DON JUAN RADIOFONICO
EL CASTING MAS INTELIGENTE
FOTOS: ANDRES DE GABRIEL (VERSIÓN DE 2004) (TEATRO
ESPAÑOL DE MADRID) |
Llegan
los difuntos y desde el romanticismo se acudía a la cita
Don Juan, el Tenorio. Desde entonces Tenorios
ha habido muchos y los de la farándula, en un momento u otro de
su vida, han interpretado éste u otro personaje:
- Yo es la primera vez
–
corrige Marta Beláustegui – que estoy
ante un texto tan hermoso y tengo la oportunidad de
interpretar a Doña Inés. Estoy emocionada por el
personaje y por estar cerca de tantos actores que admiro.
Marta, habrán contemplado su dulce rostro joven en varias
películas, procede del teatro, pero en el entorno teatral que se
movía no se usaba el Tenorio. En cambio María José
Goyanes, casi es la que más ha vestido los hábitos de
doña Inés.
- He hecho 4 Inés. La
primera con 17 años. Antes la hacían incluso actrices
mayores. La distancia del teatro y el maquillaje
disimulaban la edad.
BÁRBARA LAMADRID |
En el estreno – 28 de marzo de 1844 – Bárbara
Lamadrid interpretaba a Doña Inés.
La Revista del teatro tras calificar la
obra como “El éxito ha sido satisfactorio, no
brillante”, pone reparos a la edad y a lo más
que rellenita de Bárbara Lamadrid. Las
diecisiete primaveras quedaban muy atrás y los
ochenta kilos de peso no evocaban demasiado bien
a la espiritual novicia sevillana.
Pocas representaciones. Vuelve en un segundo
intento. Muchos huecos en el patio de butacas y
cae de cartel. Un texto más para decorar las
bibliotecas. Zorrilla, viendo que nadie
la volvía a subir al escenario, la vende, a bajo
costo, al editor Manuel Delgado. Editada
con varias poesías de Zorrilla, podría
tener venta. Regateo y, por fin, el autor cobra
0cho mil reales |
- Acabo
de sacarle ocho mil reales a Manuel Delgado
– comenta D. José a un amigo
- ¿Le has quitado la cartera?
- Le he vendido la propiedad de Don Juan Tenorio
- ¿Con muertos y todo?
- Sin quitar ni uno.
- Pues has hecho un buen negocio. Porque se drama dio todo lo
que tenía que dar.
- Que no fue mucho; te lo aseguro.
(Arriba el telón, A. Martínez Olmedilla, Aguilar, 1961) |
Ante la tal venta de derechos, esperamos que en este 2005, no se
levante de la tumba para frenar la iniciativa, aduciendo a sus
derechos de autor.
Carlos Latorre había estrenado el Don Juan y la crítica elogió
“su naturalidad”. Actor admirado, tenía un fan en Pedro Delgado
– 16 años cuando Carlos interpreta el Tenorio - , un
universitario llegado a Madrid de La Carolina (Jaén). La vida
bulliciosa y colorista de los escenarios, le hace cambiar su
futuro universitario por las tablas, en compañías de
aficionados. Termina formando Compañía con Teodora Lamadrid y
sus ojos se vuelven hacia el tomo de Zorrilla. Críticos, autores
y el entorno lo ven un disparate. Teodora Lamadrid le advierte:
- Conmigo no
cuentes. No he de hacer el ridículo como mi
hermana, que parecía un colchón vestida de
novicia.
- Eso es lo de menos – le replicó
Delgado – Si tú rechazas el
papel de Doña Inés, otra lo hará
(Arriba el telón, A. Martínez Olmedilla, Aguilar,1961) |
Zorrilla, vendidos los derechos de autor, no percibiría ni un
centavo. A partir de entonces el Tenorio fue una fábrica de
hacer dinero y de sacar de apuros a las Compañías.
