SIGLO XX… QUE ESTÁS EN LOS CIELOS
de
DAVID DESOLA
con dirección
de
BLANCA PORTILLO
FOTO: RUBÉN MARTÍN |
A la vera del Teatro Español se arrima un espació que se conoce
como El Café del Español. Primero albergó una carpa y
después pasó a ser, remodelado, un café. En esa necesidad de que
el Teatro Institucional no olvide “la aternativa teatral”, se
pensó que ahí se podría arropar textos que fueran por esa línea.
Mario Gas, en su presentación de la temporada del Español tras
la remodelación necesaria, anunciaba la incorporación del café
al mundo del teatro:
- Este Bar
- no
le llamaba café – se incorpora al Español como
un todo a la estructura humana del teatro. Hemos intentado
habilitar ese espacio a parte de la cafetería, restaurante,
bar de copas en donde se den cita el Music-Hall, el
Café-Concert, el Café Teatro y para cualquier
otra programación menos encorsetadas y que por lo tanto no
necesitan el Teatro a la Italiana.
Mientras las obras de remodelación del Teatro Español
continúan, ya se ha abierto ese nuevo espacio para un texto
de David Desola (1971) con la dirección de Blanca
Portillo.
SIGLO XX… QUE ESTÁS EN LOS CIELOS
El título recuerda otro: Gary Cooper que estás en los
cielos, la película de Pilar Miró.
DAVID DESOLA |
- No, no tiene
nada que ver
– afirma el autor David
Desola. Es más ni siquiera
conozco la película. Este título viene a
reivindicar de que el siglo XX ha pasado ya y no
hemos asumido que estamos en el siglo XXI, tal
vez porque habíamos puesto todo el ideal en el
año 2000 imaginándolo a lo
Kubrick – 2001, Odisea del espacio -, y
la realidad es que ha pasado con más pena que
gloria. Yo pretendo que se recuerde tal como fue
ese siglo XX, que ahora ya está en los cielos.
|
David Desola se define a sí mismo como
- Un dramaturgo
chusquero. No soy un erudito del teatro. Me gusta
escribir historias y para mí el formato
– cine, teatro o televisión –
es secundario. Lo que no me atrevo a escribir es una
novela. No soy persona de teatro. Voy al teatro y leo
teatro, pero voy más al cine. Voy aprendiendo. Me
explico fatal.
Este “me explico fatal”
define un poco la imagen externa de David que
aparece con cierto grado de humildad, de torpeza en el
tener que usar el micrófono con la mano
- ¿Sin micrófono no
me oís? … Es que no me gusta oírme a mí mismo.
David Desola Mediavilla nace en Barcelona. A
los quince años se topa con una serie de trabajos
“basura” y son su medio de vida. Será a mediados de
los noventa cuando se le hace caso como guionista
cinematográfico y media docena de cortometrajes le
supone más de cincuenta premios nacionales. Su
trabajo se centra en las productoras audiovisuales.
En 1999 el premio Marqués de Brandomín recae
sobre Baldosas, su primer texto teatral.
Vendrán una serie de estrenos:
1999:
2002:
2006: |
Baldosas (Publicada)
Assassines (coautor)
Monolocos (coautor)
El conducto gemelo (dentro de
la obra
colectiva Ecos y silencios)
(Publicada)
Almacenados (Premio Hermanos
Machado 2002) (Publicada con su
título original Estamos, estamos)
Siglo XX (que estás en los
cielos)
(Publicada) |
Sin estrenar, pero
publicado tiene también un monólogo:
El patio
Monocromàtico
Como guionista cinematográfico ha
escrito dos largometrajes:
El Homo Judas
(guardado en un cajón)
Epoxy (en fase de preproducción) |
BALDOSAS
ALMACENADOS |
Además de escribir para el cine y el teatro ha
escrito crítica cinematográfica e impartido clases
de guión. En la actualidad:
- Compagino la
escritura teatral con la de guionista
cinematográfico. Soy, ocasionalmente, productor
de cortometrajes y asiduo sufridor de retrasos y
contratiempos en el puente aéreo
Barcelona-Madrid
El modo de escribir sus textos teatrales es
simple. Son diálogos, sin acotaciones, por eso
en concreto este Siglo XX sobre el escenario…
- Ya no es
mía al 100% pues hay un equipo que lo lleva
a cabo y la puesta en escena
es 100% de
Blanca.
