FLOR DE OTOÑO
DE JOSE Mª RODRÍGUEZ MÉNDEZ
RECONOCIMIENTO PARA CON
UNA GENERACIÓN DE AUTORES
PERDIDA
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LA CRIOLLA (1930) |
BATACLÁN (2005) (CDN) |
Es texto (1972) tardó en ver la luz, debido a la censura y
también porque no es obra de fácil montaje.
- La obra resultó difícil de construir y de escribir (...)
–
aclara José Mª Rodríguez Méndez, su autor - Pero más difícil
resultaba, quizá, llevar a la escena una maquinaria tan
complicada (...) Por eso, aunque muchos directores habían
pedido montarla, al fin desistieron ante tantas dificultades.
José Mª Rodríguez Mendez, es autor teatral perteneciente a la
generación maldita como lo fue Lauro Olmo, Alfonso Sastre,
Martín Recuerda… Los últimos coletazos del franquismo, pero aún
con la censura con las armas en ristre. Viene ahora al Centro
Dramático Nacional en la temporada de 2005- 2006 y el telón se
levanta él, siguiendo la línea que ha tomado Gerardo Vera –
director del Centro Dramático Nacional - de reivindicar un
teatro que, injustamente, fue olvidado por diversas razones,
sobre todo ideológicas. |
RODRÍGUEZ MÉNDEZ, LAURO OLMO,
J.M. MARTÍN RECUERDA
FOTO: ARCHIVO RDZ.MÉNDEZ |
- Flor de Otoño, viene al María Guerrero como reconocimiento a
esa generación realista y a hacer justicia a un autor que ha
sido poco representado y que la temporada pasada obtuvo el
Premio Max. Quiero dar especial importancia al reconocimiento de
un autor comprometido y necesario así como exponente de toda una
generación. Es justicia el recuperarlo. Viene unido a un
director nuevo
– Ignacio García - que tiene mucho talento. Me
gustan estas uniones. Y visto el resultado, tengo que decir que
este binomio ha dado un espectáculo interesante.
El resultado lo valora el propio autor, a raíz de los ensayos
como:
- Digo la verdad. Estoy muy emocionado. He visto grandes Flor de
Otoño, por ahí, pero esta versión tiene contundencia. Representa
bien el ambiente de los años treinta y el anarquismo del barrio
chino. Los 22 actores, casi tantos como los que hay en la obra,
me resultan maravillosos. Son estupendos. Poseen un nivel
maravilloso que convence a cualquiera.
Hay una satisfacción por poder levantar el telón de esta obra en
el Teatro María Guerrero, con el cual José Mª ha tenido sus más
y sus menos:
- Con el
Teatro María Guerrero he tenido mucha vida secreta. Ha
habido una enemistad profunda hasta el punto de quererlo quemar.
Pero también de amistad. Con Gerardo Vera vuelvo a la fase de
amistad. Y lo agradezco de veras. Me siento como en mi casa en
este María Guerrero.
Sus relaciones con el Teatro María Guerrero fue como traductor
de El veneno del teatro, y como apuntador de sesiones de cámara.
Pero nunca con un protagonismo como el de este estreno. Aunque
satisfecho de que se haya elegido esta obra para abrir
temporada, piensa que:
- También me gustaría mucho que se montasen otras obras. Me pasa
lo mismo que a Buero Vallejo, que un día me decía: “Siempre
Historia de una escalera. También es verdad que cuando se
recurren una y otra vez a la misma obra, quiere decir que está
viva”. Pues me sucede lo mismo.
UNA GENERACIÓN PERDIDA Y HALLADA
JOSE Mª RODRÍGUEZ MÉNDEZ
FOTO: ROBERT MURO |
Los jóvenes que comenzaron a escribir en la época franquista,
poco tenían que ver con los autores reconocidos en los años
cuarenta y cincuenta. Es una generación de dramaturgos que no
pudo estrenar en su época y en las décadas posteriores quedó
también relegada.
