ORPHÉE
ET EURYDICE
(ORFEO
Y EURÍDICE)
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Christoph W. Gluck |
PARTITURA 1762 |
JUAN DIEGO FLÓREZ |
Este Orphée et Eurydice,
viene al Teatro Real orquestado por las alabanzas para con el tenor lírico Juan Diego Flórez (13 – I – 1973, Lima,
Perú), en el ciclo Contextos.
- Tuve la
oportunidad – precisa Antonio Moral -, de
oír a Juan Diego en un recital con dos arias de Gluck,
que cantó divinamente. Al decidirnos por el proyecto, propuse que cantara
el Orfeo. Dijo que sí, aunque me
advirtió que hay mucho recitativo y no es lo mismo cantar dos arias que
cantar toda la ópera.
El proyecto se planteó con motivo de los 400 años del Teatro Real. Estaba la trilogía de Monteverdi, pero también se pensó
¿por qué no hacer otros Orfeos representativos. Tras las conversaciones con el director de orquesta del Real, Jesús López Cobos, se decidió la
versión del compositor alemán Christoph
Willibald Gluck (1714 – 1787).
- El original – añade Antonio
Moral – lo canta una
mezzosoprano y en nuestro caso un tenor. Juan
Diego es un valor
añadido muy importante y por ello agradezco que haya encontrado un
hueco en su agenda muy abultada, ya que el 21 de Junio canta Rigoletto en Dresde. Contaremos
con él para el futuro.
AINHOA
GARMENDIA,
PREMURA
DE TIEMPO
Y
RAPIDEZ MUSICAL
El reparto lo completan
dos jóvenes la española Ainhoa
Garmendia (*) (San Sebastián) como Eurydice y la italiana Alexandra Marianelli (**) como El
amor. Para con Ainhoa, Antonio Moral, tiene palabras de agradecimiento
de modo especial porque la intérprete originaria Nicole Cabell, tuvo que cancelar el contrato por tener a su madre
muy grave en el Hospital. La urgencia puso los ojos en Ainhoa que acababa de cantar como Servilia en La clemenza di Tito en el Real.
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AINHOA GARMENDIA/
ALESSANDRA MARTINELLI/
JUAN DIEGO FLÓREZ
FOTO: JAVIER DEL REAL |
- Creíamos que
el papel era para ella. Nunca la había cantado y el tiempo era escaso. Por
eso, se lo agradecemos especialmente por aceptar la propuesta y por
prepararse en tampoco tiempo.
Por parte de Ainhoa esta propuesta es una oportunidad…
- …a la que estoy muy agradecida. Acabo
de debutar en el Real, con un personaje con el que ya había debutado en el
Liceo – 2007 - y por
eso no me resultaba tan complicado. Ahora siento más responsabilidad. Es
un papel precioso y un lujo cantar con Juan
Diego y Alessandra. Estoy muy agradecida por creer en mí
para un papel que tenía que trabajar en tan poco tiempo y del que no sabía
la partitura.
ALESSANDRA
MARIANELLI,
MI
PERSONAJE MUY PEQUEÑO
PERO
MUY BONITO: EL AMOR
¿QUÉ
ES MÁS IMPORTANTE QUE EL AMOR?
El personaje de El amor lo interpreta Alessandra Marianelli (1986), una
soprano que según Antonio Moral es…
- …una joven que
triunfa en todos los teatros y pensábamos en ella. El año próximo cantará Un ballo in maschera.
Para la joven Alessandra (22 años), declara que:
- Me siento muy
feliz de cantar en un teatro tan importante como es el Teatro Real. Debuto
con un papel muy pequeño, pero muy bonito y además ¿qué es
más importante que el amor? Estoy
muy contenta de estar en una ciudad como Madrid que es “bella, bella
,bella” – la repetición, en el idioma italiano, expresa el
superlativo, ya que el “bellíssimo”
al utilizarlo mucho termina por ser simplemente el modo normal de alabar
algo. Y estoy
contenta de trabajar con Jesús
López Cobos, Juan Diego y Ainhoa que es “bravíssima” y con muy buen “cantar”. Puedo cantar en francés. No sé más qué decir.
