GOODBYE DOLLY!!
HUMOR
DIVERTIDO Y BIEN DOSIFICADO
INUNDA
LA HORA Y MEDIA DE FUNCIÓN.
Título:
Goodbye Dolly!!
Guión: Dolly, Iñaki Urrutia y Eduardo
Aldan
Arreglos
musicales:
William Luque y Domingo Sánchez
Coreografía:
Juan
Logar
Escenografía: Manolo Otero (Grade)
Diseño
de iluminación: Miguel
Uvience
Diseño
de vestuario y estilismo:
Fran de Gonari
Diseño
gráfico: Sito
Recuero
Coach
de voces: Miguel
Antelo
Realización
audiovisual:
Santiago de Lucas
Montaje
especial de audio:
Santiago de Lucas
Peluquería: lago
Atrezzo: Pilar Duque de Estrada
Jefe de
producción:
Israel
Criado
Producción: Eduardo Aldan (Paramount
Comedy)
Coordinador
de casting: José
Carlos Yus
Intérpretes:
Dolly, Israel Criado y Juan Logar
Director: Eduardo Aldan
Duración:
1 h.
30 m.
Estreno
en Madrid: Pequeño Teatro Gran
Vía 66,
14 – V – 2009 |
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DOLLY |
Dolly
ha excogido el Pequeño Teatro
Gran Vía 66 – 300 de aforo – para su despedida, después de 40 sin éxito,
pero currando día a día. No tuvo éxito, más por una cuestión de principios que
por falta de talento. Quiso ser fiel a su modo de entender la vida y así le
fue. Pero, según confesión propia, no hay chispa de rencor, ni de acritud en
esta despedida. Eduardo
Aldan, creador de Espinete no
existe, al ver a Dolly en su
local lidiando con varios personajes,
entre ellos el de Dolly, y escuchando de su boca que quería retirarse,
le propuso que tal despedida fuese a lo grande en
la Gran Vía. Como el de una diva.
Dicho y hecho. Sólo había que escribirle un guión. Él mismo, Iñaqui Urrutia
y un porcentaje muy alto de la propia Dolly
sacaron adelante una línea argumental biográfica y por fin Dolly nos cuenta sus cuitas, en clave humorística y satírica. Y con
su relato va refelejando su entorno: compañeras de profesión, filosofía
de la vida, desmitificación de situaciones y sátira de la sociedad que le
rodea, sin llegar la sangre al río ni pretender ser una abanderada, ni una
abogada de causas perdidas. Humor divertido y bien dosificado es lo que inunda
la hora y media de función.
DOLLY |
El guión huye del simple
monólogo mediante la intervención de dos “partenaires”, chicos para todo, como
son Israel Criado y Juan Logar. Son alocados acomodadores,
como aquellos de
La Cubana; tramoyistas
que entran, ajustan y sacan los austeros módulos necesarios; paródicos
bailarines ocasionales que arropan a Dolly;
eficaces intérpretes de discretas escenas, para que Dolly pueda cambiar de vestuario etc. Las intervenciones de Dolly y las alternancias con sus
“partenaires” están bien hilvanadas en el guión y todo el conjunto consigue un todo
unitario que no pierde el ritmo. Este guión y tipo de espectáculo permite en el futuro – la médula
de este tipo de espectáculos es la actualidad -
que vaya creciendo, incorporando nuevas situaciones y por lo tanto darle continuidad.
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En cuanto a Dolly – el
programa de mano la llama así como intérprete y olvida su nombre de pila - ,
posee un buen dominio de cada una de las situaciones y su interacción con el
público importante en espectáculos de este calibre. Es cierto que, en el día
del estreno, abundaba el público amigo y emotivamente ligado a Dolly. Por lo tanto, la entrega a lo
que le ella pedía era una respuesta incondicional. No obstante, su simpatía
cautivó también a los que no la conocíamos. Quiere decir que hay muchas
posibilidades de que cada noche conquiste a un público ajeno a su anterior amistad.
Todos los números en vivo y a través de videos – los paródicos
anuncios televisivos que en su tiempo interpretó - que va entretejiendo para
contarnos su vida poseen gracia y la irónica evocación de otros tiempos.
Posiblemente lo que tendría que revisar es su imitación de Ana García Obregón, a nivel corporal y gestual, ya que, al menos
yo, difícilmente la reconozco, mientras que otros personajes son más creíbles.
Se anuncia “para todos los públicos”, exceptuando a los
niños ya que a esa hora deben estar en la cama, y realmente lo es. Sabe
mantenerse en el límite sin caer en la grosería o la facilonería y lo que puede
ser más atrevido posee la inteligencia de la insinuación. Hay otra virtud en lo que respecta a los chistes. No hay una insistencia y quien lo coja bien y quien no, pues peor para él.
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DOLLY |
DOLLY |
Tras toda esta cascada de
peripecias el final, no vamos a desvelarlo, pero sí apuntar que pretende ir más
allá del mero divertimento y, de alguna manera, las vidas del intérprete y del personaje
se fusionan con cierto discreto toque poético y filosófico. Son unos instantes
de pequeña magia, pero enseguida vuelve a renacer
la Dolly
esplendorosa.
Goodbye
Dolly!! Se presenta como una fórmula que parte del cabaret y se instala
sobre el escenario para divertir y después ir a tomar una copa a otro local y
disfrutar de las noches del fin de semana. Pretende, sobre todo, que quienes,
por las razones que sean, no son asiduos del espectáculo cabaret puedan gozar
de las bondades y simpatías de ese género.
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