TIERRA DEL FUEGO
PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO
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FOTO: www.madridteatro.net |
El director Claudio Tolcachir vuelve al Matadero y al Teatro Español. Fue revelación con La omisión de la familia Coleman (2088) y siguió con Tercer cuerpo, El viento en un violín y Todos eran mis hijos. En los Teatros del Canal acudió con Emilia. Por lo tanto es un reincidente en esto de dirigir en Madrid. Ahora vuelve con el texto del argentino Mario Diament, Tierra del Fuego.
La historia está inspirada en un hecho real: una exazafata israelí es víctima de un atentado. Resulta herida y su mejor amiga muerta. 22 años después desea visitar al terrorista autor del atentado, detenido en una prisión de Londres y condenado a cadena perpetua.
EL QUE FUERA UN HECHO REAL
ME DECIDIÓ A ESCRIBIR ESTA OBRA
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MARIO DIAMENT FOTO: www.madridteatro.net |
Mario Diament señala que como autor
- se nos ocurren historias y la realidad es que, a veces, las historias nos encuentran a nosotros. El elemento que me decidió a escribir esta obra el que fuera un hecho real. El tratarse de un hecho real ponía fuera de toda consideración el que la imaginación del autor fuerza esta situación, que hecho, pudiera ser no realista. Aquí el realismo está dado por la existencia de estos dos personajes. Este diálogo existió. A partir de esto lo demás son un poco etiquetas. Lo que para una sociedad es terrorista, para otras es un luchador por la libertad. Ambos son etiquetas.
Mario Diament fue corresponsal muchos años en Israel, el Líbano, Egipto con lo cual conocía a fondo el conflicto, pero ha tratado de contar esta historia
- despojada de premisas, y a partir de esta historia real tratar de entender qué fue realmente lo que le ocurrió a estos personajes. Para escribir esta historia he realizado una amplia investigación histórica así como los documentales Mi terrorista y Mi Israel de Yulie Cohen, con los que me siento en deuda.
Al partir del tema terrorista, podría pensarse que estamos ante un teatro político. Mario lo niega.
- El teatro político lleva detrás una ideología política. Uno trata de proyectar una visión de la realidad, y no es lo que sucede aquí. Es una obra que lo importante es lo que le pasa a estos personajes, más allá de lo que le pasa a la situación. Ellos están atrapados en este mundo y todos los personajes terminan siendo parte de esa misma cárcel. Deliberadamente me propuse no manifestar ninguna visión y ni siquiera mu propia visión de la realidad. Debería emerger de la verdad de estos personajes. Tampoco no hay ningún cuestionamiento de la noción de responsabilidad o de la legitimidad. Todos los personajes se cuestionan cosas. Algunos dentro de su propia jaula de pensamientos. Al final de la obra cada uno absorbe, especialmente Hassam y Yael, la realidad del otro y la comprende de alguna manera.
UNA OBRA DE LO QUE VOS
NECESITÁS HABLAR QUE TE INTERPELA
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CLAUDIO TOLCACHIR FOTO: www.madridteatro.net |
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Este nuevo montaje tiene el plus, según Claudio de
- de contar con toda la libertad y el cuidado de poder trabajar tan bien. Para eso me tocó un elenco maravilloso, irreemplazable y me resulta imposible hacer esta obra con otros actores, por la forma en que trabajamos: fuimos desmenuzando la obra, llenado esta historia de contenido, tomando decisiones. Verlos ensayar con este nivel de entrega, de riesgo, de búsqueda es conmovedor. Lo mismo el equipo técnico de Elisa Sanz y Juanito Cornejo que crearon un espacio y una luz maravilloso. Se va a poder ver muchísima poesía y, al mismo tiempo, muchísima limpieza, para que el espectador pueda entrar en ese espacio.
