EN ATTENDANT LE
SONGE
(ESPERANDO EL SUEÑO)
“Y POR TODAS
PARTES, ALGO DE MAGIA...”
Irina
Brook
En
attendant le songe no es sino el
de sobras conocido: El sueño de
una noche de verano de William
Shakespeare. La novedad está en que Irina
Broook (*) – hija de Peter Brook – lo ha dirigido de forma muy libre y con muy pocos medios. Otra novedad, es
que la interpretan sólo hombres, seis, aunque es novedad a medias porque en la
época de Shakespeare la
interpretación era patrimonio de sólo hombres. UN ATREZZO DE ANDA POR CASA
PARA UNAS
HADAS ESPECIALES
Es una adaptación lúdica,
llena de alegría y extravagancia. Una reconciliación de diversión, clasicismo y
contemporaneidad; una manera distinta de convocar al público, recuperando el espíritu
festivo que barnizaba los espectáculos ambulantes.
La génesis de esta versión parte,
según Irina, de un sueño que califica de “maravilloso”.
- He soñado que con un pequeño grupo de actores
(únicamente hombres, como en los tiempos de Shakespeare), habíamos montado El sueño de una noche de
verano. Un sueño hecho con cualquier cosa, algunos accesorios
cogidos aquí y allí, bonitos camisones rosas y un parasol blanco para convertir
a las chicos en hadas improvisadas (¡cierto, un poco viriles!) con
utensilios de cocina.
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IRINA BROOK
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Por una vez el sueño se hizo realidad. Pero ese sueño hecho realidad tenía ciertas peculiaridades:
FOTO: PASCAL FRANÇOIS |
- Es un "sueño" creado
únicamente para ser interpretado en el exterior, bajo las estrellas, a
veces las estrellas semi-urbanas de las afueras parisinas, a veces bajo
las estrellas brillantes en pleno campo, en el patio de una granja
abandonada o en el parque de un pequeño ayuntamiento. Y por todas
partes algo de magia.
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UN TEXTO COMPAÑERO
DE LOS JUEGOS DE INFANCIA DE IRINA
El texto era más que familiar para Irina.
- Me lo sabía casi de memoria.
Su primera experiencia teatral fue durante su
infancia, cuando su padre montó El
Sueño de una noche de verano, a finales de los años 60.
- Desde entonces
para mí fue una maravilla de la que
nunca me he cansado, que he visto y vuelto a ver quizás unas sesenta
veces, a menudo acompañada de mi mejor amiga Anna, con la que había
aprendido las largas escenas de diálogo entre Helena y Hermia (¡ella era grande, yo era pequeña!) que interpretábamos con
gran seriedad en el escenario durante el entreacto, detrás del telón
bajado. ¡Esta magia reapareció el verano pasado, en la
campiña de Esson, casi treinta años más tarde! La magia de
las palabras de Shakespeare en las que todo está presente: el amor, el humor, el dolor, los
celos, la pasión, el deseo, el perdón. La
magia de estos encantamientos de hadas
que, a pesar de nuestra risa inventando nombres para nuestros chicos-hadas (¡el hada Eric, el hada Ross, el hada Steve!),
nos hacía estremecemos bajo la luna
llena.
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FOTO: PASCAL FRANÇOIS |
SEIS ARTESANOS
DE PUEBLO EN PUEBLO REVIVEN EL SUEÑO
FOTO: PASCAL FRANÇOIS |
Los
seis actores interpretan a los artesanos de la obra. Van de pueblo en pueblo
acarreando herramientas y otros enseres y cuentan, a quien se preste, historias
fantásticas, intrigantes y con rechazos poéticos y burlescos. Para dar viveza a
sus narraciones se disfrazan delante de todos y se travisten en mujeres,
retomando la primigenia idea del teatro shakesperiano en que los personajes
femeninos los interpretaban hombres.
La configuración del espectáculo con
elementos sencillos permite que pueda ser representado en cualquier lugar: al
aire libre, en medio del campo, en una plaza, en un bosque, en una sala de
fiestas o en el teatro a la italiana. Irina
Brook es
muy
consciente de este ir ligeros de equipaje:
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- Es un verdadero sueño para todos los públicos – esto de “todos los públicos” no tiene ningún contexto moral -, puesto que lo
pueden interpretar tanto saltimbaquis como gente de teatro; para obreros;
para lugareños que, a pesar de la proximidad de París, no han visto
teatro en su vida; adolescentes que vienen a echar una ojeada irónica y
acaban por sentarse, maravillados, en la primera fila; personas mayores;
niños fascinados. E incluso, una vez, un señor con un gato.
