.:: Entrevista ::.

CANTANDO BAJO LAS BALAS
UN CABARET NECRÓFILO EN CLAVE MUSICAL

JOSÉ MILLÁN ASTRAY MIGUEL de UNAMUNO

El título al que estamos habituados es Cantando bajo la lluvia. Allí lo que estaba desapareciendo era un mundo cinematográfico: el final de una época. Antonio Álamo (Córdoba, 1964 y actual director del Teatro Lope de Vega de Sevilla) escribe un texto que, de alguna manera, parafrasea a aquel título: Cantando bajo las balas.
 

MILLÁN ASTRAY/ FRANCISCO FRANCO
  • Desde que lo leí – advierte Gerardo Vera, director del Centro Dramático Nacional -, decidí traerlo aquí, pues es una voz nueva y me interesaba el tema: el célebre diálogo entre Unamuno y Millán Astray, que nos remite a una época del pasado, crisol de la dictadura y que aún tiene resonancias, a veces en los telediarios, de una España pringosa con ribetes de nacional y que sigue insistiendo en una España confesional. Cuando lees esas cosas te remontas al siglo XIX cuando Valle Inclán decía que “el talento se castiga” y lo peor es que te das cuenta de que sigue siendo válido. Cantando bajo las balas nos remite al arranque del horror que fue la Dictadura y que sigue resonando en las bóvedas.

Otro de los alicientes, por parte de Gerardo Vera, para aceptar este espectáculo es…

  • …el actor Adolfo Fernández que es como el antiguo cómico de la legua, al que sigo en su itinerario y que me gusta. Es también un productor que hace textos en los que se siente libre. Por el ello he creído que el Centro Dramático Nacional debería ofrecer con modestia y humildad su sede. Es una voz nueva en este centro y un proyecto en el que creo.

HE CAÍDO EN UN BUEN EQUIPO

Este texto es el segundo de la productora K. Producciones. El primero fue Yo Satán, también de Álvaro Álamo.

  • Siempre que abordo un nuevo texto soy consciente de que hay un elemento de riesgo y no sabes cómo afrontarlo – desvela Antonio Álamo.  En otras producciones, como en Yo Satán, se me impidió entrar en los ensayos. Aquí también, pero al ver el resultado de Yo Satán, confié en actor y director. El día del estreno de Cantando bajo las Balas, volví a tener la misma sensación: Superaba la confianza que les dí.  

El texto es en realidad un monólogo ayudado por unas marionetas.

  • El desplazamiento de los personajes, el tratamiento del texto en clave muy de comedia se lo llevaron a una verdad. De la puesta en escena – la dirige Álvaro Lavín y el texto distinguiría dos cosas: Primero el que el espectador sienta y experimente el horror de esos primeros meses de la guerra civil española. Segundo la interpretación magistral de Adolfo del personaje (Millán Astray) a pesar de lo estrambótico. He caído en un buen equipo.

ANTONIO ÁLAMO

LA CONTROVERSIA ASTRAY-UNAMUNO:
PRIMER ACTO OFICIAL FRANQUISTA

 El que Álvaro Álamo la emprendiese con esa época vino motivada por…


MIGUEL DE UNAMUNO
  • …la figura de Unamuno en aquel primer acto oficial franquista. Franco fue una de las pocas personas que estuvo ausente, aunque envió a su esposa Carmen Polo en representación suya. De todas las personalidades presentes cobraron especial protagonismo el general Millán Astray y Miguel de Unamuno. Ante el asombro de todos se enfrentaron tan violentamente que llegaron a las manos e hizo exclamar a Unamuno: “Es un disparate y ya no aguanto más, hasta aquí he llegado”. Me llamó la atención ese diálogo. Unamuno se alza apuntado por las metralletas y atacado por los que dominaban Salamanca: camisas negras, falangistas, guardia mora…,  todo un carnaval. Estuvieron a punto de lincharlo. Fue Carmen Polo quien le agarró por un brazo y lo salvó, si no lo fusilan.

La atracción por ese famoso encuentro histórico Astray-Unamuno, venía precedido por un interés especial de Antonio Álamo por Unamuno.

