BALLET DE LA SCALA DE MILÁN
ABRE TEMPORADA EN EL
TEATRO REAL DE MADRID
La
temporada del Teatro Real de Madrid se ha abierto con danza.
Quien levanta el telón de temporada es el Ballet de La Scala
de Milán. Es la primera vez que pisa el Teatro Real – no en
España, pues ya debutaron en Sevilla y el Festival de Perelada -
y para Maria Di Freda, directora de Relaciones
Institucionales:
- Es un placer para nosotros
abrir la temporada 20025 – 2006 del Real. Este es el tercer
compromiso del ballet en el extranjero. Estuvimos en México,
Chipre y ahora Madrid.
El Ballet de La Scala posee una amplia y prestigiosa
trayectoria. Es de los más antiguos de la vieja Europa.
EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
(G. BALANCHINE) |
Inaugurado el Teatro de La Scala en 1778, ya entre 1779 y 1789
el coreógrafo Gasparo Angiolini reforma el concepto de la ópera
al hacer intervenir bailarines. En años posteriores 1812 -1819
el “supremo coreógrafo” Salvatore Viganò desarrollo el llamado
ballet de acción, llamado “coreodrama”. A partir de entonces la
Compañía de Ballet de La Scala fue pionera en le mundo y
adquirió un gran prestigio. A lo largo de su historia ha tenido
giras
DAVID GARDFORTH |
por Nueva York y Londres, y ha llegado a rivalizar con el Ballet de Kirov de San Petesbrugo.
Cuenta con un repertorio de 69 títulos y al año contabiliza 120
funciones.
A Madrid llega, amén de su prestigio, porque se ha abierto una
colaboración del Teatro Real con el Teatro de La Scala, de la
cual informaremos más adelante. La compañía que ha venido al
Real la forma 85 personas entre personal artístico y técnicos.
David Garforth ha dirigido a la Orquesta Titular del Teatro Real
(Orquesta Sinfónica de Madrid).
FRÉDÉRIC OLIVIERI: EL PEQUEÑO VÍCTOR
Desde el 2002 el francés Frédéric Olivieri ha tomado las riendas
de la dirección del Ballet y desde el 2003 es Director de la
Danza de la Academia d’Arti e Mestieri dello Specttacolo del
Teatro al La Scala.
Su primera formación musical y balletística la recibió en Niza,
su ciudad natal. Diplomado en 1977, ese año gana el Primer
Premio de Lausana e ingresó en la Escuela de Baile de la Ópera
de París. Al año siguiente forma parte del cuerpo de baile y en
1981, siendo Rudolf Nureyev director, es nombrado solista.
Interpreta muchos papeles del repertorio clásico e intervendrá
en coreografías de invitados como Béjart, Neumeier,
Macmillan,
Nikolais, Ailey o Taylor.
FRÉDÉRIC OLIVIERI |
Su venida a Madrid la define como un reencuentro:
- He tenido mucha amistad con
Víctor Ullate, cuando Víctor era
el primer bailarín de Bèjart. Cuando yo he interpretado ballets
de Bèjart, el propio
Bèjart solía llamarme
el pequeño Víctor.
Por eso el venir a Madrid es como un reencuentro.
Solista de Béjart también, en 1985 es invitado por Ghislaine
Thesmar y Pierre Lacotte, para participar en la fundación de los
Ballets de Montecarlo. Se le nombre bailarín estrella. Scholz,
Neumeier y Petit le piden estrenar sus coreografías. Europa,
Japón, Rusia, Estados Unidos y Canadá son lugares de gira y es
invitada como Estrella en varis compañías internacionales. |
1993 será un año fatídico y le obligará a dar un vuelco en su
carrera: sufre un accidente cuando actuaba como invitado en el
Ballet de Hamburgo. Ya no volverá a bailar más. Ello le lleva a
continuar su carrera como maestro de baile, coreógrafo-
asistente en el Maggio Danza y creador de coreografías para
óperas:
Orfeo de Luca Ronconi
(Ballet del Teatro Comunal de Florencia)
Aida (Florencia) (1999) |
En 1998 es maestro de ballet en la Ópera de Zúrich y en el 2000
director artístico de Maggio Danza y maestro de danza principal
del Cuerpo de baile de La Scala de Milán.
