Una noche de zarzuela. Entrevista Imprimir
Escrito por José Ramón Díaz Sande   
Viernes, 05 de Febrero de 2010 10:00
¡UNA NOCHE DE ZARZUELA...!
[2009-07-22]
 Apolonia Carabias, cantante lírica superviviente de la guerra civil española, se ha quedado sin su marido, el Sr Vega, que en herencia le ha dejado el teatro, punta de lanza de la Zarzuela en sus tiempos de prosperidad, pero la contienda bélica se lo ha devuelto húmedo y plagado de deudas.

 

¡UNA NOCHE DE ZARZUELA…!


FOTOS BASE: JESÚS ALCÁNTARA

1941: España en la postguerra.
 

Apolonia Carabias, cantante lírica superviviente de la guerra civil española, se ha quedado sin su marido, el Sr Vega, que en herencia le ha dejado el teatro, punta de lanza de la Zarzuela en sus tiempos de prosperidad, pero la contienda bélica se lo ha devuelto húmedo y plagado de deudas. Apolonia cree en la resurrección de todo y también de su teatro. Confía que la luz desala de su teatro se convierta en brillantes candilejas ante la promesa de unos productores americanos. Los dineros de Apolonia no llegan para emprenderla con una zarzuela completa, pero sí para recuperar un proyecto de antes de la guerra: una Antología de Zarzuela. Y además están esos generosos y entusiastas americanos.

  • Este proyecto tipo antología viene de lejos – desvela Luis Olmos, director y autor junto a Bernardo Sánchez, del libreto.

Y aquí persona y personaje casi se confunden. Una iniciativa de Antología es el de Apolonia y otra distinta la de Luis Olmos. Se asemejan en lo que tiene de Antología y en los tiempos que a una y otro les ha tocado vivir. Apolonia se ajusta a las carencias de la postguerra. Luis a las carencias de lo que fue primero  “recesión económica” y después “crisis” pura y dura.

  • No queríamos una Antología al uso de José Tamayo – precisa Luis -, ha sido un trabajo muy laborioso. Romper mucho y cambiar las formas de iniciar. El recorrido por las piezas musicales del género lírico ha sido muy significativo. Para justificar este proyecto lo hemos inscrito en un tiempo concreto y articulado dramáticamente, para,  de este modo, evitar el simple encadenado de un recital.
LUIS OLMOS

AÑO 1941: LA HORA ESPAÑOLA

El problema estaba en buscar el momento de esa ficción. Lo que sus autores denominan “buscar una hora española”.


BERNARDO SÁNCHEZ
  • Tenía que ser significativa en cuanto a la propia historia del género, de su creatividad, de su producción, de su gente – interviene Bernardo Sánchez. Una ‘hora’ que nos posibilitara imbricar la vida cotidiana de sus artífices en una sociedad que como la misma zarzuela aparecía sin futuro tras el trauma de la Guerra Civil, cuando tanto la España real como esta compañía inventada se encontraban disueltas y diezmadas. Y una ‘hora’ que de cara al texto nos diera cuartelillo teatral. Con esta perspectiva nos proponíamos huir de la nostalgia y del mausoleo.

DEL BABILONIO III:
¡MÁS ZARZUELA! ¡ESTO ES LA GUERRA!
AL TEATRO DE APOLONIA:
UNA NOCHE DE ZARZUELA…!
ENSUEÑO LÍRICO EN DOS ACTOS

Hace dos años Luis y Bernardo comenzaron a barajar ideas, bajo el título: ¡Una noche de Zarzuela...! Ensueño lírico en dos actos

  • Tuvo en un principio otro ‘tenor’ y otro ‘monstruo’, como diría el maestro Vives. Hasta que un día, en Logroño, durante una de las jornadas de trabajo, lo arrojamos todo por la borda. Nunca mejor dicho, pues el monstruo transcurría hasta entonces - anything goes!- en un trasatlántico de lujo, entre España y Norteamérica. Por la misma época: entre el inicio de la posguerra española y el bombardeo de Pearl Harbour. De hecho, se iba a titular ¡Más zarzuela! ¡Esto es la guerra!, en alusión a ciertos polizones que viajaban en él. Babilonio III bautizamos al buque. Pero nos cuidamos de reflotar lo que de verdad nos interesaba: el espíritu de Apolonia y los suyos. Y los couplets babilónicos mismamente, una pieza que junto a la de los tres Ratas ‘marxistas’ fueron las primeras figuraciones que pusimos sobre la mesa; como se verá, nos han acompañado hasta el final. Y no sólo eso: llegar hasta ellas y salir de ellas ha supuesto ir trazando, de paso, buena parte del asunto de esta zarzuela de zarzuelas y configurar - con el mismo grado de libertad - el resto de las piezas antologadas.

