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LA VIDA ES SUEÑO
SUEÑOS POCO PROFUNDOS

Título: La Vida es Sueño.
Autor: Pedro Calderón de la Barca.
Versión: Gabriel Garbisu.
Escenografía, vestuario y diseño gráfico: Miguel Cubero.
Iluminación: Pedro Yagüe.
Espacio sonoro: Ignacio García.
Piano: Cecilia Martín
Ayudante de dirección: Eduardo Navarro
Producción: Amara S. L.
Intérpretes: Miriam Montilla (Rosaura), Carlos Ibarra (Clarín), Lino Ferreira (Segismundo), Gabriel Moreno (Clotaldo), Eduardo Navarro (Criado y soldado), Nicolás Vega (Astolfo), Manuela Paso (Estrella) y Javier Román (Basilio).
Dirección: Gabriel Garbisu.
Durción: 95 minutos (sin intermedio)
Estreno en Madrid: Centro Cultural de la Villa,
15 – III - 2006.



GABRIEL MORENO/CARLOS IBARRA

¿Qué fiebre se ha apoderado del teatro español, que, cada vez que se representa una obra clásica, los personajes aparecen vestidos a la usanza de nuestro tiempo? La puesta en escena de La vida es sueño realizada por Gabriel Garbisu no es una excepción. Tampoco es una novedad en él, pues su anterior trabajo, El astrólogo fingido, de Calderón, seguía los mismos derroteros. No es una fórmula nueva, ni cabe hacer reproches a quienes la emplean. Si hay autores contemporáneos que sitúan la acción de sus obras en siglos remotos para hablar de las cosas que ocurren hoy, nada impide que lo que escribieron nuestros clásicos sea presentado a la luz de nuestros días. Lo que sucede es que no siempre tales experimentos se ven recompensados con el éxito. Sí le sonrió a Garbisu cuando trasladó El astrólogo fingido a los años cincuenta del pasado siglo, y así quedo reflejado en la crítica que para esta revista hizo Eduardo Pérez-Rasilla en octubre del 2004, que suscribo plenamente. Pero no cabe decir lo mismo en esta ocasión.
 


LINO FERREIRA/MIRIAM MONTILLA
Hay una cuestión inicial, cual es conocer las razones que han determinado, en esta ocasión, el cambio de época. Las que se han dado no justifican la mudanza. Se trata de ahondar en el sentido que tiene para el hombre de hoy la palabra Libertad y, por extensión, conceptos como Ambición, Poder, Justicia, Educación, Nacimiento, Muerte… ¿Acaso el texto de Calderón no permite una lectura contemporánea sin necesidad de hacerla explícita a través de anacronismos tan poco originales como vestir a los personajes con prendas del siglo XX o hacerles entrar en escena al ritmo marcado por la música de una conocida canción de Frank Sinatra? Desde luego que sí. Es más, la grandeza del discurso calderoniano y su universalidad quedan mermadas con esta reducción a un tiempo y un espacio concretos.
 

JAVIER ROMÁN
Tampoco la escenografía de Miguel Cubero proporciona el marco adecuado para mostrarlas. Se diría inspirada en el arte povera, concretamente en algunas de las propuestas de Michelangelo Pistoletto, uno de sus representantes más significativos. Pero esas montañas de ropa instaladas en el escenario vacío no logran incentivar la imaginación del espectador, como se pretende. ¿Qué sugieren? En cuanto a la interpretación, nada cabe reprochar a los actores, que recitan con pulcritud los versos, aunque a sus voces les falta el aliento que exigen los grandes dramas.


JERÓNIMO LÓPEZ MOZO
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Centro Cultural de la Villa
Directora: Mora Apreda
Sala II
Aforo: 316 Pz/ de Colón, s/n
28001 - Madrid
Metro: Colón, Serrano
Bus: 5/14/27/45/21/53/150/1/9/19/51/74
RENFE: cercanías.
Entradas: Caixa Catalunya en
www.telentrada.com y
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