  • En mi adolescencia Unamuno fue sinónimo de literatura. Mis cuadernos eran una imitación de la prosa seca y espectral de él. En el verano de 2005 escribí un texto que reinterpretaba la agonía de Alonso Quijano desde una estética y una ética unamunianas, Don Quijote en la niebla.

La motivación concreta de Cantando Bajo las balas surge en Antonio

  • …De la ambigüa adhesión de Unamuno al régimen franquista. Tal ambigüedad me llevó a consultar hemerotecas para informarme de las reuniones que mantuvieron Franco y Unamuno en Salamanca, primera capital franquista al comienzo de la guerra civil. Se centra en un solo día y en un solo personaje de carácter muy distinto, también fascinante, el general José Millán Astray y Terreros, fundador de la legión y primer jefe militar de Franco en la campaña africana. La sed de eternidad era equivalente en Unamuno y Millán Astray, pero no así los instrumentos de los que se querían valer para alcanzarla: la razón en Unamuno y la violencia en Millán, una vez más, enfrentadas, y, en medio, España, España y sus muertos. El franquismo utilizó el pensamiento de Unamuno, pero Unamuno va más allá. Es lo mismo que sucedió con el nazismo que utilizó a Nietszche, pero Niesztche era otra cosa.

BIOGRAFÍA

CANTANDO…
EN LAS LINDES DEL MUSICAL

El “Cantando” tiene su razón de ser, pues la parte musical tiene su cierto protagonismo.

  • El protagonista es Millán Astray que habla en presente, pues en su delirio de glorias y réquiems aterradores todo sucede aquí y ahora. Delirantes eran los tiempos que le tocó vivir, y de ellos se dispone a dar cuenta este reluciente despojo, interrumpiéndose con un batiburrillo de canciones legionarias acompañadas al piano: La canción del legionario, El novio de la muerte y el Himno a los legionarios.
CELIA GÁMEZ

No falta la voz de Celia Gámez – de la que Millán Astray fue padrino en su boda – con el famoso Pichi, A mí me gusta Madrid y Vivir, vivir. 

  • Tales intervenciones musicales le sirven al personaje para continuar con sus explicaciones. Hay digresiones como algún chiste soez, inconclusas letanías de fechas y horas, golpes de silbato, ¡A mí la legión!, chascarrillos, salidas de tono y gestos de dolor de muelas que tanto se parece al dolor del alma. Llega hasta el desvanecimiento, amenazado por vahídos y desmayos, pues tras una de sus últimas mutilaciones, sufre un vértigo atroz si gira bruscamente la cabeza, ya sea hacia la derecha o hacia la izquierda. Es este monigote genial y macabro, sí, un alma herida, un ángel caído, que dice lo que dice sin creérselo del todo. Y que además de decirlo lo canta acompañándose de un pianista. Es burlón, soez y tan desdeñoso con el mundo como un samurai. Canta mal, pero canta.

DESDE EL ESCENARIO MARCAMOS
DESDE QUE LADO ESTAMOS:
DESDE EL DE LAS VÍCTIMAS

Quien encarna a Millán Astray es Adolfo Fernández – actor de amplio recorrido teatral, cinematográfico y televisivo.


ADOLFO FERNÁNDEZ
FOTO: CHICHO
  • Me siento muy orgulloso de este equipo. Llevamos 60 funciones a lo largo del país – Galicia, Asturias, Andalucía - y comprobamos que está muy bien. Es interesante poder sacar adelante un proyecto que tiene que ver con la realidad y preocupación que ahora se masca. Es casual el que Garzón remueva la memoria histórica, ya que nosotros llevábamos ya un año y medio con este texto. Desde el escenario hacemos una militancia y marcamos desde que lado estamos: desde el de las víctimas. Hablan todas las partes. En aquel Paraninfo de la Universidad estaban representados los malos, salvo Unamuno que era la inteligencia. Estamos muy contentos del espectáculo.  Pero recordando lo de Pío Baroja que la historia no dependía solamente de los malvados, sino de los cómplices, aquí también los hay: son todos aquellos que ahora gobiernan en un sitio u otro, pero que hicieron sus fortunas en ese régimen y las pudieron hacer porque fueron colaboracionistas o se mantuvieron callados. O bien los que apelaron el concepto de cruzada como el arzobispo Enrique Play y Daniel o como actualmente que se oye decir: “Hay fuerzas oscuras que atentan contra las raíces cristianas de la civilización occidental”. Mientras exista todo esto habrá que seguir hablando. Hay que hacer que los niños crezcan en libertad y no con una obsesión por el pecado. Esto hay que decirlo

