COMPAÑÍA NACIONAL DE DANZA 2
EN SU 10º ANIVERSARIO
La Compañía Nacional de Danza 2 celebra
su 10º Aniversario y para ella Nacho Duato ha creado una nueva
coreografía: Kol Nidre.
La compañía se
fundó en 1999, y su objetivo era “formar
y preparar a bailarines para la vida profesional”. Durante estos 10 años han pasado un
total de 68 bailarines de diferentes nacionalidades. A estas alturas
la Compañía
se siente consolidada, pero, curiosamente, al cumplirse estos 10 años la
incógnita de su futuro se cierne sobre ella, una vez que Nacho Duato dejará de ser el director de
la Compañía Nacional
de Danza y Tony Fabre, según
declaraciones suyas, seguiría a Nacho en su nuevo destino.
Desde que se inició,
la Compañía Nacional de Danza 2 fue ganando peso y entidad.
Si en sus comienzos se percibía, bastante, la vacilación de aventajados alumnos
de escuela, las generaciones posteriores iban más allá y mostraban unos
bailarines más precisos y de mejor factura balletística. La generación que
hemos visto en este 10º Aniversario, lo confirma.
Título:
Kol
Nidre
Coreografía:
Nacho
Duato
Música: John Taverner, Arvo Pärt, John Zorn
Escenografía
y figurines: Nacho
Duato
Iluminación:
Joop
Caboort
Realización
Vestuario: Sastrería
CND
Realización
Escenografía: Odeón
Atrezzo:
Utilería
CND
Intérpretes:
Macarena
González,
Mar Aguiló, Alba Carbonell, Sara Fernández,
Or kahlon, Daan Vervoort,
Eliton Barros,
Aleix Mañé
Estreno
en Madrid: Teatro
Madrid,
22 – I - 2009 |
KOL NIDRE |
Programada como número final de la velada es estreno y el regalo
de Nacho a
la Compañía Nacional de Danza 2
por su aniversario, aunque regalo es casi todo el programa, una vez que, salvo Érase una vez de Yoko Taira, Nacho les ha
cedido Duende y Cor Perdut.
Kol
Nidre – en arameo “todos los votos” – es el comienzo de la oración que
se debe recitar antes de la puesta del sol en el día judío del arrepentimiento:
el Yom Kipur (Éxodo 30:10; Levítico
23:27-31, 25,9; Números 29:7-11). Las fechas varían según el año. En el
2009 iría desde la puesta de sol del 27 de septiembre hasta el anochecer del 28
de septiembre. En ese día los judíos se abstienen de los placeres físicos:
comida, bebida, baño y relaciones conyugales, y también del trabajo. Aunque
parezca lo contrario, no se considera un día triste.
|
Propio
de los pueblos semíticos era comprometerse a una infinidad de votos y
juramentos imposibles de cumplir. Su conciencia luchaba entre la promesa y la
infidelidad a la promesa. De ahí que el Yom
Kipur venía a ser una vía de escape, al derogar tales compromisos. Concernía
a los votos hechos entre una persona y Dios, pero no anulaba los votos hechos
entre las personas. Por eso, en el fondo, era un día alegre. El arrepentimiento
llevaba a la reconciliación consigo mismo y con los otros. Se transformaba en
un tiempo de reflexión y perdón. |
REZANDO
EN
LA SINAGOGA
EN EL DÍA
DE YOM KIPUR |
Sobre
este trasfondo de compromiso y “descompromiso” Nacho elabora su coreografía. Unos sacos terreros – parapeto de
bombas en las guerras – y una gran columna luminosa helicoidal de plástico que desciende
en un lateral desde las alturas son el escenario, al que, hacia el final, se
añade la discreta iluminación del ocaso, tras los sacos terreros. Con
música de tres autores: John Taverner,
Arvo Párt y John Zorn, crea una serie de ágiles movimientos, siempre en
continua movilidad, reflejo de la movilidad inquieta de los niños en sus
juegos.
En
el programa de mano Nacho fija su
intención de reflexionar “sobre la situación de los más jóvenes en los conflictos bélicos. Los
llamados niños de la guerra”.
La clave de interpretación
nos la da, pero podría extenderse a cualquier población que vive alegremente su
quehacer diario y de pronto la amenaza de la guerra se cierne sobre ella. En
este caso Nacho acude a una serie de
movimientos ágiles, entreverados unos con otros y de gran sencillez, pero
creadores de líneas continuas y de gran viveza. La sorpresa llega al final
cuando sobre la vivaz música se sobreponen los alejados bombardeos y el
horizonte se incendia por el ocaso y por las explosiones. Los niños,
alarmados, cesan en sus juegos y se parapetan tras lo sacos terreros a la
espera del amenazante desconocido.
Es
una coreografía limpia en sus movimientos y aparentemente sencilla. No
obstante, su secreto está en el hilván de dichos movimientos y esto los
bailarines lo consiguen.