Para Claudio el teatro, además de ser maravilloso
- es mi vida. Cada tanto aparece una obra de lo que "vos necesitás" hablar que te interpela y le da mucho más sentido al teatro, porque eso sentimos en cada ensayo y cada vez que viene el público y hablamos con él, lo primero que aparece es "una palabra necesaria humanamente, más allá del tema puntual que toca históricamente o políticamente. Habla de entenderse, de ponerse en el lugar del otro. El ejercicio que hace el espectador cuando se encuentra con argumentos e historias diferentes y opuestas. Los dos tienen razón. Como espectador yo puedo empatizar con todas esas partes y me queda el trabajo de comprender cuál es la grieta que es lo que intenta el personaje de Alicia, basado en un personaje que existió y existe, como tantos personajes que luchan por la paz. ¿Dónde está la grieta donde puede haber un punto de encuentro y de comunicación?
PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO
Tristán Ulloa, que interpreta al marido de la protagonista, hace hincapié en el
- poner en marcha un proyecto como éste que invita al espectador inteligente al diálogo, y no subestimar al espectador. Es invitar invitarle a reflexionar, a empatizar, ponerse en el lugar del otro, y, sobre todo, una reflexión en la que todas las partes tienen sitio para hablar, y en algún momento tiene razón. Eso ya me parece de un mérito enorme.
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TRISTÁN ULLOA / ALICIA BORRACHERO FOTO: www.madridteatro.net |
Alicia Borrachero es la exazafata víctima, y en su cabeza se acumulan muchas reflexiones.
- ha sido y es una experiencia enorme pata todos nosotros. Desde el principio la palabra coraje y libertad está en esta historia. Coraje del autor para hablar de esto, coraje por la producción porque no es una obra que dices "va a llenar los teatros". ¡Ojalá lo haga! Lo importante es que uno siente que es necesario para el mundo, con toda la humildad. Es algo que tiene que ver con lo bueno. También quiero resaltar la libertad, porque poder trabajar de esta forma tan libre… Yo había visto los trabajaos de Claudio y no me podía creer que iba a trabajar con él. La sensación de libertad, de investigar, de probar a fondo. De seguir ensayando hasta en las funciones y seguir cocinando y añadiendo ingredientes , y que eso vaya creciendo de una manera orgánica y no tanto porque hay que montar o hay que quedar bien para tal día, hace que el teatro esté vivo. Este es el teatro en el que yo creo y me siento muy privilegiada de poder hacer algo con este riesgo desde el texto en sí, desde la producción y desde la dirección, por el espíritu con el que se ha trabajado y se sigue trabajando.
Este encuentro de víctima y terrorista Alicia no lo ve como
- algo malo negativo, aunque sobre ellos hay múltiples opiniones. Basta analizar las redes sociales. Ahora para hablar es importante asumir lo de cada uno. No se trata de ir a hablar. Cuando uno va a hablar , tienen que querer hablar los dos. no sólo una parte. Hay mucha dificultad, pero uno tiene que asumirlo y tener el deseo de entenderse. Si yo no asumo nada ¿de qué vamos a hablar? Lo difícil es eso. Es un tema muy delicado.
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MALENA GUTIÉRREZ / TRISTÁN ULLOA / ABDELATIF HWIDAR FOTO: www.madridteatro.net |
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Aunque la obra está enmarcada en un conflicto concreto y hay mucha información Alicia espera
- que sepamos transmitir con lo pequeño, lo humano que hay en el texto. Ya no son los países, la política. Pasa por aquí, por mi vecino , mi marido, un amigo, por el que no puedo ni ver. ¿De dónde nace todo esto? ¿Qué hacemos con esto que nos pasa? Es una reflexión. No tiene nada que ver con lo moral o amoral. Yo no tengo ninguna opinión y no soy radical en ningún sentido. Sólo creo que si intentamos un poquito asumir y comunicarnos, a lo mejor puede salir algo bueno. Hay una invitación a pensar y que cada uno saque su propia conclusión.
POR FIN NO ES UN TEXTO MANIQUEO
Una de las peculiaridades de este montaje es que se cuenta con dos actores magrebíes Abdelatif Hwidar, el terrorista, y Hamid Krim, su abogado. Hamid confiesa que
- como magrebí y como persona a este conflicto palestino-israelí que dura mucho tiempo, y, en estos momentos, es el más antiguo y sanguinario, lo que nos toca a Abdelatif y a mí, como magrebíes, es que conocemos esta problemática y al leer la obra de Mario ha sido como un "¡Por fin! Por fin no es un texto maniqueo, no hay héroes ni víctimas. Hay seres humanos que están equivocándose porque las cosas no van bien. Eso ha sido, para nosotros, un alivio, porque si hablamos de Europa o de Estados Unidos, ya sabemos la posición oficial, pero esta obra nos presenta seres humanos perdidos en un conflicto en la misma casa.
