CARTEL: GUINOVART |
EL
MAESTRO
De
Jean-Pierre Dopagne
ENCUENTRA SU AULA
EN EL
CENTRO CULTURAL DE LA VILLA
Del 2 al 27 de Febrero
ABEL VITÓN, ES “EL PROFE”. |
INEXPLICABLEMENTE, UN MODÉLICO PROFESOR
COGE UNA METRALLETA Y SE CARGA A MEDIA CLASE |
La noticia, más o menos en estos términos, saltaba a las páginas
de los periódicos hace unos doce años en Bélgica. Nadie sabía
explicar su comportamiento y menos imaginarse que se llegara a
este extremo
- “Se trataba de un profesor fantástico con una familia
maravillosa y quienes lo conocían lo consideraban un profesor
modélico. Cómo había llegado a ese extremo era una verdadera
incógnita”.
Es Abel Vitón quien habla. Él se encarga de ser “el profe” en un
monólogo que Jean-Pierre Dopagne, su autor, ha titulado El
maestro.
- “La anécdota, para nada imitable por parte de los profesores,
sirvió para construir este personaje, sacarlo de la cárcel y
condenarlo a ir por las escuelas contando su historia. Esta es
la gran virtud del teatro: trascender la anécdota y a partir de
ella reflexionar sobre el mundo de la enseñanza y la violencia
que, en estos últimos años se ha ido generando”.
El tema, pues, es el pan de cada día en las escuelas.
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- “La
historia de este profesor es como la de
cualquiera que accede ilusionado al mundo de
la enseñanza. En principio va a ejercer la
profesión más honrosa y, desde ese punto de
vista, es un canto a la enseñanza. Pero todo
se tuerce con el hecho acaecido. Tal
experiencia primera no es exagerada y
tampoco la amargura hasta llegar al hecho.
Los profesores que la han visto se sienten
identificados y cuando hablas con ellos te
comentan: “es mi
vida”. Esto explica que este texto se
haya mantenido en Francia 4 años”.
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El decorado es muy simple. El protagonismo escénico es una
pizarra. De ahí que la Sala II del Centro Cultural de la Villa
de Madrid, sea el adecuado. La cercanía del escenario, su
espacio reducido puede ser muy bien el estrado de un aula
escolar. Por ello también, en algunas ocasiones, un aula escolar
ha servido a Vitón para interpretar su monólogo.
- “Lo hemos hecho en Institutos y pienso seguir haciéndolo. Es
muy hermoso. A la representación de la obra seguía un coloquio
en la clase con alumnos de 15 ó 16 años. Con los más pequeños
no, ya que el coloquio puede resultarles aburrido. Ese coloquio
era rico, rico… Son sorprendentes las conclusiones a las que
llega la gente joven. Por ejemplo es frecuente este tipo de
reflexión:
“Yo no era consciente de que los profesores lo pasaran tan mal”…
“La clase me interesa, pero mi compañero me impide seguirla”…
- “Espero hacerlo más y proyectarlo en todas las partes donde lo
pidan”
A partir de ese hecho histórico surge un tema esencial hoy en
día: la violencia que se genera en las aulas, tanto entre los
estudiantes entre sí, como entre el profesor y los alumnos.
Actualmente hay una atmósfera enrarecida que hace muy difícil
ejercer esa profesión y sobre todo tomarla con ilusión o con la
convicción de que se está haciendo algo valedero.
La obra, a pesar de ser una tragedia, esta narrada desde el
punto de vista del humor e incluso con cierta ironía. Ello hace
que las reacciones del público varían, según de dónde proceda. |
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- “Si es gente de la enseñanza reaccionan mediante la carcajada
o el pequeño grito histérico. La obra les sirve como catarsis,
como la liberación de una presión a la que se sienten sometidos.
Por el contrario, si el público no son enseñantes, sino que
proceden de otras profesiones u otros entornos, lo viven como un
drama terrible y como una tragedia. Para mí, como actor, esto me
supone sugerencias muy curiosas”.
