MEDEIA
LECCIÓN DE TEATRO
Título: Medeia
Autor: Eurípides
Traducción original: Zsuzsa Rakovsky
Dramaturgia y asesores de texto:
Géza Fodor/Júlia Ungár
Música: Marcell Dargay
Escenografía: Csörsz Khell
Vestuario: Györgyi Szakács
Producción: Teatro Katona (Teatros de Europa)
Intérpretes: Andrea Fullajtár (Medea), Gábor Máté (Jasón),
Zoltán Bezerédi (Creonte),
Ági Szirtes (Nodriza), László Szacsvay (Tutor), Ferenc Elek
(Egeo), Erika Bodnár (Primera mujer), Réka Pelsöczy (Segunda
mujer), Anita Tóth (Tercera mujer), Károly Hajduk (Mensajero),
Csaba Aranyi/István Szilágyo (Niños)
Dirección: Gábor Zsámbéki
Idioma: Húngaro (con sobretítulos en castellano)
Duración: 1 hora 40 minutos
Estreno en Madrid: Teatro La Abadía,
10 – VI - 2006
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ÁGI SZIRTES/ ANDREA FULLAJTÁR
ÁGI SZIRTES
CSABA ARANYI/ISTVÁN SZILÁGYO
(NIÑOS)
LÁSZLÓ SZACSVAY |
Medea ocupa uno de los primeros puestos en el repertorio
universal. La terrible e incómoda tragedia de Eurípides
es una de las mayores creaciones del espíritu humano, una de las
indagaciones más audaces en el alma de la mujer. Escrita con
pulso seguro, sin concesiones ni temores, Eurípides se
adentra en territorios inevitablemente dolorosos y
desagradables, y, paradójicamente, escribe una de las más bellas
tragedias de la Historia. A pesar de ello, su presencia en los
escenarios no es frecuente, posiblemente por su elevado nivel de
exigencia teatral.
GÁBOR MÁTÉ |
Ahora la compañía Katona ha traído a Madrid -sólo
por dos días- un impresionante espectáculo basado en
esta tragedia de Eurípides. El espacio, limpio y
áspero, está configurado por una caseta - la vivienda de
Medea - que recuerda al modesto lugar que,
según explican los historiadores, utilizaban para
cambiarse los actores en las viejas representaciones de
la tragedia, pero también a una barraca levantada para
albergar provisionalmente los aperos de una obra
contemporánea o la ropa de faena de los trabajadores.
Esta deliberada, sugestiva e inteligente confusión de
tiempos y ámbitos se prolonga con la presencia en un
lateral del escenario de un vehículo calcinado, que se
convierte en espacio practicable en algunas escenas de
la función: es el espacio oscuro, el espacio de lo
vedado. El suelo del escenario aparece cubierto con
gruesas piedras, que son removidas ruidosamente por los
actores cuando caminan, lo que presta al ambiente un
cierto aire de primitivismo, de provisionalidad y de
abandono. |
En consonancia con esta perspectiva estética, el vestuario,
modernizado, pero con una cierta connotación de intemporalidad,
sugiere majestuosidad, pero también perentoriedad, desaliño y
hasta miseria. El coro, compuesto por tres mujeres que responden
a tres arquetipos diferentes, se mueve o se desliza
sigilosamente por el escenario y por el patio de butacas, acusa
cuanto sucede a su alrededor y lo expresa con vehemencia o con
astucia, pero siempre de una manera inquietante.
Estas consideraciones apuntan hacia una esencialización de la
tragedia, que acerca hacia nosotros las pasiones de sus
personajes y el problema en que se ven envueltos, y la depura de
adherencias innecesarias, pero sin renunciar por ello a lo que
tiene de ancestral, de mágico, de primigenio. La simbiosis
resultante del cruce de estos dos planos temporales y
emocionales refuerza la teatralidad profunda del texto y
proporciona un espectáculo memorable. |
ERIKA BODNÁR
RÉKA PELSÖCZ/ANITA TÓTH
(CORO) |
ANDREA FULLAJTÁR |
Pero el trabajo descansa fundamentalmente sobre la impresionante
labor actoral. Un elenco impecable realiza un trabajo armónico,
equilibrado, contenido e intenso. Descuella, naturalmente,
Andrea Fullajtár, en el papel de Medea. De imponente presencia
escénica, de majestuosos movimientos, con una voz rica en
matices y que parece abarcar todos los registros, su trabajo es
un verdadero recital de actuación. Sin aspavientos ni
estridencias Andrea Fullajtár ha compuesto una Medea que será
difícil de olvidar. A semejante altura raya el resto del
reaparto, como corresponde a esta veterana compañía de
repertorio y de rigurosa preparación actoral. |
En definitiva, uno de los mejores espectáculos de la temporada.
La compañía Katona merece, una vez más, las más efusivas
felicitaciones, como también la dirección del Teatro de la
Abadía por su decisión de programar esta Medeia.
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