LA VIDA ES SUEÑO DOS MUNDOS ENFRENTADOS
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FOTO: MARCOS CEBRIÁN |
La vida es sueño, estrenada en 1635, es título al que las compañías de teatro acuden con frecuencia y a lo largo de los años hemos podido a diversas versiones. En España tenemos montajes importantes como el de José Tamayo en 1955, de José Luis Gómez en 1981, de Ariel García Valdés en 1996, de Calixto Bieito, en el 2000 de Juan Carlos Pérez de la Fuente en 2009 y de Helena Pimenta en 2012.
UN MUNDO TRIBAL FRENTE A OTRO NUEVO
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CARLOS MARTÍN FOTO: www.madridteatro.net |
Llega a Madrid el Teatro del Temple con una nueva versión, un tanto sorprendente, al menos en lo que se refiere la estética escenográfica y de vestuario. Parece recurrir a un mundo un tanto primitivo y esotérico. Carlos Martín el director del Teatro del Temple y director de este montaje reconoce que
- hay algo de tribal en la propuesta escénica que vino en el último momento. Primero nos parecía muy interesante el trabajo más coral de la compañía. Lo actores venían de diferentes disciplinas y había que mezclarlas y hacer un tipo de trabajo que tiene que ver con lo físico, lo rítmico y por eso la música es en directo. De ahí poco a poco fue llegan la propuesta que nos pareció adecuada de esta contraposición del mundo de Basilio, que lo marca la estética de un mundo mágico, telúrico, lleno de supersticiones en contrapunto a lo que van a ser los revolucionarios que después sacarán a Segismundo de su prisión. De la confrontación de estos dos mundos más la convención de los cambios de los actores en escena nos ha ido llevando a este punto escénico.
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JOSÉ LUIS ESTEBAN FOTO: MARCOS CEBRIÁN |
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No se sabe a ciencia cierta el por qué Calderón sitúa el reino en Polonia, a no ser por pensaren ese país como un reino exótico, lo cual en esta versión parece justificar cierto toque oriental
- Algo de eso hay. Podríamos hablar de Moscovia y de ahí lo exótico. También corresponde mucho al reino del rey Basilio y sus creencias surrealistas. Él siempre está trabajando con la magia. Pensamos que ahí nos encajaba la propuesta. También cómo iba prosperando ese otro mundo que tiene que ver más con la sudadera o la capucha, que nos sirve para construir los sicarios, o también las máscaras en los criados o con ciertos velos en los revolucionarios. Con pocos elementos los actores pueden transitar rápidamente de un mundo a otro. Todo eso nos lleva a esta puesta en escena. Podría ser otra, pero ésta nos servía.
ANILLAS Y SIGNOS CABALÍSTICOS PARA DOS MUNDOS OPUESTOS
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FOTO: MARCOS CEBRIÁN |
Algo que llama la atención a nivel escenográfico es un juego de anillas que penden de unas telas y que parecen tener cierto protagonismo.
- En la obra, la prisión y el mundo del palacio se funden. Nos parecía interesante recalcar esa fusión, y esas anillas funcionan como argollas y también como telas y brocados. Queríamos que los dos mundos estuvieran muy cercanos y con un leve cambio de luz nos sitúen en un mundo o en otro. Hay un tercer elemento, los katakalis, que cuando se cierran dan lugar a la tercera parte del espectáculo que es la batalla. Todo ello sigue esa idea más tribal.
Hay también unos signos cabalísticos en la escena que Carlos aclara que están en la línea de
- esa pulsión entre el hijo y el padre. Es la pulsión de dos mundos: el mundo que va a venir, en el que debería imperar un nuevo sentido común, y el mundo opresivo que es el del rey Basilio, el cual está empezando a sentir que la decisión que tomó antes no es la línea a seguir. Duda de ella, aunque también influye la línea política nueva en la que tiene que tomar una decisión. Esos signos cabalísticos representan también ese mundo opresivo ya caduco, que es el del rey Basilio.