BLANCA PORTILLO:
ES MI QUINTA DIRECCIÓN Y
LA PRIMERA QUE “SALGO DE CASITA”
FOTO: RUBÉN MARTÍN |
La Blanca de que habla
David es “la Portillo”.
Da cierto pudor presentarla, porque
es de sobras conocida en nuestro
ámbito nacional y Argentino.
La Movida madrileña le prohibió
entrar de lleno porque era menor de
edad: 16 años. Pero la olió de
refilón, le arrebató algunos de sus
amigos y esta visión como
espectadora le ha servido para el
tratamiento de Siglo XX... que
estás en los cielos
El teatro la acaparó pronto y los
títulos, como intérprete, se le
acumulan en su haber, llegando a ser
musa de Jorge Lavelli.
Popularmente ha sido la
Carlota de la exitosa serie
de televisión Siete Vidas. El
cine también ha contado con ella y
el Volver de Pedro
Almodóvar contó con ella. |
Como actriz – actualmente tiene sólo 42 años
– posee una amplia versatilidad
interpretativa que recorre la comedia, el
drama, la tragedia y no se le resisten el
verso clásico ni los autores contemporáneos.
En estos últimos años el mundo del teatro le
ha llevado a la producción y a la dirección.
Con este último texto el mundo de la
dirección le obliga a subir un peldaño más:
- Es mi
quinta dirección, pero esta es la
primera que me obliga a salir de
casita y buscar los actores en el
panorama actoral que es de escándalo.
Hasta ahora las direcciones que he hecho
ha sido como en casa. Las primeras
fueron con mi equipo habitual y por lo
tanto era un trabajo muy de laboratorio.
En otros elegí actores, pero eran amigos
míos. A esto se añade es la primera
producción bajo la estructura del Teatro
Español y me crea cierta inquietud y
grado de responsabilidad. Es una apuesta
y te impone. Lo abordo casi como una
primeriza. Tengo que reconocer que me ha
quitado muchas horas de sueño. Una vez
estrenada la obra es ya de los actores,
que sabrán defenderla mejor que yo.
Lo que ha entregado a los actores es una
puesta en escena que David Desola
califica como:
- El
mejor de mis espectáculos. Lo de
los olores nunca me lo había
planteado. Tampoco el modo de
escenificación. Ahora he visto que
era la única manera de hacer bien
este texto.
LOS OLORES
DE BLANCA PORTILLO
El tema de los Olores, tal
como lo oyen, es idea de Blanca:
-
Sí hay olores
– confirma Blanca
– y se los
debo a Darío Sirerol,
un químico excelente que
trabaja con los olores
más cotizados del mundo.
Le conté que había
momentos en que el
espectáculo pudiera ser
transmitido a través del
olor que es
tremendamente evocador.
Que el espectador a
través de ese sentido lo
viviera con el
personaje. Así, pues,
hay algunos momentos en
que se unen el sonido y
el olor y describen el
estado del personaje. Le
pareció muy bonito.
Tanto en cine como en
teatro un tratamiento
así lleva al espectador
al imaginario. Ha hecho
los olores exactos.
Se crea un espacio
aromático. Esta es la
parte sensitiva del
espectáculo. El
tacto se puede oir y
sentir pero el oler
también y ello dispara
las conciencias. De
todos modos no quiero
desvelar mucho sobre
este aspecto, porque es
como desvelar en una
obra policíaca que el
mayordomo es el asesino.
|
FOTO: RUBÉN MARTÍN |
EL TEXTO DE
DESOLA
SATISFACE LAS OBSESIONES
DE BLANCA PORTILLO
Y RESUCITA EL LIMBO
Este texto de David Desola
llegó a las manos de Blanca a través
de Daniel Pascual,
coordinador artístico de este
espectáculo.
-
Yo
había leído ya dos textos de
David
– aclara
Blanca -:
Baldosas y Almacenados.