A pesar de la veteranía del Ballet de La Scala, los años
anteriores a la llegada de Frèderic no eran todo lo brillantes a
lo que nos tenía acostumbrados ese ballet. En el nuevo director
se pusieron muchas esperanzas. Por parte de Frèderic también
venía con varios objetivos.
- Al llegar yo me había propuesto una serie de objetivos, aunque
por el momento no todos los he podido cumplir, ya que no depende
de mí. Lo que sí dependía de mí sí lo he conseguido.
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EL LAGO DE LOS CISNES
(R. NUREYEV) |
Uno de los objetivos logrados ha sido darle una proyección
nacional e internacional como Ballet, creando una Compañía de
tournée que antes no existía.
- Hemos crecido en tres producciones más y recitales. Pero sobre
todo la creación de la tournée en términos de marketing. Estamos
ya inmersos en los circuitos nacionales e internacionales. Antes
nuestro prestigio venía por ser el Ballet del Teatro de La
Scala. Ahora es por la propia capacidad artística y técnica del
propio Ballet. El contenido de calidad y el amplio repertorio
son nuestras señas de identidad. Todas las coreografías
conocidas las llevamos en nuestras tournèes. Estas giras es como
echar gasolina extranjera a nuestro motor.
Otro objetivo es el desarrollo de la Escuela de Baile.
- El matiz que quiero darle la eterna Escuela de La Scala, es el
conseguir que quien se forme en La Scala, se quede en el ballet
de La Scala y no se vayan, como sucede con muchos bailarines
italianos que tienen que irse fuera. Sé que ese fenómeno también
se da en España.
DON QUIJOTE (R. NUREYEV) |
La espantada de nuestros bailarines de clásico tiene una razón
de ser: en España no hay clásico. Pero en Italia existiendo el
clásico…
- El que no haya clásico en España lo ha dicho usted
–
interrumpe Frédéric – no yo. El caso de Italia, es cierto que hay
clásico y podrían participar, pero al final no todo el mundo
puede quedarse, aún teniendo aptitudes. No es posible retener a
todo el mundo. Para ello habría que cambiar muchas leyes.
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La sorpresa de las “muchas leyes” a cambiar, queda como una
incógnita, que “off de reccord” se aclara un poco. La
legislación italiana obliga a mantener a un bailarín hasta los
47 o 52 años. Ello bloquea la creación de nuevos contratos. Si
se hicieran sería un enorme gasto, imposible de atender. Ese es
no de los inconvenientes de las llamadas compañías estables, a
no ser que los contratos se estructuren de otra forma por ley.
En definitiva es lo que muchas veces se ha acusado al concepto
de estabilidad en el arte: la creación del funcionarismo
artístico.
Un tercer objetivo es “mover el cuerpo de baile”.
- Se trata del reconocimiento de los valores de ciertos
bailarines que actúan en el cuerpo de baile. En eso consiste el
concepto de la movilidad. Tenemos solistas nuevos salidos del
propio cuerpo de baile, y creo que esto es muy importante para
el bailarín y para el propio ballet.
REPERTORIO FUNDAMENTAL CLÁSICO
La imagen de la compañía es clásica.
- Esto es claro. Y su fuerza está en lo clásico y neoclásico.
Además cuando vamos en tournée lo que el público extranjero
espera de nosotros es poder ver los grandes ballets de
repertorio. Hay otras compañías que su fuerte está en lo
moderno. Por mi parte yo sé lo que quiero dar al público, lo
cual no quiere decir que busque solamente el éxito fácil. Si
fuera así bastaría poner a dos bailarines bellísimas desnudas y
ya está. Y con esto tampoco quiero decir que nos e pueda
utilizar el desnudo en el baile y que no valga. Cuando lo pide
el ballet es muy curioso como aunque salga desnufda, nadie lo
percibe como tal.