Jean - Pierre Dopagne, el autor, es un profesor de literatura
ejerciendo su enseñanza durante 15 años. Ello proporciona al
monólogo un tipo de lenguaje, unos giros y un describir el día a
día de las aulas que crea una complicidad con los espectadores
procedentes del mundo de la enseñanza y sobre todo con el
profesorado. El texto, tan representado por fuera, ya estaba muy
probado no obstante Ábel prefirió tener algunas referencias.
- “Di a leer el texto a mucha gente de la enseñanza y todos
coincidían. Estaba bien. Sólo me sugirieron un retoque temporal
en el texto. Había que corregir la frase: “Esta tarde no volví a
clase”. Actualmente las clases sólo son por la mañana”.
LA METRALLETA:
EL S.O.S. DE UN NAUFRAGIO PERSONAL
El personaje es un profesor de literatura, que se encarga de
llevar a sus alumnos al teatro. Ello da pie a desarrollar un
discurso paralelo: ¿para qué sirve el teatro y la literatura y
qué importancia tiene en la gente en su quehacer diario?
|
-
“Por eso el tema visto
teatralmente, transciende no
solamente la anécdota sino
incluso la misma profesión de
“maestro” que cuenta este
monólogo. Afecta pues a todos:
actores, profesores, gente
corriente. Cuando uno tiene una
profesión, piensa que ésta sirve
para algo. Todos comenzamos con
buenas intenciones. Después el
día a día hace que se vayan
degradando esas grandes
ilusiones y se hace algo que
nada tiene que ver con lo del
principio. La enseñanza tiene
mucho que ver con la
agricultura. En las dos hay una
simiente que se siembra y
después crece. El problema es
ver lo que crece. Algo de esto
es lo que le sucede a este
profesor. La metralleta, nada
aconsejable, sí es significativa
ya que es un grito de alarma
denunciando que están pasando
cosas. Es un S.O.S:
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“SEÑORES, ESTO NO ES COMO DEBE SER”.
Abel Vitón enumera casos reales de esos S.O.S.:
En Irún un alumno se suicidad, presionado por las agresiones de
sus compañeros.
Son continuas las denuncias de profesores
agredidos por los alumnos.
En una ocasión un profesor tiró a un alumno por la ventana… |
Cuando se dan esos actos, a veces esperpénticos, lo importante
no es el hecho en sí que siempre es una situación límite sino
cómo se ha llegado a ello.
- “La pregunta que hay que hacerse es
¿Cuál es el clima para que
se de esta situación? Pero ello va más allá porque la situación
creada no es sólo un reflejo del colegio, sino el de una
sociedad”.
EL COLEGIO:
UN LUGAR DONDE LA FAMILIA DESCARGA AL NIÑO
En el desgranar de las palabras, surge un tema importante, el
papel de la familia en toda esta situación, como pieza
importante de la formación del alumno.
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-
“La educación no está en el
colegio solamente, sino
también después de su salida
sigue en la familia, en los
medios de comunicación etc…
Por ello, el monólogo
termina por ser un canto a
la cultura y a la formación
íntima de cada persona. Es
una apología de la cultura,
del saber, de la tolerancia.
Y esto no se enseña
solamente en el colegio. Hay
padres que sueltan a su hijo
en el colegio, para que se
lo eduquen. Y ahí se queda.
Las excusas son varias:
“Yo no
sé”, “No tengo tiempo” etc…
Y ahí es donde está la
equivocación. En todo el
proceso de la formación de
un niño lo único importante
es la educación y la
cultura. Es lo único que
queda.”
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Abel insiste en que se trata de un texto muy humano y visto
desde la ironía y el humor.
- “Todo el discurso resulta muy divertido, por eso es un
espectáculo entretenido. Ese humor que desprende el texto
permite decir cosas muy crudas y que impacten. Por otro lado,
tampoco se culpabiliza a nadie. Estamos todos en esa
culpabilidad. Empezando por esos padres que no permiten que a su
hijo se le haga nada y siempre ponen al profesor como culpable.”
