LAS MIL Y UNA NOCHES
Las
mil y una noches es libro que pertenece al patrimonio de la
humanidad, por así decirlo. De una u otra forma, niños y grandes
lo conocen. Holliwood fue pródigo en usar sus cuentos para
versiones de aventuras y efectos especiales, en lo que se ha
llamado cine infantil o de toda la familia.
IL FIORE DELLE MILLE E UNA NOTTE
(PASOLINI) |
Pasolini nos desveló en Il Fiore delle Mille e una notte
(1974) algunos de los tales cuentos que los asimilan mejor los
adultos. Pude asistir a su estreno en Milán, Pasolini incluido.
Presentó el film y tuvo alabanzas para aquella cultura y para
los lugares en los que filmó su versión. Precedía un documental,
realizado por él mismo, a través del cual recorríamos ciudades y
paisajes rojizos de adobe: los mismos lugares en los que
sucedían sus historias. Después vendría el film, totalmente
insólito y original para aquellos años. Se excedía en el desnudo
frontal masculino - tabú en la época, no así el de las señoras
-y ello fue lo que, al final del film, llevó a exclamar a una
elegante señora de la burguesía milanesa, sentada a mi lado, con
esa elegancia y distanciamiento que Luis Buñuel nos muestra en
su película El discreto encanto de la burguesía:
- Il Fiore delle Mille e una notte, no lo só, ma
Il cazzo e i
Mille cazzi, veramente.
PIER PAOLO PASOLINI
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Pasolini abría las páginas del libro por otros cuentos que no
eran Aladino, Simbad el marino y narraciones de ese estilo. La
sensualidad y la sexualidad acampaban aquí y allá. Seguía la
línea erótica festiva de Decamerón y Los cuentos de Canterbury.
Toda la picardía y goce de los sentidos estaba ya en Oriente. Al
fin y al cabo, los cuentos europeos y su modo de hilvanarlos
narrativamente - a modo de río con sus afluentes - procedían de
la antigua cultura oriental. Il Fiore... era el tercer y último
capítulo
de la Trilogia della vita, comenzada con Decamerón y
Canterbury.
Todo esto viene a colación, porque Els Comediants se ha atrevido
con Las mil y una noches, eligiendo cuentos emparentados con los
de Pasolini y con la orientación sensual y erótica del cineasta
italiano.
- Te prometo que no miré el guión de
Pasolini
- me confiesa
Joan
Font, adaptador, dramaturgo y director de esta versión - cuando
adapté los cuentos. Después sí que lo leí y he comprobado que
coincidíamos en la elección de lo cuentos y su orientación. Lo
que sí vimos fueron series americanas. Sin embargo esta versión
teatral es más de Pasolini que de ningún otro. De él me fascina
los pasajes tan sensoriales, además de los personajes.
Versión teatral, además de las adaptaciones infantiles, había
exisitido. Hacia los años cuarenta del siglo XX apareció
Francisco Rambal con un teatro de gran formato y de tipo
historicista en que primaba el espectáculo y los efectos
especiales: telones que subían y bajaban, transparencias para
las apariciones, animales en escena etc... Venía a ser el
Holliwood teatral. La elección de textos se guiaba por aquellos
que podría proporcionar la fantasía y la magia escénica: Miguel
Strogof, Ben-hur, La vida de Cristo, Genoveva de Bravante, La
conquista de Granada, Las mil y una noches ... etc.
LAS MIL Y UNA NOCHES,
LIBRO DE CABECERA.
La versión teatral de Joan Font, poco tiene que ver con esa
grandielcuencia externa:
- Se puede decir que Las mil y una noches es mi libro de
cabecera y de Els Comediants. Lo hemos utilizado como materia
prima para la improvisación, tratamiento de personajes, pero
nunca se nos ocurrió llevarlo a escena.
La chispa saltó con la guerra de Irak y una noticia: el incendio
de la Biblioteca Nacional de Bagdad.
- Yo soy un amante
de los libros. Tengo una gran biblioteca. Con el
holocausto de aquella guerra, que, como todas, nunca
tuvo que ser, desaparecieron varios libros. Y lo que
son las ironías de la vida, era el año del libro. En
lo que se ha llamado el “biblioholocausto” han
desaparecido más de un millón de libros, a los que
hay que añadir los 2.200 manuscritos antiguos,
quemados o desaparecidos, de la biblioteca Awqaf y
los dos millones de documentos del período otomano y
republicano del Archivo Nacional de Iraq. No es
nueva la destrucción de bibliotecas por la mano el
hombre. Como no lo es el coraje con el que algunos
quieren preservarlas.
