Hielo y Fuego (Frozen). Entrevista. Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande.   
Miércoles, 17 de Marzo de 2010 09:01

 



HIELO Y FUEGO
(FROZEN)
de BRYONY LAVERY

[2006-01-27]

FROZEN, o lo que es lo mismo en su traducción literal CONGELADOS, es título que al pasar a la versión espańola se transforma en HIELO y FUEGO


HIELO Y FUEGO
(FROZEN)
de
BRYONY LAVERY

FROZEN, o lo que es lo mismo en su traducción literal CONGELADOS, es título que al pasar a la versión española se transforma en

HIELO y FUEGO

La razón de tal cambio se debe, según Tomás Gayo, productor e intérprete de la obra, a que…

  • Eso de Congelados me sonaba a pescado. Podía ser Helados, pero todavía era más desafortunado pues pensaba en el helado que uno saborea. Se me ocurrió Hielo y Fuego. Lo de Hielo está claro y lo de Fuego, por un lado abarca la Organización que lidera Nancy (Magüi Mira) y que se conoce como EL Fuego de la Esperanza, y por otro el proceso al que son sometidos los personajes en cuanto que comenzando como “seres de hielo”, se van derritiendo gracias a los sentimientos que van aflorando. Entran congelados y salen derretidos.

DESAPARICION, PEDERASTIA Y CRIMEN

La historia aborda un tema eterno y harto conocido, pero que debido a los medios de comunicación se ha hecho más explícito y ha sensibilizado más al colectivo humano. Suenan los ecos del pederasta Dutroux en Bélgica y en España siguen presentes las muertes de las niñas de Alcàsser, Sonia Carabantes y Rocío Wanninkoff.
 

 

Una niña de diez años desaparece de su casa. Su madre, Nancy (Magüi Mira), vive en la esperanza de encontrarla. Una académica, Agnetha (Carmen Conesa), viene a Inglaterra a presentar una tesis. “¿Asesinos en serie: ¿es posible el perdón?” Por último, un hombre solitario y asesino en serie, Ralph (Tomás Gayo), intenta justificarse o ser comprendido.

Tres personajes unidos por la tragedia de la desaparición de una niña y de sus terribles secuelas.

Nieves Gámez – es su tercera colaboración con Tomás Gayo (El Adefesio de R. Alberti (2003) y Tirano Banderas de Valle Inclán (2004), son sus otras dos) – dirige esta función que es…
 

  • Una obra de texto y de actores. Tres personajes muy diferentes que nunca se encontrarían en la vida real, pero sí sobre el escenario. Se trata de una descripción muy humana y paralelamente se desarrolla una intriga que une las tres vidas y sabemos por qué tienen que conocerse. A ser un texto de actores, tengo que agradecer que estas dos actrices - Magüi Mira y Carmen Conesa - hayan aceptado y ponga en pie unos personajes que obligan a abrirse la piel.

NIEVES GÁMEZ

Al tratarse de una obra de texto, en el que predomina la palabra la puesta en escena es…

  • Muy limpia y basada simplemente en la metáfora de Frozen (Congelado). El escenario es un sitio frío y congelado, que alude al modo de cómo se encuentran los personajes al principio. Las luces – encomendadas a Rafael Écheverz son fundamentales para crear es ambiente.

Bryony Lavery (Inglaterra, 1947) es la autora, cuyo crurriculum como escritora para la escena comienza en 1978 con Helen and her friens. En las décadas posteriores continuó escribiendo y estrenó títulos como
 

1980: Family Album
1981: Mising
1983: Calamity
1984: Oorigin of the species
1990: Wicked
1991: Flight
1992: Her aching Heart
1995: Nothing compares to you
1996: Ophelia
2000: A wedding story


BRYONY LAVERY
Frozen (Hielo y Fuego) (1998) es la primera obra suya que se estrena en España y en castellano. Con varias nominaciones a los Premios Tony, la producción de Broadway ganó el premio Tony al mejor actor. Ha sido considerada como una obra mayor del teatro inglés. El estreno del texto ha supuesto un “boom” para la escritora como lo fue en su día Sabor a miel de Shelagh Delaney. Desde este punto de vista ambas escritoras se relacionan.
  • Lo que motivó a la escritora a tratar un tema de este calibre – añade Nieves Gámez es el deseo de retratar al criminal pero no como el malo malísimo de las películas. Trataba de ver el lado bueno de ese ser humano e intentar entenderlo desde una postura científica. Lo que pasa después es obvio, cuando nos enfrentamos con el público. Confunden personaje y actor y al final quieren pegarle. No lo pueden aceptar, aún viendo su lado bueno. Da pena, pero no lo pueden soportar.