HEMOS INTERVENIDO EN EL TEXTO REDUCIENDO ALGUNOS PASAJES DEMASIADO NARRATIVOS PARA FAVORECER EL RITMO DRAMÁTICO
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FOTO: www.madridteatro.net |
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La dramaturgia se debe a Alfonso Plou, y lo que ofrece esta versión es
- combinar el respeto de la esencia y la letra del original con una novedosa resituación escénica. Creemos que la joya literaria que es debe ser trasformada para convertirse en la materia escénica que va a ser. Por eso hemos intervenido en el texto levemente reduciendo algunos pasajes demasiado narrativos para favorecer el ritmo dramático, también actualizando algunas formas verbales y clarificando desde una óptica contemporánea pero atemporal algunas metáforas. La idea es facilitar la materia prima del actor, para que, respetando la dicción del verso, exprese su contemporaneidad y llegue nítido al espectador de hoy haciendo del clásico, como ocurre con los auténticos clásicos, una propuesta actual.
El texto se ha peinado por duración y por contener ciertos pasajes más retóricos, pero
- la esencia, la línea argumental, esta toda. Siempre te gustaría hacerlo todo, pero las duraciones son excesivas. Además ese peinado nos ayuda a esa sensación más rítmica, más dinámica y orgánica, donde hay mucha acción, que hemos planteado, lo cual está en la triple trama que Calderón plantea, como son los pasos de un ambiente a otro con tanta rapidez.
EL VERSO, HEMOS INTENTADO SER FIELES A LOS CÁNONES DEL VERSO Y DEL PLANTEAMIENTO DEL TEXTO
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FOTO: www.madridteatro.net |
Ante los clásicos versificados siempre se plantea el modo de decirlo. En esta ocasión, en principio, parecería que se cuenta con la dificultad de que los actores proceden de escuelas interpretativas diferentes. Carlos precisa que no ha habido mayor dificultad ya que
- el coordinador ha sido José Luis Esteban(Segismundo) que siempre ha estado muy motivado en la poética. Hay interpretado muchos espectáculos de poesía; ha trabajado en la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Hay muchas formas de decirlo, pero nosotros hemos intentado ser fieles a los cánones del verso y del planteamiento del texto. José Luis ha estado muy cerca de todo nuestro trabajo con correcciones y en el planteamiento.
El que el Teatro del Temple se haya decidido montar La Vida es sueño se debe, según Carlos a
- algo que siempre decimos: los textos llegan. Llegan en tu proceso de madurez. Sentíamos que era el momento. Siempre es interesante La vida es sueño. Lo anterior con lo que habíamos girado durante muchos años fue Luces de Bohemia. Nos apetecía un gran texto y que fuera en verso, de modo que todos los aspectos rítmicos y corales se pudieran plantear. La vida es sueño es verso, es ritmo, es expresión existencial, denuncia frente al poder cruel, reflexión vital. El conflicto que plantea la obra sobre el libre albedrío y el destino; los aspectos oníricos que Calderón plantea como el que la vida es un sueño, nos parecen que están tan presentes y actuales que creíamos era el momento de aportar algo. Es lo que siempre hacen los diferentes grupos teatrales: aportar su pincelada al río general del mundo del arte y de la cultura. La Polonia que aparece en la obra es un mundo opresivo, cerrado, claustrofóbico al que vemos un paralelismo en determinados ámbitos contemporáneos urbanos, con sus propias leyes internas, donde la violencia se expresa en reglas de poder estrictas. Tal vez en la confrontación de unos espectáculos y otros, de unas versiones y otras y planteamientos, hacemos que la revisión de la cultura, el arte y nuestro patrimonio cultural adquiera nuevos matices.