Por otra parte me interesa mucho
la nueva dramaturgia y
David Desola era uno de
esos autores de la nueva
dramaturgia, aunque ahora es ya
una realidad. Cuando se tiene la
suerte de ser contemporánea del
autor hay que aprovecharlo. Su
texto es para pensar y ésta
es una mis obsesiones como
directora, actriz y productora.
La temática le fascinó y
también lo ingeniosote unir,
gracias a la muerte, a dos seres
distanciados en el tiempo.
FOTO: RUBÉN MARTÍN
|
-
Un teme es la guerra
civil, que rompió
esa República que
iniciaba una Nueva
España y el otro el
tratar la gente de
mi generación,
aunque yo era joven.
Tenía 16 años. Ahora
tengo 42 y no
miento. Algunos de
mis amigos se
murieron,
arrastrados por
aquel movimiento.
Fue una época nueva
y había que romper,
aunque no siempre se
hacía bien. Sin
embargo aquellos
padres querían
ofrecer una nueva
libertad dándonos la
herencia de esa
gente y de la
República que era la
mayoría de este
país.
|
Otro de los enamoramientos del
texto estaba en la
teatralidad.
-
El texto tenía algo muy
teatral, pues por medio de
un artificio, el Limbo,
juntaba a esos dos
personajes en el tiempo y
analizaba lo que sucedía
después de la muerte. Podía
vivirlos en el presente
juntos a pesar de la
distancia del tiempo: él un
miliciano de la guerra civil
y ella una drogadicta de la
movida. Permitía hablar de
la franja de la edad de la
juventud: ¿Qué heredan
nuestros jóvenes y qué les
dejamos?
Es Limbo,
siempre enigmático y
hoy cuando la
Iglesia Oficial
ha negado, resurge
en David Desola
como espacio sin
tiempo para reunir a
dos personajes con
su edad juvenil a la
hora de morir.
-
Es una especie
de Limbo,
aunque hay una
discusión
permanente
acerca del sitio
donde están.
Ello me llevó a
un tipo de
espacio diverso.
Un espacio que
no fuera
dogmático como
no lo es el
teatro. Era el
espectador quien
tenía que crear
su espacio y
poner la carne y
los ojos. Sobre
todo la palabra,
maravillosa, la
poesía sin
pretensiones que
rezuma el texto.
|
LIMBO (RETABLO) |
La traducción del Limbo
la ha encontrado Blanca
en ese espacio de la
Cafetería de el Teatro
Español.
-
Es un espacio perfecto
para lo que yo quiero
hacer. Cuento con una
ventaja maravillosa, ya
que ayuda al espectador
a construirlo una vez
que no conoce ese
espacio. Le puede llevar
a donde quiera. Es
suficientemente teatral
y mágico.
UN SONIDO QUE NO
SUENA Y
UNA ILUMINACIÓN QUE NO
ILUMINA
Además del espacio
el espectador tendrá que
poner el sonido e
incluso la luz.
Dicho así suena a
surrealismo. Mucho
trabajo para el
espectador.
-
El mundo sonoro
– apunta Blanca
– es
el que el espectador
pondrá lo que no le
vamos a dar.
Pablo Salinas,
es un gran músico
que ha hecho un
trabajo técnicamente
muy complejo y sutil
y nunca…, me atrevo
a decir, … no se ha
hecho siempre. Y
esto ayudado por una
luz que sirviera
para no ver. Una
delicadísima luz.
Está muy limpio y
muy vacío. Puedo
colocar a los
espectadores donde
quiera, dentro de un
sitio.
Pablo Salinas
(Málaga 1966), a los
8 años comienza sus
estudios musicales
en el Conservatorio
de Música de Madrid.
Órgano, solfeo y
armonía los estudia
con el maestro
organista del
Monasterio de El
Escorial.
Posteriormente, como
autodidacta, amplia
conocimientos como
intérprete de
guitarra y bajo. A
partir de los 14
años comienza una
carrera musical
ecléctica
participando en
muchos grupos
musicales, tanto en
giras como en
grabaciones. Su
actividad artística
la alterna con
estudios de
Informática que le
lleva a un proyecto
de fin de carrera
acerca de edición y
comprensión de audio
digital. Trabajó
como programador de
software y como
director técnico de
dos estudios de
grabación de Madrid.
