RESEÑA,
1998
NUM, 299,
pp. 33 |
LA ESTRELLA DE SEVILLA
UN LOPE DUDOSO
Los medios de comunicación ventilaban el escándalo de Clinton y
la Lewinsky
(1). Indudablemente Narros no
aprovechó la ocasión para elegir
La
Estrella de Sevilla, pero no deja de ser una
coincidencia.
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Título:
La Estrella
de Sevilla.
Autor: Lope de Vega (?).
Versión: Juan Oleza.
Música original: José García Ramón.
Escenografía: Gustavo Torner.
Iluminación: Juan Gómez.
Intérpretes: Juan Ribó (Rey). Nuria Gallardo (Estrella). Helio Pedregal
(Busto). Cherna Muñoz (Sancho de Ortiz). Chema de Miguel B. (Clarindo).
Arturo Quere}eta (D. Arias). Arantxa Aranguren (Natiide).
Vestuario y dirección: Miguel Narros.
Estreno en Madrid: Teatro de
la
Comedia
(Compañía
Nacional de Teatro Clásico), l-X-98. |
NURIA GALLARDO/CHEMA MUÑOZ |
El affaire Bill Clinton es
un juego de niños, comparado con las maléficas intenciones que guían a Sancho
IV el Bravo (hijo de Alfonso el Sabio), dominado por el “fuego
en las entrepiernas”, como advierte Clarindo, el criado del galán. El
impulso hormonal del Rey, erigido Rey de Sevilla más por
rebelión que por deseo de su padre, sirve al autor como excusa para construir
una tragedia en la que surge el conflicto: la lealtad al Rey, como obediencia
ciega, o el amor por el amigo. Deber, honor - en los protagonistas y en el pueblo
de Sevilla - y amor se lidian en esta plaza, tanto para el hombre de a pie como
para el propio Rey. Una segunda lidia es el concepto de la libertad y su
relación con el amor. Los amantes para ser libres han de renunciar a su amor,
sin que esa llama se apague. Y guiando todo el sino fatídico.
La
autoría de esta tragedia se le discute a Lope
de Vega. Obra olvidada como repertorio y recordada como el Guadiana en sus
intermitentes apariciones, la polémica sobre el autor continúa. La opinión común
es autorizar la trama central a Lope
así como algunas versificaciones más brillantes. El resto parece provenir de
artesanos literarios de su taller o de alguna otra pluma. Por eso, el programa
de mano firma: “Lope
de Vega (?)”.
Joan Oleza se ha
encargado de la revisión textual. Ha podado, ha trasplantado fragmentos de
otras obras de Lope y en alguna
ocasión ha recreado versos y estrofas. Todo ello en pro de una mayor claridad
para con el hilo dramático.
NURIA
GALLARDO/CHEMA MUÑOZ |
Miguel
Narros
la ha concebido como una gran tragedia al estilo de los clásicos griegos. La
escenografía de Gustavo Torner
recoge estas directrices. Elevados paneles neutros en color, permiten aberturas
verticales cambiantes en luz según las emociones o los ambientes. Fondos lisos
- salvo alguna proyección de trama para la casa de Estrella - potencian los
cuerpos de los personajes que,
proporcionalmente
a la arquitectura perdida
en las
alturas del telar, dan un tono sobrio y operístico a la representación.
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El
vestuario ha preferido el siglo XVI al XIII, “hábitat” real de esta mafiosa
historia. No acierto a dar con la razón, pero no molesta (2). Los
figurines, ideados por Narros, son
de gran belleza y austeridad buscando una cierta simbología emocional y narrativa.
Destacan los tres vestidos de Estrella, semejantes en hechura y diversificados
en el color: crema, blanco nupcial y negro de muerte.
Al recurrir como intérpretes a los que
se han educado con Narros y su
entorno “laytiano” - Helio Pedregal,
Chema Muñoz, Nuria Gallardo, Juan Ribó... - Narros
consigue una unidad de estilo interpretativo, no siempre fácil de aunar en
repartos clásicos de verso cuando se recogen actores de “aquí y acullá”. Y
esto es muy de agradecer. La recitación del verso llega de forma nítida y
emotiva. Nuria Gallardo sobresale
con tintes trágicos en voz y expresión. Es actriz consolidada, a pesar de su,
aún envidiada, juventud. Helio Pedregal,
el hermano de Estrella, compone visualmente un personaje freudiano en las
relaciones hermano-hermana, de gran fuerza y pasión. Chema Muñoz, el enamorado, consigue un crescendo que va del
lirismo al límite de la locura. Juan
Ribó, el Rey, potencia progresivamente un cinismo hasta precipitarse en
la humillación de la confesión.
La recitación, a veces grandilocuente,
se desparrama en un movimiento coreográfico a lo largo de la escena
proporcionando ritmos acordes con las emociones internas. Una de las grandes
virtudes de conjunto es que en ningún momento decae el interés ni el ritmo
general.
(1)
Monica Samille Lewinsky (San Francisco,
California,
23 – VI
-1973) es una becaria
con la que
Bill Clinton -
Presidente de los Estados Unidos
en aquellas fechas - admitió haber
tenido una "relación inapropiada" con ella. en la
Casa Blanca
entre 1995 y
1996, a
la edad de 22 años. Llegó a ser conocida como el escándalo
Lewinsky, o "Monicagate".
(2) La justificación podría encontrarse en que
la Sevilla descrita por el
autor es la del siglo XVl. Se trataría
de un anacronismo. También pudiera ser que el autor denuncia un abuso de poder real de su época y lo
camufla trasladando la situación al pasado en Sancho IV, aunque da pistas ambientales para que el
espectador entienda. Todo es posible.
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