|
AZAÑA, UNA PASION ESPAÑOLA
UN PENSAMIENTO DEMOCRÁTICO PARA
EL DIA DE HOY
EN EL
TEATRO ESPAÑOL DE MADRID
Del 27 al 30 de enero de 2005 |
La
velada en Benicarló es lo que debió haber subido al Teatro
Español. Ese fue le convenio del Teatro la Abadía y el
Teatro Español. Y así se anunció al inicio de temporada
cuando se notificó la programación del teatro de la Abadía. El
que la Velada, se haya quedado en el cajón lo explica el propio
José Luis Gómez:
- “Asumo la responsabilidad
de que no la hayamos repuesto. No se consiguió el reparto
que yo pedía para hacerlo hoy. Algunos de los actores
estaban ocupados en serie de televisión y otros compromisos.
Y decidí que no. Es mi responsabilidad. Queríamos volver a
reponerla porque, creo, que el discurso de Azaña aún
es necesario hoy día. Es cierto que desde la época de
Azaña hasta ahora ha habido cambios en la mentalidad,
pero con todo hay todavía problemas, que en aquel momento no
daba respuesta pero sí los glosaba. Al no ser posible hacer
la Velada, Mario Gas aceptó retomar Azaña, una pasión
española”.
En 1980 se estrenó La Velada en Benicarló con motivo del
centenario del nacimiento de Azaña (1880) y cuarenta de su
muerte en el destierro (3 de noviembre de 1940). En 1988 volvía
el personaje con Azaña, una pasión española.
La figura de Azaña en la escena española irrumpió, en
aquellos años, como novedad, interés por cómo adaptarlo al
teatro y rompiendo un tabú. Para un sector de la sociedad
española, Azaña tenía algo de diablo o de maléfico.
- “Cuando se hizo Azaña,
en aquellos años, éste no se conocía. Sigue siendo, hoy
día, un gran desconocido y una de las razones de
entonces y de ahora es que es difícil leer, a palo seco,
esas lecturas suyas”.
La Velada de Benicarló, el primer intento de teatralizar
los textos de Azaña, fue en realidad un reto. La figura de
Azaña aparecía dividida en dos personajes: Garcés, ex
ministro, y Morales, escritor.
- “Adolfo
Marsillach se había sentido deslumbrado
al leer la Velada y, muy en su línea de
retar, la programó y nos desafió
públicamente a que no éramos capaces de
subirla al escenario. Yo la leí y se la
ofrecí a José Luis Alonso para que la
dirigiese, pero la rechazó. El texto me
había deslumbrado, lo cual no era casual, ya
que yo fui un chico que desde muy joven me
fui al extranjero y allí me imbuí de muchas
ideas y visiones nuevas. Conseguimos subirla
al escenario”.
|
LA VELADA DE BENICARLÓ (1980) |
Recuperar la velada sigue en pie y por parte de José Luis
Gómez, sólo espera a que los actores que a él le parecen
idóneos, no estén ocupados. Por lo tanto en cualquier momento
puede saltar.
EL AYER Y HOY DEL MONÓLOGO AZAÑA
- “Yo me
sentí fascinado por el desafío de un
material tan denso en ideas. Había un
proceso evidente en cuanto la “palabra”,
pero no tan evidente en cuanto la
utilización del cuerpo y todo lo que gira en
torno a una puesta en escena. De aquella fue
un desafió poner en pie este monólogo y
desde entonces no ha dejado de crecer. La
versión actual es más simple, más elegante y
yo como intérprete he ido creciendo en todos
estos años al frente del teatro de la
Abadía. He crecido con los actores y el
equipo, así como con los cursos y con todo
lo que yo he ido aprendiendo. Ahora me
siento un actor menos duro, más cordial y
entiendo muchos de los fallos de Azaña y los
míos. Uno cambia y creo que no para peor”.
|
AZAÑA, UNA PASIÓN ESPAÑOLA (1988)
FOTO: ROS RIBAS |
En esa difícil tarea de desbrozar la literatura “azañiana”,
nunca pensada para exponerla treatralmente, ha tenido un gran
apoyo en José María Marco, que seleccionó los textos y
los adaptó.
- “José María
es un buen conocedor Azañista y me orientó mucho.