En 1992 crea su
propio estudio de
grabación.
-
Blanca me ha
brindado ser el
tercer niño
– la obra cuenta
con los niños
Ricardo Gómez
y Santiago
Crespo
(intérpretes de
la serie
televisiva
Cuéntame),
que se alternan
en el personaje
-,
pues me ha dado
total libertad
para crear un
sistema de
sonido que de el
sentido
espiritual del
paisaje sonoro.
Blanca toma
grandes riesgos
con esta
dirección y
contar con tres
niños.
SILVIA
ABASCAL
ROBERTO
ENRÍQUEZ
FOTO:
RUBÉN
MARTÍN |
En
cuanto a
la
iluminación
que no
se ve,
como en
el
sonido,
es
difícil
explicarlo
en
palabras.
El mismo
creador
Francisco
Ariza
(Paco
para los
amigos)
– con
muchos
trabajos
tanto en
teatro
como en
zarzuela
y ópera
y desde
2001
jefe de
iluminación
del
Teatro
Español
-, no
desvela
mucho
más las
afirmaciones
de
Blanca.
-
Se
trata
de
un
encargo
muy
extraño.
Me
dijo
Blanca.
“hacer
una
luz
que
no
se
vea”.
Blanca
lo
tenía
muy
claro.
A
ello
se
unía
iluminar
un
espacio
nuevo
y no
el
consabido
teatro
a la
italiana.
Pues,
bueno,
ahí
está.
|
El limbo,
dos
personajes
distanciadoS en
el tiempo y
que viven una
historia juntos
en su edad
juvenil,
olores por
doquier,
iluminación que
no ilumina y
un sonido que
no se va dar
al espectador.
Todos estos
ingredientes
expresados así y
difíciles de
describir con la
palabra nos
lleva al más
puro
surrealismo.
Y es que algo de
surrealismo
tiene la obra de
David Desola
-
No estoy muy
dentro de
las
dramaturgias
actuales. La
situación de
cada
dramaturgo
es distinta.
La mía es
muy
surrealista.
Hasta
Baldosas
sólo
escribía
guiones de
cine y
Televisión.
A partir de
Baldosas
meto la pata
y ahí estoy.
He tenido
suerte. Mis
obras de
teatro han
sido
montadas.
BLANCA Y
DAVID
¿QUIÉN SE
COME A
QUIÉN?
Viendo a
Blanca y
David
desde fuera,
uno se
pregunta
cómo han
sido esas
relaciones
teatrales.
Blanca
es de voz
poderosa,
sonrisa
amplia,
ideas claras
y parece la
mujer fuerte
de la
Biblia.
David de
pelo un
tanto de
postguerra,
sonrisa de
compromiso o
de
sencillez, y
con su
muletilla de
“me
explico
fatal”
o antes de
exponer
“mejor que
pregunten”.
A ello se
añade el
eterno
problema en
el teatro de
la lucha
entre
director,
dramaturgo y
autor del
texto. Y no
digamos si
al autor se
le permite
asistir a
los ensayos.
Viendo a la
poderosa
Blanca y
al encogido
David,
uno formula
un juicio:
“Blanca
se lo come”.
Podría haber
un
asesinato.
-
Eso es
una
especulación
–
corrige
con una
amplia
sonrisa
Blanca.
No,
nadie se
ha
comido a
nadie.
En este
caso
David
ha sido
generosísimo
y he
visto
muchas
cosas en
mi vida.
Ha ido
viendo
como se
ha ido
haciendo
el
espectáculo
y estaba
dispuesto
a ver
cóko se
recrea
la
escena.
La ha
ido
creando
con
nosotros.