Adolfo califica el texto de Antonio Álamo como…

  • Ese primer acto franquista desde donde surge toda la mierda.

UN CABARET NECRÓFILO
EN CLAVE MUSICAL

Desde el punto de vista actoral la construcción del personaje se lo debe al director del montaje Álvaro Lavín.

  • Yo al principio soy torpe, hasta que un director me de una pista como por ejemplo “eres Pinochet abuelito que acaricia a los niños rubitos o ahí Millán Astray perdió el ojo”. Hay que conseguir crea una empatía con el público. Nadie estuvimos al lado de Millán, pero sabemos que tuvo un hijo con Rita Gasset la hija de Rafael Gasset – antiguo Ministro de Fomento -, con lo cual se supone que habría un cariño entre los dos. Hay que conseguir crear ese fuego y afinidad. Y todo esto envuelto con la música de Mariano Marín, que es un músico que cuando hemos ido de gira se mete en todo y maneja todo: piano de cola y demás sonidos.

ADOLFO FERNÁNDEZ
FOTO: CHICHO

Adolfo canta en la obra:

  • He tenido que aprender a cantar y entrar en el momento adecuado de la música. Estamos muy contentos del resultado.

Adolfo define Cantando bajo las balas como

  • Un cabaret necrófilo en clave de comedia. Millán sale de la tumba y saca a los demás que participaron en aquel acto franquista y fascista. Podría catalogarse como un esperpento más un tratamiento de cabaret.

¡QUÉ PEDAZO DE PERSONAJE
NOS HA ENTREGADO ANTONIO ÁLAMO!

El otro artífice del montaje es Álvaro Lavín – director y actor y cuya dirección está vinculada a la compañía Teatro Meridional  (de Madrid) -, quien valora el texto de Antonio Álamo en cuanto que…

  • …desde el punto de vista teatral hay un personaje. ¡Qué pedazo de personaje nos has entregado Antonio. Se casa con Elvira - Gutiérrez de la Torre - , la hija del general  Gutiérrez Cámara. Elvira ha hecho voto de castidad y entonces se tira a Rita Gasset y tiene una hija - Peregrina. Se quieren separar. Se marcha a Lisboa y nace su hija.

ADOLFO FERNÁNDEZ
FOTO: CHICHO
  • Como personaje histórico Millán está mal visto por el régimen – interrumpe Antonio. Era excesivo. En aquel julio del 36 en armas Millán daba conferencias en Argentina y cuando venía en barco a España no sabía si ponerse de parte de la República o de parte de Franco. 
  • Un personaje así – añade Álvaro -, permite desarrollarlo y más si detrás hay toda una cuestión política. Y esto llega. En Narón – Galicia – todo el público se puso en pie. Mariano Marín – el músico todo terreno – se puso a llorar.
  • Es que soy muy llorón – se justifica Mariano, el músico todo terreno.

La imagen física está basada en…

  • …los tópicos que corren sobre él, lo que presenta Internet – precisa Álvaro Hay un retrato suyo.
  • Tiene los dientes negros, un parche en el ojo derecho… - completa Antonio Álamo.

LA CONTROVERSIA,
VISTA A TRAVÉS DE MILLÁN ASTRAY

Todo está visto a través de Millán Astray, aunque surgen todos los personajes que estuvieron en aquel diálogo.