JESÚS
LÓPEZ COBOS,
DE
LA VERSIÓN ITALIANA A
LA FRANCESA
Jesús
López Cobos dirige esta versión, aunque confiesa que…

FOTO: JAVIER DEL REAL |
- …he tenido mucho más relación con la
otra versión: la italiana en la que Orfeo es una mezzosoprano y Eurydice y El amor, dos sopranos. Esta obra
me ha llegado mucho por la parte coral. Soy un adicto. Hice la versión
italiana. Al tratarse de la versión con Juan
Diego, comparé las
partituras, la italiana y la francesa, y he visto que son
parecidas y muy distintas al mismo tiempo. Gluck las escribe
para París y para la tesitura de tenor, así como amplía la de Eurydice. Se volvió a reescribir
el libreto, por lo tanto no se trata de una traducción del italiano al
francés, sino que vuelve a nacer con el idioma francés que obliga cambiar
los acentos. Hay que aprenderse, otra vez la partitura. En varias
ocasiones se ha hecho una mezcla de las dos versiones y se nota. Yo tengo
mucho gusto en dirigir la versión francesa –
concluye López Cobos.
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GLUCK,
EL
REFORMADOR DE LA ÓPERA MITOLÓGICA
Gluck con libreto de Rainieri de Calzabigi compuso esta ópera en tres actos (estreno en
Viena, 1762). Se entroncaba en lo que se llamó “azione teatrale”, en el que la ópera trataba
un tema mitológico y utilizaba danzas y coros. Con ella Gluck intenta reformar la ópera pretendiendo que la poesía, el
lenguaje y la acción dramática plasmaran la sencillez y el poder de la tragedia
griega. Sustituye la trama abstrusa y la gran complejidad de la música de la
llamada ópera seria, por una “noble
simpleza” en la música y en el drama.
La primera versión fue en italiano, pero con lo estipulado por la
ópera francesa: uso de recitativos con acompañamiento y ausencia de
virtuosismos vocales. De todos modos cuando pensó presentarle en París, doce años después, la adaptó más al gusto francés abundando en muchos cambios en el reparto vocal, en la
orquestación y en la prolongación del ballet. Orfeo lo compuso en la
tesitura de tenor. El libreto fue rehecho por Pierre-Louis Moline a partir del original italiano. Su estreno fue
el 2 de agosto de 1774 en
la Academia Real de Música.
La versión italiana, en el estreno, tuvo al castrato Guadagnini por exigencias del Teatro de
la Corte
de Viena. En años posteriores, al desaparecer la figura del castrato,
la partitura italiana se adaptó a la tesitura de tenor, pero lo que se llamaba “haute-tenor”. Como resultaba demasiado
alta, fue Berlioz en 1859, en el Théâtre Lyrique de París cuando la
reescribió para la mezzosoprano Pauline
Viardot. Esta versión se utilizó mucho en la época de Berlioz e incluso Ricordi la mandó traducir al italiano y se adoptó como norma. En una y en otra versión
se mantienen las dos sopranos para Eurydice y El amor.
Esta
ópera, tanto en su versión italiana como francesa, es la obra que dio a Gluck más
popularidad. En España se estrenó en el Teatre de
la Santa Creu de
Barcelona, el 4 de noviembre de 1780.

JESÚS LÓPEZ COBOS y
ORQUESTA SINFÓNICA DE MADRID
FOTO:
JAVIER DEL REAL |
-
La
importancia de
Gluck
–
señala López Cobos. Es la reforma de la ópera en
la época barroca. Da de mano a la tragedia clásica y crea un nuevo género, en
el que se acerca más al texto, a los personajes y a la atmósfera. A veces su
música res onomatopéyica, como sucede con el tembleque y el dúo de flautas en
la bajada a los infiernos. Su música va muy dirigida a pintar la atmósfera y
los personajes. Como ejemplo está la escena del 2º Acto en que no hay
aria, sino una gran escena que se desarrolla en varias formas: el coro,
la música tras la escena, el ballet, la pantomima. Es muy original.