Queda
más en el aire el título de Kol Nidre
– todos lo votos - y su contexto – el ser anulados – para una reflexión sobre
el conflicto bélico, a no ser que Nacho haya entendido las palabras Kold Nidre, como una ironía: todos los votos, es decir las promesas
de paz, quedan anuladas o bien todos los
placeres físicos a los que hay que renunciar en ese día quedan anulados por la
inminentes guerra.
DUENDE
FOTO: F. MARCOS |
Título:
Duende
Coreografía:
Nacho
Duato
Música:
Claude
Debussy (Pastorale y Finale de
la
Sonata para Flauta, Viola y Arpa) (1916), Syrinx (1912/1913),
Danse Sacrée et Danse Profane (1904)
Escenografía:
Walter
Nobbe
Figurines:
Susan
Unger
Iluminación:
Nicolás
Fischtel (A.A.I.)
Realización
Vestuario: Sastrería
CND
Realización
Escenografía: Carmina
Burana
Intérpretes:
Patorale- 1º movimiento de
la Sonata para flauta,
viola y
arpa (1916): Heejae Choi, Sara
Fernández
y Giuseppe Dagostino
Syrinx – Solo para flauta (1912/13): Galit Ben-Ari
y Erez
Ilan
Finale – 3º movimiento de
la Sonata para
flauta,
viola y arpa (1916):
Daan Vervoort, Quentin Roger
y Aleix Mañé
Danse sacré – para arpae instrumentos de cuerda (1904):
Sandra Génin, Giuseppe
Dagostino, Alba Carbonell, Erez Ilan,
Eva Boiro y Hugo Cortey
Danse Profane – para arpa e instrumentosde
cuerda (1904): Todos
Estreno
en
la Haya: Nederlands Dans Theater, 21 – XI–
1991
Estreno
en Madrid:
Compañía Nacional de Danza, Teatro de
la Zarzuela, 11 – XII - 1992
Estreno
en Bilbao:
Compañía Nacional de Danza 2, Teatro Arriaga, 12 – IV -2002
Estreno
en Madrid: Teatro
Madrid, 22 – I - 2009Con
Duende se inicia el programa. Fue
estrenada en 1991 por
la Nederlands Dans Theater (
La Haya), por
la Compañía Nacional
de Danza en Madrid en 1992, y por
la Compañía Nacional
de Danza 2 el 12 de abril de 2002 en el Teatro Arriaga de Bilbao.
DUENDE |
Desde que comienza la coreografía de Duende vienen a la mente otra
coreografía: L’Après-midi d’un
Faune (Preludio a la siesta de un Fauno) (1912) por Vaslav Nijinsky sobre música de Claude Debussy. El recuerdo es activado
por la música de Debussy y por
ciertas composiciones, en brazos y composición del cuerpo de frente al público,
pero con la cabeza y los brazos de perfil, formando ángulos. Ahí queda todo el parecido,
pero
suficiente para imaginar que Nacho se ha inspirado,
coreográficamente, en la mencionada coreografía y, posiblemente, quiere ser un discreto
homenaje a la misma o a su coreógrafo Nijinsky.
O a lo mejor no. |
Sea lo que fuere, Duende se ve muy arrastrada, en sus movimientos, por la música de Debussy. Es como una ilustración de los
sonidos del compositor y ello en una continua progresión arrancando con los
pasos a dos, pasos a tres y números más corales. No se pretende una anécdota,
un sentimiento o una abstracción. Se entretejen movimientos, composiciones
corporales en un continuo ir y venir, en el que el ritmo, la precisión y el
fluir de dichos movimientos es primordial. Duende
consigue visualizar los enigmáticos y variopintos sonidos de Debussy. Lo mismo que en la música, al
escucharla, uno se deja llevar sin más, algo sucede con esta coreografía: uno
se deja llevar por lo que ve y escucha. |
DUENDE
FOTO:
MICHAEL SLOBODIAN |
No
es fácil esta coreografía por al fluidez, el ritmo y la composición de algunas
figuras a dos o a tres.
La Compañía Nacional de Danza 2 sale airosa y es un gran
reto el abordarla. Sólo alguna vacilación o imprecisión el sábado 24 de enero.
Duende es una de tantas
coreografías de Nacho con duende.
Título:
Cor
Perdut
Coreografía:
Nacho
Duato
Música:
María
del Mar Bonet
Figurines:
Nacho
Duato
Realización
Vestuario: Sastrería
CND
Intérpretes:
22, 23, 24, 25,31 de enero y 1de
febrero:
Macarena González, Eliton Barros,
28, 29 y 30 de enero: Mar Aguiló,
Giuseppe
Dagostino
Estreno
en
la Haya: Nederlands Dans Theater 2,
27
- IV
- 1989
Estreno
en Madrid: Centro
Cultural de
la Villa
de Madrid, Compañía
Nacional de Danza 30
- VI - 1990
Estreno
en Madrid: Teatro
Madrid, 22 – I - 2009 |
COR PERDUT
MACARENA GONZÁLEZ/
ELITON BARROS
FOTO: FERNANDO MARCOS
|
COR PERDUT (1990)
CATHERINE
ALLARD
NACHO
DUATO |
Estrenada en 1989 por
la Nederlands Dans Theater 2 (
La Haya), pertenece a esa
primera etapa coreográfica de Nacho
Duato, en la que a través de coreografías cortas – Jardi Tancat (1983), Arenal
(1988) – se revela como un insólito creador que se inspira en raíces
folklóricas puras, para después reelaborarlas con un estilo muy personal. Otra
de las novedades es recurrir a la voz de María
del Mar Bonet, como apoyo musical.
