EL
LEÓN EN INVIERNO
León
poderoso y herido
Título: El león de invierno
Autor: James Goldman
Versión: Juan Carlos Pérez de
la Fuenta
Escenografía: Rafael Garrigós
Vestuario: Javier Artiñano
Iluminación: Satori
Espacio
Sonoro: Pablo
Iglesias
Ayudante
de dirección: David
F. de Loaysa/Jara Valderas
Movimiento
y lucha escénica: Goyo Pastor
Diseño
maquillaje: Sara
Álvarez
Director
técnico: Roberto Corella
Regidor: Carlos Bernal
Maquinaria: Mambo
Iluminación: Justo Gallego
Sastrería: Castro Tyrga
Realización
escenografía: Mambo,Peroni, Sfumato
Realización
vestuario: Sastrería Cornejo
Realización
pelucas: Lupe
Montero
Diseño
cartel: Jacobo
Pérez-Enciso
Fotografías: Chicho
Producción
ejecutiva: Rosario Calleja
Ayudantes
de producción: Carlso Bernal/Eva Chiloeches
Agradecimientos: Colegio Mayor Elías Ahuja.
Intérpretes: (por orden de intervención)
Manuel Tejada (Enrique II, reu de Inglaterra), Celia Freijeiro (Alix, hermana del Rey
de Francia), Miguel Ángel Valcárcel (Juan, el hijo menor), Néstor Arnas
(Godofredo, el hijo mediano), Enrique Arce (Ricardo Corazón de León, el hijo
mayor), Alicia Sánchez (Leonor, esposa de Enrique), Alberto Amarilla (Felipe,
Rey de Francia)
Duración: 120
minutos (con intermedio)
Estreno
en Madrid: Centro
Cultural de
la Villa,
25 - IV - 2007 |
ALICIA SÁNCHEZ/MANUEL TEJADA
MANUEL TEJADA/CELIA FREIJEIRO
FOTOS: CHICHO |
La vida de Enrique II, rey de Inglaterra desde 1154 hasta
1189, ha inspirado algunas
importantes obras del teatro del siglo XX. Sus conflictos con Beckett, primero, amigo, y luego, tras
nombrarle arzobispo de Cantebury, feroz enemigo, fueron llevados a la escena
por Thomas S. Eliot en Asesinato en la catedral, en 1935, y por Jean Anouilh, en 1959, en Beckett o el honor de Dios. Apenas siete
años después, el escritor estadounidense James Goldman daría a conocer su drama El león en invierno, en el que abordaba otro aspecto de la historia
del personaje, el de sus tormentosas relaciones familiares y la cuestión
sucesoria.
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C. FREIJEIRO/ M. TEJADA /A. SÁNCHEZ
FOTO BASE: CHICHO |
Todas
las piezas triunfaron en los escenarios y, al menos dos de ellas, inspiraron
magníficas versiones cinematográficas. Unas y otras han sido vistas en
España. En el caso concreto de El
león en invierno ha sido representada en, al menos, tres ocasiones, siendo
la primera de ellas la que protagonizaron en 1990, bajo la dirección de Joaquín Vida, María Asquerino y Agustín
González.
MANUEL TEJADA
ALICIA SÁNCHEZ
FOTOS: CHICHO |
A Juan Carlos Pérez de
la Fuente no han parecido
preocuparle estos antecedentes. Hace tiempo que proyectaba su puesta en escena,
pues el contenido de la obra y sus posibilidades escénicas le atraían. Lo que
en El león en invierno se cuenta es
la reunión celebrada en el castillo de Chinon en las Navidades de 1183 entre Enrique II, su esposa Leonor de Aquitania, a la que mantiene
recluida desde hace más de una década, los tres hijos vivos que le quedan de
los ocho que tuvo la pareja – Ricardo
Corazón de León, Juan Sin Tierra y Godofredo de Bretaña -, el rey Felipe de Francia y Alix, hermana de éste y amante del
monarca. El motivo del encuentro es decidir cual de los hijos heredará la
corona de Inglaterra, a la que los tres candidatos aspiran y por la que
están dispuestos a
luchar hasta el fin. A lo que asistimos es
a una despiadada lucha por el poder en la se emplean
todas las armas
posibles. Planteada con el rigor propio de una partida de ajedrez, se introducen en
ella actuaciones propias de tahures tramposos,
en las que sentimientos como las ansias de poder, el odio, el amor, la envidia
y la sed de venganza, se entremezclan para crear, en un continuo tejer y
destejer, disparatadas y efímeras alianzas. Lo que a la postre importa, no es
tanto la historia que se cuenta ni quiénes son sus protagonistas, sino lo que
trasciende de ella y cómo es reflejo de la conducta del ser humano, en
cualquier tiempo y con independencia de su condición social. El gran mérito de James Goldman es haber abordado una
cuestión de alcance universal a partir de unos acontecimientos lejanos y de
haberlo hecho, en unos años en los que el valor de la palabra había sido
puesto en entredicho en el mundo de la escena, con un lenguaje bello, irónico, rico
en resonancias clásicas y de impecable factura.
Si el trabajo de los actores es lo esencial
de esta puesta en escena, ningún otro aspecto de ella ha sido descuidado. La
escenografía de Rafael Garrigós,
rica, pero no recargada, cerrada al fondo por un fresco que reproduce la imagen
de un león, llena bien el amplio escenario del Centro Cultural de
la
Villa, facilita el movimiento de los actores y, con su
juego de cortinas, hace fluido el tránsito de unas escenas a otras.
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M. TEJADA/A. AMARILLA/ A. SÁNCHEZ
C. FREIJERIO
FOTOS: CHICHO |
ALICIA SÁNCHEZ
FOTO
BASE: CHICHO |
Artiñano cubre la desnudez
moral de los personajes con los pesados ropajes de la época en la que
transcurre la acción. Con todo, lo más destacado es la interpretación, en la
que se ha logrado conjugar con éxito el trabajo de veteranos y de jóvenes
actores, algunos de éstos con escasa experiencia teatral. La pareja
protagonista realiza un excelente trabajo. Alicia
Sánchez, que frecuenta los escenarios menos de lo deseable, es la mujer
fuerte e intrigante que, sin duda, fue Leonor,
capaz de participar contra viento y
marea en Las Cruzadas y de conspirar contra su propio esposo, pero también el
ser que muestra su lado débil cuando confiesa que sigue enamorada de él a pesar
de que la ha privado de libertad y la humilla
continuamente. Manuel
Tejada,
por su parte, hace posiblemente el mejor trabajo de su dilatada carrera. Su Enrique II muestra la soberbia del
hombre poderoso, que decide el destino de cuantos le rodean sin atender a otra
razón que la dictada por su voluntad todopoderosa, y la fe ciega en su
habilidad manipuladora, que le lleva a convertir cada decisión que toma en un
juego cruel para los demás. Pero también refleja la tristeza que le produce
comprobar, en el otoño de su vida, que es padre de una camada de fieras
sanguinarias que se disputan el trono que todavía ocupa y que, a la postre, no
está en sus manos decidir el curso de los acontecimientos.
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