Ahora ha cambiado un poco y hemos seguido caminos
diversos. En aquella época nos tomamos mucho tiempo.
El montaje duró un mes, pero ya le habíamos
dedicados seis meses al texto.”
José Luis Gómez no puede ocultar su devoción hacia el
personaje, más allá de lo teatral. En su exposición, a veces, se
confunde el pensamiento de José Luis con el del propio
Azaña. Por ello la rueda de prensa se convierte
progresivamente en una reflexión sobre la España actual.
- “En sus textos se reconoce al gran escritor y el hombre que ha
sabido ser en esa hora corta. Nos encontramos con el pensamiento
democrático político español de la primera parte del siglo XX.
Pocos políticos han hablado con tanto dolor y sentimiento por la
separación y división de los españoles. Sus reflexiones son
trascendentales en lo que respecta a nuestra historia presente.
Se debe perdonar, pero no olvidar lo sucedido. A pesar de los
años transcurridos de democracia, todavía no se ha condenado el
Alzamiento Militar públicamente y contra la represión que
“eufemísticamente” se le llamó “Rebelión militar contra el
gobierno”. Un gobierno que curiosamente era “un gobierno
ilegal”. Vale la pena perdonar pero no olvidar. Lo mismo que
sucede con el “Holocausto”, que siempre estará ahí aunque
perdonemos”.
Uno de los aspectos que nos desvela el monólogo es la faceta
cultural de Azaña.
- “Es de los pocos políticos vinculados al mundo de la cultura
pues infrecuente este tipo de políticos tanto en la izquierda
como en la derecha, aunque el fenómeno se da más en la derecha.
LA ACTUALIDAD DE SUS IDEAS
Nuestra actualidad sociopolítica se engolfa en discusiones sobre
el concepto de la Constitucionalidad y el del patriotismo.
Ibarretxe ha venido a poner nerviosos o atemorizar a ciertos
sectores y ha lanzado el guante al gobierno y a la oposición. Y
unos y otros han comenzado a reflexionar acerca del contendido
de nuestra Constitución.
FOTO. ROS RIBAS |
- “La
concepción de la República y el concepto de
Ciudadanía, Azaña lo convirtió en el llamado
Constitucionalismo Patrio y viene a ser un
antecedente de lo que hoy estamos viviendo.
Está ligado a la tierra de los padres y a la
ciudadanía no se trata de un panfleto
republicano, sino de un material que ayuda a
esclarecer esto nuestro que algunos han
llamado “Monarquía Republicana”. Tal
concepción repercute en el plan Ibarretxe y
todo lo que se va desencadenando. Es un
debate candente y las palabras de Azaña son
buenas para el español y la vida cotidiana
en estos momentos que vivimos. Cuando
hablaba del “patriotismo constitucional” y
las recuperamos en el momento presente con
los peligros de nacionalismo, etnicismo etc…
Azaña lo formula de un modo muy vinculador.
La lealtad a la República es la lealtad a la
Constitución, es decir a un Estado definidor
de derechos y de progreso de la justicia. El
hombre es ciudadano, pero los más de los
hombres no lo saben y hacerlo entender es la
labor del político”.
|
En opinión de José Luis, Azaña es el político que se compromete
con el lado bueno de la política.
- La política puede ser vil, pero también puede tener su lado
noble, cuando viene cargada de nobleza y de ánimo generoso. Es
verdad que cuando un político se comporta así le llaman ingenuo.
En esta línea la política es la concepción más alta del espíritu
humano.
A parte de esta dimensión política benefactora de Azaña, el
personaje posee unas posibilidades teatrales ya que
“es un
personaje trágico”.
- Es tan
español… Me sorprende en sus escritos la
impregnación del Quijote y su filosofía.