- Para mí ha sido una sorpresa es la primera vez que un director quería que estuviera presente. Los demás nunca me dejaron – la tímida y a veces infantil sonrisa dulcifica la prohibición – y todos me echaban de los ensayos. ¿Cómo asesinarla? Estoy totalmente de acuerdo con lo que se ha ido haciendo. Yo soy poco experto en el teatro y no pude imaginar todo lo que ha hecho Blanca. Ya he dicho que me considero dramaturgo chusquero. Asistir a un ensayo y oir por primera vez algo que has escrito en boca de unos estupendos intérpretes como Silvia Abascal, Roberto Enríquez y los niños Ricardo Gómez y Santiago Crespo, es una experiencia gloriosa, con un punto agridulce: darte cuenta de que aquello ya no es tuyo, sino que pertenece al equipo de personas que dan volumen y cincelan el producto inicial para convertirlo en algo distinto, que a estas alturas me atrevo a vaticinar será mejor que la mejor de mis expectativas.
|
SILVIA ABASCAL
FOTO: RUBÉN MARTÍN |
UN
JOVEN
MILICIANO
Y UNA
HEROINOMANA
DE LA
MOVIDA
Un joven miliciano republicano, muerto en la guerra civil, y una joven, víctima de la heroína en la “movida” de los ochenta, han vivido dos momentos cruciales de la historia de España. Los dos se encuentran, mágicamente, es un espacio indefinible e inquietante, bajo la atenta mirada de un niño no tan inocente como cabría esperar. |
La idea
surgió
en
David,
hace
años.
ROBERTO ENRÍQUEZ
FOTO: RUBÉN MARTÍN |
- Este miliciano coincidió con una heroinómana enferma de Sida en un hospital. Lo que les unía era ser víctimas de dos tragedias que nada tienen en común, salvo el fatídico desenlace. Pensé unirlos en la sala de espera de un hospital. Pero no me funcionaba la diferencia de edad y el que ella no hubiera vivido la guerra. Yo los quería a ambos en el momento concreto que vivieron y no a uno de ellos después de toda una vida de experiencias ajenas a la guerra, ilusiones y desencantos. Y sobre todo, no quería que existiera entre ellos el abismo insalvable de la edad. Lo aparqué.
|
Justamente
cuando
creíamos
que el
Limbo
- lugar
destinado
en la
tradición
cristiana
para
inocentes
no
bautizados
- no
servía
para
nada, le
sale al
encuentro.
-
Hace
unos
meses
me
encontré
con
el
texto
mientras
rescataba
monólogos
de
las
entrañas
del
disco
duro
(del
ordenador),
y me
vino
a la
cabeza,
de
repente,
un
camino:
¿por
qué
no
situarlos
en
una
supuesta
antesala
de
la
reencarnación,
a la
espera
de
volver
al
mundo
en
la
época
actual?
De
ese
modo
los
dos
podrían
encontrarse
con
la
misma
edad,
con
el
pensamiento
intacto
y el
anhelo
de
una
nueva
vida.
Una
esperanza.
Me
puse
a
escribir
inmediatamente
y
tardé
sólo
cuatro
días
en
terminar
la
primera
versión.
Siglo
XX…
apuró
el
tracto
de
tiempo
entre
la
escritura
de
un
texto
y su
estreno.
Sólo
hace
cuatro
meses
que
David
Desola
lo
perfeccionó
y se
lo
mandó
a
Daniel
Pascual.
- No pensé que pudiera interesarle a Blanca Portillo, porque era una obra de pequeño formato y ella está en su momento más dulce de su espléndida carrera como actriz. Sin embargo, tuvo interés desde un principio, en dirigirlo, creo que en parte por romanticismo hacia el 36 y lo-que-pudo-ser-y-no-fue, y en parte porque ella pertenece a esa generación, algo mayor que yo, que vivió el declive de aquello que vino a llamarse la movida y fue también testigo presencial de las consecuencias de sus excesos.
