MALA SANGRE
de
DAVID PLANA
FOTO BASE: COMPAÑÍA MARÍA TERESA |
UNA COMEDIA NEGRA QUE MUESTRA
COMO TRES PERSONAJES APARENTEMENTE NORMALES
SE CONVIERTEN EN ASESINOS
EN EL TRANSCURSO DE UNA TARDE
Mala Sangre (1997) fue
Premio Espectáculo Revelación 1997,
otorgado por la Crítica de Barcelona.
Premio Serra d’Or al mejor texto teatral
y está dirigida por Mariano de Paco,
Premio José Luis Alonso 2005
para Jóvenes Directores
por la Asociación de directores de Escena.
Premio Mejor Espectáculo Ibercaja
por Danny Roberta
en el Certamen Arcipreste de Hita 2005
- La vida es una comedia
hilarante. La vida está automatizada. El despertador suena
por la mañana y, desde ese momento, cada ser humano abre su
día, su particular cuartilla emborronada de rutina. Las
horas luchan por cuadrar en un orden perfecto. Hombres y
mujeres se concentran en el metro, en los aparcamientos, en
los quioscos, en las dichosas máquinas de café de las
empresas…, en todos esos lugares (y referentes) dispuestos a
convencernos de la facilidad y la normalidad de cuanto
hacemos.
Esta es la reflexión de David Plana (1969), a
raíz de su texto Mala Sangre. Formado en el
Institut del Teatre de Barcelona como actor y
autor ha desarrollado su actividad escénica en
muchos campos. Una de sus especialidades es la
dirección colectiva que ha realizado con figuras
como Lluis Pascual, Jospeph Montanyés,
Joseph María Mestres, Rosa María Sardá,
Pere Sagristá, Rafael Durán. Ha
codirigido y escrito Criaturas de la Compañía
T de Teatre, premio “Butaca” al mejor texto 1998.
El mundo de la televisión y radio no le han sido
ajeno escribiendo y dirigiendo espacios como: La
Moncloa ¿dígame? (Tele 5), series de Dagoll
Dagom y
T de Teatre (Antena 3) |
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Como autor ha escrito:
- Això no és vida!(2003)
- Paradís oblidat (2002)
- Després ve la nit
(2001)
- La Dona incompleta
(2001),
(Publicado)
- ¿Qui va a matar
l´estrella de la radio? (1999),
(Publicado)
- Over the Rainbow
(1998),
(Publicado)
- Petita Mort (1998)
- ¡Adivina adivinanza!,
- Noventa y ocho
pérdidas
- MALA SANGRE
(1997).
(Publicado)
Todas ellas han sido estrenadas, algunas dirigidas por
él y otras por distintos directores. El argumento de
Mala Sangre va en la línea de la comedia negra:
Muestra cómo tres personajes aparentemente
normales se convierten en asesinos en el
transcurso de una tarde. Los
Protagonistas de la obra - un
profesor de Universidad, una
galerista de arte y una maestra de
primaria - ven como su vida da un giro
de ciento ochenta grados cuando se
encuentran con tres peligrosos elementos de
la nueva generación: un joven en paro, dos
estudiantes de medicina y una niña de siete
años. |
David Plana aclara que:
- Cuando los adultos
reconocen en la generación más joven su propia
condición de criminales, su “mala sangre” innata, se
dan cuenta horrorizados de qué sentimientos han
reprimido durante años: la línea que les separa de
ser aquello que más detestan es más delgada de lo
que creían.
No obstante durante toda la vida se funciona con la
apariencia y si esto se consigue podrás vivir en
paz.
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- La
clave para vivir en paz se puede
maximizar: “Si
controlas tu apariencia, te dejarán
vivir en paz”. Esa es la
clave: un saco de frases hechas
utilizadas en el momento oportuno, un
escaparate de gestos universales que nos
ayudan a salir del paso, a no
profundizar, a esconder nuestra
identidad. A mantener la calma frente a
los otros y frente a uno mismo. Tenemos
asignadas unas tareas, un físico, una
manera de proceder ante las cosas que
nos suceden. No hace falta pensar –a
quién le importa tus pensamientos, tu
opinión sobre nada-, no hay tiempo, ni
ganas. Cada uno tiene que ir a lo suyo.
Con seguridad, sin salirse del
estereotipo. Pase lo que pase.
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David Plana analiza todos los comportamientos
de una jornada y la expone como una estructuración,
que sirve de escudo defensivo:
- Cada jornada
es un cóctel de veinticuatro horas de consumo
compulsivo de información, gasolina, sobres de
azúcar, papel, baterías de móvil, suelas de
zapatos, ropa, maquillaje, aburrimiento,
paciencia. Violencia. Basta observar algunas
miradas, escuchar ciertos suspiros, comprobar
cómo la persona que va delante de ti por la
calle aprieta los puños como si nada pasara y
cruza luego, una vez que ha relajado sus manos,
hacia la acera de enfrente. La realidad es lo
que desconocemos. Lo que nos encargamos de
proteger. No nos conocemos ni a nosotros mismos,
así que cómo vamos a saber cómo son los demás,
cómo van a reaccionar. Las ciudades son hogares
anárquicos; nosotros nos hemos encargado de
hacerlas así de irregulares y sorprendentes.
Ellas vigilan y secundan nuestros instintos más
primarios. Ajustar cuentas, sentir celos, no
saber qué hacer con el amor y con la envidia,
mucho menos con la soledad.
Esta estructura defensiva y de
aislamiento se rompe cuando uno menos lo
espera y con anécdotas muy sencillas, y
todo se desequilibra.
-
Basta con plantearnos cuántas veces
al día entramos en un ascensor,
- aclara David
- compartimos ese
minúsculo espacio con desconocidos a
los que saludamos, despedimos,
miramos de arriba abajo o
despreciamos. Son encuentros cortos,
sin repercusión alguna. Pero, ¿y si
el ascensor se estropea?
Expuesto de esta forma parece como si se
tratase de un texto trágico. No obstante
el humor, aunque sea negro, está ahí y
desata la carcajada del público
-
Que el público llegue a reír de algo
así, es el ejemplo más claro de que
la comedia es el género teatral más
descarnado y agresivo y, seguramente
por eso, el más actual
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La dona incompleta, estrenada en 2001 en
la sala Becket y dirigida por Sergi Belbel,
ha sido finalista en los Premios Max,
como mejor autor en lengua catalana.
David Plana también desarrolla una
actividad como docente. Es Profesor de
interpretación en el Collegi de Teatre de
Barcelona desde 1999, y desde el 2000 la alterna
como profesor de Iniciación ala escritura
dramática, en la Sala Becket de Barcelona.
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