mujeres que salen
a amar y a matarse, sin importar el tipo de sexo que llevan entre las
piernas. Sin música, ni cambios de luz. Con un texto bastante sintetizado.
Con escenas
modificadas, cambiadas de lugar, y con algunos personajes deambulando por la obra, asomados a veces en
situaciones indebidas. Todo esto con
la sana intención de transformar el escenario en un campo, lo más directo y fecundo posible.
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Esta generosidad en la transformación de los clásicos, no es para Veronese cambiar por cambiar. Para él…
- …los clásicos
permanecen valientes y valiosos, pero todos cambiamos y un nuevo encuentro
con esas obras también podrían transformarse en acontecimientos
desconocidos. Dentro de algunos años mi mirada sobre esta misma
obra será distinta. Chéjov con su lúcido desencanto, por su
parte parece decirnos que una idea similar mueve el mundo. Me gusta
imaginarlo en su teatro renovado esperanzas ante cada función,
desalentados, fracasados, sobreviviendo a duras penas pero con la
esperanza de que la maravillosa liberta, aquella que todos merecemos,
llegará.
DESNUDO
ESPACIAL TOTAL
No hay vestido especial, ni música especial, ni iluminación
especial para configurar un personaje. Con esta desnudez Veronese pretende que…
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- …la gente vea que no estamos en el teatro. Aquí – por
el Teatro María Guerrero – estamos en un teatro hermoso, pero la síntesis de recursos
también es mínima: lo más indispensable para contar este cuento. Con el Teatro María
Guerrero siento cierto vértigo, pero utilizo todo el escenario. Nuestros
locales son más chicos y el público está más cerca. Este es un escenario
magnífico. Se escucha perfectamente.
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FOTO:
SOLEDAD IANNI |
La reacción de los espectadores ha sido muy variopinta.
- El público
dice muchas cosas y cada cosa que dice tiene razón. Cuando hago algo, lo
hago con la suficiente amplitud, ya que hay gente diversa, diversos
espectadores y diversos días. El impacto cambia en cada uno según su día,
su política, su religión… En cuanto la intercambio de sexos, al principio
el público siente cierto extrañamiento, pero luego entran en el
juego. Estos textos pueden ser dichos indistintamente por hombres y
mujeres y lo seguirán siendo. En estos años la mujer ha tomado
otras armas. La felicidad o infelicidad esa es la búsqueda. El personaje
más optimista de la obra muere por amor.
A la vista de esta visión, no tiene mucho sentido el plantearse,
como hacían los antiguos críticos, el valorar el trazado caractereológico del
personaje. Y al no haber travestismo, como sucedía en el teatro de Shakespeare o en el japonés, tampoco
vale la teoría de un teatro hecho sólo con hombres que interpretan personajes
femeninos. Esto es otra historia.
¿VAPULEO
TEXTUAL DEL ORIGINAL?
Los montajes de Veronese a partir de otros autores
suponen un vapuleo de la versión original.
- Aquí no tanto – precisa Veronese. El Tío Vania si fue muy versionado.
Pero con este texto hemos sido más cuidadosos, pues temía a los entendidos
en Chéjov. Reduje mucho el texto, intercambié
escenas según lo necesitaba en el escenario. Saqué personajes, pero es más
reconocible que Tío Vania. Me
doy todos los gustos. A veces respetamos a Chéjov y no tengo nada en contra de ellos si
está bien y me gusta. Pero yo necesito este modo de trabajar cuando entro
en un autor y más cuando trabajo con los míos (los
actores de su grupo).
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FOTO: SOLEDAD IANNI
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HACER
TEATRO
Y NO
LITERATURA DRAMÁTICA
Tal
modo de trabajar tiene mucho que ver con la concepción que Veronese tiene del teatro:
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- Hacer
teatro es meterse en el teatro. Lo otro es literatura dramática que es
maravillosa, pero es otra cosa. Si Chéjov escribiera ahora lo cambiaría. Ha
cambiado el tipo de espectador y la forma de hacer teatro. No quiero
respetar determinadas estructuras que no me cuadran. Reconozco a Chéjov y
me apoyo en él. Sé que es algo muy personal pero no extremadamente nuevo.
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FOTO:
SOLEDAD IANNI |
ACTORES
CONCIENCIADOS
CON UN
NUEVO MODO DE ABORDAR
AL
PERSONAJE
Toda esta filosofía que expone Veronese habla de la exigencia de un tipo de actores muy
particulares y que, ente ellos, haya un cierto entendimiento previo o lo que es
lo mismo el trabajo con un grupo permanente. No obstante, cuando la temporada
pasada se estrenó Mujeres soñaron
caballos, no lo interpretaron sus actores argentinos sino españoles.