Y es una coincidencia el que ahora se
conmemore el IV centenario de la
publicación de El Quijote. La
teatralidad de Azaña está en que el
actor sintoniza con él en lo que
respecta a la emoción. La emoción surge
cuando uno tiene un objetivo que
conquistar, por ejemplo conquistar a una
chica… Cuando la consigue o no lo
consigue surge la emoción. O sea surge
del logro o del fracaso. En el caso
español aparece una idea de un país
unido que tiene diferencias, pero que se
pueden articular. Todo ello tiene un
proceso que genera dolor… Aquí está la
tragedia del personaje, que se refleja
en sus palabras. Es impresionante el
gran amor que desprende su discurso
hacia Cataluña y su oposición furibunda
cuando algunas voces piden bombardear
Cataluña. El fascismo dio una respuesta,
que ya conocemos, en este dilema de
unidad y pluralidad. La izquierda
siempre ha intentado una conciliación
entre la unidad y las distinciones
históricas de cada región. Esta tensión
es la que ha vuelto a España en estos
momentos y de ahí la actualidad de este
discurso.
|
MANUEL AZAÑA |
TRES EJES ARTICULAN EL ESPECTÁCULO
Tres grandes ejes temporales articulan la puesta en escena.
- El primero gira en torno a la circunstancia vital y política
del personaje. Viene a ser un autorretrato parcial. En él se
perfila el personaje público, las alusiones a la opción de
gobierno con el Partido Socialista y las reformas militares.
- El segundo se explaya en una reflexión sobre la historia de
España: significado del régimen republicano, el laicismo y la
guerra civil.
- El tercero aborda la meditación sobre el arte y el paisaje
españoles, que por otra parte es como una columna vertebral de
toda su obra.
Para José Luis el objetivo de este monólogo estará, con creces,
cumplido si
- “logramos, no ya transmitir nuestra emoción – limpia de
nostalgia y de revanchismo – ante la bellísima expresión de este
ensueño de un proyecto común, sino suscitar el interés por esa
poesía civil y sagrada, espejo luminoso de los más valedero y
noble de la existencia humana”.
FOTO: ROS RIBAS |
El retomar este texto se contextualiza en la idea de
“no
reincidir en las faltas pasadas de la vida de un pueblo.” La
transición española puso especial énfasis en no abrir de nuevo
las heridas. A algunos les aterrorizaba el recordar. Otros
temían un nuevo enfrentamiento. Sin embargo
“el rememorar el
desgarro y el dolor provocados por la Guerra Civil en nuestro
país es invocar fantasmas pretéritos aún no desaparecidos del
panorama nacional, sin que lleguemos a entender que sólo el
diálogo y la asunción del pasado puede crear una base sólida
para la civilización y la democracia”.
Dejar hablar a Azaña, hombre de izquierdas, es un hecho asumido
por la derecha. Esta apropiación de figuras de la izquierda por
parte de la derecha es un fenómeno que se ha dado en todos estos
años de democracia. |
- “Ha habido un movimiento admirable de apropiación por parte de
la derecha de ciertas figuras que son de la izquierda. La
derecha puede pensar ahora que Azaña, Alberti,
Max Aub… son
España. Esto es consolador, pero tienen, todavía, que
experimentar la práctica e ir más allá de las conmemoraciones”.
José Luis Gómez dirigió en 1980, los destinos del Teatro
Español, cuya gestión Mario Gas – actual director de este teatro
– califica de “brillante, coherente y homogénea”. Hombre de
formación teatral (1960 – 1964) en el Instituto de Arte
Dramático de Westfalia, desde 1964 hasta 1970 recorrió como
actor, mimo y director de movimiento los principales teatros de
la República Federal Alemana. Su concepto de la pantomima y el
mimo cambian la visión que se tenía de este género. Tras su
encuentro en Polonia con Jerzy Grotowski en 1971 regresa a
España y comienza su andadura dramática como actor y director.
El teatro de la Abadía es su casa desde hace diez años.
Azaña, una pasión española sube al Teatro Español y sirve de
conmemoración del décimo aniversario del Teatro de la Abadía.
Más información
AZAÑA, UNA PASION ESPAÑOLA - Información General
AZAÑA, UNA PASION ESPAÑOLA - Crítica
LA VELADA EN BENICARLO - Crítica
José Ramón Díaz Sande
copyright©diazsande
|
Teatro Español
C/ Príncipe, 25
28012- Madrid
Aforo: 760
Director: Mario Gas
Concejalía de las Artes
Ayuntamiento de Madrid.
Tf. 91 3601484
Metro Sevilla y Sol
Parking: Pz. Santa Ana y
Pz. Jacinto Benavente
http://www.munimadrid.es
Entradas: Sucursales de la Caixa de
Cataluña
y Tel-entrada (24 horas) 902 10 12 12 |
|