En la actualidad mantiene una línea de repertorio clásico,
neoclásico y de nuevas creaciones.
- Hay años en que no hemos tenido ninguna creación ya que había
que insistir en el repertorio o en coreografías que había que
estudiarlas mejor y entender todo su contenido.
Para Fredèric un concepto en el mundo de la danza es el de
equilibrio.
- El equilibrio es fundamental en la vida y eso se extiende al
mundo de la danza: equilibrio de lo clásico y lo contemporáneo.
Un estilo no debe anular al otro. Equilibrio entre los
bailarines y lo que espera el público de ellos. De nosotros,
como ya he dicho, espera el repertorio clásico.
BALANCHINE, ROBBINS, BÈJART:
UN TRÍPTICO QUE DEFINE LA COMPAÑÍA
El programa que se ha traído a Madrid no es el de un ballet
completo pues se ha preferido una muestra que pueda dar idea de
la diversidad del ballet de La Scala.
-
Theme and variations de
George
Balanchine (1947)
(Suite núm. 3 en Sol mayor, op. 55; IV
movimiento, de P.I. Tchaikovsky)
-
The Cage de
Jerome Robbins (1951)
(Concierto en Re para orquesta de cuerda de I.
Stravinsky)
-
Le Sacre du Printemps de
Maurice
Bèjart (1959)
(La consagración de la primavera de I.
Stravinsky)
|
- Hemos podido traer
un ballet completo, por ejemplo D. Quijote,
pero hemos preferido este tríptico porque puede dar
idea de la capacidad de la Compañía. Se trata de
tres ballets muy distintos y creo que la Compañía ha
hecho un trabajo excepcional. Son tres obras de
arte. Hemos intentado que fuera un programa bello y
equilibrado. Comenzamos con
Balanchine.
Es un ballet clásico, de los pocos que tiene. En él
quiero destacar la importancia que le da a la
velocidad y a la técnica. Cabe destacar el paso a
dos y la belleza del final con una polonesa de
grupo.
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THEME AND VARIATIONS
G. BALANCHINE
MARTA ROMAGNA/ALESANDRO GRILLO
FOTO: MARCO BRESCIA |
The Cage de Jerome Robbins – conocido popularmente por su
West
Side Story teatral y cinematográfico y coreografías para
musicales cinematográficos como Gipsy, Funny Girl, El
violinistas sobre el tejado – con un pie en el segundo acto de
Giselle – las willis, devoradoras de hombres – es una historia
de “insectas” que devoran a sus machos tras seducirles
amorosamente.
THE CAGE (J. ROBBINS)
GILDA GELATI/ANDREA VOLPINESTA
FOTO: MARCO BRESCIA |
Terminada su coreografía para la versión teatral de
El rey y yo de Broadway – posteriormente será
película con Debora Ker y Youl Briner – el
Concierto en re para cuerda de Stravinsky
le sugirió un ballet cuyo tema serían las míticas
amazonas. Algunos trazos de El rey y yo, invadieron el
nuevo ballet, sobre todo el tratamiento “siamés” de
aquella comedia. Cuando el 14 de junio de 1951 se
estrenaba en el City Center, en vez de amazonas
aparecían el mundo de los insectos – ellas y ellos – que
tras la copulación, el macho moría devorado por la
hembra. Para la época fue un relativo escándalo para el
público en general. |
- Es una coreografía muy conocida y controvertida
– especifica
Fredèric - Tenemos los derechos para Italia Es un ballet con una
impronta fuertemente femenina puesto que además de la pareja
doce bailarinas son las protagonistas.
LA CONSAGRACION DE LA PRIMAVERA
FOTO: MARCO BRESCIA |
Le Sacre du printemps (La consagración de la primavera) del
Maurice Bèjart, es una de las guindas del Ballet de La Scala.
