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LINDSAY KEMP
en
ELIZABETH I, EL ÚLTIMO BAILE



CON ELIZABETH INTENTO DECIR QUE CADA MOMENTO
ES UN BAILE QUE HAY QUE BAILAR
COMO SI FUERA EL ÚLTIMO BAILE.

Llega a Madrid el último espectáculo de Lindsay Kemp: Elizabeth I, el último baile. Esta vez como creador y como intérprete. Viene al Patio del Conde Duque, que durante todo el mes de julio se ha consagrado a la música y la canción.
 

CARLOS MIRANDA/
PAOLA DOMINGUÍN
LINDSAY KEMP
  • Durante este mes de agosto – aclara Manuel Gutiérrez, director de los Veranos de la Villa – el Patio del Conde duque se abre a la palabra, el teatro de prosa. Y un buen comienzo es esta Elizabeth de Lindsay Kemp. El lenguaje de Kemp lo entiende todo el mundo. Desde el principio apoyé este proyecto, porque es apoyar el talento tanto de él como de sus actores. Lindsay Kemp ha conseguido crear un equipo internacional y de gran calidad, lo cual es fundamental para tener éxito.

Desde 1976, que es cuando apareció Lindsay con sus Flowers en el antiguo teatro de revistas el Martín, demolido hace unos años, se han sucedido muchos espectáculos. Se acababa de estrenar la democracia. Antes no había podido entrar por aquello de la censura

  • Tuve que esperar pues España estaba sumida en una gran represión y tal vez eso, también fue la clave del éxito. Tuve que esperar a que Franco se muriera. Antes ya había venido por Benidor y me detuvo la policía, porque me puse a bailar con castañuelas en la propia calle. Yo creía que eso es lo que hacían los españoles.

Al Martín llegó y sin publicidad. Nadie lo conocía. Funcionó gracias al boca a boca y fue todo un éxito, hasta le punto que volvió en 1978 en el Teatro de la Comedia.
 
  • De aquel teatro y aquella época tengo recuerdos maravillosos, pero ahora en el papel de Elizabeth me resulta difícil meterme en aquellos recuerdos. La verdad es que tengo que estar muy agradecido a Flowers pues hizo que fuese por todo el mundo. Después fue difícil seguir, ya que tenía miedo de decepcionar al público. El teatro Martín era un pequeño teatro, perfecto para lo que queríamos. Era un teatro de Revista, con un ambiente perfecto. Siento que se haya destruido. Siempre me conmuevo de tristeza cuando desaparece un teatro.

LINDSAY KEMP

Por aquellos años se estrenaba una película Sebastiane, toda ella en latín. Se trataba de la historia de San Sebastián – soldado romano – con sus compañeros en un reducto militar. Al comienzo del film un ballet, un tanto orgiástico, actuaba en la fiesta del emperador romano, cuyo pupilo era Sebastián. La coreografía y la interpretación corrían a cargo de un jovencísimo Kemp. Allí ya estaba la estética que usará posteriormente. No obstante, aún no conocíamos a Kemp y sólo cuando apareció con Flowers comenzamos a atar cabos.

Salomé, Nijinski, El Sueño de una noche de Verano, The big parade, Onnagata, Cenicienta… fueron títulos posteriores a Flowers.
 

B.DAVIS/E. FLYN
Las vidas privadas de
Elizabeth y Essex (1939)
La Reina Virgen (1955)
  • Pero mi historia de amor con este personaje – confiesa Lindsay empezó hace 60 años, cuando vi Las Vidas privadas de Elizabeth y Essex (1939). Mi madre me llevó a verla, cuando tenía cinco años, en Liverpool, mi ciudad. Elizabeth era Bette Davis, actriz que ha ejercido gran influencia sobre mí. Al volver a casa, en el salón de mi casa, e puse a interpretar a Errol Flynn, Bette Davis, la Reina Isabel, o cada uno de los tres. Después vino La Reina Virgen (1955), también con Bette Davis. Por eso este montaje es también un homenaje a Bette Davis. Podía haber interpretado el papel antes, pero este es el momento más idóneo, en el que tengo mayor madurez y me siento más identificado. Siento una gran admiración por ella como lider que fue y por el buscar el mantenimiento de la paz. Admiro su época isabelina en que proliferaron tantos poetas y escritores como fue el propio Shakespeare. Es una época de la que aún hoy estoy enamorado. Me admira en Elizabeth esa mezcla de vida pública y privada y su estatus mítico. Es el símbolo de la cultura inglesa en pleno florecimiento.

Kemp descubre algo de teatral en el personaje de Elizabeth.

