VIAJE DEL PARNASO
de
MIGUEL de CERVANTES
UN CANDOROSO E IRÓNICO DIVERTIMENTO
FOTOS: CHICHO |
Entre la primera parte de El Quijote y la segunda,
Miguel de Cervantes escribe Viaje del Parnaso (1614).
Se trata de su único poema extenso, en tercetos encadenados de
versos endecasílabos. El modelo en el que se inspira es el
Viaggio di parnaso (1582) de Cesare Caporali, al que
Cervantes rinde homenaje en su primera estrofa. Hasta
aquí todo sería normal, si no fuera porque la Compañía
Nacional de Teatro Clásico ha cogido el poema – conocido por
pocos – y lo ha subido a la escena.
- En efecto, hemos
adaptado para la escena el poema
– confirma
Eduardo Vasco, director del montaje y de la
Compañía Nacional de Teatro Clásico –
tratando de ofrecer, a través de la teatralidad
implícita en la obra cervantina y mediante
procedimientos utilizados en los escenarios de
entonces y de ahora, nuestro particular tributo al
dilecto manco en este 2005, año de
celebraciones quijotescas, y más allá.
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Don Miguel no fue muy afortunado en el teatro y tampoco
en la poesía. Recurrir a un poema y al teatro, no eran las
mejores armas que podía utilizar Cervantes. Sin embargo
aquí se hace “lo más difícil todavía”
y si se me apura el pretender tal intento venía a ser una
locura.
- Pensé que estaba loco
–
confirma Ignacio García May, autor de la versión, al
hablar sobre Eduardo Vasco que es quien se lo
propone. Me parecía una empresa imposible.
Eduardo
insistió. Me lo leí una y otra vez y poco a poco fui
viéndole cierta posibilidad.
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Aparte de buscarle una dramatización al poema sin
caer en la mera recitación de unos cuantos rapsodas,
existían otras dificultades en el momento de crearle
una dramaturgia y una plástica. El poema habla de un
viaje hacia el Parnaso, el monte de Apolo.
Ello supone atravesar el mar y hacer embarcar a
multitud de poetas. Ellos, un ejército de buenos
poetas, deben luchar contra los infames poetas que
quieren invadir el monte, donde moran las musas y se
gusta una alucinógena agua que da como resultado la
gracia poética. |
- El principal
problema era los miles de personajes que
aparecen desde que se inicia el viaje en Madrid,
hace escala en Valencia, recorre el Mediterráneo
y llega al Parnaso. Imposible meter tanto actor.
Sí en cambio trabajar con miles de muñecos
y esa fue la clave. Por ahí empezó a
hacerse la luz.
Los miles de personajes quedaron reducidos a 70 entre
muñecos y títeres, renunciando a 37. La selección de los
poetas siguió el criterio de escoger a los más conocidos, a
pesar de que el público actual no conoce muchos de aquellos
poetas. |
MIGUEL DE CERVANTES |
CERVANTES A LA BÚSQUEDA
DE SU LUGAR EN EL PARNASO
Es una obra extraña y peculiar y se puede emparentar con
La
Lámpara maravillosa de Valle Inclán, sólo que Valle
reflexiona sobre el arte y la estética. Se podría calificar
de epopeya burlesca en la que Cervantes vierte su testamento
literario y espiritual.
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- En ella
– aclara Eduardo –
habla con abrumadora sinceridad de la vanagloria y
de los sueños, de los mitos y las realidades, de lo
vivido y de lo alcanzado, de lo imposible y lo
perdido, de la falsedad y la adulación, de la
hipocresía y de la fama, de la incomprensión y del
reconocimiento.
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En un ambiente caricaturesco respecto a tópicos literarios
del clasicismo, Cervantes, protagonista de su propia aventura, se adentra
con ironía, profundidad y abundantes pasajes autobiográficos
en un viaje hacia el monte del dios Apolo, durante el que
reivindica el lugar que cree merecer.
Teniendo en cuenta la poca valoración que se tenía de
Cervantes como poeta, en su época, se ha leído el poema como
un ajuste cuentas con su generación, al decidir quién entra
y quién no en el Parnaso, decisión que toma el propio
Cervantes.
- No lo hemos orientado tanto como un
ajuste de cuentas
–
precisa Ignacio García May – porque creemos que
Cervantes es
más generoso que todo eso. Es de sobras conocido sus pugnas
con los literatos de su época, pero
D. Miguel no pierde de
vista lo que es la buena literatura y él está con los buenos
literatos. Prevalece, pues, la justicia literaria sobre la
venganza. Por ejemplo acerca de
Lope – se sabe de sus
enemistades con él - tiene una visión positiva, a pesar de
la ironía con que lo trata. En la versión no nos interesó
tanto el rencor cuanto la fascinación de
Cervantes hacia la
palabra, que es lo que nos transmite con este texto.