- Hemos estado perseguidos. En la época franquista era
impensable poder representar. Si se consiguió subir al
escenario, las obras fueron mutiladas a mansalva. Fue época de
una política teatral muy confusa. Algo de todo eso reflejo en mi
libro Incultura teatral, en el cual advierto de la poca gente
que entiende de teatro.
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Eliminada la censura con la democracia, la tragedia fue mayor
porque todas las ilusiones y expectativas quedaron frustradas
para esa generación:
- Quedamos anticuados y también nos apartaron de la circulación.
Lo que sucede es que el autor de teatro de verdad, siempre
estará en condiciones difíciles, pues el teatro es crítica de
costumbres sociales. Sucedió en la época de
Lope y en la de
María Guerrero, la actriz. Siempre ha sido mal mirada la gente
del teatro. Los de la farándula deben dejar cualquier tipo de
norma y lanzarse a lo que el arte le pide. Hemos sido bastante
críticos, digo yo, vamos.
Ignacio García (Madrid, 1977), aunque Gerardo Vera lo ha
presentado como un director nuevo y joven, no obstante posee un
suficiente currículo como director. También posee estudios
musicales, lo que le ha llevado a selección y adaptaciones
musicales para obras que ha dirigido y para montajes de otros
directores. Este conocimiento musical le ha llevado a la
dirección escénica de obras líricas. Uno de los últimos títulos
fue la zarzuela de Pablo Sorozábal: La eterna canción (julio
2004 y respuesta en julio de 2005). En el 2003 recibe el Premio
José Luis Alonso para jóvenes directores de la Asociación de
Directores de Escena de España y desde el 2004 es Adjunto a la
Dirección Artística del teatro Español de Madrid.
Las diversas versiones teatrales de la obra y la película, están
ahí y es inevitable hacerse una pregunta: ¿Ha pasado el tiempo
sobre esos montajes y sobre el mismo texto?
-
Todo pasa
- afirma Nacho (los
allegados le llaman así) -,
pero es una experiencia
acumulada. Nosotros hemos
tomado, prevalentemente, el
texto como referencia y hemos
respetado su sentido profundo.
Ha habido ciertos ajustes para
adaptarlo al modo de contar la
historia. Ahora se hace el
teatro de otro modo. Lo que sí
hemos intentado ser honestos con
la historia. Nos hemos valido
del material humano del texto y
de los actores que son otras
voces y por lo tanto nos llevan
a otro lugar teatral. Quisiera
resaltar que he contado con
intérpretes admirables,
generosos y enérgicos. Todo lo
que hay sobre el escenario
responde a esa idea de energía.
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FLOR DE OTOÑO
CARLOS PERIS (1982)
(VERSION DEL PRINCIPAL
TEATRE DE VALENCIA) |
El texto se escribe en 1972 y cuenta una historia de 1930. Se
trata de una historia antigua que en 1972 podría tener otro
sentido y que ahora en el 2005, carga con el peso de 1930 y
1972.
- Es cierto que no estamos en ninguno de esos años – confirma
Nacho – pero es impactante el ver cómo a un joven abogado no se
le acepta en otro ambiente y por lo tanto siente la necesidad de
sentirse libre. Es una historia tremenda que en su huída del
ambiente ortodoxo, le lleva al paredón. Es una historia enérgica
que nos e puede contar a medias. Para mí lo más importante son
los seres humanos que surgen a través de esa historia. Por eso
nos hemos fijado en el componente humano y en el texto.
La versión pertenece a Mª José García – hermana de
Nacho -,
autora de otras versiones: Sor Juana Inés de la Cruz, Los
empeños de una casa, la adaptación de la obra de Oscar Wilde
La
balada de la cárcel de Reading. Habitual colaboradora de su
hermano – Los empeños y La balada fueron dirigidos por
Nacho -,
su versión recibe la bendición del propio autor:
-
Mª José y
Nacho, han respetado el texto enormemente. No le han
quitado ni añadido nada. Algo que no es habitual. En esta obra
se ha entrado a tajo, en otros montajes. Es algo que he tenido
que soportar. Aquí no. Cuando voy a un estreno me lo espero
todo. No suelen ser buena las relaciones entre autores y
directores.