David Desola no ha vivido ni una ni otra experiencia, pero dos factores de su adolescencia anidaron en sus subcosciente y recuerdos. |
RICARDO GÓMEZ
FOTO: RUBÉN MARTÍN |
- En el cruce de la calle Sant Quintí con Pare Claret en Barcelona hay un pequeño jardín junto al Hospital de Sant Pau. En mi adolescencia era un lugar abandonado, sórdido y allí pasaba muchas tardes con miss amigos, fumando canutos y bebiendo “litronas” (algo de lo que no me siento orgulloso, peo no avergonzado). El jardín lo compartíamos con jóvenes más mayores que se inyectaban heroína. Tras la dosis se quedaban traspuestos, con un curioso rictus en la cara y una especie de duermevela extática. Dejaban jeringuillas, impregnadas de sangre. Se marchaban con su andar cansado, arrastrando los pies y con la mirada sombría. Rara vez hablaban con nosotros. Imagino que para ellos éramos unos “niñatos”. Yo tenía un pánico atroz a clavarme accidentalmente alguna de esas agujas. Muchos murieron de sida, de sobredosis o de asco. Otros se rehabilitaron y los menos continúan arrastrando sus pies hacia otros lugares sórdidos y abandonados. Ni yo ni mis amigos probamos la heroína. Era un tabú.
La Guerra Civil también estaba muy alejada en su horizonte e incluso en blanco porque en la escuela no se hablaba de ella. David es hijo de la transición.
- Se había corrido un tupido velo (estúpido velo) en la transición para no herir susceptibilidades o volver a las andadas (craso error histórico). Hoy, creo, que se da en las escuelas pero de pasada, como algo muy lejano que nos dejó una dictadura militar atroz y longeva, tan longeva como su funesto caudillo. Coincidí con Franco poco tiempo. Al nacer en 1971 yo dejaba los pañales cuando comenzaban a ponérselos a él. No fui consciente de su muerte, aunque supongo que él tampoco de mi nacimiento. Vaya lo uno por lo otro.
El modo de conocer datos sobre la contienda civil, tiene algo de film de aventuras al estilo de las películas sobre lo descubrimientos de las tumbas del antiguo Egipto. Una fiesta nocturna y una vuelta a casa de madrugada. Aquel edifico ante su casa ya no estaba. En su lugar un solar arrasado y la entrada a un refugio de la Guerra Civil, sellada más cuatro décadas. Una linterna de emergencia comprada en una gasolinera que iluminó el comienzo de un túnel de 100 metros.
SANTIAGO CRESPO
FOTO: RUBÉN MARTÍN |
- No había ningún fúsil o pistola que ansiaba descubrir. Sólo una muñeca tuerta y restos de una camilla sanitaria de campaña. No hallé el arma que esperaba encontrar, pero ahora pienso que una muñeca tuerta y los restos de la camilla en aquel oscuro y precario refugio subterráneo, podrían dar una idea bastante exacta de lo que significó la guerra en Barcelona. Después supe que ese refugio refugio lo habían construido los vecinos de la calle y la barandilla de la escalera era obra de mi abuelo Quimet, carpintero y militante de la CNT.
|
Después Hugo Tomas y Gabriel Jackson con sus historias de la Guerra civil aclararon dudas y plantearon una pregunta:
- ¿Por qué tienen que venir unos ingleses a enseñarnos nuestra propia historia?
Desde entonces lecturas sobre la guerra, montones de documentales, charlas con muchos supervivientes, visitas a la devastada Belchite y lo queda en los frentes de Aragón y Guadarrama fueron su alimento.
- Pero hubo un libro que me cautivó más y me ha servido de inspiración: Homenaje a Catalunya de otro inglés, George Orwell. Lo recomiendo efusivamente.
EL MILICIANO Y LA HEROINÓMONA
MÁS ALLÁ DE DOS SIMBOLISMOS
El reflejo de dos épocas a través de dos personajes como representantes de ella puede sonar a simbolismo. No es así ya que la chica no puede ser chico. Sería otra historia. Hay una historia de amor.
- Son personajes reales – aclara Blanca -. Son dos vidas privadas que se encuentran y no simplemente simbolizan. Lo bonito es que desde la intimidad de los personajes podemos ver la historia de este país y el mundo que estamos construyendo. ¿Qué significa vivir sin libertad? Todo es muy real y muy cotidiano. Es como cuando tiras una piedra en el agua y se generan ondas. No son seres simbólicos. Tienen vivencias y recuerdos. Es una historia de amor. Con dos chicos no funcionaría igual.
|
FOTO: RUBÉN MARTÍN |
|