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EL STABAT
MATER DE
ROSSINI
RELACIONA
ACOBOS Y A FLÓREZ
Jesús
López Cobos conoció a Juan Diego cuando cantó el Stabat Mater de G. Rossini y…
- …desde entonces lo admiro. Es una
partitura para tenor del s. XVIII y por lo tanto muy aguda, Un canto de
cabeza, como se dice. Eso explica que se conozcan pocas grabaciones.
Juan Diego Flórez fue una feliz revelación en Il barbiere di Sivigilia del Teatro Real. También cantó, en este
teatro, dentro del Ciclo Grandes Voces,
con Daniela Barcellona. Su padre fue
el cantante y guitarrista de música criolla peruana Rubén Flórez,
que acompañaba a la célebre cantautora Chabuca Granda y a María Teresa Salom.
Sus
inicios como cantante se orientaron por la música popular. Cantaba canciones de
los Beatles y Led Zeppelín. Incluso podía, según declaraciones suyas, con las
canciones de Elvis Presley, algo que
tuvo que hacer al sustituir al cantante del pub administrado por su made,
cuándo éste caía enfermo. |

JUAN DIEGO FLÓREZ
IL BARBIERI DI SIVIGLIA (REAL)
FOTO: JAVIER DEL REAL |
Su debut operístico comenzó en 1996 con Matilde di Shabrán (1821) de Gioacchino
Rossini en el Festival Rossini de
Pésaro. Fue una bomba musical y, desde entonces, muchos teatros lo
requirieron y, en todos ellos, el éxito certificó esa primera impresión.
- Estoy muy contento de volver al Real
con esta ópera y de la mano de dos amigos. Antonio
Moral y Jesús López Cobos. ¿Qué más se le puede pedir a
la vida?
JUAN
DIEGO FLÓREZ,
EL
TENOR DEL AGUDO LIMPIO
Plácido
Domingo ha calificado a Juan Diego como “el más grande tenor ligero de
todos los tiempos, el máximo de su categoría (…) Cuando Juan Diego te canta con res bemoles y
naturales, son verdaderos, no de falsete, verdaderos agudos". Esta
exigencia del agudo limpio es importante en…

JUAN DIEGO FLÓREZ
FOTO: JAVIER DEL REAL |
- … esta partitura que es muy aguda – advierte Juan Diego -, difícil,
larga y sobre todo porque hay que cantar una cosa tras otra y darle
expresión. Me gusta, porque me gusta que se me rete y me gusta el desafío.
Y esto se hace mayor al ser un concierto, porque los ensayos son reducidos
y hay que preparar la partitura internamente. Estoy contento de haber
interpretado óperas como La hija
del regimiento, pues he han habituado a este estilo. ¿Qué más
puedo decir? Que estoy contento, también, de poder compartir escenario
con Ainhoa y con Alessandra. Me ha sorprendido el poco tiempo que Ainhoa ha necesitado para preparar este
concierto y me ha sorprendido su voz. A Alessandra ya la conocía porque hicimos en Lima
un Rigoletto,
La Sonnámbula. Tiene sólo 22 años y
una voz magnífica. El “cast” para este concierto es ideal somos solamente
tres, pero muy bien aprovechados.
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JUAN
DIEGO FLÓREZ,
UN
BISMAN O UN BISBOY
Hace tiempo que el “bis” –
repetir un aria, una romanza o dúo ante el éxito e insistencia del público -,
algo habitual en otros tiempos, no se hace ni en la ópera, ni en la zarzuela.
No están los tiempos, debido a la prisa que nos marca el ritmo de vida, para
esos florilegios, aunque más de un cantante reconoce que le gustaría volver a
la costumbre. A Juan Diego sí se lo
rogaron en el Metropolitan de Nueva York e incluso en
la Scala de Milán, donde el “bis” está absolutamente prohibido.
- El director artístico me dijo que si
quería podía hacerlo y así fue. La noticia fue muy grande, por lo insólito
de la costumbre. A este paso me voy a convertir en el “Bisman” o “Bisboy” – añade con humor Juan Diego. El último “bis” fue hace 75
años en
la Scala,
y en el Metropolitan de Nueva York en los años 80 con Luciano Pavarotti, cantando E lucevan le stelle de Tosca.