- Tenemos la suerte y el honor de tener los derechos para toda
Europa. Tengo que dar gracias a
Maurice por confiar
DEBORA GISMONDI |
en mí para
que yo sea el que lo exponga en Europa. Quiero resaltar la
presencia masculina en este ballet. La coreografía de
Bèjart es
increíble. Ya al comenzar se me pone la piel de gallina, tanto
por la propia coreografía como porque el cuerpo de baile la ha
hecho propia. Quisiera también resaltar que este baile le
permite crecer a los protagonistas
–
Deborah Gismondi y Mássimo
Murru - y esto se nota, así como también en los sustitutos
–
Gilda Gelati y Mick Zeni. Y este crecimiento profesional es algo
muy importante para la formación de cada bailarín. Como dije
antes, tal crecimiento era uno de los objetivos de mi programa
como director.
MASSIMO MURRU: PRIMER BAILARÍN “ÉTOILE”.
Milanés, Mássimo Murru estudió en la Scuola di Ballo del Teatro
alLa Scala. Su ascensión es rápida. En 1990 entra en el cuerpo
de baile y en 1994 con L’histoire de Manon, llega a primer
bailarín. Después seguirá, prácticamente, casi todo el
repertorio clásico. Es uno de los bailarines favoritos de Roland
Petit y por ello interpretará muchas de sus obras. Alo largo de
su carrera ha protagonizado roles estelares en Buenos aires,
Sydney, Melbourne, Nueva York, Los Ángeles, Londres, Berlín,
París, México y Japón.
Desde el 2003 pasa a ser étoile en La Scala. Sus últimas
actuaciones e el 2004 son La bella durmiente (Teatro Kirov de
San Petersburgo), El lago (Teatro Arcimboldi de Milán) y
La
consagración de la primavera de Bèjart.
MASSIMO MURRU |
- Estoy muy contento
– aclara Mássimo
– de estar aquí y en un teatro tan
importante como el Real. Es una satisfacción poder
presentarme con un programa tan importante y
participar del “casting” de La Sacre du printemps.
En concreto La Sacre, para mí, es una obra de arte y
es parte de la historia de la danza y lo seguirá
siendo en el futuro. Es una gran suerte pero también
un compromiso psicológico y un compromiso físico,
pues es un papel difícil. Tiene dificultades de tipo
físico a nivel técnico, pero notado se queda ahí, ya
que obliga al bailarín a involucrarse
psicológicamente.
|
La peculiaridad de este ballet es que existiendo, como en todo
ballet clásico, la pareja principal y el coro, aquí la parte
coral copa gran parte de la narración.
- Hay dos partes
separadas. La masculina y la femenina. El predominio
de lo coral, lo hace difícil porque hay que intentar
que todo el coro lo sientan de manera unánime.
Existe la pareja protagonista pero ésta se difumina
en el baile coral. Se funde en el final y ello es lo
que más caracteriza a este baile. Es importante el
compromiso de todos. Todos tienen que tener el mismo
sentimiento y con la misma fuerza. Y esto se tiene
que notar y hemos conseguido que se note. En este
caso se ha logrado. Quisiera añadir que el presentar
estas tres coreografías es comprometido, porque son
tres grandes obras de arte del 1900. Son muy
diferentes unas de otras, difíciles y geniales. Por
otro lado ello nos permite lucirnos como Compañía de
La Scala y espero que lo logremos.
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MASSIMO MURRU DEBORA GISMONDI LA CONSAGRACION DE LA PRIMAVERA FOTO: MARCO BRESCIA. |
Antonio del Moral, nuevo Director Artístico del Teatro Real,
define la participación del Ballet de La Scala en el Teatro Real
como:
- Un principio de la Nueva Amistad, ya que los dos teatros, La
Scala y el Real, hemos comenzado un camino de grandes
colaboraciones y ya tenemos una primera colaboración conjunta.
El comienzo de tal colaboración conjunta, incluyendo París,
tiene un nombre: la ópera Idomeneo de Mozart.
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