¿EL PÚBLICO DE CERVANTES
MÁS CULTO QUE EL NUESTRO?
El poema contiene muchos elementos mitológicos del
Renacimiento y del Barroco. Se alude a Ovidio, Lucano, a
Las
Geórgicas de Virgilio y en general a los viajes de la
mitología grecolatina.
- Son muchas
alusiones clásicas
– especifica Ignacio
García May - Están los grandes
viajes de figuras como Jasón, Eneas
y Ulises. También hay momentos de El
Quijote, canónico trotamundos de la
literatura española. Nos preocupaba tanta
alusión pues los ciudadanos de hoy no conocen
ese mundo. Uno de los trabajos ha sido el ir
aclarando tales mundos sin que padezca el texto
original. Tantas alusiones clásicas me ha dado
que pensar. Solemos ver otras épocas como
pobladas de gente más ignorante, pero cuando se
piensa que el público de entones que iba al
teatro entendía todas las referencias que
aparecían en las comedias de
Lope
y Calderón
y se compara con las estupideces a las que
nosotros asistimos en TV, hay que pensar si
la ignorancia de ahora no es mayor que la de los
antiguos.
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EL DIOS MERCURIO |
Entre toda esa fantasía de viajes se encuentra uno que es
real: la batalla de Lepanto, en la que Cervantes participó.
- Me emociona en particular
– confiesa
Ignacio – esa breve,
brevísima y muy melancólica alusión a tal empresa histórica
que, en mi imaginario particular, y por razones que no
vienen a cuento, mezcla sin pudor la alta prosa de nuestro
Manco con la mucho más liviana de
Salgari en sus relatos
sobre el León de Damasco.
EL TEXTO: UNA BORRACHERA
Pocos han leído de un tirón Viaje del Parnaso, y es que se
trata de un poema que según Ignacio
- Emborracha, como sucede con
El Quijote. No se puede leer
de un tirón. Hay que leerlo poco a poco como cuando se bebe
una botella. Nadie la bebe de un golpe. Hay que pararse en
los términos y analizar lo que sugieren. Se descubre que es
un gran escritor por la manera cómo escribe. Nos conmueve.
Nuestra versión respeta la belleza del texto. Al leerlo uno
experimenta lo que en idioma navajo se expresa como “jozo”.
No es fácil traducirlo, pero vendría a ser algo así como
“quedar invadido por la belleza”.
Si el castellano de El Quijote siempre se pone como ejemplo
de modernidad y muy cercano al actual, en este poema sucede
algo similar. Priva tal modernidad:
- Hay una serie de chistes, humoradas, construcciones
verbales que actualmente escuchamos en la calle
– advierte
Ignacio. También la manera de ver las cosas. Cuando los
actores comenzaron a leer mi versión, pensaban que todo eso
era mío, y no. Lo he conservado tal cual lo escribió
Cervantes.
ECLÉCTICA ESCENOGRAFÍA:
VUELTA A LA PLÁSTICA
DE LOS CORRALES DE COMEDIAS
Juan Sanz y Miguel Ángel Coso son los responsables de la
escenografía, atrezzo y vestuario. Hace unos 15 años ya
habían trabajado para Eduardo Vasco en un Quijote.
Viaje del
Parnaso es un reencuentro con Cervantes.
- Ha sido hermoso trabajar en este proyecto
– confiesa Juan
Sanz. No es fácil explicar el trabajo plástico, ya que
hemos reunido varias técnicas: desde lo más clásico al
posrenacimiento, barroco, y después está todo el mundo de
los títeres. Ha sido muy difícil, porque tienes que
despojarte de muchos prejuicios. El resultado ha sido
satisfactorio.
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El papel de Cervantes se divide entre cinco actores que
manipulan muñecos – a los que dan voz - y escenografía.
Forman un todo.
-
Por eso, tanto la escenografía como los títeres tienen que
estar al servicio del actor y la palabra de
Cervantes. El
espectáculo mejora cuando se ve más de una vez. Sé que decir
que se venga a verlo dos veces es terrible, pero es cierto.
La primera vez te emborrachas un poco por la fuerza de la
palabra. La segunda vez entiendes absolutamente todo. Gana
mucho.
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El currículo de ambos escenógrafos es amplio y han trabajado
conjuntamente. Sus primeros aportaciones escénicas se
remontan a 1996 con el diseño y realización de máscaras y
marionetas para el Retablo de la lujuria, la avaricia y la
muerte de R. Valle-Inclán, dirigido por José Luis Gómez. En
estos dos últimos años – 2003/2004 – han diseñado espacios
escénicos, museos y exposiciones.