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La idea de preservar es la que ha guiado a Els Comediants. Por
otro lado entre los libros quemados hay miles de ejemplares de
Las mil y una noches.
- ¿Por qué no fabular
- pensó
Joan Font y el grupo - sobre la
posible peripecia de un grupo de personas reunidas en un espacio
indeterminado para salvar ejemplares de ese mismo libro,
contándose los unos a los otros las historias que contiene? ¿Por
qué no pensar que mientras alguien recuerde la historia, ésta
existe?
La narración teatral parte de la desolación del incendio: la
Biblioteca quemada, deshecha, andamios por todas partes. Un
panorama desolador. Aparece un personaje que ha salvado de la
quema Las mil y una noches. El esquema que se sigue es el del
Decamerón, Cuentos de Canterbury etc... en el que se van
hilvanando los distintos cuentos. En este caso al mismo tiempo
que se trabaja en la reconstrucción de la Biblioteca o por la
noche se vigila para evitar el saqueo, se plantean el contar los
cuentos.
Se comienza con la primera narración de destrucción y muerte:
Shahrasad (Sheresade), la hija del visir, decide buscar una
solución a la ira que embarga a Shahriyar, que el verse
traicionado- junto con su hermano - por las respectivas esposas,
ha tramado un plan de venganza contra las mujeres. Cada noche
posee a una doncella y la mata al amanecer. Shahrasad, tras
hacer el amor, comienza a contarle un cuento que el despuntar
del alba interrumpe. Así se alargan noches y noches, evitando la
masacre.
- Es, en el fondo, un homenaje a la palabra
- comenta
Joan Font
- pues hay muchas versiones ya que provienen de la tradición
oral. Hacer Las mil y una noches sería pretencioso. No lo
pretendemos. Nos interesa ver cómo esa mujer, Shahrasad, con la
palabra es capaz de destruir el terror.
Se han elegido los cuentos meno conocidos, evitando Aladino,
Alibabá y los cuarenta ladrones, etc...
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- Queríamos un
lenguaje más profundo. Hay una serie de temas como
son el abuso del poder, el viaje, la infidelidad, el
mundo barroco, los mitos, las leyendas todavía
vivas, la sensualidad, la sexualidad, el destino, la
violencia, el placer... en definitiva es un libro en
que queda retratada la realidad del ser humano.
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La historia se termina como ha empezado.
TRES NIVELES PARA EL ESPACIO ESCENICO
El espacio escénico se ve obligado a deambular por tres niveles:
el contenedor de lo quemado que con la palabra toma color;
Shahrasad con el rey, y el espacio de los cuentos.
Frederic Amat - pintor, pero con un pie en la escenografía del
Teatro Lliure (Lluis Pascual) y también con Cesc Gelabert:
Zum-Zum-ka (1988) para el 48 Festival de Música y Danza de
Granada - es el artífice del espacio de estas Mil y una Noches.
Viejo amigo de Joan Font, nunca había colaborado con Els
Comediants.
¿Cómo crear el tapiz de esos cuentos que van hacia tantas
direcciones y tan embrollados?
¿Cómo sugerir en un escenario teatral los ambientes de diversa
trayectoria temporal de los zocos de Bagdad y que se han
copilado en El Cairo en el siglo XV?
¿Cómo evocar la fragancia exótica oriental?
¿Cómo ignorar el más reciente y bélico relato de Shahrasad que
hoy nos trastoca? |
Estas y otras preguntas surgieron en la cabeza de Frederic. Un
primer trabajo consistió en ir tomando notas, esbozos, imágenes
gráfica de la prensa, reproducciones de miniaturas persas o del
Rajasthan y
- El material
fotográfico de mis periplos de viaje a Oriente (la
India). De ahí surgieron unos dibujos a tinta, a
veces. Como sinuosas caligrafías. Otras, como negros
esqueletos de ruinas. Al revisar todo ese material,
me llamaron la atención de una manera especial unas
fotografías de la destrucción y saqueo de lo fondos
bibliográficos de la Biblioteca Nacional de Bagdad,
en abril de 2003. No podía dejar de lado la visión
de estos desolados escenarios de anaqueles de ceniza
y montañas, de libros ennegrecidos por el fuego como
escombros y cascotes de una ruina de la memoria.
Parece ser que la historia de lo libros ha ido
siempre acompañada de su aniquilación y conviene
recordar ahora una cita, que anotaba el escritor
Juan Goytisolo
extraída de Las mil y una noches:
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“El más hermoso jardín es un armario lleno de libros”
Surge así un escenario que es un calcinado retablo, en donde se
suceden las historias. Nueve actores a base de telas, máscaras,
objetos cotidiano o imaginados van creado el cromático mosaico
de los cuentos.