Tomás Gayo es ese asesino, al que se le quiere comprender, aunque no justificar:
 

  • Yo trato de humanizarlo, puesto que ese es mi trabajo como actor. El público a veces ríe de sus costumbres, por ejemplo el personaje vive obsesionado con la limpieza. La risa o sonrisa del público y a veces la carcajada, es otro de los ingredientes de la obra, a pesar de lo duro del tema.

TOMÁS GAYO
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA

Y es que el humor campea por el texto.

  • El humor viene dado por el mismo texto – aclara Nieves -, y esta es la gran habilidad de la autora Bryony Lavery. El humor aflora en la vida cotidiana de los personajes y se pone en contraste con el tremendismo de la historia. La carcajada surge debido al absurdo de algunas situaciones. El recurrir al humor es necesario en un drama que no sería fácil de soportar. Además de la “obsesión por la limpieza” del asesino, está la relación de Nancy (la madre) con su propia hija adolescente, la cual llega a odiarla. O bien el humor que surge debido a la patología de la psiquiatra.

Este paso del dolor al humor no es nada fácil, advierte Magüi Mira (Nancy):

  • Pero en el fondo es como la propia vida en la que humor y dolor se dan conjuntamente. El paso lo hemos encontrado por pinceladas que nos ha sugerido Nieves y también surge del propio texto. Hay ocasiones en que el tal humor depende del público que o bien sonríe, ríe e incluso llega hasta la carcajada.

MAGÜI MIRA: MIS PERSONAJES
LAS GRANDES MUJERES FANTÁSTICAS.

 


MAGÜI MIRA
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA
Magüi Mira es de sobras conocida. Personalmente, su nombre siempre me lleva al 1987 con su interpretación de Agripina en Séneca o el beneficio de la duda de Antonio Gala, en el Teatro Reina Victoria. La persistencia de ese recuerdo tiene tres motivaciones. Era la primera vez que yo veía actuar a Magüi Mira; me impresionó la blancura de su piel y lo cobrizo de su cabellera, y aquel estreno de Gala terminó con un pateo por una parte del público, no para los actores sino para el autor. No sé si fue de buen recuerdo para ella aquel título, pero veo que no aparece en su currículum. A partir de entonces condujo una importante carrera como actriz, encarnado papeles de mujer que – imprudentemente, aunque sin maldad – he calificado de “personajillos rarillos y complejos”. Sobre estos calificativos se revuelve:

  • De personajillos y rarillos, nada. Quita esos diminutivos. He abordado las grandes mujeres fantásticas, que tienen un punto en común: grandes mujeres luchadoras positivas que gusta de ver su proceso. No son plañideras sino que luchan.

Algunas de esas mujeres se han llamado Cleopatra (Marco Antonio y Cleopatra, dirección José Carlos Plaza); la incombustible Molly (La noche de Molly Bloom (1979), dirección José Sanchis Sinisterra) con la que se dio a conocer y que ha retomado, otra vez con éxito, el 2 de junio de 2004; la luchadora María Estuardo (dirección Emilio Hernández), que quiso adentrarse en le mundo masculino y le cortaron la cabeza; una de las Tres mujeres Altas (dirección J. C. Plaza); Julia de La señorita Julia (dirección Emilio Hernández) y más títulos. Si observamos los directores de las obras mencionadas, son nombres cotizados en el panorama teatral español.

Magüi no se agota como actriz, sino que se ha lanzado al ruedo de la dirección con títulos como El Perro del Hortelano, Top Girls, Master Class, Morocco Bar, El Censor… Y después está su labor docente en el mundo de la interpretación y sus premios:
 

Premio Ercilla (2 veces)
Premio María Guerrero
Premio Agora
Premio Tabla
Premio Celestina (crítica de Madrid)

Magüi es Nancy Shirley, madre de Rhona, la niña desparecida hace diez años. El trauma experimentado le hace olvidarse de su hija mayor. Con todo, su vitalidad le lleva a no quedarse en su lamento y funda una organización: El fuego de la esperanza, para familiares de los desaparecidos.
  • Es un trabajo – confiesa Magüi - de lo más difícil que hecho. Se trata de una madre llena de dolor y de alegría, pues es capaz de superarlo. La anécdota es cruel: la hija violada y una madre capaz de enfrentarse a ese dolor. Es una mujer muy positiva, luchadora y con humor. Una gran ayuda ha sido la dirección de Nieves, que ha conseguido que todo parezca verdad.