La temática de ponerse en el lugar del otro, para entenderse, a raíz de lo visto en la realidad es que suele ser la víctima la que se sitúa en el lugar del otro, y menos frecuente que el llamado presunto terrorista se coloque en el de la víctima, la cual suele sufrir el llamado "síndrome de Estocolmo". De tal síndrome se habla en la obra.
Abdelatif Hwidar analiza la percepción que tiene los terroristas, al menos desde su propio personaje
- No es verdad que no lo quieran entender. Al menos Hassam, mi personaje, si tiene empatía. Entiende lo que le pasa al otro y asume su error. Un error que cometió a los 22 años, y lo asume después de 23 años de cárcel. Es una imagen maniquea el que el terrorista está absolutamente insensibilizado con lo que ha hecho. El Sistema da voz a una parte, pero no da voz a otra. Vamos a ver el caso de España. Ver una entrevista a Otegui, el cual nos podrá caer bien o mal, pero no se le ha dado voz. Tienes que ir a un medio de prensa vasca para verlo. La película La pelota vasca de Meden tuvo muchísimos problemas para su distribución. Hay una intención del propio sistema en el hacer ver a unos como buenos y otros como malos. Una de las cosas atrevidas de esta obra es que, de repente, rompe todo eso. Los pone en una situación de igualdad a todos. Acabas teniendo eso de amarlos a todos o no, pero en igualdad de condiciones. Esta es una de las grandezas de esta obra.
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HAMID KRIM / MALENA GUTIÉRREZ / ALICIA BORRACHERO / ABDELATIF HWIDAR FOTO: www.madridteatro.net |
INTENTAR ENTENDER LA REALIDAD DE LA PERSONA
QUE LLEVÓ ADELANTE ESTE ATENTADO
El motivo de por qué después de 22 años esta mujer decide hablar, según Mario
- queda bastante claro en la obra. En esos 22 años le pasaron muchas cosas, y pasaron muchas cosas en Israel. Un punto importante es que fue la primera guerra del Líbano, y, probablemente, la primera guerra no defensiva que libró Israel. También la masacre de Sabra y Chatila (1). Una matanza de la Falange libanesa con protección del ejército israelí. Esto hizo que mucha gente de la población israelí se replantease la realidad política y los objetivos nacionales del Estado. Entonces en la protagonista se produce este proceso de intentar entender la realidad de la persona que llevó adelante este atentado.
Este intentar entender al otro no quiere decir que lleve implícito la necesidad de pedir perdón, según Mario.
- No me propuse hacer una obra sobre el perdón. No creo que haya que perdonar.
- A esto quisiera añadir - interviene Alicia Borrachero -, que en la obra de teatro, no es solamente ella la que tiene el impulso de ir. Ella le escribe a él una carta. Esto ocurre, pues hay organizaciones que se ocupan de unir víctimas y terroristas, siempre el primer paso es una relación epistolar. Durante esa relación que a veces es muy largo se va abriendo o no el camino al encuentro. En el caso de la obra ella le escribe y él contesta. Él le pide que le vaya a ver. Luego vemos que hay más motivos y nos solamente humos o de "buenísmo" en ambos casos. Hay una cosa muy interesante, para mí como actriz, y creo lo será para el público: las motivaciones de ella. Cuando su marido le pregunta "¿Por qué?" Ella le dice "No lo sé" "¿Ha pasado algo?" "No ha pasado nada, he estado pensando, pensando". Hay una parte que no está decidida mentalmente "Voy a hacer esto". Es algo que le empuja y tiene que ir. No sabe muy bien a qué va. Tiene ideas, pues no es una descerebrada, pero es algo más grande que ella que le lleva. Algo que va descubriendo a lo largo de la función. Ese es su viaje. No va con llegar a un perdón, una reconciliación. Va porque no puede vivir. La que no está en paz es ella y no sabe por qué. Tiene ideas por toda la situación y está muy involucrada en la causa de la paz desde joven, a pesar de que ha sufrido un atentado, pero hay algo que no está solucionado en su alma. Eso es algo misterioso que tiene este texto. Esta obra me ha abierto mucho la cabeza y el corazón, y me transforma. Es ver la vida con otras gafas y eso es evolucionar. Eso es el teatro.