FOTO: JESÚS ALCÁNTARA

El Babilonio III no se fue a pique, pero en él no embarcaron ni Apolonia, ni su elenco.

  • Vimos – continúa Bernardo - que, dejando a la compañía en el Madrid de 1941 (1)- en aquellos días un dique en ruinas y capital de otro naufragio - podíamos contar cosas de verdad, las cosas que, por ejemplo, nos iban pasando mientras pensábamos en su suerte, y - por qué no - en la nuestra, empeñados como estábamos en reunir igualmente una compañía de zarzuela para montar una antología. Con la de antologías de la zarzuela que se han montado, alguna de ellas por antonomasia como la de Tamayo, a la homenajeamos citando el que era su último highligt, una apoteósica Jota de La Dolores de la que, sin embargo, nosotros proponemos ahora un descenso parecido a la salida de un sueño.

LAS CANCIONES FORMAN
PARTE DE MI NIÑEZ MELANCÓLICA

Enrique Diemecke (México) dirige la orquesta. Su carrera como director musical es amplia en diversas orquestas. En la actualidad es director de las sinfónicas Nacional de México y de Long Beach (California) y principal director invitado de la de Forth Worth (Texas). Uno de sus grandes éxitos es Madama Buterfly (1998) en la Ópera Nacional de Varsovia.

  • Estoy fascinado por participar en el Teatro de la Zarzuela – confiesa Enrique Diemecke -, es una de las últimas experiencias preciosas como artista y como música. Este proyecto me ha llamado la atención, pues incluye mis canciones favoritas desde niño, que las oía de los artistas y de mi madre que las cantaba. Forman parte de mi niñez melancólica.      

A esta faceta nostálgica se  le suma su faceta como intérprete musical.


ENRIQUE DIEMECKE
  • Como director pretendo abordar con frescura estas selecciones. Al hacer un concierto de noche de zarzuela no hay una historia, ni actuación. Se interpretan las selecciones más relevantes. Aquí hay una historia que se sigue y ha sido creada por los autores y hasta la música, romanzas, dúos, coros, bailables están ligados con la historia, como por ejemplo la danza del fuego de Benamor, que no se construye alegre, ya que en la historia hay algo triste y está la miseria. La coreografía refleja esa parte triste: el hambre, el teatro está arruinado… De ahí el uso de una música que proporcione ese color oscuro y no brillante.

FOTO: JESÚS ALCÁNTARA

COMO MÚSICO TIENES QUE
SABER CAMBIAR ESOS COLORES

Este uso dramático de las composiciones musicales, es para Enrique:

  • Un reto, pues como músico tienes que saber cambiar esos colores. Siempre habrá una opinión que no concuerde con el modo de interpretarlo, pero creemos que de esta manera se une a la historia. Y es que la vida es así, cuando  uno interpreta le sale triste si está triste, aunque sea actor y tenga que sacar adelante todo con brillantez. He dado conciertos en los estaba triste, algo que había ocurrido en mi familia, pero no se puede  cancelar como se puede hacerlo en otras profesiones.

FOTO: JESÚS ALCÁNTARA

Para Enrique la historia de Apolonia y sus vicisitudes es más frecuente de lo que parece a simple vista.

  • Esta historia se da en muchos de nosotros. Yo he vivido momentos de gran apoyo económico y otros de no apoyo económico. Y los mejores momentos no han coincidido siempre  con una situación alegre. Yo soy maestro y digo a mis alumnos que están preocupados por su futuro: el morirse de hambre. Les digo: Mozart murió de hambre.

TEMAS MUY CONOCIDOS
INSERTADOS EN EL DRAMA
QUE SE CUENTA.

Cristóbal Soler (Alcàsser, Valencia) se alterna con Enrique en la dirección musical. Desde 1995 en la que se fundó la Orquesta Filarmónica de la Universidad de Valencia es su director. Ha dirigido muchas orquestas y producciones líricas – óperas y zarzuelas -, y en el Teatro de la Zazuela ha dirigido Música Clásica y el tercero de los Conciertos líricos. En 1998, en Viena, ganó el Primer Premio del Concurso de Jóvenes Orquestas Sinfónicas

  • Es la primera vez que trabajo con Luis y con  Esperanza, dos grandes profesionales – declara Cristóbal. La selección que Luis y Bernardo han hecho de las zarzuelas me maravilla, porque han conseguido seleccionar temas muy conocidos, pero orientados al drama o guión. Hay números que algunos espectadores dirán: “los he escuchado, pero más rápido”. El cambio de tiempo viene justificado por la historia que contamos. No es una antología al uso, sino que hay una historia y la música viene diseñada según esa historia.