- Todas las Compañías
– aquellas compañías de repertorio –
cuando iban mal económicamente, hacían el Tenorio, con el único
fin de hacer dinero y reponerse un poco. El público acudía
–
confirma María José Goyanes
MARIA JOSÉ GOYANES
(DON JUAN, ALFONSO ZURRO) |
El Tenorio se convirtió en una fábrica de dinero pero también en
un rito litúrgico en el día de todos los difuntos. A lo largo de
todos los años se han ido montando diversas versiones y las
actrices de renombre personificaron a la virginal Doña Inés. La
cercanía del Prime Plano en televisión buscó Ineses jóvenes y el
teatro siguió sus huellas. Se prefirió la lozanía de rostro y
estilización de la figura, aunque padeciese el verso. Volver a
una actriz más madura, lo logró Alfonso Zurro.
- La última Inés
– corrobora María José Goyanes – la interpreté
hace dos años. La propuesta teatral partía de un asilo de
ancianos, en el que se plantea el representar el Tenorio. A mí
me toca el papel de Doña Inés. Yo propuse representarla con el
pelo blanco, ya que es una anciana. No pareció oportuno y en la
ficción del Don Juan, que los ancianos representábamos,
volvíamos a la convención de sugerir una Inés joven.
LIO DE SEXOS
JULIA TRUJILLO (BRÍGIDA)
Don Juan (Eduardo Vasco)
FOTO: ROS RIBAS |
Otras actrices, como Julia Trujillo, han interpretado todos los
papeles femeninos, el último fue el de Brígida en una versión
romántica de Eduardo Vasco en:
- He hecho todos los papeles menos el de Abadesa. Como no soy
muy corpulenta ni alta, parecía que no le venía bien al
personaje que tenía que ser grande. Hice Doña Inés muy jovencita
en la Compañía de Alejandro Ulloa. Aquí nadie se enteró porque
la hicimos en América. Ahora hago el escultor.
|
El escultor fue el único papel que interpretó Eusebio Lázaro a
sus diecisiete años y su recuerdo son los nervios que le
asaltaron.
- Para calmarme, comencé a beber de todas las copas que había
sobre la mesa. Después durante mi intervención tuve que hacer
grandes esfuerzos para no hacerme pipí. Me siento muy contento
de que me hayan llamado para un texto que nunca volví a
interpretar. Y esta mezcla de actores me parece fantástica.
Este enfrentar el sexo del actor y el del personaje, no es
nuevo. A lo largo de la historia del teatro, actores y actrices
han gustado de alterar su sexo.
Margarita Xirgú y Sarah Bernhard fueron
Hamlet,
María Asquerino fue Don Juan,
Luis Merlo – abuelo – fue
Bernarda Alba etc…, |
En esta ocasión, además de Julia como Escultor, está
Terele
Pávez como Don Juan Tenorio (Acto VII: Misericordia de Dios).
Según Mario Gas – coordinador y no director de este montaje
don
Juanesco, porque se deja “libertad a cada intérprete en su modo
de entender el personaje” – esta inversión del sexo en los
personajes está en los tiempos más antiguos del teatro:
-
La identificación del sexo con el personaje, que en realidad
es el oficiante en el mundo de teatro, nace posteriormente. De
este modo desintoxicamos el papel de la masculinidad, pero, en
el fondo, no es sino remontarnos al teatro isabelino en el que
todos los personajes, masculinos y femeninos, lo interpretaban
hombres. En nuestro caso los dos papeles masculinos tienen
diversas interpretaciones. El del Escultor está en la línea del
personaje oficiante, y en el caso de Don Juan del último acto
por Terele, es un homenaje a las actrices que han interpretado
papeles de hombres.
En este renunciar al sexo por un tiempo está también el cantante
lírico Rafael Castejón. Su hijo Jesús Castejón es
Butarelli, en
esta versión y cuando comunicó a su padre su intervención en el
Tenorio, le dijo:
- Yo, menos
Don Juan y Don Luis, hice todos los personajes y por
supuesto Brígida.
