Troublein Tahiti. Entrevista. Imprimir
Escrito por José R. Díaz Sande.   
Miércoles, 17 de Marzo de 2010 15:43

TROUBLE IN TAHITI
de LEONARD BERNSTEIN

[2006-05-07]

El nombre de Leonard Bernstein (Lawrence (Massachussets) 1918-1990) saltó al gran público con motivo de la película West Side Story - anteriormente un musical de teatro. A partir de entonces se fue conociendo más al compositor.


 

TROUBLE IN TAHITI
de
LEONARD BERNSTEIN

El nombre de Leonard Bernstein (Lawrence (Massachussets) 1918 – 1990) saltó al gran público con motivo de la película West Side Story – anteriormente un musical de teatro. A partir de entonces se fue conociendo más al compositor.

Por dos días el Teatro Real ha programado una producción de la Fundación Municipal Teatro Gayarre, que ha recogido una obra de juventud – de corta duración ( unos 45 minutos) y calificada como ópera - de L. Bernstein: Trouble in Tahiti (Problemas en Tahiti) (1952), estructurada en un preludio, 7 escenas y un interludio.
 


TOMÁS MUÑOZ ASENSIO
  • Es una pieza luminosa próxima en sus raíces al musical americano – declara Tomás Muñoz Asensio (Iruñea (Navarra)1964), director de escena y escenógrafo de este montaje. Cuenta un día en la vida de Sam y Dinah, una pareja joven que vive en los suburbios de una gran ciudad. Tienen un niño, Junior, al que apenas dedican tiempo y que no aparece en escena. Un trío presenta las escenas cotidianas a modo de coro griego o presentadores de reality show.

Bernstein a excepción de Gershwin, fue el primer compositor americano importante que no estudió en Europa. Su formación recorrió:

Educación en Harward

Instituto Curtis de Filadelfia:
composición con Walter Piston,
piano con Isabella Vengerova,
dirección de orquesta con Fritz Reiner

Asistente de Serge Kussevitzsky (Tanglewood)

Tras su éxito como director de orquesta – 14 de noviembre de 1943, sustituyendo al griposo Bruno Walter, frente a la Filarmónica de Nueva York -, había dejado de lado la composición, por ruego de su maestro Kussevitzsky. Muerto éste en 1951, parece sentirse liberado de su promesa e inicia una nueva etapa como compositor. Nace la ópera Trouble in Tahiti.

La obra no cumplió las expectativas de Bernstein. Se representó pocas veces y discográficamente tuvo escaso interés.

  • Es una obra muy atractiva – afirma Tomás Muñoz. Cuando la compone en 1951 llama la atención que él mismo haya escrito el libreto y la temática que aborda. Es sorprendente lo consciente que es de lo limitado que es el mundo americano. Ahora hacer una crítica de ese mundo del american way of life nos es familiar, pero no en aquellos años no. También es original la concepción del trío – residuo del coro griego – como moderador. Comenta la vida desde fuera y viene a ser como los presentadores del os reality shows de televisión. Se va jugando a dos niveles: la realidad absoluta de la pareja y la visión sarcástica del trío.
     
Este trío está tratado en la línea de trío vocal de jazz. Según Bernstein, la idea le surgió a partir de un anuncio de radio, que imitaba los grupos vocales de moda como eran las hermanas Andrew Sisters. Se comienza con ese trío y posteriormente se irán intercalando para caricaturizar sarcásticamente la acción de los personajes. Un estribillo que irán repitiendo será: “En un barrio residencial”

Trouble in Tahiti
, el día del estreno, coincidía con La ópera de cuatro cuartos de Brecht y K. Weill. Había un punto común entre los dos: el capitalismo. Weill-Brecht criticaban el capitalismo en sí mismo. Bernstein, los excesos del capitalismo. De todos modos a ambos compositores – Weill/Bernstein – les unía un punto en común: la opción por un teatro musical inconformista y naturalista.