  • Unamuno aparece y también sus tres intervenciones como aquella de “vencereis pero no convenceréis – aclara Adolfo. Puede tener la fuerza bruta pero no podrá convencer.” Es una parte del espectáculo que a mí me duele muchísimo, pues sus palabras pueden llevarle a la muerte. Pero Unamuno es incapaz de callar porque eso supone mentir. Dice que ya no va hablar pero se levanta y habla con valentía. Es entonces cuando se produce la frase de Millán Astray: “Viva la muerte” que le suena a “Muere la vida”. El haber centrado todo en la figura de Millán es porque es el personaje más   valleinclanesco, el más romántico, el más teatral y esperpéntico.

FOTO: CHICHO
 
  • Millán es puro teatro – añade Álvaro Lavín. No sé cómo no se ha hecho antes
  • De todos modos lo hemos refinado. Y entre otras cosas no hemos sacado la “cabra” mascota de los legionarios – precisa Adolfo.

LAS CANCIONES Y EL AMBIENTE SONORO
PRIMORDIAL

No es una comedia musical, pero las canciones son importantes y el aspecto sonoro es importante.

  • Al principio me moví por la intuición – confiesa Antonio. La versión publicada Millán salía de la tumba y se lo cuenta a España, que era una gitana que tocaba al piano. Si lo hubiera hecho así la parodia hubiera pasado a primer plano. Me pidieron permiso para que España fuera Mariano. Al principio no lo entendí el presentar una España como una folklórica. Pero montar un texto nuevo siempre es tirarse al abismo, pues no sabes si va a funcionar. No es lo mismo que un texto ya estrenado, aunque siempre pueda tener varias posibilidades. Con Yo Satán, que era un texto nuevo pasó lo mismo y funcionó.  

La música que ha compuesto Mariano sigue tres líneas:


ADOLFO FERNÁNDEZ
FOTO: CHICHO
  • La primera la lleva el piano con el que acompaño las canciones de cabaret – explica Mariano. La segunda es un acompañamiento al estilo del cine mudo con un estilo de música incidental y que posee una carga emocional. La tercera no podría llamarse música. Se trata de efectos y sonidos de la época: locuciones, sonidos reales para crear los ecos de ese ambiente. Se trata de meter al espectador en el ambiente sonoro, lo mismo que hacemos con la luz en el cementerio. Son efectos en tiempo real y se comportan como un actor más. El actor es el que me mueve.

ES DIGNO DE DESTACAR EL TRABAJO
SONORO DE MARIANO MARÍN

Álvaro Lavín hace un acto de contrición con respecto a Mariano el todo terreno.

  • Mariano sé que te hemos explotado el talento – se culpa Álvaro. Se pone al servicio del actor y del espectáculo. Es alguien grande. No me extraña que se emocione. Es digno de destacar su trabajo.
  • No lo es, pues me lo paso tan bien… - insiste Mariano. Es una suerte y una lotería que me ha tocado el poder componer sobre la marcha. Esto es lo que tiene el teatro, que cada representación es diferente. Tengo ganas de salir al escenario, aunque cagao como todo el mundo.

Por los comentarios de Adolfo, Mariano es todo un cuadro y toda una improvisación.

  • Al principio cuando empezamos se le indicaba “ahora entra” y en este momento entra cuando le sale de los cojones. Ahora entro y ya está. Los primeros meses llevaba unos pantalones negros como de payaso, por encima del tobillo.
  • Ahora salgo con pantalones verdes y zapatillas negras – añade Mariano. Y no e importaría vestirme de “faralaes” – traje de flamenca con volantes –, me da igual.

 


(*)
En 1944, se casa con el médico, José Manuel Goenaga, en la Basílica de los Jerónimos de Madrid. En la escalinata del templo un gran gentío con flores. Estaban dispuestos a aclamarla, pero al verla vestida de blanco parte del público intentó quitarle el vestido. Celia iba del brazo de su padrino el general Millán Astray — de quien se decía que había sido su amante —, quien gritó: “¡A mí la legión!”. Los legionarios presentes respondieron protegiendo a los novios, entrando con ellos a la iglesia y sacándolos luego por una puerta trasera.


José Ramón Díaz Sande
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