En este 2005 Brígida no tiene trastocado el sexo. Es
Julieta
Serrano, Charo Soriano y Esperanza Roy, comenta:
- Brígida me encanta el papel y este encontrarnos unos y otros
es lo que más me gusta, pues nos encontramos familiarmente. Es
el casting más inteligente, para ver si este señor
– por
Mario –
nos contrata
– advierte humorísticamente. Yo soy de Madrid y
recuerdo que los de antes se sabían de memoria el Tenorio. Es
una obra estupenda, emotiva, que no se puede aguantar. ¿Quién no
recuerda los versos de Zorrilla?
Juan Margallo es Don Rafael de Avellaneda. En esto del teatro
Juan viene, como de vuelta, y por ello con humor, ante la
interpretación de Terele Pávez como Don Juan reivindica:
- Ya que Terele y yo estamos en la misma edad, yo podría hacer
de Doña Inés.
Este trastoque de sexos, es algo que desde hace tiempo ronda en
la mente de Mario Gas:
-
Tengo en mente hacer una obra con sólo actrices.
Afirmación que anima a las actrices presentes. Es un modo de
tener trabajo, amén de lo interesante que pueda ser el
experimento. El ceño de la parte masculina, obliga,
humorísticamente, a matizar a Mario:
-
Bueno, y luego otra de hombres.
REUNIÓN DE FAMILIA BIEN AVENIDA
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Este juego de Mario, muestra el espíritu de esta convocatoria
para un Don Juan leído, que convoca a muchos intérpretes y de
muy diverso pelaje estilístico:
-
Lo que ha primado en esta convocatoria multitudinaria es la
comisión que me llevo de cada uno de ellos
-
Mario es proclive a
la broma y rectifica, no vaya a ser que caiga en mano de los
literalistas esta observación. - La idea de presentar el
Tenorio
a través de estas lecturas con todo el grueso de la profesión es
significativo. De algún modo es como reunirnos la familia, lo
cual no es posible por tantos diversos trabajos, a pesar de que
se piense que no nos llevamos bien. Es un modo de encuentro. La
única idea es no repetir el mismo elenco. Llamo a la gente
solvente con más o menos experiencia en esta profesión. Los 24
Mihuras programados seguían la misma filosofía, pues reunía a 59
actores. Este tipo de encuentro siempre es fundamental para la
profesión. Pero siempre hay un posible enemigo.
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BUSCAR ALGO NUEVO EN EL TENORIO
Han sido muchos los tratamientos. Una de las atracciones, a
nivel popular, son las apariciones, trucajes en escena, muertos
que se levantan de sus tumbas, ascensiones a los cielos etc…
Todo esto proporcionaba un aspecto espectacular y el verso,
tachado de ripioso y mal verso, por muchos, quedaba disimulado o
se oía con cierta condescendencia. Sin caer en el desprecio
total - desde luego Zorrilla no es Shakespeare -, el texto
mostró su debilidad en la versión de Mauricio Scaparro (2002),
el cual renunció a gran parte de la parafernalia efectista para
centrarse en el texto y nos dimos de bruces con la difícil
recitación de un texto proclive al ripio, que los actores no
consiguieron salvar del todo.
A parte de este valor emotivo entre los cómicos, que apunta
Mario, da la sensación de que hemos llegado a un cierto
agotamiento de la representación del Tenorio.
-
Hay algo de verdad en eso. A parte de orientar el presupuesto
hacia una u otra elección, Don Juan es un texto que tiene dos
posibilidades: o bien acudir a una forma teatral alejada de lo
que ha sido y que se emparenta más bien con la estética del
spot, yo que sé hacer venir un platillo volante o toda la
imaginación que se le pueda ocurrir, o bien repetir,
convencionalmente, como ritual, la trillada puesta en escena. No
me pareció interesante ni lo uno ni lo otro. Lo cual no quiere
decir que otro año volvamos a un tipo de experimento como por
ejemplo montarlo por barrios. No sé.