-
Y
fue una gran satisfacción. Del grupo argentino sólo vino María Figueras – Solioni
en El hombre que se ahoga – y estaba
Blanca Portillo, que ya conocía. Se hizo un
casting que yo no hice. Veo su trabajo y los elijo. Yo necesito actores que
entiendan de modo particular y aquí, también los encontré. Cogieron la obra
“sobre el hombro”
- ¿se la echaron a la espalda? - y la defendieron. No quiero
que el actor o yo se ponga simplemente delante de la obra. Todo lo que se haga
tiene que contar algo
y lo logré aquí. Encontré emoción en
ese casting.
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MUJERES SOÑARON CABALLOS
FOTO: ALBERTO NEVADO |
LOS
ACTORES DE VERONESE
AMOR
POR EL TEATRO
Mucho amor por el teatro parece tener los actores argentinos de Veronese, pues los espectáculos en los
que intervienen no son la principal fuente de ingresos económicos. Los actores
hacen otras cosas. Lo casi surrealista es la sincronización de entre dos
espectáculos diversos de alguno de los actores. Termina la representación en un
local y llega en el momento de hacer su entrada en la obra de Veronese, que ya ha comenzado hace
algún tiempo. Y eso se extiende, también, a los ensayos. La tónica media de
ensayos suele durar unos cincos meses, aunque no a jornada diaria.
FOTO: SOLEDAD IANNI |
- Éramos
12 y no era fácil encontrar un día para poder encontrarnos. El ensayo de
la obra se hace de modo fraccionado. Yo podía cada día y ensayaba aquella
parte que ese día podía venir el actor. Nunca hubo continuidad y ellos lo
sabían. Es muy trabajoso este sistema. Si hubiera tenido 2 ó 3 ensayos
malos no hubiera seguido.
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Los ensayos se planean
en insólitos horarios:
- A veces hemos
tenido los ensayos a las 12 de la noche, incluido
un actor que tiene 86 años y que encarna a un personaje de 82
años, cuatro menos y lo curioso es que compone un viejo. También el
venía para ensayar de 12 de la noche a las 2 de la madrugada. Todo esto
hace que la obra se cargue de una serie de elementos.
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FOTO: SOLEDAD IANNI
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CAMBIO
DE ESQUEMAS INTERPRETATIVOS
Esta revolución interpretativa también ha convulsionado, en parte
a los mismos actores.
- El trabajar con Daniel y mis
compañeros – manifiesta María
Figueras – proporciona
una gran libertad al no tener el artificio de la luz. Auspicia la conexión
con el actor, ya que se trabaja con los corazones. Nos sana. Llegamos
cansados, después de nuestros trabajos y salimos renovados.
Claudio
Tolchair que en este Chéjov-Veronese es Irina,
reconoce ese primer impacto:
- Lo
que ha expresado María, nos pasó a cada uno de nosotros. Daniel Veronese cambió los códigos a los que
estábamos acostumbrados: apagón, esperar en escena. Te deja desnudo al no
tener nada en la escena. Para mí ha sido un aprendizaje el que si me quito
todo, las vanidades y demás cosas que si no están crees que no haces nada.
Al estrenarla pensé en todo eso, pero después vi que sí. Yo venía de Casa Kabul, un espectáculo de 3
horas y media, en el Teatro
San Martín. Todos
veníamos de distintas funciones. Es una obra que la venimos haciendo desde
hace mucho tiempo y con todo redescubrimos cosas nuevas en los personajes
en ese contexto tan crudo.
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FOTO: SOLEDAD IANNI |
- Yo sentía mucha resistencia a la idea
de que no existiese vestuario – añade María.
EL ponerse las ropas del personaje siempre es como un ritual. Tuve cierta
resistencia. Ahora para esta obra no la puedo imaginar de otra manera. La
encarnación del personaje comienza con la piel de cada uno.
El vestuario como puede verse ha desaparecido y los personajes
visten los trajes de los propios actores.
- El público va
pasar del vestuario – advierte Veronese. Es más atractivo que usen los
vestidos de ellos y me gustaba que salieran con la gente. Se trata de
desmitificar las herramientas que los actores tienen que ponerse para hacer
teatro.
- Con relación a esto – abunda María -, ya en los ensayos ves que los personajes
están más cerca de cada uno y los traemos a los espectadores. Notas que
hay emoción entre el público. No solamente se trata de interpretar el
texto frente al público, sino que se trata de algo que sucede entre
nosotros.
El trastocar los géneros no solamente sorprende a los espectadores
sino también a los actores, cuando se enfrentaron con la propuesta.
FOTO: SOLEDAD IANNI |
- Yo
soy varón. Interpreto a Tusembaj – aclara Elvira Onetto. Los sentimientos son universales y
no tienen género. De todos modos, al principio, lo más difícil par mí era
decir a Irina (Claudio Tolchair): “estás tan hermoso”
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Claudio
da Passano, encarna a Olga y
califica el poder interpretar este texto con este montaje como “suerte”.