CRISTÓBAL SOLER

LA HISTORIA ES CIENCIA FICCIÓN,
PERO EL LIBRETO ES REAL
EN CUANTO A LA VIDA DE ESTE PAÍS

La optimista y esperanzadora Apolonia es Esperanza Roy. Si alguien conoce todos los géneros y avatares del teatro es Esperanza, así como su gran amor por el teatro y sus compañeros. Es ya proverbial verla en los estrenos cómo da rienda suelta a su entusiasmo por los actores. Sabe de los sinsabores, esfuerzo y miedos que cualquier interpretación, por humilde que sea, conlleva. Redactar su currículo es innecesario, al ser de sobras conocida y haber quedado inmortalizada en las enciclopedias.


FOTO: JESÚS ALCÁNTARA
  • La historia es ciencia ficción, pero el libreto es real en cuanto a la vida de este país – declara Esperanza. Nunca se ha hablado del drama que pasó con los cantantes y compañías de zarzuela que alimentaban a España. En aquellos años se quedaron sin cantantes. Entonces era muy popular. Mi madre cantaba las zarzuelas. Después ha habido una laguna enorme. Los jóvenes como no tenían cultura musical y los gorgoritos les extrañaban, pues se fue perdiendo. Además no había dinero.

Según Esperanza el libreto de Una noche de zarzuela refleja todo ese momento.

  • Al leerlo lloré. Hay una serie de temas que se cantan que yo me los sé. Es algo magnífico para el que ama nuestra cultura musical. Muchos de aquellos cantantes se fueron a América, pero gracias al Café Cantante los que se quedaron porque no pudieron ir, sobrevivieron cantando músicas muy populares de zarzuela y la copla. La copla estaba en auge. Mi madre nos llevaba de pequeñas al Café Cantante. Se pedía un café porque no teníamos dinero para más. Allí fuimos conociendo las canciones. Esta es una historia auténtica metida en un contexto, ¿sueño o no?

ESPERANZA ROY
FOTO: JESÚS ALCÁNTARA

Uno de los números que ha sorprendido a Esperanza es la ya mencionada Danza del Fuego.

  • Cuando se habla de la Danza del Fuego siempre se piensa en la más famosa: la de Falla en El amor Brujo.  Esta es la de la zarzuela Benamor del maestro Luna. Es de una gran belleza. Yo jamás la había oído.

LA REVISTA, DE ALGUNA MANERA,
ES HIJA DE LA ZARZUELA

Esperanza está familiarizada con las Antologías. En 1983 la llamaron para protagonizar la Antología de la Revista con libreto de Juan José de Arteche y Ángel F. Montesinos. La dirección corrió a cargo del mismo Montesinos. Con aquel espectáculo se echaba una irónica y humorística mirada desde los años 30 a los 60. Aparecía la república, la postguerra y el comienzo del resurgir económico.

  • La revista de alguna manera es hija de la zarzuela – advierte Esperanza. Quien en realidad la puso en órbita con gran dignidad fue Celia Gámez que tenía mucho dinero. Yo la respeto mucho pues puso en auge y dignificó un género que era frívolo y al que se le conocía a principios de siglo por sicalipsis (1). Es la primera mujer en España que dirigió musicales. Vino con sus pantalones, dirigiendo. Tuvo grandes amantes, maravillosos, pero lo más importante es el espectáculo de revista que creó. Durante muchos años la Revista en Madrid estaba en el Alcázar, el Calderón, el Maravillas y en el Martín que era la capilla sixtina de la Revista. Era algo importante, con dos funciones de lleno absoluto.

CELIA GÁMEZ

La Revista fue el refugio de muchos buenos artistas y compositores. Ellos pudieron comer y la revista se benefició de la calidad, estética, interpretativa y musical. De ese mundo Esperanza tiene una serie de recuerdos de adolescente.

