RESEÑA 1990
NUM. 202, pp. 12 |
MARIBEL Y LA EXTRAÑA FAMILIA
APUNTE DE MUSICAL y
UNA BUENA INTERPRETACIÓN EN TODOS
En esta versión teatral, ya se han incluido unas
canciones que al crítico disgustan. No obstante es un
incipiente conato de abordar la comedia desde el lado
musical. Sin embargo el proyecto del musical
Maribel de 2005, data de 1973. |
Título:
Maribel y la extraña familia
Autor: Miguel Mihura
Intérpretes: Aurora Redondo, Mari Carmen Prendes,
Yanqui Miramón, Magüi Mira, Pilar Bardem…
Dirección: Emilio Hernández.
Estreno en Madrid: Centro Cultural de la Villa,
noviembre – diciembre 1989.
La
reposición de la famosa obra de Miguel Mihura ha venido a
evidenciar una vez más que no se necesitan pretextos,
justificaciones ni coartadas a la hora de volver a subir al
escenario un texto antiguo, cuando éste posee los valores que
acredita Maribel y la extraña familia.
Valores de ternura, de ironía, de equívoca ingenuidad (que
ahora, a treinta años de su estreno, nos parecen aún más
ingenuos y, por tanto, más equívocos) y, fundamentalmente,
valores de eso que tanto se echa de menos en tantos textos
modernos y que es la teatralidad. Cada idea, cada personaje,
cada situación y cada giro argumental de Maribel...
son puro teatro. Y eso, en estos tiempos más que nunca, se
agradece una barbaridad. Por eso, repetimos, estaba de más
pretender «actualizar» el espectáculo, máxime si lo que se le
añade son elementos espúreos: unas vulgarísimas cancioncillas,
en este caso, y cantadas en play back, para más inri,
metidas con calzador en medio del texto, y cuyo único e
irritante resultado es partir el ritmo de la representación y la
atmósfera de la obra con un postizo de ínfimo valor.
Cojo de ritmo por este motivo y por alguna que otra
ralentización innecesaria (al menos, el día del estreno), el
montaje de Emilio Hernández se luce, en cambio, con la
buena dirección de actores: Aurora Redondo y Mari
Carmen Prendes (las dos veteranas de la escena colocan sus
frases y se mueven en el texto como pez en el agua), Magüi
Mira, Iñaki Miramón, Pilar Bardem y el resto
del reparto están francamente bien. No se puede decir lo mismo,
por último, de la escenografía, que es otro punto débil del
espectáculo: no aporta casi nada a la obra en la primera parte y
anula el «misterio» y distancia la acción en la segunda.
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