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FOTO: MARCOS CEBRIÁN |
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Aparte de los músicos, los propios actores también utiliza instrumentos de percusión y cantan. La parte musical ha sido elaborada por Gonzalo Alonso, que toca diferentes instrumentos de cuerda, de viento y bases de ambiente grabadas.
Por un lado hay un trabajo rítmico musical que aporta cierta rítmica al verso, al
- cruzarse la percusión con el verso, con lo cual le da cierta dinámica al verso, y por otro lado hay trabajamos más bien un ambiente en dónde situamos, qué es lo que ocurre y qué sensación nos da o cuando estamos en la batalla. Entonces para nosotros es muy interesante establecer esa relación con la música en directo, pues te siente acompañado y se está ya trabajando en esa línea emocional de la que he hablado como son los momentos de sorpresa, tensión o suspensión de los personajes en ese ambiente surrealista y onírico, cruel y de enfrentamiento siempre.
Los ocho intérpretes, siete actores y un músico que están permanentemente en escena, van a crear ese mundo casi penitenciario, donde la pertenencia o no al grupo marca la posibilidad misma de la existencia.
EL CRITICÓN DE BALTASAR GRACIÁN ÚLTIMO MONTAJE DEL TEATRO DEL TEMPLE
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EL CRITICÓN FOTO: TEATRO DEL TEMPLE |
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LA VIDA ES SUEÑO FOTO: www.madridteatro.net |
El mantener 8 intérpretes no deja de ser un riesgo a nivel económico. Carlos lo justifica porque
- el Teatro del Temple estamos un poco para allá de la cabeza. En estos momentos llevamos tres espectáculos con 8 intérpretes: Luces de Bohemia, La vida es Sueño y acabamos de hacer la versión de El criticón de Baltasar Gracián, que no se ha hecho nunca, porque son dos novelazas filosófics y no se le habían metido mano. Estamos muy contentos y vamos al Festival de Alcalá, al de Olmedo y al de Cáceres. Hemos estrenado en el Teatro Principal de Zaragoza. Es casi un "thriller" musical. Así pues llevamos una compañía de 8 intérpretes. Es un manera de estar presentes en el mundo del teatro en vez de optar por dos o tres actores. Nuestro sello es éste, pero como tenemos repertorio, hacemos también representaciones con menos actores, sea teatro contemporáneo o clásico.
Con este repertorio giran por diversas ciudades, de modo que se asemejan a la antiguas compañías de repertorio, aunque todavía no se han metido a usar diverso repertorio en los días que estaban en la misma ciudad, como hacían aquellas compañías.
- Puede ocurrir que lo acabemos haciendo, porque cumplimos 25 años en el 2019, y vamos a estar en el Teatro Principal dos semanas y es posible que hagamos una mezcla de espectáculos.
UNA AÑO DE EXITOSA GIRA
La obra ya se ha exhibido ante diferentes públicos y el resultado es
- que estamos muy contentos. Llevamos un año girando. Nació como una coproducción con la 40 Edición del Festival de Almagro y hemos estado en los Festivales más importantes así como en teatros haciendo temporada. Estamos muy a gusto con la función. El espectador, al principio, recibe esta sorpresa a ver por dónde va, porque todos tenemos nuestros clásicos en la cabeza por haberlos leído o visto. Lógicamente el espectador viene con una idea de lo que va a ver, pero aquí, al principio, se lleva una sorpresa. Hemos trabajado mucho el sentido emocional, para que los ambientes en los que se encuentran los personajes tengan fuerza. Rosaura y Estrella tienen muchísima fuerza. Son dos mujeres que hasta el final luchan por su lugar. Siempre salen chispas de esos encuentros, y este aspecto emocional llega al público y lo entiende como algo interesante, más allá de lo que puedan ser las propuestas estéticas. El trabajo rítmico con la música en directo
Más información La vida es sueño. Calderón. Teatro Temple
José Ramón Díaz Sande Copyright©diazsande |
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Teatro Bellas Artes
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