- El cambio de
roles fue alentador. Al principio parece que influye en el modo e
transmitir el personaje, pero luego se olvida y el espectador se queda con
lo que pasa en la obra: soledad, tristeza… Cuando me pongo en el papel del
espectador, me parece fantástico. Y lo que hemos comprobado es que el
público de unos y otros lugares reacciona del mismo modo. Tienen la misma
sorpresa y luego los conmovemos.
- En EEUU –
añade María -, primero se desconcertaban con el
género masculino y femenino y se reían de esto, pero a lo largo de la obra
se las risas se iban transformando en sonidos de pañuelos, lágrimas
y mocos. Se habían metido en la obra.
LA CARENCIA DE PRODUCCIÓN,
CREACIÓN
DE NUEVO LENGUAJE
Toda esta filosofía sobre la escena y el modo interpretativo
procede de una carencia en la producción reconoce Veronese.
- Son
modos de abordar el teatro ante la falta de recursos, pero no querer decir
que sea la única forma de hacer teatro. En Argentina, debido a los medios
con los que cuento, nos obliga a hacer esto. La escenografía de Mujeres soñaron caballos es
la misma que Espía a una mujer que
se mata, que es la versión de Tío
Vania (2005). Estaba marcada como el vino. Lo ideológico procede de la
falta de producción. Me arreglo con lo que me prestan para lo muy básico y
esto favorece nuestra imaginación. También pido escenografías de las obras
que terminan y luego ya veré cómo las encajo en el texto. Es como traer la
casa y luego encajarla. Indudablemente si la obra está bien hecha y con
medios me fascina. Lo importante es
que suceda eso que llamamos teatro.
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DANIEL VERONESE |
(*) Comenzó como actor y mimo. En 1989 crea el grupo de teatro El periférico de Objetos, junto a Alvarado y Emilio García Wehbi. Tal tipo de teatro se basa
enla experimentación en el trabajo de
integración de actores y objetos.
Veronese ha desarrollado su actividad como autor y director y ha obtenido una
serie de premios nacionales e internacionales:
Konex de Platino
Beca Antorchas
Primer Premio
Municipal de Dramaturgia
Primer Premio Nacional
de Dramaturgia.
Ha dirigido: Variaciones
sobre B ... (1991); El hombre de arena (1992); Cámara
Cesell (1993); Breve
vida (1994); Máquina Hamlet, de Heiner Muller (1995); Circonegro (1996); El líquido táctil (1997); Zooedipous (1998); Monteverdi método
bélico (2000); La muerte, de Marguerite Duras (2000); Mujeres
soñaron caballos (2001); Open House (2001); El
suicidio/Apócrifo 1 (2002); Dramas breves 2 (2002); La forma que
se despliega (2003); Un hombre que se ahoga (versión de Tres
hermanas de Chéjov, 2004); La niña fría (2004); Minyana
sobre Francia (2004); Manifiesto
de niños (2005); Método Cronholm, de Jordi Galcerán (2005); En auto (2005); El
túnel (basado en la novela de Ernesto Sábato, 2006); Espía a una mujer
que se mata (versión de Tío Vania de Chéjov). Es autor de los siguientes
textos: Crónica
de la caída de uno de los hombres de ella (1990); Variaciones sobre B ... (1991); Del maravilloso mundo
de los animales: Los corderos/El hombre de arena (coautoría con E. G.
Wehbi, 1992); Del maravilloso mundo de los animales: conversación nocturna (1992); Luz de mañana en un traje marrón / Luisa / Señoritas
porteñas / Breve vida / En la mañana (pieza
radiofónica) / Cámara Cesell (2003); Formas de hablar de las
madres de los mineros, Mientras esperan que sus hijos salgan a la superficie / Equívoca fuga de señorita, apretando un pañuelo de encaje
sobre su pecho (1994); Unos viajeros se mueren / La terrible
opresión de los gestos magnánimos (1995); Circonegro /Women's White Long
Sleeve Sports Shirts / Ring-side (1996); XYZ / El líquido
táctil (1997); Zooedipous (coautoría con Ana Alvarado y E. G. Wehbi)
/ Eclipse de un auto en camino / Sueño de gato (1998); La
noche devora a sus hijos / Mujeres soñaron caballos (1999); Monteverdi
método bélico (coautoría
con Ana Alvarado y Emilio
G. Whebi, 2000); Open House (2001); El suicidio. Apócrifo 1 (coautoría con Ana Alvarado, 2002); La forma que se despliega (2003); Manifiesto de niños (coautoría con Ana Alvarado y Emilio
G. Whebi); Un hombre que se ahoga (versión de Tres hermanas de A.
Chéjov) (2004); Espía a una mujer que se mata (versión de Tío Vania de
Chéjov, 2005); Teatro para pájaros (2006).
Ha participado con su obra escénica en numerosos festivales nacionales e
internacionales.
Sus obras están publicadas en dos volúmenes Cuerpo de prueba, con catorce
obras (editado por
la
Universidad de Buenos Aires) y La deriva, con siete obras (editado por
Adriana Hidalgo Editora).
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