MORIR PENSANDO MATAR

UN MUNDO BÁRBARO
CON SUTILES TOQUES CONTEMPIORÁNEOS

FOTO BASE: M. OCHOA

Morir pensando matar es título poco conocido de Francisco de Rojas Zorrilla (Toledo, 4/X/ 1607 – Madrid, 23/I/1648). Otros títulos suyos son los que han quedado en el repertorio: Del rey abajo, ninguno o El labrador más honrado, García del Castañar como dramas de honor y una de sus comedias muy celebrada Entre bobos anda el juego o don Lucas del Cigarral.
 

FOTO: M. OCHOA

Francisco de Rojas Zorrilla es uno de los grandes dramaturgos áureos y uno de los escritores de la corte del rey Felipe IV. Su obra tuvo una gran repercusión en autores extranjeros, en especial, franceses: Pierre Corneille, Beaumarchais, etc Fernando Doménech junto con Ernesto Caballero se ha encargado de la dramaturgia de Morir pensando matar que sigue de cerca la narración de los hechos, sucedidos el año 568 d.C., que hizo el historiador Paulo el Diácono en su De gestis longobardorum y que difundió en España Pedro Mexía a través de la Silva de varia lección. Al retomarla Rojas señala Fernando Doménech:

• Consiguió lo que el hispanista Raymond Mac Curdy considera el mejor ejemplo de “tragedia de venganza” que se escribió en el Siglo de Oro español. Y,  efectivamente, encontramos en esta intensa tragedia un complejo entramado de intrigas dominado por el deseo de venganza de Rosimunda, venganza que, una vez cumplida, la convertirá en objeto de una nueva venganza por parte de Albisinda, la hermana de Alboino.

La historia va de “esta guisa”

FOTO: M. OCHOA

Alboino, rey de los Longobardos, tras vencer en batalla a Floribundo, rey de los Gépidos, se casa con su hija, la bella Rosimunda. Siguiendo la bárbara costumbre de su pueblo, en un banquete celebrado en Pavía, ofrece a su esposa la bebida en el cráneo de su padre, convertido en copa.

UN MUNDO BARBARO
CON UNA CUÑA
EN LO OCNTEMPORÁNEO

Fernando Doménech señala que Rojas…

• … nos sumerge en un mundo bárbaro en donde, sutilmente, introduce algunas notas contemporáneas para contar una historia de pasiones extremas, el amor y el deseo, la traición y la lealtad, de personajes violentos y audaces entre los que destaca Rosimunda, mujer fuerte que no repara en medios para conseguir sus objetivos.

En nuestra época a Francisco de Rojas se le ha conocido más por sus comedias, en concreto la comedia de figurón, pero no fue así en su tiempo. Según Fernando Doménech:   

Rojas Zorrilla fue siempre considerado un gran autor trágico. Así lo entendieron en su tiempo y en el siglo XVIII, en donde María Ladvenant se hizo famosa encarnando las heroínas desmesuradas de este autor. Sin embargo, hoy día las tragedias de Rojas no gozan de gran predicamento entre la crítica, y de hecho sólo se representan sus excelentes comedias. Con el estreno de Morir pensando matar se ofrece al público la oportunidad de comprobar hasta qué punto son ciertos algunos tópicos vertidos sobre el autor y sobre la tragedia española en general.

FOTO: M. OCHOA

Elegir esta obra, casi inédita y que en algunas enciclopedias ni se cita, viene motivada por la celebración del cuarto centenario de su muerte. En vez de acudir a títulos conocidos, se ha optado por éste más en la penumbra.

• Es una obra de un complejo entramado de intrigas dominado por el deseo de una venganza que, una vez cumplida, acareará otras venganzas – revela Ernesto Caballero, su director

Nueva compañía:
Compañía del siglo de oro

De este montaje se encarga la Compañía Siglo de Oro de Madrid, nacida a raíz del 175 aniversario de la fundación de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), creada en 1831 por la reina María Cristina de Borbón como Escuela de Declamación Española dentro del Real Conservatorio de Música y Declamación.

	Esta naciente compañía cuenta con el apoyo de dos instituciones públicas, la Comunidad de Madrid y la Sociedad Española de Conmemoraciones Culturales, quienes apoyaron igualmente la exposición Maestros del teatro.
	FOTO: M. OCHOA

• La Compañía Siglo de Oro es una formación nueva  - precisan sus componentes - que recoge la herencia de otras experiencias desarrolladas por la RESAD en los últimos años para revitalizar la puesta en escena del teatro clásico español.

Como predecesora inmediata hay que citar   la Compañía José Estruch, que desde el año 1996 ha venido representando clásicos inhabituales en el Festival de Almagro y en otros ámbitos.

• La Compañía Siglo de Oro nace – continúan sus componentes - con la intención de superar los planteamientos de sus predecesoras y convertirse en una compañía profesional de repertorio clásico, con una entidad propia y con permanencia en el tiempo. Sus componentes son todos profesionales con experiencia en el teatro profesional y titulados por la RESAD.

A nivel nacional ya existe una Compañía de Teatro Clásico, pero esta Compañía está vinculada a Madrid.

Esta vinculación no debería necesitar justificación – responden sus componentes. El teatro español ha estado siempre ligado a Madrid, pero en el Siglo de Oro, el de Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca, y también el de Cosme Pérez y Manuela de Escamilla, esta vinculación adquiere casi carácter de exclusividad. El gran teatro español se hizo en los corrales de la Cruz y del Príncipe, y el gran espectáculo se creó en el Coliseo del Buen Retiro. Madrid le debe algo más que un homenaje circunstancial a los creadores de un teatro que ha quedado como lo mejor de la herencia teatral española. Ningún homenaje puede ser más digno que el de mantener su memoria en la escena. Y a eso se dedicará la Compañía Siglo de Oro.

FOTO: M. OCHOA