MAGÜI MIRA
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA

El tema no sólo es real, sino reciente. Ha acaecido hace unos cinco o seis años. Por otro lado, en estos últimos tiempos, estamos acostumbrados a enterarnos de situaciones similares. Ello hace del texto que sea actual y que entre en el llamado teatro contemporáneo.
 


MAGÜI MIRA/TOMÁS GAYO/
CARMEN CONESA
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA
  • Es una suerte haber interpretado este texto porque lo sientes muy cerca al ser teatro contemporáneo. La madre existe. Es real. Es un teatro de hoy. Por mi parte le doy mi piel, mis emociones y sentimientos. Cada día que pasa, hace me relacione con Nancy de modo diferente.

En torno a esa madre revolotean otros personajes como son su hija mayor, con la que está en conflicto. Sólo el paso del tiempo tenderá el reencuentro. También hay un marido, en su pensamiento, que nunca la entendió. Desde la desaparición de su hija menor hasta la captura del asesino, Nancy sufre una transformación, Y por último un guardia (Mundo Prieto), que asiste mudo a la entrevista entre la madre y el asesino en serie.

CARMEN CONESA:
MÁS QUE UNA ACTRIZ DE TEXTO


Agnetha Gottmundsdottir (Carmen Conesa) es una catedrática de psiquiatría de mediana edad. Ha empleado 20 años en su tesis: Asesinos en serie: ¿un acto perdonable?
 


CARMEN CONESA
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA
  • Cuando Tomás Gayo - aclara Carmen me pasó la función me pareció un tema tan duro, difícil y en principio nada comercial. Pero sentí que era importante que el público tenía que verla. En la vida ese tema se da, pero en el teatro poco se ha tocado salvo en Hamelin por el grupo Animalario. Era interesante ver cómo se relaciona el mundo de la madre que representa la familia, el de la ciencia que soy yo como psiquiatra y el del criminal. La autora explica que tal vez no hay solución, pero si se relacionasen, posiblemente algo cambiaría. Mi personaje tras la investigación de unos 250 asesinos en serie, piensa que lo puede entender.

El gran debate de la función es considerar el perdón o el no perdón.

  • No quiero desvelar el final, pero sí puedo decir que la tesis de mi personaje – apunta Carmen - es creer que la maldad no existe y creer que todo razonamiento proviene de patologías, por lo tanto el criminal no tiene culpa de nada.
Carmen con un amplio currículo de títulos y directores, posee una voz capaz de interpretar composiciones de George e Ira Gershwim y de corte jazzístico. Por ello no fue casual su interpretación del musical Chicago en el Teatro Avenida. Combina a la perfección sus dotes de cantante y de actriz, como lo demostró en el ciclo Confidencias – una serie en la que diversos actores desnudaban su alma ante el público - con sus 13 canciones en el Teatro María Guerrero
CARMEN CONESA
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA

TOMAS GAYO: EL CULPABLE NO CULPABLE

  • Algún espectador, a la salida, me ha increpado amenazándome con cortarme mis genitales. Pero eso no serviría de nada, porque el problema no está en ellos sino en la cabeza y seguiría matando – aclara Tomás Gayo. Yo soy el asesino y lo hago en serio. Es más, lo defiendo. Llevo 20 años asesinando y sin complejo de culpa. Mi personaje ha sido un niño maltratado. Es un personaje muy difícil, sobre el que he investigado mucho.

TOMAS GAYO/ CARMEN CONESA
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA
La estructura dramática es de corte cinematográfico aproximándose al “thriller”.
  • Comenzamos cada uno contando nuestra historia al público como si fuera un amigo. Se rompe claramente la cuarta pared. Después, los tres personajes comenzamos a relacionarnos y surge el conflicto. Hay una tesis: el seguir viviendo, porque la vida sigue. A pesar de lo tremendo del tema, el público lo pasa bien y sale emocionado.

