|
Juan Antonio Castro
RESCATAR
EL TEATRO
DE
SU RAMPLONERÍA Y CONSTUMBRE
|
Juan
Antonio Castro (*) nació el 23 de junio de 1927 en Talavera de
la Reina, ciudad que,
años más tarde, le vería también nacer como escritor, con trabajos que,
en principio, fueron poéticos - en 1961 obtuvo el accésit del premio Adonais - y periodísticos, pues
del teatro tenía hasta entonces una triste opinión:
|
|
TALAVERA DE
LA REINA
(MERCADO MEDIEVAL) |
"Soy de vocación teatral tardía; mis primeras experiencias como
espectador teatral datan de los años cuarenta... y un trauma de esa
categoría tarda en curarse, confesaría posteriormente el autor". |
De
tan comprensible trauma se curaría por completo tras asistir a una
representación de Nuestra ciudad, de Thornton Wilder. La obra del escritor norteamericano desveló ante
sus ojos toda la potencia literaria que encierra el arte dramático. Pero, como
por entonces Castro se consideraba
fundamentalmente poeta, su primera obra teatral no podía ser sino una aleación
de lírica y dramática, que, titulada Bodas del pan y del vino y
con forma de auto sacramental, se estrenó en el atrio de la catedral de Toledo.
EL
PRIMER PREMIO TEATRAL
TEATRO
VICTORIA
(TALAVERA
DE
LA REINA) |
En 1965 obtuvo su primer premio teatral - el Guipúzcoa -
por Plaza de mercado, y entre 1968 y 1969 estrenó en el Teatro
Español de Madrid dos obras infantiles: El infante Amaldos y El
Juglarón. Todavía residía en Talavera; allí trabajaba con "El Candil" y con otros grupos
teatrales, algo que le permitió no sólo forjarse como escritor de teatro, sino también
aprender «a pie
de obra» el oficio y la «carpintería» de la dramaturgia. |
Y es en ese año de 1969
cuando Adolfo Marsillach decide
elegir Tiempo de 98 para formar parte del repertorio de su
compañía en
la II Campaña Nacional de Teatro. Tiempo de 98
- la obra más representada del autor - se estrenaría con gran éxito en el Teatro de
la Comedia de Madrid en
1971; año en el que también subió al escenario del María Guerrero Ejercicios en la noche. Castro tiene la inusual satisfacción de ver simultáneamente dos
obras suyas en la cartelera de Madrid, ciudad a la que por entonces ya ha
trasladado su residencia. |
TEATRO PALENQUE
(TALAVERA DE
LA REINA) |
Desde
su llegada a la capital hasta su muerte - apenas una década -, y además de los
ya citados, se suceden los estrenos:
1971: Quijotella (Sala
Ales, Madrid)
1973: Jorge Juan, sabio de España (Novelda)
1974: Fiebre (Teatro
Jovellanos, Gijón)
1975: Tauromaquia (Teatro Reina Victoria,
Madrid)
1975: De la buena crianza del gusano (Teatro
Alfil, Madrid)
1976: Olvídate de Tartufo
1977: Nata Batida (Teatro Muñoz
Seca, Madrid)
1978:
La Espera (Teatro
Lope de Vega, Sevilla)
1979: El rollo
de Lavapiés (
La Corrala,
Madrid) entre otras. |
También
en esta década estrena un buen número de adaptaciones y versiones libres de los
clásicos - Calderón, Lope, Eurípides, John Ford, Torres Naharro... -, y obtiene el Premio Palencia de 1977 con El puñal y la hoguera.
|
El 11 de enero de 1980, Juan Antonio Castro presenta en el
teatro Fígaro la que sería su última obra: iViva
la Pepa! (Cádiz - 1812).
