EL
PERRO DEL HORTELANO
Una
fiesta teatral gozosa
Título: El perro del hortelano.
Autor: Lope de Vega.
Versión: Laurence Boswell y Rakata.
Asesor
de verso:
Vicente
Fuentes
Música: Christopher Slaski.
Escenografía: Jerry Herbert.
Vestuario:
Izquierdo,
con la colaboración especial de Lorenzo Caprile.
Iluminación: José Manuel Guerra.
Ayudante
de dirección:
José
María Ureta
Ayudante
de escenografía: Almudena López-Villalba
Ayudante
de vestuario: Susana
Moreno
Producción:
Compañía.
Rakata Capricante
Producción
ejecutiva:
Javier
Ortiz
Ayudante
de producción: José
María Benítez
Intérpretes: Blanca Oteyza (Diana),
Ernesto
Arias (Teodoro),
Óscar Zafra (Tristán),
Lidia Otón (Marcela),
Jesús
Fuente (Marqués Ricardo),
Rodrigo Arribas (Conde Federico),
César Sánchez
(Conde Ludovico/Octavio), Alejandra Sáenz (Anarda),
Elia Muñoz (Dorotea),
Bruno Ciordia (Fabio), Chema Ruiz (Celio)
y Luis Moreno (Leónido)
Adjunto
a la dirección:
Carlos
Aladro
Dirección: Laurence Boswell
Estreno
en Madrid:
Teatro
Albéniz,
27-IX-2007. |
ERNESTO ARIAS/BLANCA OTEYZA
BLANCA OTEYZA/ALEJANDRA SAÉNZ |
Hace
tres años,
la Royal Shakespeare Company ofreció en
el teatro Español de Madrid varias obras de nuestro Siglo de Oro, entre
ellas El perro del hortelano, titulada
en inglés The dog in manger, dirigida
por Laurence Boswell. El resultado fue
tan sorprendente como grato. Por lo que respecta a la comedia de Lope de Vega, llamó la atención el vivo
y medido ritmo de la representación y la frescura y desenfado de la puesta en
escena, debidos, seguramente, a que su responsable había trabajado con la
libertad que otorga una mirada libre de prejuicios. Pero los mayores aplausos
del público recayeron sobre los intérpretes. Fueron merecidos, sin duda, aunque
a este crítico le molestó que más de uno, para dar mayor énfasis a su
entusiasmo, afirmara con desdén que los actores españoles están lejos de
alcanzar tales niveles de excelencia. Las ventajas de poseer los sólidos
cimientos que proporciona la tradición teatral son evidentes. Nadie las niega. Lo
que sucede es que hace tiempo que nuestros profesionales dejaron de actuar
sobre las arenas movedizas de la improvisación y el aprendizaje incompleto. Por
ello, en la reseña que hice del espectáculo, manifestaba la conveniencia
de que el paso de la compañía inglesa por nuestro país propiciara un
debate sobre la cuestión. Hoy,
a falta de ese debate, una feliz circunstancia aporta datos interesantes que
aclaran bastante las cosas. Laurence
Boswell, buen conocedor y admirador del teatro de Lope, mostró entonces su disposición a volver a montar El perro del hortelano con actores
españoles. El deseo se ha hecho realidad, lo que nos permite juzgar el
trabajo de dos elencos, uno inglés y
otro español, dirigidos por la misma batuta. Digamos ya que el
español sale airoso de la prueba, lo que debiera zanjar cualquier tipo
de polémica. Es hora de que prescindamos de latiguillos, que, si en otros
tiempos estuvieron justificados, en la actualidad carecen de sentido.
Todas
las virtudes de aquella puesta en escena se conservan intactas. La
interpretación es brillante y homogénea, con la excepción de Blanca Oteyza, que, siendo buena
actriz, no logra superar las dificultades para decir el verso, al que apenas se
ha enfrentado en su dilatada vida profesional. Una escenografía funcional
inspirada en los corrales de comedias facilita el dinamismo de la acción,
mientras el vestuario, en cuyo diseño ha colaborado Lorenzo Caprile, ilumina la grisura del escenario. Todo contribuye
a destacar la brillantez de un texto controvertido por el asunto que aborda y
su desenlace, convirtiendo el espectáculo en una fiesta teatral.
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BLANCA OTEYZA |
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