Rodríguez Méndez replantea el eterno problema: texto como
pretexto para muchos directores o la elaboración de una
dramaturgia, diversa de la del autor. Y aquí hay de todo:
autores que permiten libertad y otros que no toleran la
alteración de una coma. En esta ocasión no hubo necesidad de
retar a un duelo:
-
Quiero volver a resaltar la fidelidad de
Nacho. También
aprovecho para agradecer y valorar la traducción maravillosa que
se ha hecho de este texto en Nueva York. Y con respecto a lucha
entre directores y autores hay que ir hacia la paz. Basta ya de
guerras. Sin la armonía no se logra nada.
LA FRIVOLIDAD, LA GRAN TENTACIÓN
El elemento de cabaret, barrio chino, travestís, plumas y demás
lentejuela llevan a cargar las tintas en ese aspecto, porque
también es un modo de que el público se entretenga o alimente su
morbo interior con respecto al mundo de la noche prohibida (hoy
ya muy desmitificada).
FLOR DE OTOÑO,
T. ARTENBRUT, 2003
(BARCELONA) |
-
No existe tal
elemento frívolo
– corrige
Rodríguez Méndez.
Nunca ha existido.
Otra cosa es que se
ha insistido de modo
especial en algunos
montajes. En este
caso se deja de lado
el folklore gay para
meterse de lleno en
el mundo dramático
de la
homosexualidad.
-
Lo que nos ha impresionado
– advierte
Nacho - es ver cómo ese
personaje de una clase social alta, se mete en los bajos fondos
de la sociedad para buscar su propio yo. Es en eso en lo que
hemos querido profundizar. Al mismo tiempo el cabaret es un
lugar en que todos: obreros, alta sociedad…, van a buscar la
alegría. El barrio chino es un lugar para algo de conjunto.
-
Y se ha logrado
– rubrica
Rodríguez Méndez.
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FELE MARTÍNEZ, LA ÚLTIMA FLOR DE OTOÑO
En esa teoría de las uniones que mantiene Gerardo Vera, está
también contemplado Fele Martínez. En esta ocasión la unión
consiste en traer a un actor de cine a las tablas y hacer que
rivalice con los de teatro de siempre: Jeanine Mestre, Maruja
Asquerino, Francisco Piquer…
Lo conocimos en la película revelación del joven Amenábar:
Tesis. A partir de entonces bastante cine y premios: |
FELE MARTÍNEZ
FOTO: MERCEDES RODRIGUEZ |
1996:
1997:
1998:
2004:
2004: |
Premio Goya a la Mejor Interpretación Mas culinapor Tesis (Amenábar).
Premio al Mejor Actor del Festival de Elche por Pásala (Aguirresarobe).
Luna de Valencia al Mejor Futuro de Cine en Cinema
(Jove de Valencia).
Faro de Plata en el Festival de Alfáz de Pi.
Premio Mejor Actor, Festival de Fort Lauderdale (USA), por
La mala educación. |
- Me ha resultado un trabajo muy intenso
– aclara
Fele - y una
relación muy buena con el director. Y puedo decir que hablo en
nombre de todos. Nos ha permitido buscar a cada uno su personaje
hasta intentar un consenso con lo que quería. Mi personaje de
una parte íntima, la familiar, y que conjuga con el mundo del
cabaret y otra de mayor conciencia social, a pesar de pertenecer
a la clase alta burguesa de Barcelona. No pierde su conciencia
social como los que trabajan de sol a sol. Se siente
identificado con ese ideal. Es un personaje, pues, que tiene
muchas capas y hay que diferenciarlas y profundizarlas.
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El es Flor de Otoño que viste plumas en el cabaret y se sube a
unos tacones, al mismo tiempo que atenta contra el régimen
político imperante:
- He intentado hacer lo que hacen las mujeres. Depilarse y
subirse a los tacones. Y pienso que es una barbaridad, aunque
reconozco que ellas quedan muy bien. La experiencia me ha
encantado.
