JULIO CÉSAR
De
WILLIAM SHAKESPEARE
DE LA MANO
DE
DEBORA WARNER


FOTOS: NEIL LIBBERT

Ya antes de convocar la rueda de prensa e incluso de lanzar la publicidad masiva, todas las localidades del Teatro Español estaban vendidas. Ni un hueco. Julio César de William Shakespeare, dirigida por Debora Warner era quien había acaparado esta masiva atención. También es cierto que el espectáculo solo se detenía en esta estación teatral 8 días – del 19 al 26 de junio - , dentro de la política del Español de traer espectáculos de renombre durante un tiempo reducido.

El entusiasmo por la directora y los actores ingleses, surge de las palabras del propio Mario Gas, director del teatro Español:

  • Este Shakespeare viene de la mano de Debora Warner, que a principio de los años 90 se estrenaba con un Titus Andronicus el cual pudimos ver en la Sala Olimpia de Madrid y marcaba la aparición de una de las mejores directoras de escena en Europa. Ese ser de las mejores le acompañó a lo largo de todos estos años. En cuanto a los actores, todos sabemos que los actores ingleses son tenidos como intérpretes con la máxima solvencia. Uno de los rasgos del colectivo actoral inglés es su gran pasión y amor por el teatro, así como su capacidad de tránsito entre el cine, televisión y vuelta al teatro. Algo que hacen por amor y por necesidad emocional.

Tal capacidad de tránsito no existe o es menos frecuente en España. En estos últimos tiempos algunos de nuestros actores han sabido compartir los medios, pero todavía es frecuente que quien se apoltrona en el cine o en la televisión, el telón ya no se levanta para ellos. El secreto de tal maridaje entre cine, televisión y teatro nos lo descubre Ralph Fiennes (Marco Antonio, en este Julio César) – un largo currículo cinematográfico y entre las más conocidas La Lista de Schindler, El paciente inglés, Cumbres Borrascosas.
 

RALPH FIENNES (MARCO ANTONIO)
  • Basta con limpiar la agenda, cuando aparece una oferta teatral interesante. Se liberan fechas en el calendario. He recibido ofertas con 7 u 8 años de antelación. Yo estaba filmando Harry Potter en China, cuando Debora me llamó. En esta ocasión recibí el aviso con muy poco margen, pero me resultaba interesante el proyecto e hicimos un acuerdo para poder encajarlo. De todos modos si paso 2 años sin hacer teatro lo hecho en falta. Todo es cuestión de comprometerse.

Debora Warner, ha construido una trayectoria que se caraterica por el riesgo con que acomete la puesta en escena de autores consagrados, además de Shakespeare, como Sófocles, Bach, Berg, Beckett, Brecht, Ibsen … No solamente se ha ceñido al teatro de prosa, sino también a la ópera. El cine también le tentó y ahí tienen títulos destacados como:

The Waste Land
The Last September

En televisión la BBC le encarga

Hedda Gabler,
Ricardo II (directora de iluminación) y
La Pasión de San Juan.

Este montaje cuenta con 22 actores ingleses que interpretan 46 personajes, a los que se añade un coro de 40 actores españoles. Esta fórmula se ha usado ya en otras ocasiones cuando un espectáculo de esta envergadura actoral tiene que ir en gira.
 
  • Este Julio César me ha supuesto un gran esfuerzo, pues es un trabajo casi épico y que no se ve en nuestros días, pues eso de trabajar con un elenco tan amplio es ya de otros tiempos. Ha sido muy interesante para nosotros y el público que lo ha visto ha disfrutado con esta faceta espectacular. Es casi semejante al teatro musical por su espectacularidad. Doy gracias a todos los teatros que han colaborado con esta producción.

DEBORA WARNER

El poder llevar a cabo tal ingente producción ha sido posible gracias al Festival Bite:05 del Teatro Barbican de Londres con el Théâtre Nacional de Chaillot de París, el Grand Théàtre de la Ville de Luxemburgo y el Teatro Español de Madrid, el cual ha contado con el patrocinio de Schroedrs y la colaboración del British Council.
 
  • La muchedumbre que llena la escena es un componente muy importante y lo hemos ido eligiendo en cada país. He comprobado que los actores españoles que participan en esta producción son fantásticos. Me siento también muy orgullosa del reparto, yo diría sobrenatural, pues hay 4 papeles principales, lo cual es poco común. Es como si se tratase de 4 Hamlets. Y el éxito de esta obra es poder tener a esos actores primeros, como ha sucedido en este caso. He estado tres meses luchando para lograr a esos actores. Ha sido un casting largo pero por fin lo he conseguido.