  • Había cómicos fantásticos y muslos de las vedettes. Pechugas no, por lo de la censura. Para muchos era un desahogo. Mi hermana que era guapísima fue chica de conjunto y las pruebas que se hacían es lo que se ve en las películas. El empresario te mandaba levantar las faldas y si las piernas estaban bien, adentro. Era así de simple. Yo llegaba del colegio, hacía los deberes, iba al teatro y luego mi hermana me llevaba a cenar.

Esperanza también actuó en la Revista, pero sus primeros caminos fueron otros. En la academia de Karen Taff comenzó sus pasos de baile que fraguaron en el flamenco. Ese arte la llevó a ser bailarina de flamenco en Europa.


ÁGUILA DE FUEGO
(DISCO)
  • Yo tenía la sede en París y desde allí te contrataban las agencias europeas. Una de las veces que vine a España vi, en el Pavón, el Pichi por Celia Gámez, y  en otra ocasión, en el Maravillas, Águila de Fuego. Sale Celia. La vi gordita, rechonchita, pero qué traje llevaba: rojo y lleno de plumas. Y lo más sorprendente es que ella dirigía todo el espectáculo. Puso mallas a las vedettes, la pasarela enmoquetada... Por eso la nombro. Hay que agradecerle mucho el que llevase la revista a una gran altura. Y quiero resaltar algo importante: siempre se rodeaba de españoles, quitando un francés del que se había enamorado.

LO QUE SÍ APRENDÍ DE LA REVISTA
ES EL MUNDO DE LA FASCINACIÓN.

Esperanza dejo el baile por Europa. El idioma, el sentirse fuera de España… Una de las  veces que vino a España para renovar su vestuario, le propusieron ser “vedette con palabra”. Su sentido del humor le permitió ser una figura en el género e intercomunicarse verbalmente con el público, y se dedicó al género durante un tiempo.

  • Hice pocas revistas y apenas tournée (giras), pues actuaba en el Martín y el Alcázar. Mi sentido del humor es el que provocó que estuviera en ese género. Lo que sí aprendí de la revista es el mundo de la fascinación y el contacto con el público. Lo que después se llamó participación y ahora interactividad. A partir de los años 60 la revista se fue a la mierda, por culpa de algunos empresarios. No doy nombres porque a fin de cuentas daban trabajo.

ESPERANZA ROY
ANTOLOGÍA DE LA REVISTA (1983)

Esperanza llegó a ser un número uno en la revista, por eso años más tarde, se le llamó para protagonizar aquella Antología de la Revista barnizada de cierto intelectualismo. Analizaba los sufridos años de los teatreros de revista en la República, y la postguerra inmediata.

  • Hay una diferencia en cuanto la historia de aquella Antología y ésta. Aquella seguía más el género de comedia y se centraba en la censura de la época. Aquí, en cambio, tiene un tinte más dramático e intenta un mayor realismo.

UNA NOCHE DE ZARZUELA…
TRATA SOBRE LA PASIÓN ARTÍSTICA
Y SU SUPERVIVENCIA EN LA ÉPOCA DIFÍCIL

Además de ser una crónica del momento, Bernardo Sánchez señala que…

  • …trata sobre la pasión artística y su supervivencia en la época difícil. Trata de esa luz, esa bombilla, ese filamento y el cómo da calor en los momentos difíciles. Hemos intentado colocar los números en los momentos en que aquel público los escuchaba. Aquella gente escuchaba más que comía. Ese hilo musical que les hizo sobrevivir hemos intentado respetarlo. Fue difícil aquel año de 1941 y los siguientes y ahora también son años difíciles para las familias y la cultura. La zarzuela es un modelo de supervivencia. Ese 1941 nos pareció el adecuado cuando descubrimos que se toman una serie del cómic que relataba “la vida de un tenor apasionado y vanidoso” que tras líos con una trapecista vanidosa y su partenaire, acababa pregonando fruta fresca por las calles. Es el año del decreto de doblaje obligatorio, del inicio de las emisiones de Radio Pirenaica, de la entrada en guerra de Estados Unidos o de los rodajes de algunas películas patrióticas.

A MÍ LA LEGIÓN
(1942)
(Director: Juan de Orduña)

A todas estas decisiones se suman:

  • El auge del gasógeno, el rezo masivo del Ángelus, los cortes de suministro eléctrico, el toque de queda, la vigilancia del Departamento Nacional de Teatro y Música, la dependencia de las cartillas de racionamiento y - por supuesto - las Canciones para después de una guerra, concepto de Basilio Martín Patino que se reveló como un método fiable de conocimiento poético, estético y social de la época que aquí vuelve a… cantarse. Y prácticas como la delación, el estraperlo o el avalismo – añade Bernardo.

