WOYCECK y los FADOS en el TEATRO DE LA ABADÍA WOYZECK: Del 26 al 29 de enero de 2006 CABELO BRANCO E SAUDADE: Del 3 al 5 de febrero de 2006

Doble programa en el Teatro de la Abadía para presentar al Teatro Nacional São João (TNSJ), miembro de los Teatros de Europa y uno de los más prestigiosos en Portugal, con sede en Porto (Oporto). El inquietante texto dramático Woycek de George Büchner y el antológico espectáculo de fados Cabelo Branco é saudade (Pelo blanco es soledad), son dos manifestaciones de la labor escénica de este coliseo portugués.

En opinión de José Luis Gómez – director del Teatro de la Abadía:

• En los últimos años el teatro en Portugal, a través de artistas muy significativos, ha dado un gran salto en muchos de los aspectos que conforman el arte del teatro, desde la escritura, la dirección, la interpretación, y todo lo que comporta lo intrínsecamente escénico: escenografía, vestuario, iluminación, música… Dentro de esta afortunada tendencia general el Teatro Nacional São João ocupa un lugar destacado, gracias al logro de un puñado de artistas, técnicos y profesionales competentes, convocados por Ricardo Pais, que generan manifestaciones treatrales desde una ambición ciudadana, portuguesa y europea, atentos a no perder el pulso del tiempo en que vivimos.

Woycezk, lo dirige Nuno Cardoso, que en opinión de José Luis:
 

Trae un Woycezk muy particular, brillante, físico y con una escenografía fantástica. Nuno Cardoso es un humanista del teatro: actor, director y escenógrafo. Como director posee ya un buen número de espectáculos, algunos de ellos a partir de textos de Lorca, Pessoa

Con respecto al otro espectáculo, Cabelo Branco é saudade, José Luis resalta la habilidad escénica de Ricardo Pais que define como:
 

Mano afortunada al hacer del teatro musical una experiencia única. Ha reunido a tres modos diversos de fados: el misticismo y lirismo de Argentina Santos; la técnica y talento junto a la elegancia escénica de Celeste Rodrigues, y la voz más grave del fado romántico de Alcindo Carvalho. Es el fado “jondo” que no conocemos. Ni tenemos referencias