FOTO: JAVIER DEL REAL
  • A nivel musical – completa Tomás posee una partitura muy brillante y con una impresionante orquestación. Está muy bien escrita.

J. Vicente Egea es el director musical de esta versión. Aunque Bernstein la considera como una ópera y la escribió en ese contexto, no es una ópera al uso como se concebía entonces heredando moldes del siglo XIX.
 


J. VIVENTE EGEA
  • La elabora con pautas estéticas diferentes a la ópera tradicional – confirma J. Vicente. Por un lado está cercana al musical. La última parte sigue más una línea melódica, pero a lo largo de la obra hay muchos guiños hacia la música expresionista en la línea dodecafónica. Una de sus características es la gran versatilidad que exige a los cantantes, ya que tienen que pasar en poco tiempo de un ritmo a otro.

CANTANTES EXCEPCIONALES.
EXIGENCIA DE LA PARTITURA
 

Tal dificultad la acusan los cantantes.
  • Es un esfuerzo vocal grande – reconoce Andoni Arcilla (barítono), uno de los componentes del trío ( pues obliga a una tesitura muy amplia que va desde grave a agudo. Y eso es costoso para un cantante.Junior)- ,

ANDONI ARCILLA
  • Es cierto – confirma David Echeverría (tenor), otros de los componentes del trío ( Pasas del musical americano clásico hacia una tesitura de tenor lírico clásico. Y además ese pasó es rápido, lo cual te obliga a pasar de la colocación de la voz de canción ligera a otra más clásica.François).

DAVID ECHEVARRÍA
FOTOS: JAVIER DEL REAL

BRILLANTEZ ORQUESTAL
A LO BERNSTEIN

Trouble in Tahiti utiliza un conjunto instrumental casi convencional, sin embargo suena a Bernstein y no se parece a ninguno de sus maestros, a los que admiraba. En la versión que se nos ofrece la orquesta ha sido reducida a 7 músicos, pero consiguen transmitir toda la brillantez de la partitura.

Según José Antonio Ruiz Rojo, comentarista en el programa de mano, la ópera de Bernstein muestra…

  • Su peculiar estilo neoclásico, cálido y aparentemente ligero y desenfadado, con asimilación de ritmos provenientes del jazz y de la música popular, queda más cerca de la música de la etapa americana de Kurt Weill que de las obras de Stravinsky, una influenza ésta citada más a menudo.

En los años setenta, al dejar la dirección de la Filarmónica de Nueva York, vuelve al teatro con Mass y 1600 Pennsylvania Avenue. Broadway no gusta de sus experimentos y piensa en escribir una ópera con temática americana y según líneas contemporáneas, pero manteniendo las disonancias, la atonalidad. La nueva ópera es A Quite Place, con libreto de Stephen Wadsworth y estrenada el 17 de junio de 1983 en Houston. La crítica no fue misericordiosa.

En 1984 vuelve a presentarse – Scala de Milán -, pero revisada al incorporar con un gran Flash - Back Trouble in Tahiti en la escena II y IV del Acto II. Esta vez la crítica fue positiva.
 


D. ECHEVARRÍA/SELVA BARÓN/A. ARCEILLA
FOTO: JAVIER DEL REAL
A Quiet Place comienza con el mismo acorde en clúster con que finaliza Trouble in Tahiti. Asistimos primero al funeral de Dinah – la esposa -, víctima de un accidente de tráfico. Están presentes, entre otros, Sam y Junior. No se han tratado en los últimos veinte años y Junior, que vive en Canadá y padece brotes psicóticos, se enfrenta violentamente con su padre. Más tarde, en casa, la lectura del diario de Dinah evoca en Sam los acontecimientos ocurridos treinta años atrás (es aquí donde se intercala al ópera de 1952). Al día siguiente, Dede (la hija de Sam y Dinah de la que no tuvimos noticia en Trouble in Tahiti) observa el descuidado jardín de la casa y parece hablarle al espíritu de su madre difunta. El recuerdo de Dinah sirve para reconciliar a toda la familia ¿Por fin un lugar tranquilo? (José Antonio Ruiz Rojo)

Tomás Muñoz en esta versión toma algunos fragmentos - 10 minutos - de A Quiete Place.