MÚSICA ORIENTALIZANTE.
La música está omnipresente en todo el espectáculo. Se ha
encomendado al laudista kurdo Gani Mirzo (Qamiche, Siria), que
actualmente reside en Barcelona. Es director del Área de Música
Oriental de Taller de Músicos e imparte clases maestras por toda
España. Un gran conocedor de la música oriental y de sus
prístinos instrumentos.
- Era importante
- aclara
J. Font - que no fuera un tipo de
música historicista. Queríamos que solamente evocara lo
histórico de modo muy simple. Sí debería dar un cierto clima y
sabor oriental, construido por árabes. Para evocar ese ambiente,
Gani ha recreado la atmósfera de la obra a partir de
instrumentos similares a los originales de la época en que se
escribieron los cuentos.
La partitura se compone de melodías sugeridoras de paisajes,
viaje hacia el oriente y sonidos que transmiten el horror de las
guerras de inspiración oriental. También hay incursiones de
flamenco, jazz, ritmos y danzas de los kurdos y de oriente
medio.
ACTORES JOVENES PARA ESTA VERSIÓN
La interpretación corre a cargo de actores muy jóvenes:
- Fueron jóvenes los que guardaron los libros en pozos, casas
particulares... Esto forma parte de la reflexión que hemos
querido transmitir en este espacio y tiempo de rotura: la
imaginación y el sueño es el antídoto contra la barbarie, la
violencia y la destrucción.
Siendo el incendio motivado por la guerra de Irak el punto de
partida, de uno u otro modo la invasión americana está presente:
- Está presente en esa invasión del mundo exterior al interior.
El dejarnos sin memoria es el ataque de los americanos. Es un
peligro para un pueblo e que se quede sin memoria: museos
nacionales destruidos y saqueados, monumentos derribados,
bibliotecas incendiadas... Pero también es la reflexión sobre lo
fácil que es la destrucción y lo largo y costoso que es el
crear. Supone ingenio, dinero, personas... y para destruir basta
un cuchillo. Votamos por la creación para que se sepa la vida.
La producción del espectáculo ha sido lenta. Primero fue la
lectura del texto. Había que encontrar el hilo conductor. Se
tenían las noticias de los periódicos.
- Podría decirse que partíamos de tres hechos:
Las mil y una
noches, la biblioteca quemada y lo jóvenes en su afán de salvar
la memoria cultural. Cuando arremetimos con la música, no nos
era fácil mezclarla con la acción, ya que poseía otro ritmo y
otras cadencias. Para los propios actores el espacio escénico
era complicado pues ese crear los zocos, las plazoletas y
calles..., se traducía en bajadas y subidas.
Esta obra rompe un poco con la línea de Els Comediants:
- Es un paso en otra dirección ya que está el texto explicado y
no escrito. Textos de libros ya los hemos tocado en El Libro de
las Maravillas y La Flauta Mágica, pero sólo era puntualmente.
Aquí hemos creado una dramaturgia simple pero que es doble: se
parte de un hecho actual y se va hacia el texto de Las mil y una
noches.
RESTITUIDA LA ECONOMÍA
DEL GRUPO ELS COMEDIANTS
Els Comediants pasaron momentos difíciles en su economía y
entraron en la vorágines de denuncias, acreedores, abogados y
tribunales:
- Ahora estamos bien, después del atascón administrativo que
hemos tenido. Tenemos mucho trabajo y felicidad porque el
público e instituciones han respondido al sello
Comediants.
Hemos salido del atolladero y ahora toca otra reflexión, otra
etapa. Los momentos difíciles terminan por darte más fuerza.
Somos felices por haber sido fieles a nuestros principios:
adaptarnos pero no variar la línea central. Felices, también,
porque hemos viajado por todo el mundo: Países Nórdicos, Italia,
Países Árabes y lugares a donde nadie ha ido.
UNA PROMETEDORA GIRA
Las mil y una noches se estrenó - en versión española - en
Córdoba, siguieron Siracusa y los Veranos de la Villa en Madrid.
La versión catalana se estrenó l 12 de agosto en el Festival de
Perelada.
Joan Font, con este espectáculo pretende expresar que:
- No hay crimen mayor que el que se comete contra una cultura de
un pueblo. Borrar deliberadamente las huellas de una
civilización es un crimen vergonzoso, pero hacerlo por intereses
bastardos, disfrazados de ideales democráticos es un crimen
contra la humanidad. Mirar hacia otro lado es olvidar nuestros
orígenes y dejar que esta indignidad pueda volverse contra
nosotros.
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