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UNA BARCELONA POETICA
Aunque se ha respetado la época, los años treinta, se ha
intentado un realismo poético.
- Existía el peligro de caer en un costumbrismo profundo
–
advierte Nacho - y de eso es lo que hemos intentado huir. No es
fácil porque es obra de costumbres. Hemos intentado poetizar esa
Barcelona fabulosa en la que convivían movimientos sociales
diferentes. Hemos querido respetar a todos: la alta burguesía no
aparece despreciada sino vista bajo el prisma de la ironía.
Aquellos burgueses eran sinceros y creían en lo suyo: el
ensanche, el modernismo etc… Después vemos lo que ha costado
desde la parte de los obreros.
Nacho, reconoce, que
- Me siento deudor de
Piscator,
Brecht, las artes visuales y la
necesidad de la música en directo. Y hay muchos elementos de
ellos en este montaje. En el mundo del cabaret se recurre a
cuplés de la época. Unos de tipo doméstico y otros más de tipo
social de los años 20, que canta como cupletista
Trinidad
Iglesias. Con esos cuplés de corte social intento recuperar el
sentido social de la canción y crear un cierto distanciamiento
brechtiano.
Una intención es ver la historia colocándose en los ojos de cada
uno de los personajes y su clase social: burgueses, anarquistas
y barrio chino.
Uno de los retos es la variedad de ambientes escenográficos. Eso
siempre ha dado miedo a la hora de montar el texto. En esta
ocasión las escenógrafas Cecilia Hernández Molano y Natalia de
la Torre han recurrido a una escenografía simple pero evocadora.
Se va desde las vidrieras modernistas a las rejas de Monjuitch.
El mismo criterio se ha seguido en el vestuario, diseñado por
Rafael Garrigós.
MARÍA ASQUERINO,
VUELVE A CAER EN LA TENTACIÓN
EL BATACLÁN |
La temporada anterior con Roberto Zucco, María Asquerino se dejó
tentar por Gerardo Vera y rompió su promesa de dejar la escena.
Volvía porque se lo pedía Gerardo, por el montaje y porque era
un papelito tan corto... Pero es reincidente, porque ahora
vuelve a caer en la misma tentación: seducción de Vera y
papelito corto.
- Estaba un poco retirada y cansada del teatro. Pero
Gerardo
Vera me tira de los pelos y aquí estoy.
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Le ha vuelto a tocar un papel de alguna manera similar al de
Roberto Zucco. Allí una Madama. Aquí La del guardarropa de ese
cabaret. Vamos, que siempre se mueve en ambientes turbios. En su
larga carrera cinematográfica también era la mala, la vampiresa.
Incluso en la inocente película Teatro Apolo, que recorría el
mundo de la zarzuela en ese coliseo, también era malilla al ser
la soprano arribista que le quita el marido – sólo amantes – a
la sufrida soprano anterior (Mª de los Ángeles Morales).
Jorge
Negrete era el que caía en sus redes.
- Me gustan esos personajes
– afirma. Éste es un papel frívolo,
pero es amiga de Flor de otoño. Se quieren. Intuye que puede
pasar algo. Además la obra me recuerda la guerra de pequeña y
esto me gustó. Aunque la época que refleja la historia es al
revés. Termina la Dictadura y viene la República. En cambio en
nuestra guerra quien vino fue Franco. Mi papel es muy cortito y
muy bonito. Hablo un poco catalán y eso me divierte y me gusta.
Cuando termino me voy entre el público y veo a los milicianos y
demás y me recuerda mi infancia. A la gente de mi edad les va a
emocionar mucho.
Abunda en la línea de amabilidad en el trabajo entre unos y
otros y con respecto a Nacho resalta su saber teatral y:
- Es muy afectuoso y no te grita. Estoy muy contenta.
Para José Mª Rodríguez Méndez este Flor de otoño sobre el
escenario del Teatro María Guerrero ha supuesto una buena
experiencia:
- Hemos vivido mucho juntos. Gracias por la parte que me toca.
Gracias a todos y al público Bienvenidos.
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