De las partes más sublimes, musicalmente, Juan Diego destaca:
- El
lamento de Orfeo. Es
fantástico, muy bello. También están las tres arias que cambian en orquestación y en el
empleo de la orquesta. Esto viene motivado porque son tres significados
diferentes. El aria L’espoir…
es de un gran virtuosismo y tiene una coloratura y originalidades que
rompe con la unidad de la ópera vocal. Por eso se ha dicho que no es de Gluck.
Después está J’ai perdu mon
Eurydice y momentos muy pequeñitos que duran 15 segundos, y
vienen a estar cercanos al recitativo, pero que pintan cuadros y
atmósferas, situaciones de un modo magistral.
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JUAN DIEGO FLÓREZ
FOTO: JAVIER DEL REAL |
GLUCK,
EL
MÚSICO DE
LA ESCENA
La versión en la que se presenta en el Real es en Concierto, pero algunos críticos
piensan que Gluck es escenario puro.
- Las dos formas tienen sus lados
buenos. En la versión de Concierto, el público se concentra más en la
música y se gusta más por ser más estética. Así sucede con el primer y
segundo acto. En cambio en el tercer acto hay más acción y por lo tanto
resulta más difícil en la versión de Concierto. Me gustaría poderla cantar
de forma escenificada – declara Juan Diego.
- En la versión escénica – añade López
Cobos – hay que tener
cuidado de que el director de escena no se pase, como a mí me sucedió en
una versión en que todo eran colas en los vestuarios, gente por aquí y por
allá, lo que hizo que la música pasase desapercibida. Es muy difícil en el Orfeo de Gluck el mantener la balanza entre lo escénico y lo musical.
LA DIFÍCIL DIGESTIÓN
DE LA
ÓPERA EN CONCIERTO
PARA
UN PÚBLICO JOVEN
Uno de los problemas de la ópera en versión de concierto es la
difícil digestión para un público más joven que prefiere la teatralidad y por
lo tanto parece ideal buscar la máxima teatralidad.
- Lo primero que hay que hacer en toda
ópera – aclara López Cobos -, es ver lo
que tiene de teatralidad a través de los medios musicales. La parte
escénica sólo viene a ayudar a esa teatralidad musical que ya posee. De lo
contrario, el decorado y demás elementos plásticos son un vacío.

JUAN DIEGO FLÓREZ
FOTO: JAVIER DEL REAL |
- En Gluck –añade Juan Diego -, la expresión, en su dimensión de
teatralidad, es fundamental, de lo contrario la música es banal y sin
fuerza. En el J’ai perdu mon
Eurydice – un “alegretto” – sin teatralidad no tiene sentido,
porque en realidad es una “canzonette” (cancioncilla). Con respecto a esta
ópera Gluck insistía en que si cambias el tiempo
o no le das la dramaticidad que debe tener se vuelve en una canción más.
Este tipo de óperas no tienen razón de ser si no es así. En otros
repertorios pueden haberla menos, por ejemplo Puccini.
En su obra
la orquesta posee esa teatralidad. En Gluck no.
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EL
MITO DE ORFEO,
EL
HOMBRE DEL SIGLO XXI
Lo que el mito de Orfeo puede suponer para el hombre
del siglo XXI, Juan Diego lo vive.
- Vivo el mito como un enamorado normal
de hoy. Es cierto que una persona normal no desciende a los infiernos, al Hades.
Pero sí que el enamorado está perdido. Si lo vemos como una persona normal, la situación
puede estar en su imaginación. Hay
una película de Jim
Carrey en que él, en
su mente, regresa, y trata de rescatar a su novia, pues ella se ha
olvidado de él. Trata de buscarla no en el infierno, sino en sus delirios,
ya que se le ha ido. Lo vemos como mito, pero es una persona real y un
héroe. Lo humano de la situación ayuda mucho a identificarse con el
personaje. Yo personalmente hay
momentos en que me emociono como sucede con el ya mencionado J’ai perdu. Se me ha prohibido
mirar a Eurydice. La miro y la
vuelvo a perder. Paso por sitios oscuros que dan miedo y bajo a ese limbo,
en donde la puedo rescatar, pero no mirar. Pero ella es un poco pesada, porque insiste en que la mire. La miro
y se muere inmediatamente. Comienza esa desesperación, puesto que por mi
causa ha muerto. La he matado. Se te erizan los pelos – concluye Juan Diego.