FOTO: PASCAL FRANÇOIS |
REENCONTRARSE
CON EL SENTIDO DE FIESTA
DE LOS ESPECTÁCULOS AMBULANTES
El sueño de una noche de verano se ha transformado para Irina en un segundo sueño:
- He aquí el teatro con el que siempre he soñado. La razón por la
que hago teatro. Un espectáculo que se ha interpretado media docena de
veces el año pasado y que a mí me gustaría ver y volver a ver, sin
cansarme jamás, como cuando era una niña pequeña. Con esta
representación deseo reencontrar el sentido de la fiesta que
acompañaba las representaciones de los espectáculos ambulantes,
tanto en ele exterior como en lugares cerrados.
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FOTO:
PASCAL FRANÇOIS
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ACTORES MUY VERSADOS
EN
LA
ESCENA
La “troupe” está formada
por:
Vincent Berger, formado en
la Escuela Superior de Arte Dramático del Teatro Nacional de Estrasburgo, son muchos los títulos de
teatro, con abundancia de los clásicos, en los que ha intervenido.
Jerry Di Giacomo (Nueva York), comenzó como
saltarín de trampolín y practicando la halterofilia y metido en el mundo del
espectáculo ha interpretando papeles de animales y travestis.
Cyril Guei, se ha dejado dirigir por Peter
Brook, Irina Brook, Krzystof Warlikowski, Hubert Koundé y otros.
Gérald Papasian (Egipto), nace en una
familia de músicos y su formación teatral nace en el Conservatorio de Arte
Dramático de Erevan (Armenia Soviética) y en los estudios de Hollywood y en
la City de Londres. Teatro, cine y televisión son sus campos de trabajo. Él mismo
se ha dirigido en Dentiste pour dames de Hagop Baronian.
Christian Pélissier se formó en el Conservatorio
de Toulouse con Maurice Sarrazin y Simone Turck. Como actor
ha interpretado más de 60 obras y dirigido una docena. Su campo interpretativo abarca el cine y la
televisión.
Augustin Ruhabura (Ruanda 1961), combina su
labor de actor con el de profesor en el Centro Cultural Francés de Kigali.
En attendant le
songe es
un proyecto surgido del encuentro entre Irina Brook y el equipo del Festival
Dedans-Dehors de Brétigny-sur-Orge, marco en el que se estrenó en julio de
2005.
(*)
Hija del director Peter
Brook y de la actriz Natasha Parry, Irina Brook nació en
París y se crió entre Inglaterra y Francia. Se formó en Nueva York donde
estudió Arte Dramático con Stella Adler. De vuelta a París, interpretó
papeles en
La Cerisaie y en Don Juan, ambas dirigidas por su
padre en el Bouffes du Nord. Desde mediados de los noventa, se consagra
a la dirección teatral. Ha dirigido obras como Madame Klein, All´s well that ends
well y Beast on the moon, esta última del americano Eichard
Kalinoski. En 1998 monta la versión francesa del texto de Kalinoski, Une
bête sur la lune, en el Théâtre Vidy-Lausanne y
consigue cinco premios Molière, entre ellos a
la Dirección y al Mejor Espectáculo. Poco después, Ariane Mnouchkine invitó a Irina
Brook a dirigir a la troupe del Cirque du Soleil con el espectáculo All´s well that ends well, presentado en el Festival
d´Avignon. También es responsable de numerosas puestas en escena para
ópera, entre ellas La flûte enchantée,
La Traviata e Il barbero di buon
cuore, pieza
que montará para el Teatro Real de Madrid en otoño de este
año. En 2002 fue nombrada Caballero de las Artes y las Letras por
el Ministerio de Cultura del Gobierno Francés.
Título: En
Attendant Le Songe (Esperando el sueño)
(basado
en El sueño de una noche de Verano de William Shakespeare)
Traducción y Asistencia de Dirección: Marie-Paule Ramo
Regiduría
de escenario y papel de Philistrate: Philippe Jasko
Sonido
y luces: Thibault Ducros
Vestuario
y accesorios: Sylvie Martin-Hyska
Compagnie
Irina Brook
Producción delegada: MCNN-Maison
de
la Culture
de Nevers et de
la
Nièvre
Interpretación: Hovnatan
Avedikian, Vincent Berger, Cyril Guei, Jerry Di Giacomo, Gérald Papasian,
Christian Pélissier Y Augustin Ruhabura
Dirección: Irina Brook
País: Francia
Idioma: Francés
con sobretítulos en español
Duración aproximada: 1 hora
y 30 minutos (sin intermedio)
Estreno en España
Estreno en Madrid: Teatro De
La Abadía,
29 – X -
2008 |
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