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JUAN CALOT |
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ABDELATIF HWIDAR |
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ALICIA BORRACHERO |
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TRISTÁN ULLOA |
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MALENA GUTIÉRREZ |
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HAMID KRIM FOTOS: www.madridteatro.net |
Yo me he metido en este oficio para hacer este tipo de trabajo - abunda Tristán Ulloa. Hacer cosas que me muevan e intentar mover a los demás. Intentar tender un puente o presentar un espejo delante de alguien que te mira es parte de la función del teatro. Más allá del entretenimiento, el teatro tiene que invitar a la reflexión y creemos que es un trabajo necesario. Hay espectadores que aprecien el que se invite a reflexionar. Quienes tienen miedo a la cultura, tienen miedo a que la gente piense. Que los problemas se expongan. En ese sentido somos un grano en el culo, y me parece estupendo que lo sigamos siendo. No se trata de contestar preguntas. el teatro no consiste en eso. Consiste en plantearlas, y ahí el espectador tiene que ser inteligente. Creemos que lo es. Hablar con un terrorista es moral, amoral, inmoral…pues no lo sé. Me parece que el personaje de Hassam es tan víctima como el Yael. No se trata de justificar la violencia, pero sí es un hombre desesperado, y cuánta gente desesperada ha hecho locuras. Cuánta gente ha luchado contra una alienación implacable a sus derechos más fundamentales, derechos humanos inalienables teóricamente. Cuando un sistema te pasa por encima o te conviertes en un antisistema o ese sistema es antipersona. Eso son situaciones no solamente en países remotos como Israel, sino en nuestro país. Platear el hecho de hay un sistema de que pueda ser antipersonas parece que molesta. Estamos hablando de seres humanos y no de políticos. En un momento el personaje de Alicia dice:"Hemos vivido entre mitos y mentiras. Nosotros y ustedes. Nuestros políticos nos han llenado la cabeza de historias, de mitos y nos han enfrentado. Nosotros somos los peones de esos políticos". Ellos desde los despachos han manejado la vida de todos nosotros. De eso se habla también en la obra. Apela al ser humano. Es una obra humanista y vitalista.
UN JUEGO PARA EL ESPECTADOR
DONDE NO PUEDE SER PASIVO
Además de esta temática central, en la obra aparecen otras temáticas siempre muy complejas. Lo peculiar del texto es que, como espectador, no te exige que se conozca la temática de antemano.
- Es una buena puerta de entrada para descubrir, escuchar y ojalá se salga con muchas ganas de investigar y tomar las propias decisiones. Siempre pienso que hay que pensar en el pecador como alguien inteligente. Por lo menos que comparte tu inteligencia y tu sensibilidad. Siempre pienso en mis hermanos. Nos criamos juntos, pero no son de teatro. Yo hago teatro para ellos, o sea que lo que yo haga les tenga que gustar. Les tiene que parecer entretenido y, al mismo, tiempo, desafiados. Ese es mi espectador ejemplo. Esta obra tiene esa adrenalina de excitación y, al mismo tiempo, una profundidad y un juego para el espectador donde no puede ser pasivo. Todo el tiempo estás conectando con uno, y al momento con el otro que dice lo opuesto. Eso te va moviendo hasta que estás absolutamente entregado. Incluso el asumir no entender. Lo contrario es no ver, que es una estrategia que podemos tomar. Es la indiferencia. No entiendo, es algo que pasa allá. Una de las ocas que propone el autor es que todos los personajes están en escena. Se miran y toman textos de los que no están oficialmente en escena. Es absolutamente lógico porque nadie puede escapar del conflicto. Como espectadores también tenemos esa sensación a asumir. Nos toca a todos. Me va a llegar de alguna manera. Lo que empieza en torno a una cárcel se va haciendo más grande y se confunde cuando estoy adentro o fuera y cuál es mi libertad. Cuál es mi cárcel. Como espectador que veo esto ¿Estoy fuera? ¿adentro? ¿estoy involucrado? ¿no me toca? Yo creo que nos toca a todos. Cualquier tipo de conflicto, de violencia o de injusticia. Ese viajar de la obra en el tiempo y en la responsabilidad es una experiencia que, teatralmente, me da muchas ganas de compartir con la gente.