La obra plantea el tema, sin pretender dar soluciones. Pero
contra esta exigencia de que el teatro dé soluciones, que
algunos espectadores siempre piden, Abel se rebela:
-
“La labor del teatro es exponer una situación. Plantea
preguntas, pero no tiene respuestas. Creo que los del teatro
hemos cumplido nuestra misión si conseguimos que el público
salga con una pregunta. El teatro sirve para que todo lo que
deseamos como mejor: leer más , crear más zonas verdes, hacer
ciudades más habitables, aprender a ser más tolerantes, formar
seres más humanos… en resumen crear la vida, lo presente en toda
su crudeza. Por eso el teatro, termina siendo un buen lugar para
enriquecerse.”
En la obra, a través de las reflexiones de este profesor que
indudablemente se pone como el bueno de la película, la escuela
y el conflicto surgido, terminan siendo un reflejo de la
sociedad. Es como un microcosmos de lo que sucede en el mundo.
La violencia siempre ha existido y de ahí que ante un hecho tan
insólito como la metralleta o la narración de la violación de
una profesora por toda una clase, surge el momento para
reflexionar sobre lo que está ocurriendo.
-
La violación a la que se refiere el texto, sí ha suscitado
algunos comentarios. Algunos piensan: “aquí te has pasado”.
Piensan que al narrar esta anécdota es un modo de ponerse de
parte de los profesores y de defenderlos como si ellos fueran
los únicos buenos en esta historia. No es así. De nuevo la
anécdota refleja una situación y es esa la situación que
interesa investigar. Lógicamente el que lo cuenta se pone como
víctima, pero el problema que se plantea es que cuando una
persona es tan modélica, ¿cómo es posible que se llegue a una
situación como esa de la violación?
El maestro, pues, a partir de unos hechos concretos (la
violencia en las aulas), un espacio concreto (la escuela)
pretende, bajo el prisma del humor y la ironía, trascender el
mero pugilato entre profesores y alumnos o bien de los alumnos
entre sí, y llevar el problema del enfrentamiento e intolerancia
hacia la propia sociedad, última responsable de la educación del
hombre.
El tema y la cercanía escénica del público, obliga al actor a
una puesta en escena que día a día, casi se convierte en un
nuevo acto creativo teatral.
- “Y eso es lo bueno de esta representación. Ves qué es lo que
afecta más y lo que afecta menos al público que tienes delante.
Por eso se da un fenómeno muy peculiar, hay casi un paralelismo
entre este profesor y el actor. Lo mismo que un profesor se
comporta de modo diverso según el tipo de alumnos que tenga
delante, así también el actor se ve impulsado a una nueva visión
en cada actuación.”
DIRECCIÓN ATÍPICA: el profe, Joaquín y el público.
La puesta en escena es un trabajo conjunto del propio actor Abel
Vitón y la dirección de Joaquín Candeias. Se trata de una
dirección atípica, en la que Joaquín vendría a ser el primer
espectador para…
- “Ver dónde apretar más o menos, dónde tratarlo con ironía… Lo
que no es, un montaje teatral tradicional, sino que, a partir
del propio texto, ver cómo hacerlo más cercano y entrar en la
complicidad con el espectador. Aunque el ajuste final, lo
termino haciendo, como ya he dicho, cuando me enfrento al
espectador durante las funciones”.
Título: El Maestro.
Texto: Jean-Pierre Dopagne.
Traducción: Fernando Gómez Grande.
Iluminación: Luis Perdiguero.
Vestuario: Adolfo Domínguez.
Producción: Geografías Teatro.
Imagen cartel: Guinovart.
Intérprete: Abel Vitón “el profe”.
Dirección: Joaquín Candeias.
Estreno en Madrid: Centro Cultural de la Villa, Sala II, 2 – II
– 2005. |
Más información
EL MAESTRO de Jean-Pierre Dopagne - Información General
EL MAESTRO - Crítica Teatro
www.madridteatro.net
SALA II |
Centro Cultural de la Villa
Madrid. Concejalía de las Artes.
Jardines del descubrimiento
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