La diferencia con respecto al año anterior es el contar con
voces nuevas:
-
Les he dejado libertad y por so no soy un director de este
experimento sino más bien un coordinador. Los actores son los
que reinterpretan con su color y timbre de voz los conflictos de
la obra. Importa el poder vibrar con las voces de los actores o
con lo novedoso que ellos puedan ofrecernos. Viene a ser un
homenaje al Teatro Radiofónico, en el que el público vibraba e
imaginaba la acción a través de la voz.
Aunque Mario compare este montaje al Teatro Radiofónico, la
puesta en escena no es la de un estudio de grabación de la
época. Austeros atriles a los que se acercan los actores para
una lectura interpretativa de su personaje y una pantalla al
fondo que retoriza la expresión del rostro del actor en
cuestión.
VARIOS DON JUANES Y VARIAS DOÑAS INESES
Los D. Juan y Doña Inés en esta ocasión son:
Luis Merlo
(Acto I: Libertinaje y escándalo)
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Manuel Galiana
(Acto II: Destreza) |
Juan Diego Boto/Marta Beláustegui
(Acto III: Profanación) |
José Luis Pellicena/Mª Jesús Valdés
(Acto IV: El diablo a las puertas del cielo) |
Ginés Garcia Millán/Maribel Verdú (Acto V: La sombra de Doña
Inés)
Helio Pedegral/Mª José Goyanes (Acto VI: La estatua de don
Gonzalo)
Terele Pávez/MªFernanda D’Ocón (Acto VII: Misericordia de Dios)
La Brígida, uno de los personajes más apetitosos, se la reparten
entre:
Julieta Serrano (Acto II: Destreza)
Esperanza Roy (Acto III: Profanación)
Charo López (Acto IV: El diablo a las puertas del cielo)
Mario califica el Don Juan
-
Como un mito, un rito y una fiesta para todos. Es uno de los
textos más enraizados popularmente y en la profesión, con sus
virtudes y sus defectos. A mí siempre me ha fascinado. Hace poco
hemos asistido al fallecimiento de
Eduardo Haro Teglen y según
su viuda Concha Barral, el texto le gustaba a
Eduardo. Conocía
sus versos y el año pasado asistió al espectáculo con
entusiasmo, a pesar de que el texto se ha tachado de ripioso y
pseudoromántico.
DEL 2000 AL 2004: VARIOPINTOS TENORIOS
Desde el 2000 se han estrenado una serie de Tenorios, en Madrid.
Surgió de una idea de Andrés Amorós. Se trataba de ofrecer los
montajes a diversos directores de diversa estética.
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2000 G.PEREZ PUIG
ABIGAIL TOMEY
J.C. NAYA |
2000 EDUARDO VASCO
GINÉS G. MILLÁN
EVA TRANCÓN |
2001 ALFONSO ZURRO
HÉCTOR COLOMÉ
Mª JOSÉ GOYANES |
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2002 MAURICIO SCAPARRO
BÁRBARA LLUNCH
LUIS MERLO |
2003 A.F. MONTESINOS/ (DALÍ)
PEPE MUNÉ
YOLANDA ULLOA |
A partir del 2004 la propuesta de Mario Gas ha sido reunir a 50
actores. Se siente entusiasmado y contento por la generosidad
que han manifestado.
- Son de distinta procedencia y pelaje. En cada acto se ha
constituido un elenco. Me emociona el ver cómo cada uno aborda
su personaje.
Esta libertad dada a los actores para encarar su personaje sin
una dirección prefijada, se acerca a la definición que Esperanza
Roy dió a este Don Juan 2005:
EL CASTING MÁS INTELIGENTE |
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