Sin ser idénticas las circunstancias de aquel 1941 parecen, casualmente, repetirse en este 2009.

  • No es una casualidad – corrige Luis Olmos -, es un tránsito de época para el mundo cultural de hoy, pues tenemos recortes de presupuesto y en los Ayuntamientos no hay capacidad de recuperación.
  • Hay una diferencia – replica Esperanza -, el 1941 era después de una guerra, y ahora es después de vivir en la opulencia.

¡AY BA, BA… AY BABILONIA…
GUÍA Y NORTE

Aunque hay un estudio concienzudo de aquel año y de aquellas músicas, Bernardo advierte que…


¡AY BA, AY BA…AY BABILONIA
(LA CORTE DEL FARAÓN)
ESPERANZA ROY
FOTO: JESÚS ALCÁNTARA
  • …no se trata de una tesis doctoral, sino que hemos intentado crear teatro. El espectador lo va a encontrar, y en un Teatro, como es la Zarzuela, que cumple 150 años. Hemos contado con Esperanza Roy en el personaje de Apolonia, cuyo nombre es un homenaje al Teatro Apolo. Hemos pensado en Esperanza porque ella sabe lo que es una compañía y el teatro y canta. El numero de ella Ay Babilonia de La Corte del Faraón, fue el norte. Lo canta de modo muy distinto y en unas circunstancias muy especiales. Lo mismo sucede con la maravillosa Danza del Fuego de Benamor.

A pesar de este tenebrismo y dramatismo, Luis advierte:

  • Tiene partes cómicas y divertidas. El espectador sale conmovido pero ha disfrutado de momentos divertidos. Sacamos alcohólicos, parejas liadas, militares, cantantes. Y en cuanto a los números musicales son un total de 24.   

VESTUARIO DE 1941
Y VESTUARIO DE ZARZUELA

El vestuario es de 1941 en lo que respecta a la trama argumental. Después están los números musicales.

  • Ahí hay de todo. Por ejemplo las modistillas cantan la Francisquita con alpargatas, no así los personajes centrales. Esas modistillas conocen las canciones por la radio y Apolonia las aprovecha para el coro. Otras veces todos están vestidos según pide el libreto de la zarzuela que cantan – precisa Luis.

FOTO: JESÚS ALCÁNTARA

Luis insiste en que aquellos cantantes…

  • Pasaron momentos difíciles, pero en ellos había una obsesión: “Yo lo que quiero es cantar”. Surge en ellos una gran energía. Es el veneno del teatro.

ESTA OBRA REVOLUCIONA
POR VEZ PRIMERA LA ZARZUELA
Y MUESTRA QUE CON ELLA
SE PUEDE HACER TODO

Esperanza Roy no quiere dejar nada en el tintero y antes de que los bolígrafos dejen de escribir irrumpe:

  • Tengo ganas de decirlo y lo voy a decir. América tuvo siempre una gran locura por las comedias musicales. En un momento determinado creó West Side Store, que cambia el concepto de la comedia musical, al meter el drama en el argumento. También la ópera es tan hermosa porque en ella hay drama. Esta obra revoluciona por vez primera la zarzuela y muestra que con ella se puede hacer todo. Este señor – por Luis Olmos -, es un maestro en esto. Mi Apolonia lo querrían hacer todas las actrices. Es un papel que tiene todos los registros. El espectador lo va a pasar estupendamente. Es un espectáculo emocionante como lo fue West Side Store. Hay algo fuerte. Es una combinación tremenda.

WEST SIDE STORY
(Versión española)
VÍCTOR ULLATE (jr)/ MARTA RIBERA/
HUGO RIVEROS DELPORTE
FOTO: PRODUCTORA

 


(1)
En el programa de mano de ¡Una noche de zarzuela…! Ramón Regidor Arribas publica un excelente artículo en el que recopila todos los títulos de zarzuelas que se compusieron y estrenaron en la postguerra española. Van desde 1939 – El maleficio de Federico Moreno Torroba - hasta 1981 - Fuenteovejuna de Manuel Moreno Buendía. De todos modos, a partir de los años 1960 la composición se hace como cuentagotas.

El programa de mano así como el libreto se pueden descargar de la web: http://teatrodelazarzuela.mcu.es


José Ramón Díaz Sande
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Última actualización el Sábado, 08 de Mayo de 2010 15:24