EL COLOQUIO: LOS MIÉRCOLES
RUPTURA DEFINITIVA
DE LA CUARTA PARED

No todos los días - aunque el deseo de Carmen es que: Ojalá fuese todos los días, pero sí una vez a la semana (en Madrid los miércoles) - se entabla, al final de la obra, un coloquio con el público que lo desee.

  • La idea del coloquio no es nuestra. Yo estaba estudiando cine en Nueva York y fui a ver la función. Me impresionó porque toda la obra lleva hacia una katarsis. Pero mi sorpresa fue mayor cuando, al final, se entabló el coloquio con el público. Allí se hace todos los días y funciona de un modo tremebundo. Preguntaban. Sé también que a la autora, este aspecto le gustaba mucho.
Tras su estreno en El Escorial, la obra ha recorrido varias regiones: Andalucía, Ceuta, Cazorla, Barcelona, El País Vasco, Castilla La Mancha y su última representación en Dos hermanas (Sevilla). Quiere decir que poseen ya una cierta experiencia y conocen las reacciones del público:
  • No, en general, en el público no hay comprensión para con el asesino – constata Tomás Gayo me insultan en la calle, en plan bien. Hay gente que es capaz de entender a la psiquiatra pero no a mí.

MAGÜI MIRA/CARMEN CONESA
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA
  • No obstante – añade Carmen en el Festival de Cazorla (al que va un público más especializado en el teatro), un espectador afirmó: “Yo he estado más interesado en el personaje de Tomás. He estado de su lado porque su psicología es la menos conocemos”. En cambio, en El Escorial, un matrimonio expresó que la función le había gustado pero que no se debería hablar de estas cosas debido a su crudeza. Otros le contestaron “pues vayan a ver Salsa Rosa”. Se creó una gran polémica.

Para Magüi Mira, esta experiencia de poder inmediatamente tener la respuesta del público…

  • Es un placer, pues tienes la oportunidad maravillosa de saber lo que has provocado. A veces hay grandes sorpresas que no esperábamos y como actriz me hace reaccionar. Es algo que antes nunca lo había vivido. Este tipo de coloquio aunque pueda parecer similar al que se hacía con el cine, en los famosos cine-forum, no es lo mismo. Allí la discusión surgía entre el público y el moderador, pero los actores no estaban. Aquí sí, estamos ante el

CARMEN CONESA
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA
Además de los tres actores, la actriz y jefa de casting en esta producción Ángeles (Geli) Albadalejo, es la moderadora del coloquio. Tras el enfrentamiento con diversos públicos, comienza a tener una cierta experiencia y sabe pulsar ciertas teclas para que se rompa el hielo, connatural en todo coloquio debido a la timidez. Otras veces surgen preguntas que desconciertan como es la pregunta del público:

¿Por qué os interesa nuestra opinión?

  • Otras veces sus comentarios son un aliento – advierte Carmen - para tener más confianza en tu personaje, como cuando oigo: La maldad no existe.

Este defender la actitud de los personajes en el coloquio no deja de ser problemático. Una cosa es defender el propio personaje y su actitud ante al vida y otra que el actor, en el coloquio, defienda a su personaje. Carmen reconoce que, en efecto, lo es. Más difícil lo segundo. Para Magüi Mira, este conflicto o esquizofrenia actor-personaje no existe, porque…

  • Yo estoy al 200 por cien con Nancy.

Quien lo tiene más crudo es Tomás Gayo, el asesino.
 

  • Yo trato de defenderlo o explicarlo a través de su infancia difícil. Si no lo hubieran maltratado tanto… lo cual nos lleva a la conclusión de que hay que proteger a la infancia. Por otro lado tiene un defecto físico y problemas de memoria. Lo defiendo a través de sus antecedentes.

MAGÜI MIRA
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA

El coloquio viene a durar una media hora, aunque esto depende, según Geli

  • Del público
  • Y del hambre – añade humorísticamente Magüi.

ACTORES EN LA CÁRCEL
 


TOMÁS GAYO
FOTO: ENRIQUE CIDONCHA
Quienes no han asistido hasta el momento es un público vinculado al tema, como serían presos que cumplen condena por delitos como éste.
  • No lo habíamos pensado – advierte Nieves Gámez, la directora -, pero está en la línea de la autora y la psiquiatra. Si esos seres pudieran entrar en contacto y ver esto, tal vez reaccionarían.
  • Tal vez sí, tendríamos que ir a la cárcel - concluye Magüi Mira.


José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Sábado, 24 de Abril de 2010 18:28