SIN NOTICIAS DE GURB
Peculiar lectura dramatizada
Título: Sin noticias de Gurb
(novela por entregas)
Autor: Eduardo Mendoza
Versión
Teatral: Eduardo
Mendoza y Rosa Novell
Música: Eugeni Roig
Coproducción: Rosa Novell y Teatre Lliure
Intérprete: Rosa Novell
Dirección: Rosa Novell
Duración
aproximada: 1h.
35’ sin pausa
Estreno
en Madrid: Teatro
Español,
19 – VI – 2008 |
ROSA NOVELL |
Los preparativos
olímpicos en Barcelona inspiraron a Mendoza
esta conocida novela satírica. Sin noticias
de Gurb, publicada en 1991, proporciona una visión distanciada e irónica la
capital catalana, pero también de las
conductas obsesivas y convulsas de los seres humanos que pueblan una ciudad europea contemporánea. El procedimiento
es ya clásico: la mirada curiosa del extraño, en este caso unos
imaginarios investigadores procedentes de otra galaxia, que no salen de su
asombro al considerar las maneras de ser y de actuar de los habitantes del país
visitado, aunque, ciertamente, tampoco serán capaces de sustraerse a la fascinación
que esta ciudad y sus gentes ejercen sobre ellos, hasta tal punto que, finalmente, renunciarán a su propio
planeta y decidirán seguir entre los humanos. Mendoza realiza un ejercicio de
fantasía, de precisión y de lenguaje para apurar una situación hasta el límite
exacto y obtener de ella un inusitado rendimiento humorístico y una visión
suavemente mordaz y tierna a un tiempo de la ciudad elegida y de los habitantes
que la pueblan. Sólo por excepción recurre a las alusiones a aquellos
acontecimientos de actualidad, que
resultan siempre agradecidos, pero efímeros, y prefiere por el contrario,
aquellas situaciones, que, si bien remiten a una época concreta, adquieren un
significado más amplio y revelador de la condición humana.
ROSA NOVELL/EDUARDO MENDOZA |
Ahora, Rosa
Novell, en coproducción con el Teatre Lliure, ha preparado esta
versión escénica consistente en una particular lectura dramatizada de la novela
de Mendoza. Porque la actriz y directora lee el texto narrativo y
acompaña esa lectura con muy escasos movimientos escénicos – se desplaza de un
sofá a un atril muy próximo en el espacio -, con una acción teatral
prácticamente insignificante y, eso sí, con efectos musicales que ejecuta ante
los espectadores Eugeni Roig desde un aparatoso equipo y desde una
batería que no se utiliza hasta el final de la función (y su uso
entonces es
simplemente testimonial). Sólo en dos o tres ocasiones, Roig entra en el juego teatral con algún pequeño
guiño que rompe la elemental simplicidad del juego. Ciertamente el texto está
leído con intencionalidad – a veces demasiada marcada -, con ritmo y con una
entonación trabajada, que evita la monotonía a que podía abocar una lectura más
convencional. Sin embargo, decepciona la gestualidad, roma y previsible,
convertida en mera e innecesaria ilustración de lo que el texto dice, por lo que
resulta redundante y, con frecuencia, empobrecedora, pues la agudeza alusiva de
la letra se ve empañada por la tosca traducción a un lenguaje corporal
mostrenco.
Parece ganar
terreno, sobre todo en el ámbito del teatro catalán, esta fórmula consistente
en la recuperación - ¿nostálgica? - de obras narrativas recientes. Hemos
tenido ocasión en esta misma temporada y en la anterior de asistir a algún otro
espectáculo de este tipo. Pero más allá de la crítica que pudiera plantearse a
un cierto oportunismo de las operaciones y a una actitud excesivamente
comercial y hasta conservadora o, al menos, sentimental, algunos de aquellos trabajos resultaron imaginativos, teatralmente
elaborados y escénicamente atractivos. Podemos recordar, por ejemplo, la escenificación de Crónica sentimental de España, a partir de los textos de Vázquez Montalbán. Sin embargo, este Sin noticias de Gurb se ha apoyado en
exceso en las virtudes de la novela y ha descuidado un tanto las obligaciones
de la escenificación. |
ROSA NOVELL |
Pero sería injusto
no reconocer que el público recibe con agrado el espectáculo que ahora
comentamos. En la función a la que yo asistí, la sala estaba completa y los
espectadores siguieron con risas continuas la lectura de Sin noticias de Gurb, tantas que, en no pocas ocasiones contagiaban
a la propia actriz. Al final, premiaron con prolongados aplausos el trabajo de Rosa Novell y Eugeni
Roig, y, entiendo, la brillante
novela de Mendoza, que se lee casi con
escasas modificaciones respecto al original.
|