  • Elizabeth se definía a menudo como una mujer interpretando le papel de un hombre. Eso me ha llamado la atención, porque trasciende todos los géneros como yo he hecho con alguno de mis papeles más famosos como Salomé o Divina en Flowers. De todos modos por lo que fuere la razón es Elizabeth y Elizabeth soy yo.
Acerca de la identidad de Elizabeth se ha escrito mucho y se ha intentado explicar su virginidad o más bien su aparente aversión al matrimonio. El dramaturgo Francisco Ors (Valencia) se descolgaba en 1974 con un texto sobre Elizabeth I de Inglaterra. Su título: Contradanza. Elizabeth I aparece como un hombre al queso madre, al nacer, le hace pasar por mujer, para salvarle de las intrigas de la corte inglesa. Un hombre homosexual, que esconde un gran secreto, que no puede evitar enamorarse y que está dispuesto a luchar por los derechos de las personas que son y sienten como él.
CONTRADANZA (FRANCISCO ORS)
JOSÉ L. PELLICENA (Elizabeth)/
JUAN L. GALLARDO (Duque de Essex)
FOTO: CABRERA

La devoción de Kemp por Elizabeth se ha acentuado en estos últimos años.
 
  • Últimamente he experimentado una identificación mucho más estrecha. A medida que Elizabeth envejecía bailaba más rápidamente para ahuyentar la vejes y la muerte. Llamaba a sus aposentos a intérpretes que tocasen tambores, la flauta y bailaba. He estado estos diez últimos años dirigiendo ópera lírica y por lo tanto sin subirme a un escenario, en persona aunque sí en espíritu. Me daba miedo que se anquilosasen las piernas. Recordaba lo de Isadora Duncan: No descanses y no te oxidarás. Tras 60 años y siguiendo muchos rumbos distintos, me di cuenta de que me esperaban los ropajes de Elizabeth, aunque habría que ensancharlos, Así nació Elizabeth I, el último baile.

Estos años dirigiendo ópera también han influido.

  • Todos estos años en la ópera me hizo sentir una gran pasión por la ópera. Quise hacer mi ópera. A mi amigo Carlos Miranda le dije escribe una ópera para mí y yo como protagonista, pero que no tenga que cantar.

La ópera de la que habla Kemp se encuadra en la llamada semiópera de la Inglaterra del s. XVII. La semiópera es el teatro total ya que a una música, canción, bailes y palabra hablada.

  • Aquí estamos con esta semiópera. La música evoca el período histórico.

Carlos Miranda ha compuesto una partitura que califica de:
 
  • Completamente original. Es un producto de todos estos años con Kemp. Hay evocación de la época pero de un modo libre y con un estilo propio. Hay textos cantados y hablados, peor no es teatro de prosa. Hay canciones basadas en poemas ingleses. Hay monólogos de F. Shiller para María Estuardo (Paola Dominguín). Hay mezcla de idiomas, porque en la época de Elizabeth había una gran apertura en este sentido, ya que todos los príncipes de Europa pretendía casarse con Elizabeth y ser reyes de Inglaterra. Esto se ve en los embajadores que formaban un mundillo de cotilleo igual al que ahora aparece en la TV. Había toda un intriga política y amorosa. Elizabeth era un virgen que no se sabía por qué nos e casaba en una época en que la descendencia era importante: ¿podía tener hijos o no?

LINDSAY KEMP
ELIZABETH I, EL ÚLTIMO BAILE

El título de El último baile es significativo:

  • La obra es un bailar a ritmo de música. Hay una mezcla musical de parte grabado , música en directo y yo tocando sobre el escenario, porque Yo también participo como actor

EL ÚLTIMO BAILE
RETROCEDE EN EL TIEMPO


La obra arranca con el último baile de Elizabeth I. Después comienzan una serie de Flash – Back, evocando su vida y sus recuerdos.

  • He tenido que ser muy selectivo en esa vida pasada de Elizabeth. Me centré en lo que me interesaba. La historia de amor y su relación con María Estuardo, mi media hermana. María Estuardo es ahora Paola Dominguín y me siento muy afortunado de que se haya unido a la Compañía y lo interprete.

El papel de María Estuardo lo ha estado interpretando Nuria Moreno – hija de Nuria Espert y Armando Moreno - , que es veterana y musa para Kemp. Durante toda la gira anterior - Bilbao, Las Palmas, Valladolid, Córdoba y Sevilla - ha sido suyo el personaje. Al llegar al Festival de Almagro se hizo el trasiego de actrices, debido a otros compromisos laborales de Nuria. Paola y Nuria se fueron alternando y aquí en Madrid es Paola quien viste las sayas de maría Estuardo.
 

PAOLA DOMINGUÍN
LINDSAY KEMP
  • Cuando en 1976 vi Flowers – recuerda Paola Dominguín me quedé fascinada y me pregunté qué tipo de lenguaje teatral era ese. Me dijeron: Es mimo. Me fui a Francia y estudié tres años con Marcel Marceau y volví fascinada. Desde entonces mantuve una relación muy cercana con Kemp. Desde aquel Flowers han pasado 30 años y era un sólo sueño que no esperaba pudiera realizarse para mí. Sustituyo a Nurita (Nuria Moreno) y es fascinante. Me han ayudado todos y por ello ha sido fácil integrarme, ya que era una cuestión pendiente que tenía yo con el arte y con un deseo escondido. Espero que la gente que me vea disfrute.