SEIS PERSONAJES SIEMPRE EN ESCENA
Además de la víctima y el terrorista existen otros personajes. Uno de ellos es el padre de Yael que interpreta Juan Calot.
- Es profesor de historia y es otra postura dentro del conflicto. Hay una sorpresa final y en este recorrido Yael es la locomotora y yo estoy en el furgón de cola. Veo todos los despojos que van quedando con su avance, pero no solamente los de los personajes sino los del público también. Cuando actuamos pierdes la reacción del público y yo como esto como espectador veo el rastro que va dejando el trayecto de Yael.
Abdelatif Hwidar interpreta a Hassam, el terrorista que perpreta el atentado.
- Es un tipo que lleva 23 años en la cárcel con todo el peso que ello supone. Entre Jarel y yo no ha y complacencia. Son implacables el uno con el otro. Es una apuesta. Esa es una de las cosas que hace que dentro de ti, vibre de una manera muy especial. Son personajes complejos, pero la verdad es innegociable.
Alicia Borrachero es Yael, la víctima, pero al trascurrir la relación con Hassam
- se ha convertido en una mujer que no está en paz. Tiene, incluso, una parte física marcada por el atentado. Otra parte es de done viene: su familia, el peso de su país, de sus creencias, de cómo ha sido educada, pero por su trabajo ha estado expuesta a todo lo contrario. Entonces ella es una mujer que está en conflicto.
Tristán Ulloa interpreta al marido de Yael
- es un ciudadano israelí, cada vez más minoritario en una parte progresista, que cuestionaron la situación de ocupación, de asentamiento, del Líbano… y se movilizaron por sus derechos humanos y por los de los palestinos. Junto a su mujer se movilizaron juntos. Llega un momento que en su vida, como muchos otros, que la vida es sólo una y tiene que vivirla . Tengo que vivir mi vida porque esto es como gritar en el desierto. Nadie te escucha. Ahí surge el conflicto con Jahel. Se aman profundamente, luchan juntos, tienen dos hijas y comparten ideología, pero hay un punto vital: este acontecimiento de visitar al terrorista los pone en conflicto. Lo interesante es que desde el amor se puede disentir de la persona que tienes al lado. Incluso la evolución del pensamiento de alguien puede detenerse en algún lugar, y la de la persona que tienes al lado puede ir un poquito más allá. Me parece un personaje maravilloso. Coincidimos con Claudio en hacer un personaje que no fuese el típico "no hagas esto", sino que fuese difícil para Jahel, el hecho de tomar la decisión que tiene que tomar y que tampoco lo es para él.
Malena Gutiérrez interpreta a la madre de la otra azafata que muere en el atentado.
- Es israelí y tiene sus razones para hablar con Yael.
El único personaje que tiene contacto con Hassam es el abogado, interpretado por Hamid Krim.
- Ha visto la evolución de Hasam en eso 23 años y quiere ayudarle.
ADAPTACIÓN EN EL LENGUAJE
La adaptación que se menciona de la obra se refiere al aspecto del lenguaje.
- Los argentinos escribimos en argentino - aclara Mario Diament. Hemos hecho algunas transformaciones curiosas a la lengua de Cervantes. La producción vio que algunos giros y expresiones gramaticales fueran modificadas. No ha habido una adaptación a la realidad o a la situación interna.
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(1)
En los campos de refugiados de Sabra y Chatila tuvo lugar una masacre de palestinos, en Beirut Oeste, durante la Guerra del Líbano de 1982. Era la respuestas de la Falange Libanesa, de origen cristiano y en su mayoría pertenecientes a la Iglesia maronita, por la masacre de Damour, en la cual palestinos pertenecientes a la OLP asesinaron a 582 personas y profanaron el cementerio cristiano. Esta masacre recibió la calificación de acto de genocidio por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas a través de su resolución 37/123.1
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