2004:
2003-04: |
El escenario de la ilusión (Exposición itinerante)
Casa Museo de Dulcinea (El Toboso, Toledo diseño de
proyecto
museográfico)
Museo Nacional del teatro (Almagro, Diseño y realización de
modelos y maquetas)
Corral de Comedias de Alcalá de Henares
(Descubrimiento y dirección general de los procesos de
rescate, difusión y rehabilitación del teatro)
Casa Museo nata de Miguel de Cervantes (Alcalá de Henares,
diseño y realización de museografía). |
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LOS INSTRUMENTOS DEL XVI
PARA ESTE PARNASO
Otro de los elementos cruciales es la Música encomendada a
Alicia Lázaro, investigadora de la música española del
renacimiento y del barroco. Sus últimas composiciones las ha
creado para dos espectáculos de estética y factura familiar
a este Viaje del parnaso, como son: Auto de la Sibila
Casandra y el Auto de los Cuatro Tiempos.
- El papel de la
música es dual. Por una parte
– precisa Alicia -
tiene que apoyar la palabra poética, como trasfondo
de la acción de los títeres y el resto de las
acciones. Por otra, es una vuelta de tuerca: es
decir hay que relacionar a
Cervantes
con la música del siglo XVI y el medioevo, por lo
que respecta al Quijote. No obstante, el Viaje
del Parnaso se escribe 11 años después del
Orfeo de
Monteverdi, que es la primera época de la
música barroca. Por lo tanto se trata de una música
a caballo entre el renacimiento y el barroco.
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VIOLA DE GAMBA
(VIHUELA DE ARCO) |
Las exigencias históricas obligan a una composición en que
también tienen cabida las danza de la época: folías,
zarabanda,… y también el que los actores canten ya que ne la
ópera barroca los dioses cantaban. Al mismo tiempo, al estar
situado el Parnaso en Italia, no se podía olvidar una
referencia musical a dicho país.
Igualmente era necesario reproducir el modo cómo sonaba la
música con los instrumentos de la época. Por eso se utilizan
los instrumentos del siglo XVII como son el arpa, la
viola
de gamba (vihuela de arco, en España), corneta (de madera) y
percusión como fondo.
- Ha sido un trabajo importante, tanto con los músicos y con
los actores, que no son cantantes pero que tienen que cantar
y no lo hacen nada mal. La historia que se nos cuenta tiene
una doble dimensión: un tono de seriedad y otro de parodia
de las cosas, pero como trasfondo de lo serio. La música
tenía que seguir tal dualidad. Te ríes oyendo ciertos
pasajes, pero se mantiene más seria en otros momentos.
MUÑECOS Y TÍTERES: DAVID FARACO
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Los cinco actores prestan sus voces a Cervantes y a los
diversos muñecos poetas, cuyos rasgos físicos intentan
reproducir los rasgos originales, de los que se conocen por
retratos o litografías. El resto ha sido inventado aunque…
- Fue divertido buscar los retratos, pero sólo encontramos 6
ó 7. En principio
– apunta Eduardo Vasco – pensamos
reproducir los rostros de todo nuestro equipo, pero no
entraron al trapo y optamos por dejar libre la imaginación.
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Se trata de muñecos articulados y títeres en manos de los
propios actores. Han tenido, pues, que aprender a
manejarlos. El alma de este arte y el modo de hacerlos
funcionar expresivamente ha sido David Farazo, el cual
comenzó su formación como actor en el Taller Municipal de
Teatro de Segovia (1992/1993), Escuela Libre de Artes y
Espectáculos TAI (1993/1994) y en Réplika-Academia del actor
bajo la dirección de Jaros³aw Bielski (1994/1995).
A partir de 1994 se especializa en Teatro de Títeres y forma
parte de la Compañía de Teatro Libélula, participando en
muchas de sus representaciones y en festivales. Desde 1995
su nombre queda ligado a los espectáculos dirigidos por Ana
Zamora, como el responsable del trabajo de títeres:
1995: Solsticio
1996: Historia de una Famosa Hechicera
2003: Auto de la Sibila Casandra
2004: Auto de los Cuatro Tiempos |
UN GRAN DIVERTIMENTO ARTESANAL:
CANDOR, TERNURA E IRONIA
Este Viaje del Parnaso, ha sido definido por los actores
como Teatro Total tanto por su aspecto plástico,
lumínico -
para crear los diversos ambientes y sensaciones anímicas -
como interpretativo. Se trata de poesía visual y sonora, que
llega a todos los públicos combinando el candor la ternura y
la fina, y la sarcástica ironía de Cervantes, y que termina
por ser un gran divertimento artesanal.
D. MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA |
- Este concepto artesanal es importante
– concluye
Eduardo
Vasco – como elemento artístico y ha condicionado mucho todo
el espectáculo.
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