CRYING OF MY MOTHER
DANZA QUE
SURGE DE LO MÁS PROFUNDO
Y NO DEL
EXTERIOR.
Título: Crying Of
My Mother
Coreografía: Muhanad Rasheed
Selección
musical: Muhanad Rasheed
Escenografía
y vestuario: Muhanad Rasheed
Iluminación: Muhanad Rasheed, Majed Rasheed
Sonido: Majed Rasheed
Fotografía: Majed Rasheed, Ziad Turkey
Compañía: Muhanad
Rasheed Iraqis Bodies
Dirección
artística: Muhanad Rasheed
Género: Danza Contemporánea
Bailarines: Anmar Taha, Amar Chole, Muhanad Rasheed
Duración: 25 minutos
País: Irak/Países Bajos
Estreno en Madrid: Teatro Pradillo, 13 – IV - 2009 |
FOTO:
MAJED RASHEED, ZIAD TURKEY |
Muhanad Rasheed Iraquis
Bodies es un grupo iraquí, cuya
información puede encontrarse en la sección informativa de esta página
www.madridteatro.net. Este es su segundo espectáculo – el primero es Dream -, y en él
vierten el conflicto bélico que ha vivido y vive su país.
Sobre la escena una gran austeridad. Sólo una alfombra, alusión a Iraq, y unas toscas túnicas cortas. El resto: la
iluminación de corte tenebrista. Aunque encuadrado en el estilo de danza
contemporánea, y a pesar de que ésta abarque un espectro muy amplio, yo diría
que no es al uso y posee cierta originalidad que sorprende y agrada. Hay dos
tipos de tratamiento: composición de los cuerpos en solos o en dúo de un modo
estático, y la creación de una serie de movimientos rítmicos en los tres
bailarines que van desde cierta calma a una mayor agitación. Este proceso de la calma hacia una mayor
agresividad en el propio movimiento va en crescendo creando situaciones tensas
y de cierto patetismo.
FOTO: MAJED RASHEED, ZIAD TURKEY |
El desarrollo va interrumpido, sobre todo al principio, por
transiciones de oscuros, como marcando la evolución de un mundo tranquilo hacia
una mayor lucha.
En el programa de mano se especifica la idea origen: las luchas
entre las facciones religiosas e ideológicas actuales de Iraq.
No obstante, la gran virtud de la danza es universalizar las anécdotas y aquí
también ocurre. La transmisión de esa creciente violencia se traslada al mismo
ser del hombre, en su más honda entraña. Lo de menos es si viene
motivada por una situación histórica concreta.
Crying of
my mother es un gran grito de
dolor, expandido por unos precisos movimientos llenos de expresividad. Al final
se parece intuir un apunte de solución del conflicto. Los tres bailarines, de
espaldas al público, se desprenden de sus túnicas y quedan desnudos salvo el “sleep”. Forman una línea paralela a la batería. La tal
solución, mediante esta plástica y la contemplación de los cuerpos, parece ser
la necesidad de despojarse de tantas túnicas que nos han ido dividiendo.
Se trata de un trabajo muy cuidado, muy expresivo y que se aparta
de una danza contemporánea europea, encontrando su propia personalidad. Y lo
que es más, es una danza que surge de lo más profundo del propio grupo y no
como algo exterior.
WHAT
SCRATCHES THE GLASS FROM THE INSIDE
(LO QUE RAYA EL CRISTAL DESDE DENTRO)
UNA LABOR MUY PRECISA Y
MINUCIOSA
Título: What Scratches
The Glass From The Inside
(Lo Que Raya El Cristal Desde Dentro)
Coreografía: Kat Valastur
Música: Jose Macabra
Bailarines: Kat Valastur
Iluminación: Nysos Vasilopoulos
Voz: Ciwan Tengezar
Fotografía: Evy Filaktou
Compañía: Adlibdances
Subvencionado por el Ministerio de Cultura de
Grecia.
Género:
Danza Contemporánea
Dirección
artística: Kat Valastur
Duración: 25 minutos
País: Grecia
Estreno
en Madrid:
Teatro Pradillo,
13 – IV – 2009 |
KAT VALASTUR
FOTO:
EVY FILAKTOU |
Kat Valastur
crea un solo de corte muy personal. Su única arma es su propio cuerpo que
comienza luchando por despegarse del suelo. El programa de mano orienta sobre
lo que pretende: la lucha del propio cuerpo con una fuerza externa, de la que
surge la contradicción interna y, con ella, la liberación de la violencia. Se
trata de un análisis del ser humano en su lucha de contrarios: culpa y
santidad, divino y monstruoso, masculino y femenino, artefacto y ser humano.
Son notas orientadoras que esclarecen la intención de la artista.
Kat es
griega y esta coreografía la enraíza en el mito de Casandra, en lo que tiene
de conflicto el personaje al tener el don de vaticinar el futuro y el que nadie
la creyera, por el castigo que le impuso Apolo al que prometió entregarse,
cosa que no cumplió. En algunas versiones es el propio Apolo el que se introduce
en su cuerpo para evitar que se le crea.
KAT
VALASTUR
FOTO: EVY FILAKTOU |
Esta tensión interna Kat la expresa a
través de un control de todos los miembros de su cuerpo. En cada músculo
mantiene la tensión. Es una labor muy precisa y minuciosa, a la que
acompaña una música tensa y, a veces, monocorde. Desde fuera intuimos
que no es un trabajo fácil, ya que los recursos danzísticos
se introyectan dentro de su propio cuerpo y, de vez
en cuando, intenta una salto al exterior con los brazos y las piernas. |
En la notas introductorias Kat advierte que toda esta lucha consigo misma no tiene
conclusión, ni significado liberador. Sin embargo, casi hacia al final, la
inquietante música se sustituye por la voz de Ciwan Tengezar, que canda una canción kurda –
para los profanos en el idioma nos trae aires del Mediterráneo clásico y sus
ancestros – y surge de entre los espectadores. A pesar de la “no liberación” en
la que insiste Kat,
la voz humana, por contraste, con la música y la tensión que los movimientos
han producido, aportan cierta liberación acentuada por el desnudo parcial de la
bailarina. La crisis ha terminado, pero no el conflicto interno humano que
seguirá repitiéndose.
Sin que sea exactamente igual, de alguna manera, el estilo de Kat me ha traído
el recuerdo de los primeros solos de Mónica
Valenciano, allá por los años 80/90 del siglo XX.
Crying of
my mother y What Scratches The Glass From The
Inside, son dos muestras de danza que no dejan
indiferente al espectador. Ambas abren nuevos caminos a la danza contemporánea
y demuestran las infinitas posiblidades de la danza
para transmitir el mundo existencial conflictivo del ser humano, bien por la
agresión externa nacida de su propio disensión con los otros o bien por la
agresión interna de la propia esencia del ser dividido que constituye la
humanidad.
|