Asiste al estreno ya herido por la enfermedad que, el 4 de junio de ese mismo
año, le llevaría a la muerte. |
¡Viva
la Pepa! (22 – X – 2003)
I.E.S. CARDENAL SANDOVAL Y ROJAS
(ARANDA DE DUERO, BURGOS)
GRUPO TEATRO.- DIRECCIÓN: ISABEL SANTOS
AUDITORIO
CAJABURGOS |
JUAN
ANTONIO
GUERRA
A
LA RAMPLONERÍA Y
LA CONSTUMBRE EN EL TEATRO
Aunque
por edad Juan Antonio Castro debería
estar encuadrado en la llamada Generación realista, su obra le sitúa, sin
embargo, dentro de aquel grupo heterogéneo que G. A. Wellwarth denominó Teatro
Underground Español. La adscripción a este grupo de teatro
subterráneo no es tampoco exacta, pues le mayoría de sus obras dejaron pronto
de estar «bajo
tierra» para ascender a los escenarios.
CASA CON DOS PUERTAS…
De
1977 a
2007 |
En tal sentido Castro puede considerarse una figura singular en el panorama
teatral de su época, pues no encajaba adecuadamente en ninguna generación, sus
obras se estrenaban -con lo cual escapaba también del grupo de los malditos-,
su teatro era tan complejo y cambiante que difícilmente podía despacharse con
una etiqueta o con una casilla del casillero dramatúrgico.
Incómodo
pues de definir, el teatro de Castro sí puede, sin embargo, situarse en su justo lugar. Se trata de un teatro
profundamente literario y poético, pues Castro sació su instinto de poeta en su obra dramática. Asimismo sus temas
argumentos son también cultos, pues beben a menudo de fuentes históricas o
literarias. Además, sus maneras y recursos dramáticos son claramente
vanguardistas: fracturas y ritmo sincopado en la acción, yuxtaposición violenta
de las escenas, superposición de planos narrativos, motivos
temáticos
inquietantes. Y, sin embargo, y pese
a
lo que todo ello pueda sugerir, su teatro es popular.
Y es popular el sentido más noble que pueda darse al término, pues enlaza con
la tradición clásica de la escena; una tradición que se vincula con la
sensibilidad de un espectador no pervertido por las formas más rancias y
acartonadas del espectáculo teatral. Para ello Castro se vale de todos los géneros dramáticos; desde los más
grandes - tragedia, comedia o drama - hasta los llamados menores o, incluso,
ínfimos - cabaré, musical, sainete... -, y los superpone, los retuerce y los
utiliza hasta lograr su propósito: conmover al espectador.
Su
intención es indagar en las raíces populares, hondas y antiguas del teatro, en
su ceremonia auténtica; en su capacidad para conmocionar e inquietar desde la
palabra dramática. Su vocación coincide con la de otros escritores de
vanguardia del ya pasado siglo, empeñados en rescatar el teatro de dos
de sus peores enemigas: la ramplonería y
la costumbre, empecinadas siempre en mantenerlo en perpetua agonía.
(*) Madroñal Durán, Abraham (2002) Vida
y obra de Juan Antonio Castro. Tesis Doctoral, Universidad Complutense de
Madrid.
Defendida
con fecha 20 – 1 - 1993
Director: Amorós, Andrés
Resumen
Se trata
de un estudio sobre la figura de este poeta y dramaturgo talaverano
contemporáneo (muerto en 1980).Nos planteamos primero sus circunstancias
vitales, luego su pertenencia a la generación dramática llamada
"simbolista", para pasar a analizar primero su obra no dramática
(narración, lírica, periodismo) y después su teatro. Dentro del estudio de este
(la parte medular de esta investigación) hemos considerado primero sus
características generales, para pasar después a analizar sus obras (que
alcanzan el numero de 43) agrupadas por apartados significativos. Una
bibliografía primero del propio autor, en segundo lugar los libros y artículos
que tratan de alguna de sus obras y, por ultimo, la lista de las obras
consultadas, cierra este estudio, que trata de rescatar a un autor y una obra
muy interesante en el panorama del ultimo teatro español |
|