En esta ocasión el origen musical es la canción Bir Demet Yasemen, que
la Bonet
reelaboró. Es un lamento de impotencia: “No me sirve de nada llorar/no sirve de nada morir/el deseo es más
fuerte/sigue él solo el camino”. En la versión
musical se mantienen acordes y
sonidos de Túnez,
proporcionando
a la partitura un deje de hipnosis que sugiere cierta congoja. El lamento
musical es reproducido
balletísticamente en movimientos lánguidos, pero difíciles, en una fluidez
continua. Es una breve y bella pieza que fascina al oído y a la vista. No es
interpretación fácil y la pareja Macarena
González y Eliton Barros – 24 de
enero – salieron airosos. |
Título:
Érase
una vez…
Coreografía:
Yoko
Taira
Música:
Joji
Hirota, Shoji Yamashiro,
tradicional japonesa.
Figurines:
Amparo
Utrilla
Iluminación:
Nicolás
Fischtel (A.A.I.)
Realización
Vestuario: Sastrería
CND
Intérpretes:
22, 23, 24, 25,31 de enero y 1de
febrero:
Sara Fernández, Sandra Guénin, Heejae Choi,
Or Kahlon, Daan Vervoort,
Erez Ilan y Hugo Cortey
28, 29 y 30 de enero: Alba Carbonell,
Galit Ben-Ari,
Heejae Choi, Or Kahlon, Daan Vervoort,
Quentin Roger y Hugo Cortey
Estreno
en Madrid: Teatro
Madrid, 28 – IV – 2001
Reestreno
en Madrid: Teatro
Madrid, 22 – I – 2009 |
ÉRASE
UNA VEZ…
HUGO
CORTEY
FOTO: FERNANDO MARCOS |
Yoko
Taira, solista en
la Compañía Nacional de Danza desde
1990, a partir de 1999
comienza a crear sus primeras coreografías en el Taller de
la
Compañía Nacional de Danza, y
surgieron Reconstrucciones y Kosamai. En el 2001 crea Érase una vez… y en el 2002 Ni un Alma para
la Compañía Nacional
de Danza 2. En el 2003 creará Nasciturus
para
la Compañía Nacional de Danza.
Érase
una vez… se apoya en música tradicional japonesa de Joji Airosa y Shojiv Yamashiro. El programa de mano nos orienta al apuntar
que “son
retratos esbozados a partir de unos compases orientales que despiertan en Yoko
Taira sus raíces ocultas: sus orígenes”. Yoko
nace en Oviedo (España) en 1985. Quiere decir que siendo su cultura de
origen japonés, su vida transcurre en España. Dicha cultura japonesa es
más un trasfondo que la experiencia de la vida diaria. Por eso, tal vez, el
título: Érase una vez…, frase con la
que se comienzan los cuentos en muchos países y que supone la lejanía o la
alusión a los ancestros.
ÉRASE UNA VEZ…
FOTO:
PACO RUIZ |
Comenzamos con una bailarina
con tutú – ¿alusión al ballet clásico o a las lejanías de sus comienzos
en el ballet clásico? – que chapotea en una piscina cuadrangular con agua que
le llega a los tobillos. Al poco tiempo, una serie de bailarines irrumpen
componiendo una serie de movimientos de corte más contemporáneo, que cobran
mayor protagonismo. Al final volverá la bailarina y ya no chapoteará con los
pies en la pequeña piscina, sino que su cuerpo entero se sumergirá
dentro del agua.
Pretender buscar una interpretación precisa es innecesario. La
imagen y la danza tienen esa cualidad ambigüa y polisémica, que nos abren a un
amplio abanico de sensaciones. De todos modos Yoko parece hablarnos de un mundo desaparecido para ella – el de su
cultura de
origen
o el de la danza clásica –y de otro que se abre a unas nuevas
experiencias. |
Hay un buen hilván de los movimientos que fluyen con gracia y se
llenan de espíritu poético.
Tras estos 10 años
la Compañía Nacional
de Danza 2 posee un elevado nivel, en general, a veces roto – en
pequeñas dosis – por algunas imprecisiones en las composiciones
corporales más complicadas, como es la de elevar los cuerpos de las bailarinas
en el aire. Agrada el entusiasmo de los jóvenes bailarines.
(*)
“Todos los votos,
obligaciones, juramentos y anatemas, (...) que nos atan desde este Yom Kipur hasta el siguiente (cuya feliz
llegada esperamos) quedan anulados. Quiera Dios redimir, absolver, perdonar,
anular e invalidar y dejar sin efecto esos votos, que no nos aten ni tengan
poder sobre nosotros, los votos no serán eficaces ni obligatorios, ni las
promesas o juramentos”. |