La figura de María Estuardo es controvertida históricamente. Según la mentalidad de cada época ha sido la buena y la mala. Ha sido considerada como mártir del renacimiento o bien intrigante en la corte ambicionando la corona de Inglaterra. Para Elizabeth era su molesta “invitada prisionera”. En 1587 firmó la sentencia de muerte y María fue decapitada. Elizabeth se puso de luto profundo. La muerte a María Estuardo, provocó el que Felipe II mandara la Armada Invencible, de tan trágicas consecuencias para España.
MARÍA ESTUARDO

  • Tendreis que esperar para ver si es buena o mala – sonríe Kemp. La verdad es que estoy medio enamorado de mi media hermana. Y una de las características es que la amo, aunque también sé que ella no es de fiar, para decirlo malévolamente. Por lo fascinante me resultaba imposible renunciar al encuentro entre Elizabeth y María, algo que nunca ha ocurrido históricamente.

Las sustituciones son inevitables en la compañía de Kemp

  • No es fácil juntar la Compañía – aclara Concha Busto, productora del espectáculo -, al ser una compañía internacional. Unos viene de Londres, otros de Italia. En esta ocasión hay que contar con un barítono, un tenor… Con motivo de la representación de Madrid se volverán a juntar por tercera vez.

La estética del espectáculo sigue las líneas fundamentales de lo que ya conocemos de Kemp.
 


L. KEMP/ ELIZABETH I
  • Las similitudes son inevitables – corrobora Kemp -, pero este trabajo está más simplificado, voy más a la esencia, más maduro. También más económico de medios y recursos. Más hermoso y con dramatismo más intenso. Espero que aún así retenga el estilo popular de mi teatro. Es un teatro para el pueblo y pretende llegar a toda la gente. Quiero llegarles al alma y al corazón. Es el teatro de los sueños, de la imagen y de la magia tan indispensable y que está ausente en el teatro actual. Tiene que ser un teatro que te encumbre.

Para Kemp todo espectáculo es algo vivo y ello lleva a cambios.

  • Siempre estamos cambiando y mejorando. El cambio de repartos es inevitable como ha dicho Concha, ya que los actores tienen otros compromisos. Para esta producción he conseguido reunir muchos de mis más importantes colaboradores de los últimos veinte años: David Haughton, Carlos Miranda, Marco Berriel, François Testory Por otro lado me encanta cambiar de amantes, pues me permite reflejar mis últimas pasiones, mis últimos amores. Además es necesario el cambio porque el público cambia. A veces actuamos en pequeños teatros con arañas de cristal de roca, terciopelo rojo en las butacas y palcos. Otras veces en teatros polvorientos como este gran teatro al aire libre y que es maravilloso. Aquí será como el Kabuki, más simple y más sencillo, pero más exuberante. Probablemente seremos más shakesperianos si pensamos en aquellas pequeñas compañías de Shakespeare que representaban en teatros muy grandes.
Como contrapunto a esa sencillez está un rico vestuario

Es un vestuario muy hermoso que ha diseñado una antigua alumna mía, Sandy Powel, con dos Oscars en su haber. Ya había diseñado el vestuario para la película Shakespeare in love (Shakespeare enamorado), por el que ganó un Oscar. Esperé a que tuviera tiempo y lo hizo.

Durante 10 años ha estado ausente de los escenarios como intérprete.
  • He hecho otras cosas y estuvimos en otros sitios. En esos diez años me he ocupado de la ópera. La última ha sido Madame Butterfly. Pero el estar inmerso en óperas como The Fairy Queen y El Sueño de una noche de Verano, me ha implicado en el mundo de la cultura isabelina, el teatro, la magia y la locura, reinas sobrenaturales atrapadas en las intrigas del amor. En Butterfly y La Traviata, hay dos ejemplos de locura heroica que siempre me ha inspirado. En ellas una visión interior apasionada se opone a todo obstáculo, incluso a la misa realidad y transforma su derrota inevitable en una victoria trágica triunfante.

Cuando concibió Flowers a Kemp le entró un cierto miedo por el futuro. Si podría superar ese montaje. Algo similar nos pasaba a los espectadores con los sucesivos montajes.
 
  • Ese miedo – confiesa Kemp es normal en cualquier artista pero ello no me ha inhibido a crear. Y creo que precisamente eso es lo que se llama “miedo escénico”. Sentimos una gran angustia por temor de no estar a la altura. Y siempre se da porque el público siempre es muy distinto. De todos modos, el actor siempre está animado a seguir actuando. Y yo cuando actúo y bailo lo que le ocurre a Elizabeth, pienso que es mi último baile. Y he intentado a animar a los demás a hacer lo mismo. Quizás eso es lo que intento decir con Elizabeth, la síntesis de las experiencias de una vida entera en todas las artes escénicas: que cada momento es un baile que hay que bailar como si fuera el último baile.


José Ramón Díaz Sande
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