  • Yo he retomado de A Quiete Place algunos fragmentos que contrastan con los brillantes acordes de la obra de 1952, pues manifiestan la melancolía de los ochenta. Esta parte se hace a piano. Cabe destacar la tremenda aria de Sam. Estos fragmentos y el aria se enlazan para crear un prólogo del espectáculo y de este modo respetar la mirada retrospectiva y lejana del último Bernstein sobre Trouble in Tahiti.
El personaje de Sam lo interpreta el barítono Isidro Anaya, que inició su carera musical como pianista y posteriormente se dedicó a la carrera de cantante. Ha actuado como solista en los principales teatros y auditorios de España.
  • El aria de A Quite Place – confirma Isidro es muy desgarradora. Es de lo más difícil. Casi dejas en ella toda la fuerza. Es una escena de locura. Culpa a toda su familia. De ese estado de demencia, se pasa enseguida al supuesto mundo feliz. Tanto a nivel interpretativo como a nivel vocal, tal transición rápida no es fácil.

ISIDRO ANAYA

El aria mencionada ha llegado a formar parte de los ejercicios en las Escuelas de Canto debido a su dificultad. Es casi un virtuosismo vocal. En la partitura, sobre todo en el barítono, hay un solapamiento de tesituras, llevando el barítono al límite.

CANTANTES RETADOS
POR LA INTERPRETACIÓN
 


MARINA MAKHMOUTOVA
FOTO: JAVIER DEL REAL
Otra de las dificultades es que no basta la parte musical. Requiere grandes cualidades de interpretación que va desde el naturalismo al expresionismo. Por lo tanto no basta el cantante sino que exige el actor. A ello se añade la necesidad de la comprensión del texto – la letra es en inglés – y por lo tanto la necesidad de sobretítulos.
  • Es importante la traducción – aclara Tomás - no tanto para comprender la trama, sino porque Bernstein gusta del juego de palabras y del juego fonético. Incluso juega con el no sentido del texto, pues le gustaban las palabras que no tienen sentido pero suena bien. Le gusta la sonoridad y el descubrir nuevas palabras. Dio importancia a que el inglés del americano medio no sonara raro al cantarlo.

Trouble in Tahiti se ha presentado en un espacio del Teatro a la Italiana. En el Teatro Real ocupa un espacio más cercano al público en una de las salas. Ello comporta para los actores mayor cercanía y, según Isidro

  • Un tratamiento similar a los primeros planos cinematográficos. Se acentúa el elemento realista.

Desde su estreno y después en gira ha obtenido buena acogida en críticas y público, el cual reconoce la brillantez sinfónica de Bernstein y ese aroma que despide en el sonido acercándolo al musical.
 

Dinah, la mujer de Sam, la interpreta Marina Makhmoutova (Riazán (Rusia)), cuyas últimas intervenciones han sido en el Diario de un desaparecido de Janácek en la sala de cámara del Teatro Real y ha protagonizado Vanitas de Sciarrino en el Teatro Gayarre de Pamplona
MARINA MAKHMOUTOVA
FOTO: JAVIER DEL REAL


SELVA BARÓN
FOTO: JAVIER DEL REAL
Selva Barón es la parte femenina del Trío y Dede. Actualmente estudia 1º de Grado superior de Canto Clásico con la profesora María del Carmen Arbizu. Ha participado en las zarzuelas Adán y El Grumete en el Teatro Gayarre, Tonadillas de Blas de Lasena (2003). También ha colaborado en diversos conjuntos corales y en el 2004 colabora con el Orfeón Donostiarra en la Sinfonía “Resurrección” de Mahler en el Auditorio Nacional