ABRIL
Y MAYO,
AJETERO
FAMILIAR Y PROFESIONAL
PARA
JUAN DIEGO FLÓREZ
Esta temporada ha
supuesto un mayor ajetreo para Juan
Diego: Rigoletto en Lima, boda y este concierto. Todo esto desde Abril
a Mayo.
-
De
la boda se ocupó más mi esposa
Julia
(Julia
Trappe). Yo me
concentré en el debut de Rigoletto y
salió bastante bien
– aclara
Juan Diego.
Era una ocasión propicia para debutar. A Lima vino medio mundo. Se piensa que
al ser un teatro menos importante es más fácil, pero allí estaban todos. Ahora
viene Dresde y después el Real que tiene la novedad de ser un teatro grande y
yo a Rigoletto lo veo, más bien, en
un teatro pequeño.
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JULIA TRAPPE/JUAN DIEGO FLÓREZ |
- Pero la acústica es muy
buena – apostilla Antonio Moral
Juan
Diego lamenta que no se grabe este concierto y, en este ámbito, en
otoño saldrá un disco de Bell
Canto que…
- …es espectacular. Se trata de una
serie de dúos. Entre los cantantes está Plácido
Domingo.
HISPANOAMÉRICA,
CANTERA
DE TENORES
Y
COMPOSITORES DE ÓPERA
SIN
EXPLOTAR
Hispanoamérica tiene fama de buenas voces en tenores, lo cual se
debe, según Juan Diego…
- …tal vez porque les gusta cantar.
Están las rancheras de Méjico, los valses de Perú, los tangos de
Argentina… Salen buenas voces y estudian en los Conservatorios y deciden
dedicarse a la ópera o a la
zarzuela por la que hay mucha afición, aunque no como en Madrid, porque no
están tan preparados. De todos modos, surgen talentos que cantan por todo
el mundo. De Venezuela salen muchos talentos, sobre todo como
instrumentales y directores de orquesta.
La ópera contemporánea se ha ido abriendo paso en diversas
tendencias. Según Juan Diego la
ópera latinoamericana existe:
- Las hay y hay compositores. Yo tengo
amigos que componen, pero es muy difícil abrirse paso. En EEUU hay muchas
oportunidades, pero la demanda no es tan grande por parte del público como
para poder hablar del “boom” de la ópera contemporánea. Los compositores
se ven obligados a no componerla, si es que no se va a representar. Hacen
otro tipo de obras. Mis amigos compositores han compuesto óperas, pero las
tienen guardadas en un cajón y no han compuesto más. Y en cuanto a la
ópera antigua latinoamericana, pues no se pone. Es así.

(*) En San Sebastián estudió acordeón y piano en el Conservatorio.
Comenzó sus estudios de canto en
la
Escuela del Orfeón Donostiarra y los continuó en Madrid con
Manuel Cid. Prosiguió en Viena con Helena
Lazarska. Ganó varios concursos internacionales y formó parte de la Ópera
Studio CNIPAL de Marsella. Desde 2001 forma parte de la agrupación de solistas de
la Ópera de Lepizig. Sus últimas interpretaciones han sido: Susana en Le nozze di Figaro (Amberes y
Gante); Adina en L’elisir d’amore; Servilia en La clemenza di Tito, Pamina en Die Zauberflöte, y Micaëla en Carmen (Ópera de Leipzig).
(**) En 200 comenzó sus estudios de canto con las profesoras María Billeri, Pieralba Soroga en el Conservatorio de Livorno. En 2001 gana el
segundo premio del concurso internacional Cascinalirica. En 2002 debuta como Barbarina en Le nozze di Figaro (Teatro Verdi
de Pisa y lo repite en Siena). Sus últimas actuaciones han sido Gilda en Rigoletto (Lima); Elena en Il cappello di paglia de Firenze (Génova), Donna Fiorilla en Il
turcoi in Italia (Trieste); Lucieta en I quatro rusteghi (Toulouse), y Nanetta en Falstaff (Turín)
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