HIMMELWEG
(CAMINO DEL CIELO)

UN DOLOROSO Y ESPERANZADOR EUFEMISMO


Foto: Ros Ribas

El 18 de noviembre de 2004 se toma el pulso a la segunda – la primera se puede considerar Lágrimas de Cera – producción del nuevo equipo del Centro Dramático Nacional (CDN) que lidera Gerardo Vera. Así, de momento, la faz del CDN varía. Sube al escenario un autor joven o viejo, depende de cómo se mire: Juan Mayorga. En ese contexto ambiguo de juventud o vetustez lo presenta Gerardo Vera:

  • Este texto es la primera apuesta del CDN – en esta etapa - por un autor español contemporáneo, no joven, que es mejor porque quiere decir que sobrevivió a los avatares del tiempo.

Juan Mayorga

La privación de juventud para Juan Mayorga, por parte de Gerardo Vera, es relativa (Madrid, 6 de abril de 1965). No es ningún niño, pero tampoco es un vejestorio. Pertenece a esa hornada de autores que han ido estrenando en Salas Alternativas. Su último texto Última palabras de Copito de Nieve, y otro anterior en colaboración con Guindalera Escena Abierta, Animales Nocturnos – todavía en cartel – muestran un tipo de teatro comprometido con la realidad del momento. Y en esa línea está este Himmelweg, que aunque parta de un acontecimiento histórico – la visita de un delegado de la Cruz Roja a un campo de exterminio para dar cuenta de las condiciones humanas que allí se vivía - no es un teatro histórico. “Habla de un hombre que se parece a casi toda la gente que conozco; un hombre que tiene una sincera voluntad de ayudar; un hombre que quiere ser solidario; un hombre al que espanta el dolor ajeno. Sin embargo, también como casi toda la gente que conozco, ese hombre no es lo bastante fuerte para desconfiar de lo que le dicen y le muestran… no es bastante fuerte para descubrir que “camino del cielo” puede ser el nombre del infierno. Se trata de un gran eufemismo, y de eufemismos vivimos todos los días para ocultar la gran verdad que se encuentra bajo los acontecimientos”.

Son las palabras de Juan Mayorga, que se siente agradecido y eufórico de que el CDN haya elegido este texto.

  • El haber elegido este texto es mostrar una confianza hacia mí y hacia la dramaturgia española. He de agradecer también el que haya caído en manos de un equipo tan competente y bajo la dirección de Antonio Simón, que ha sabido levantar un gran espectáculo sin que desaparezca el sentido moral del texto.

En opinión de Gerardo Vera el texto sobresale por “su rigor intelectual y por la sensación que produce al leerlo. Tal sensación es la de un escalofrío de la emoción”.

Opinión similar es la de Antonio Simón, director del montaje – “director joven”, para G. Vera – desconocedor de la obra:

  • “Me quedé perturbado con la primera lectura. El texto me interesó por tres condiciones y que ya es una piedra de toque, en mí, para decidirme a dirigir un texto: sensualmente me perturbó, me hizo pensar y me emocionó. No tiene que darse por este orden, pero son cualidades que deben estar en un texto. Por eso dije que sí. Destacaría algo que me llamó especialmente la atención: el que los tres personajes renunciaran a su mirada. Ese el denominador común de los tres. Otro de los aspectos que me satisfizo es la dimensión humana y universal”.

TRÍADA DE MONOLOGOS

José Pedro Carrión“soy Gottfried, el alcalde judío del campo. Es un personaje muy humano, que respira, que tiene sentimientos y que tiene una gran esperanza en que si se resuelve con éxito esta labor, salvará su vida”. – lleva varios años alejado de la interpretación en el CDN, pero el llamarlo para este papel,
 

  • “Ha sido como venido del cielo, porque lo que me llama la atención de esta función es la conexión con la sociedad actual que, igual que el delegado de la Cruz Roja, no ve que los campos de concentración existan. Para mí una patera que se hunde es un modo nuevo de esa situación y nosotros que nos movemos en una vida culta y desahogada, vivimos al margen de todo ello y no queremos ver toda la tragedia que hay detrás de esa patera. Ese eufemismo del “camino del cielo” se transfigura con la luz del final. Se transforma en esperanza. El ser humano tiene posibilidades de cambio y ese cambio está en nuestras manos. Himmelweg es un poema dramático con muchas lecturas”.

José Pedro Carrión
(Alcalde judío)
Foto: Ros Ribas

Juan Mayorga, retoma el tema de la esperanza como algo esencial en el teatro.

  • José Pedro ha hecho alusión a la esperanza. No creo que el teatro tenga que ir hacia la desesperanza, eso ya se sabe desde niño cuando estás en la guardería, porque es propio de la vida. El teatro no tiene por qué enseñar algo sabido. Tiene que abrir los ojos a la verdad y a la posibilidad de abrir puertas a la alegría, a la felicidad”.

