RESEÑA
(ENERO – FEBRERO 1985)
(Nº 154, pp. 23) |
AL DERECHO Y AL REVES
VODEVIL DE RARA CALIDAD
(Debido al criterio de selección de espacio y no por
desprecio, Reseña no solía ocuparse de lo que se
ha dado en llamar teatro comercial al uso. Interesaba
más las nuevas formas de teatro, tanto en el contenido
como en la puesta en escena. No obstante este Al
derecho y al revés, mereció ser tenida en cuenta por
la agilidad y frescura de la dirección.) |
Título: Al derecho y al revés (‘Noises off’).
Autor: Michael Frayn.
Adaptación: Juan J. Arteche.
Escenografia: Emilio Burgos.
Dirección: Alexander Herold.
Intérpretes: Amparo Baró, Paca Gabaldon,
Manuel Zarzo, Alberto Buye, Luisa Armenteros, Luis
Lorenzo, Paula Sebastián, Joaquín Kremel, JoséM. Pou.
Estreno en Madrid: Teatro Alcázar, noviembre
1984. |
AMPARO BARÓ (1984)
FOTO: J.R. DIAZ SANDE |
Después de permanecer casi un año cerrado por el aparatoso
incendio de la discoteca que ocupaba sus sótanos, el tradicional
Teatro Alcázar de Madrid ha vuelto a abrir sus puertas con una
comedia inglesa, Noises off, titulada entre nosotros Al derecho
y al revés. La publicidad subraya los premios a la mejor comedia
del año en Londres y Nueva York, y nos la ofrece como “la más
divertida de la historia del Teatro”. Como a esto se añade una
ilustración de Mingote en la que dos señores persiguen a una
chica sin ropa, no puede en principio evitar la sospecha de
encontrarme ante una pieza “comercial” y “ligera” en el peor
sentido. Pero afortunadamente no fue así ya que se trata de un
juego bastante más original.
Asistimos de entrada a un ensayo general realizado por actores
ingleses de una compañía mediocre. Todo va mal: texto,
movimiento escénico, precisión de entradas y salidas, nervios de
los actores. De vez en cuando el ensayo se interrumpe y
observamos a los intérpretes sin máscara, un poco al
descubierto.
JOSE Mª POU (1984)
FOTO: J.R. DIAZ S. |
Un mes más tarde asistimos al mismo acto que se ensayaba, pero
esta vez desde el fondo del escenario, de modo que vemos el
revés del decorado. Ahora escuchamos un texto que ya conocemos,
pero la acción más interesante se produce entre los actores
detrás del escenario: depresiones, celos, despistes, fallos y
olvidos que son subsanados ante nuestros ojos. Detrás de la
escena hay toda una vida mucho más apasionante que la que se
ofrece al espectador.
Otro mes más, y las complejas relaciones de trastienda han
invadido la escena deteriorando el espectáculo. Ahora
comprendemos por qué entra tarde un actor, por qué cambia quizá
el tono de una réplica, cómo tal intérprete se permite aquella
“morcilla”, cuándo va a llegar un silencio inevitable o una
ausencia imprevista. Ahora asistimos al juego del derecho y del
revés indisolublemente mezclados.
Gracias a este recurso de mostrarnos el escenario por detrás la
comedia juega todo el tiempo con un doble plano que le confiere
un atractivo y un humor particular. El primer acto, menos
novedoso pero necesario para construir el resto, nos ofrece ya
una sabrosa galería de tipos de actor: la olvidadiza, el torpe
de movimientos, el que llena cualquier pausa con la botella, la
que mezcla sus relaciones sentimentales con el personaje que
interpreta...
La gran sorpresa se produce en el segundo acto: los intérpretes
del vodevil teatral son protagonistas de su propio vodevil
personal detrás del decorado. Y así les vemos jugar al mismo
tiempo dos obras: las que dan al supuesto público y la que se
desarrolla en el revés de la escena. El tercer acto significa la
confusión de ambos planos, llevando felizmente la vena del humor
a los confines del absurdo.
PAULA SEBASTIAN
FOTO: J.R. DIAZ S. |
La idea original de ofrecernos lo que habitualmente se oculta al
público (una variante del “teatro en el teatro”) no habría
resultado feliz si no hubiera sido realizada con un evidente
cariño hacia el mundo del teatro. Todos los personajes resultan
entrañables, simpáticos a pesar de su mediocridad, amables en su
misma pequeñez. Están vistos sin duda con el ojo de la comedia,
y por eso su desastre final nos llega como un delicioso
desastre. Quedan ahí evocados todos esos cómicos sin demasiado
brillo, profesionales de la escena que no ganaron premios, a
quienes nadie dedicó una calle. Cuanto más de cerca conocemos
esta profesión más apreciamos este amable homenaje.
En una comedia de doble fondo como ésta se hace más necesaria
que nunca la precisión de los actores, que no paran de entrar y
salir, asomarse y desaparecer, poner y quitar elementos. Hay que
alabar sin rodeos el trabajo que realizan, muy por encima de lo
habitual en este aspecto; trabajo animado sin duda por Alexander
Herold, que ya ha dirigido esta comedia en Londres y Buenos
Aires. Se trata de una labor muy conjuntada que merece un
aplauso también de conjunto. Es una satisfacción constatar que
el logro de una función teatral no radica tanto en la amplitud
del presupuesto ni en la pedantería de los planteamientos; sino,
entre otras cosas, en la rigurosa conjunción con que ha de
afrontarse un trabajo eminentemente orquestal.
Más información
NADIE ES PERFECTO - Información General
NADIE ES PERFECTO - Entrevista
NADIE ES PERFECTO - Crítica Teatro
MAMMA MÍA! - Crítica Teatro
JUAN LUIS VEZA
Copyright©vezaiglesias
|
TEATRO ALCÁZAR
AFORO:813
C/ ALCALÁ, 20
28014 - MADRID
Tf. 91 532 06 16
METRO: SEVILLA
PARKING: SEVILLA
ENTRADAS:
EL CORTE INGLÉS
Tf. 902 26 27 26/40 02 22 |
|