Los actores de los que habla son puntales en la escena inglesa: John Shrapnel (Julio César), el mencionado Ralph Fiennes (Marco Antonio), Antón Lesser (Marco Bruto), Simon Russel Beale (Casio).

La obra ya ha ideo de gira. Debora ve la gira:

  • No como un turismo teatral sino que me interesa el impacto que la obra produce en los diversos públicos. En Londres coincidió con las elecciones generales y en París con la votación de la Constitución Europea. Ante esos acontecimientos concretos la obra tomo una dimensión nueva. No sabemos como encajará en el público español.

Pregunta obligada es ¿Por qué un Julio César? O bien si hay alguna aproximación a nuestros días.

Ya, en principio, del foro romano ha quedado sólo una escalinata de mármol en connubio con unas vallas urbanas para contener la multitud o precaver las obras de una ciudad. El vestuario es el de hoy: ternos para los senadores y variopinta gama de modas para la “chusma” de la ciudad. Y en la segunda parte uniformes militares en Bruto, Marco Antonio y Casio, así como en sus huestes, que nos remiten a la guerra de Irak.

Hablar de modernización, cortes y mezcolanzas de textos en la tradición inglesa teatral, suena a traición. Sobre todo si se trata de la “palabra” del autor.

  • Se pide respeto a los textos, en principio - corrobora Debora - El recitado, aquí, es el texto de Shakespeare y en este montaje hay dos lugares distintos: el primero es el foro urbano de Roma, y el segundo es en una guerra del desierto, nada más. Lo que sí he respetado es el texto de Shakespeare palabra por palabra.

Simon Russell Beale (Casio) – asociado a la RSC (Royal Shakespeare Company), al NT (Nacional Theatre) y el Almeida, su trabajo se ha centrado preferentemente en teatro y en televisión – corrobora:

  • Los actores ingleses somos bastante estrictos. Yo me formé así. Se puede cortar, pero ocasionalmente.

ANTON LESSER (MARCO BRUTO)
  • Yo por mi parte – aclara Antón Lesser (Bruto) – no soy de los estrictos, pero sí tenemos que cambiar el chip cuando en Europa vemos a Shakespeare. Cortar es el último recurso. Hay algunas escenas y palabras enrevesadas, pero al final conseguimos arreglarlo. Lo que si confirmo es que a Débora no le gusta cortar.

Pregunta obligada también es qué nos aporta este Julio César a la política internacional y social o al debate actual.

  • Bueno, primero César fue un famoso personaje histórico y esto es lo que se retrata. Sería muy facilón el ponerle un nombre, por ejemplo Sadam Hussein. No lo he pretendido. Más bien me interesa el abuso de poder que puede afectar a todas las generaciones. No sería inteligente ser totalmente específico. Segundo, creo que Shakespeare se siente fascinado por la ecuación del poder y se plantea si es lícito quitar la vida a un dirigente por las razones que sea ¿Es correcto asesinara al gobernante por despótico que sea? Está también en Macbeth. Nos estamos haciendo continuamente esta pregunta ante regímenes crueles.

Por su parte Antón Lesser (Marco Bruto) - asociado a la RSC ha desarrollado también su carreta interpretativa en teatro, televisión y cine – ve la historia desde su personaje Marco Bruto

  • Desde la perspectiva de Bruto, debe prevalecer ante todo el hombre como ser humano y hacer lo correcto ante el poder. Hay que evitar el abuso del poder y matar a alguien.

Simon Russel Beale (Casio) añade que

  • Julio César trata sobre todo de motivos políticos, en los cuatro personajes principales, el por qué hacen lo que hacen y actúan y se responsabilizan de las consecuencias. En nuestra sociedad es difícil que se actúe así, porque es difícil saber lo que se piensa.

Julio César posee dos parte muy claras. Hasta la muerte de César y lo que acaece después: la guerra. Incluso parece como si se tratara de dos obras diferentes y si se me apura mucho hasta de dos escritores distintos. La primera parte, mucho más centrada en la palabra abundante, la segunda prefiere el diálogo corto y la acción alternada de los diversos frentes de lucha. Por lo general esta segunda parte fracasa en muchos montajes y si se recuerda la famosa película, ésta deja de tener interés, tras el discurso de Marco Antonio. De todo esto es consciente Débora Warner:

  • De esa segunda parte lo que más me ha interesado es el Acto IV y VI, por cierto el V tiene pésima reputación y normalmente ahí la obra se desmorona. Como directora de texto que soy, esta segunda parte la enfoqué con cierto temor pero al trabajar con ella comprobé que la mala reputación tenía su fundamento. El V acto tiene pocos discursos y pienso que eso ha sido buscado por el autor. Cuando Shakespeare escribe Julio César, estaba en la mitad de su vida y un acto que parece un guión cinematográfico, no le sale por casualidad, sino que lo escribe así porque lo quería así. Él quería hacer algo distinto y radical, con respecto a su producción. Me puse en su lugar y uní mi experiencia a la suya y lo hice diferente a la primera parte. He utilizado un lenguaje distinto.