Pere Ponce (Comandante)
Foto: Ros Ribas
Pere Ponce (Comandante del campo) – actor con notoriedad popular por aquel título ya emblemático “Amo tu cama rica”, de Emillio Martínez Lázaro – manifiesta su agradecimiento
  • Por poder acercarnos a este tipo de personajes. A mí personalmente nunca me lo hubieran ofrecido por su negatividad. Es como si no encajara. Y ahí estoy. Otra de las cosas que me fascinan del texto, a parte de lo ya expresado por mis compañeros, es que habla de la función social del teatro. El mundo de la representación vive de símbolos que pueden llegar al espectador y llevarle a una verdad más esencial.

El delegado de la Cruz Roja es Alberto Jiménez - joven actor de amplio currículo en teatro, cine y televisión -, el cual se siente “honrado por trabajar en el CDN y trabajar con actores de la talla de José Pedro Carrión y Pere Ponce”. No obstante este compartir es relativo, ya que nunca coincide en escena ni con José Pedro, ni con Pere, puesto que su intervención es:

  • “En soledad. Me paso media hora hablando solo en el escenario. Mi interlocutor es el público y por eso tengo ganas de hacerlo ante el público verdadero”
Esta soledad de un actor largando una parrafada no dejaba de inquietar, sobre todo cuando la obra se abre de este modo, - añade Juan Mayorga“pues algunos pensaban que no había actores para tal cometido. No conocían a Alberto Jiménez y tampoco él se conocía a sí mismo. Su trabajo es tal que supera ese desafío”.

Para Alberto Jiménez, en el fondo, el delegado sí se da cuenta del eufemismo de Camino del cielo, para ocultar el Infierno. Lo que sucede es que
  • “Es tan cobarde como todos y esto me cuestiona la importancia de la acción individual. Basta atravesar esa cobardía. Intuye que eso se puede hacer, pero piensa que no se puede cambiar y ¡sí que se pueden cambiar las cosas!”.

Alberto Jiménez (Delegado)
Foto: Ros Ribas

Pero monólogo no es sólo el de Alberto. Himmelweg se estructura a base de varios monólogos en los que se entremezclan ambientes del pasado y del presente.

En una antigua tertulia teatral Juan Mayorga ya había esbozado las líneas de una nueva obra, que andando el tiempo sería este Himmelweg.

  • “En aquella época estaba pensando que no se trataba solamente de contar una historia, sino de lo que debe ser el teatro y el arte en general: abrir puertas. El punto de partida fue ese personaje de la Cruz Roja. No es un villano. Quiere ayudar, tiene la vocación de ayudar y sin embargo refuerza el relato del verdugo. Fue allí y vió a prisioneros con los uniforme a rayas, su visión es la de pijamas. Y así comienza a enmascararse todo. Parto de la historia, pero como ya he dicho no es un teatro histórico, en cuanto que la verdad de un pasado no está en los documentos de tal o cual época sino la actualidad que puede tener en el presente. Se trata de ver desde el s. XXI, lo que ocurrió. Por lo general, pasados los acontecimientos duros, creemos que vivimos en una amnistía general, pero no es así, vivimos en una amnesia general. El Holocausto es, en realidad, la exclusión de un pueblo, el judío, de la humanidad. Es importante la compasión. Hay que tener en cuenta que si prescindimos de la compasión hacia un grupo, todos estamos en peligro. Nos puede tocar. Estoy de acuerdo con José Pedro cuando alude a las pateras. Cada vez que aguantamos sin escándalo que una patera se hunda nos convertimos en cómplices”.

¿PUGILATO ENTRE AUTOR Y DIRECTOR?

Cuando el autor está vivo y asiste a los ensayos es fácil el conflicto entre director y dramaturgo. En la mayoría de los casos resulta un incordio. Juan Mayorga había levantado Animales Nocturnos sobre el escenario de la Guindalera en connivencia con Juan Pastor y con las improvisaciones de los mismos actores:

  • En este caso el proceso no ha sido así. Escribí el texto en soledad y lo propuse al equipo del CDN. Ellos lo han tomado como un desafío.

Antoni Simón define la intervención de Mayorga: “Juan ha ido asistiendo a los ensayos y su trabajo ha sido el de construir y el de demoler”. Su tono al apostillar de este modo, respira un aire de benevolencia. Para José Pedro, el que el autor se pasee entre bastidores y entre las butacas es “una suerte pues da emoción. Le he visto llorar – concreta – y esta y otras actitudes confirman que todo va bien.”