PUESTA EN ESCENA CON COREOGRAFÍA
 

Además de la interpretación requiere una coreografía de la cual se ha ocupado Yoko Taira (Oviedo), que desde 1988 forma parte de la Compañía Nacional de Danza que dirige Nacho Duato y desde 1990 es solista y primera bailarina de la mayoría de las creaciones de Nacho. También ha creado coreografías propias para la CND: Érase una vez (Teatro de Madrid), Ni un alma (Teatro Arriaga de Bilbao), Nasciturus (Teatro de la Zarzuela).
YOKO TAIRA

UN VESTUARIO MUY DE MUSICAL
 

El vestuario importa. Reproduce los años cincuenta y el trío viste telas brillantes emparentadas con el mundo del show. Su diseñadora es Ariane Isabell Unfried (Hamburgo) y se ha formado en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, en la Escuela Superior de Artes Aplicadas de Viena y en la Escuela Superior de Diseño y Multimedia en Karlsruhe (Alemania), donde se diploma. Simón Suárez, Rafael Amargo, Eva la Yierbabuena y Calixto Bieito son algunos de los directores para los que ha trabajado.
ARIANE ISABELL UNFRIED

EL ESPACIO ESCÉNICO
MÁS ALLÁ DE LO NAIF DEL ORIGINAL

El original espacio escénico se debe a Tomás Asensio:

  • La obra se estrenó en la Universidad y el propio Bernstein diseñó la producción con indicaciones muy precisas, sobre la trama y la escenografía. Existe una grabación de Video en 1973, realizada bajo la dirección de Bernstein, en la que fue muy escrupuloso al elegir los intérpretes. Deberían unir voz e histrionismo como él la había concebido. Tenía un cierto punto naif y de ingenuidad.
Los intérpretes del video fueron las estrellas Nancy Williams, como Dinah, y Julian Patrick, como Sam. Posteriormente en el 2001, ocn motivo del cincuentenario de la composición de Trouble in Tahiti, se realizó una película para la televisión y que se puede encontrar en DVD. Hay una recreación visual con el technicolor de la época y contiene imágenes del estreno en Walthalm. La dirección musical corre a cargo de Paul Daniel al frente de ka City of London Sinfonia.
  • La escenografía y recursos que utilizamos – confirma Tomás Muñoz - los hemos creado para esta versión y se aparta del original. Es un espacio sencillo que permite la diversas evoluciones.

El fondo es un panel con una ventana que se abre a la cotidianeidad de los personajes.

  • El asomarnos a esa ventana viene determinado por esa especie de voyeur que es el espectador, pues la obra tiene algo de eso.

El poco éxito del estreno se debió también ciertas deficiencias técnicas y solamente se tomó en serio cuando subió a los escenarios de Broadway

TROUBLE IN TAHITI
EN LA LÍNEA DE LA
ÓPERA AUCTÓCTONA AMERICANA

Esta primera ópera de Bernstein se puede situar en la corriente de óperas americanas que se apartan de los modelos europeos. La producción todavía era corta:
 

1910:
1934:
1935:
1946:
1947:
Treemonisha de Scout Joplin, que no se estrenó hasta 1972
Four Saints in Three Acts (Cuatro santos en tres actos) de Virgil Thomson
Porgy and Bess de George Gershwin
The Medium de Gian Garlo Menotti
The Mother of Us All (La madre de todos nosotros) de Virgil Thomson

La producción de Trouble in Tahiti, concebida por la Fundación Municipal Teatro Gayarre de Pamplona, nace a partir de la iniciativa de hacer música contemporánea. Tras su parada en el Teatro Real, sigue la gira por León y Lugo.


José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

 

Última actualización el Jueves, 06 de Mayo de 2010 19:14