En la iconografía de Julio César está presente la película que en su momento se rodó reuniendo a un plantel mítico de actores americanos en ingleses. Y siempre se termina con lo mismo: el famoso discurso de Marlon Brando (Marco Antonio) ante la plebe. Marcó época, hay que reconocerlo e imagino que bastante espectador conoció a Shakespeare gracias a esa película.

John Shrapnel - actor también prolífico en las tres disciplinas – es César. La influencia que la película haya podido tener sobre él, a tenor de sus comentarios, es nula.
 
  • Se trata de una película pasada de moda, que es lo que cabría esperar de Holliwood. Eso sí, hay papeles muy brillantes, como es el de James Masson, interpretando a Bruto, pero, personalmente, pienso que Anton Lesser lo supera. La película cae en la trampa en la segunda parte, pues le aplica un tratamiento como de grandes batallas y se equivoca, ya que la acción no está en las batallas sino en otra parte. Otro de los actores es Marlon Brando.
     

JOHN SHRAPNEL (JULIO CÉSAR)

Una tónica general de las ruedas de prensa son las declaraciones de afecto que los actores hacia sus directores, cuando estos les han descubierto un mundo nuevo. Ello conlleva a una reiterada pregunta: ¿Cómo ven a Debora sus actores):
 

SIMON RUSSELL BEALE (CASIO)
  • Es la primera vez que trabajo con ella – se lanza Simon Rusell Beale (Casio) – he hecho mucho Shakespeare y tengo que decir que ella es diferente. A parte de haber tenido ensayos interminables, una de sus características es que nos exige dar una gran componente emocional. Y esto es muy bueno para los actores ingleses que por lo general somos fríos. Ya que ha salido la película, si la recuerdan, John Gielgud, Casio, lo hacía de un modo mucho más frío. Aquí cambia el registro. Bueno ustedes ya lo juzgarán.

  • Yo añadiría – especifica Ralph Fiennes (Marco Antonio) - que una de las cualidades de Debora es estar muy presente en el montaje después del estreno. Para los actores puede ser claustrofóbico. Para mí es bueno ya que la obra se enriquece y va creciendo. Normalmente ningún director hace este trabajo. Después del estreno se retiran y la obra fijada sigue adelante. Debora en cambio sí sigue adelante y se implica en ello. Para mí esto es nuevo. Por eso no me parece justo que los críticos vean solamente al estreno y se basen en eso para sus comentarios. Pierden el crecimiento progresivo.

La idea del crecimiento es una filosofía teatral que pretende desde sus comienzos Debora:

  • Me es muy difícil explicar en poco tiempo en qué consisten los ensayos. Un uso correcto del ensayo es el crear algo con posibilidad de crecer. Esto es muy importante para mí. Viene a ser como plantar una semilla que puede crecer. En el ensayo lo que se hace es asentar las raíces. Por ejemplo este mismo espectáculo es diferente desde hace tres semanas. Y eso es el teatro, hacer que no sea igual siempre.

Su aparición en España con Titus Andrónicus, no solo revelaba una brillante directora, sino que impactaba por la dosis de salvajismo y crueldad el montaje.

  • Hace mucho tiempo de Titus Andrónicus. Hay que tener en cuenta que era mi primera obra y mi primer Shakespeare. Ciertamente era muy salvaje. Yo era una joven directora de teatro furiosa, enfadada y haciendo mi primera obra. Había una gran pasión. Esto es distinto. Lo que si quisiera añadir es lo que me sorprende de estos actores es que son ellos los que hacen que Shakespeare funcione. Son actores que saben lo que hay que hacer sobre las tablas.

El montaje es preferentemente un teatro de texto y de actores, pero no olvida la parafernalia escenográfica, aunque tendiendo a la simplicidad. Las dos partes son bien precisas. La primera es muy contemporánea y puede ser cualquier decorado actual de una ciudad: gradas de mármol, muros y paredes de cristal. El segundo son portones que se abren y se cierran y mucho video de franjas o manchas. A ello se añade el sonido que permite reunir todas las partes. La estética tratada posee rango de protagonista.

 

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José Ramón Díaz Sande
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