La dirección de A. Simón intenta evitar caer en el tópico nazi.

  • “Eso es lo que he intentado evitar. Por ello mi trabajo con los actores ha sido de tipo no linelal, sino circular. Por ejemplo con Pere (el comandante del campo), lo he visto, fundamentalmente, como un hombre refinado, le gusta la cultura. Posteriormente se ha ido incorporado el sadismo que rezuma. Con Alberto (el delegado de la cruz Roja) he huido de presentarlo como buena persona. Es un hombre de acción para intentar ayudar”.

Pere Ponce
Foto: Ros Ribas
Antoni Simón alaba la colaboración de Jon Berrondo, su escenógrafo de toda la vida. No ha tratado de ilustrar el mundo tan conocido de los campos.
  • “He preferido trasladarlo a otro tipo de escenario: el onírico. Hace año cuando vi Manthausen…, mi abuelo estuvo en Manthausen …, me vino a la imaginación que aquello parecía una gran barraca de feria y así lo he concebido. Nos movemos entre lo onírico y lo lúdico que lleva a la fantasía. Hay un doble juego: el teatro como ilusión, como mentira y verdad. La escenografía, pues, aparece como una gran mentira preciosa y maravillosa que contrasta con la dureza del texto. Pero una cosa es que hables a los espectadores con un texto duro y otra cosa distinta es hacerlo con un teatro neurótico o lleno de zafiedad. Este tipo de teatro no me gusta. Se puede hablar con un texto duro pero que maraville.

Luces (Albert Faura) y vestuario (Alejandro Andujar) resultan una “maravilla” para Antoni, así como la musica de Luis Delgado y el todo el conjunto del montaje del agrado de Gerardo Vera que “cuando leí la obra, imaginé el montaje – Gerardo Vera además de su experiencia como escenógrafo tiene ya un currículo como director tanto en el ámbito teatral como cinematográfico – pero ellos lo han superado. Quiero traer a cuento las palabra de Billy Wilder, a este respecto: “Hay muchas formas de hacer un personaje, procura que sea el tuyo”. Esto ha hecho el CDN con el montaje: ha hecho el suyo

Este haber “hecho el suyo”, Antoni Simón lo alarga más allá de este montaje.

  • “Me siento muy identificado con el proyecto de Gerardo Vera sobre lo que tiene que ser un Teatro Público. Tal proyecto lo querría yo para Cataluña. Y una obra como ésta debe ser lo normal en este tipo de sedes. Espero que os guste el espectáculo y por mi parte quiero dedicar esta obra a las víctimas”.
INAUDITO COLOFÓN

Y un colofón inaudito. Esa figura que se llama “ayudante de dirección”, de la cual nos olvidamos con facilidad cuando elaboramos las fichas técnico-artísticas en las críticas o reportajes es traída a primer plano por Alberto Jiménez.

  • “Quiero agradecer al ayudante de dirección – Julián Quintanilla – su trabajo de sostener este espectáculo tan complejo. Lo lleva con una gallardía increíble. Tranquiliza el saber que siempre está ahí y estará”.
Y otro colofón, que hizo a Antoni Simón aflorar una vena que él mismo no conocía:
  • Mi trabajo con los actores ha sido muy bueno y han terminado por ser amigos míos. Pero no quiero olvidar el capítulo de los niños. – en el campo de concentración hay unos seis niños – Es la primera vez que trabajo con niños y ha sido una experiencia muy buena. Se me ha despertado la vocación paterna.

Foto: Ros Ribas

Una voz, no sé exactamente de quién, puntualizó: “Antes tienes que buscarte una novia”.
 

Título: Himmelweg (Camino del cielo)
Autor: Juan Mayorga
Escenografía: Jon Berrondo
Iluminación: Albert Faura (A.A.I.)
Vestuario: Alejandro Andújar
Música: Luis Delgado
Trabajo físico y gestual: Mar Navarro
Caracterización: Andrés Alonso
Ayudante de dirección: Julián Quintanilla
Intérpretes: Alberto Jiménez (Hombre de la Cruz Roja),
Pere Ponce (Comandante), José Pedro Carrión (Gottfried),
Gerardo Quintana (Hombre joven), Eva Trancón (Mujer 1), Sara Illán (Mujer 2),
Tamara Bautista/Gara Muñoz (Niña), Daniel Llobregat (Chico 1),
Cristian Bautista/Adrián Portugal (Chico 2), Paris (Chico 3),
Gabriel Andújar (Chico 4), Anbibal de Vega (Chico 5),
Miguel Gabin (Hombre de los globos), Jaros³aw Bielski (Voz en off)

Dirección: Antoni Simón
Estreno en Madrid: Teatro María Guerrero (CDN), 18 de noviembre de 2004

Más información:

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