ELECTRA DANZA PARA VIEJAS QUERELLAS
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FOTO: JESÚS ROBISCO |
Del 9 al 13 de noviembre de 2017 Sorolla, el color de la danza (CLIKEAR), creado para el 150 aniversario del nacimiento del pintor en 2015, tras una gira exitosa nacional e internacional, volvía y subía al Teatro Real con gran éxito de público, prácticamente las localidades agotadas. En cartera tenía un estreno: Electra a partir de la obra de Eurípides.
- Electra es una historia de fantasmas familiares, de viejas querellas, de ausencias ingobernables. Un mito que sigue deslumbrándonos por su fuerza y su universalidad - declaraAlberto Conejero, dramaturgo de esta Electra bailada.
ME SIENTO TOTALMENTE ORGULLOSO DE MIS ARTISTAS
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ANTONIO NAJARRO FOTO: www.madridteatro.net |
En estos 7 años de la dirección del Ballet Nacional por parte de Antonio Najarro, se han creado producciones nuevas y recuperaciones en una proporción igualitaria de un 50%. La meta que se propuso es crear un gran equipo, que es la forma de ir adelante.
- Actualmente el Ballet Nacional se encuentra en un punto artístico maravilloso, en el que tanto los bailarines como los músicos y creativos se sienten muy bien acogidos. Los bailarines son capaces de enfrentarse a cualquier reto, y pongo como ejemplo esta nueva producción: Electra. Hace escasas semanas estaban defendiendo todo el floclor, la escuela bolera, la danza española estilizada en el Teatro Real de Madrid, con muchísimo éxito. Ahora se meten en la piel en un lenguaje totalmente diferente inculcado por Antonio Ruz y Olga Pericet. Esto me llena de satisfacción. Subrayo que me siento totalmente orgulloso de mis artistas, de que sepan defender todos estos lenguajes y que lo hagan con la generosidad con la que lo hacen. Es el objetivo que tiene que tener el Ballet Nacional y para mí la mayor alegría.
NUEVOS LENGUAJES DANCÍSTICOS PARA UNA OBRA ARGUMENTAL
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ESTHER JURADO / ANTONIO CORREDERAS / ANTONIO NAJARRO FOTO: JESÚS ROBISCO |
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Estas credenciales son las que le ha llevado a Antonio Najarro a emprender, por vez primera en su mandato, un nuevo desafío: una obra argumental de principio a fin. Es consciente que supone una gran responsabilidad para que llegue a buen puerto. Para conseguirlo ha procurado que los bailarines
- se alimentaran de nuevos lenguajes y siguieran creciendo como artistas. Creo que el paso por una gran compañía como es el Ballet Nacional tiene que servir para que los artistas crezcan técnica y artísticamente como intérpretes. Para ello conecté con Antonio Ruz, un coreógrafo que siempre me ha apasionado por el mensaje que siempre ha querido mostrar en sus obras. Un coreógrafo principalmente contemporáneo, formado también en la danza española y con gran conocimiento de toda la danza española y del flamenco. Hablando con él, una de mi premisas para esta Electra, aparte del corte contemporáneo, tiene que respirar lo propio del BNE: la danza española, nuestras raíces, nuestras tradiciones. Nuestro sello que es lo que nos hace únicos en el mundo. Se decidió que fuera Olga Pericet, la que crease algunos de los pasajes e los que impera un poco más la danza española, la castañuela, el zapateado, pero dentro de una marca Pericet, que va muy vinculada a los nuevos lenguajes.
A MIS 42 AÑOS HEMOS CONSIDERADO QUE PODÍAMOS DEFENDER EL PERSONAJE DE EGISTO
Antonio Najarro adelanta el estar muy satisfechos con el resultado y lo adjudica al trabajo en equipo de todos desde el principio. Se ha ido construyendo con total conexión con todos los creativos. En este caso Antonio Najarro baila interpretando a Egisto, por lo cual
- Me siento feliz de volver a pisar los escenarios después de seis años. En un principio dije que no iba a pisar los escenarios mientras fuera director del BNE, pero el Ballet Nacional se encuentra en un momento óptimo y eso me permite volver a tocar una de las razones de mi vida que aparte de coreografiar y dirigir es bailar. A mis 42 años hemos considerado que podíamos defender el personaje de Egisto. Es un regalo que me ha dado Dios a mi sexto año de dirección.
MUJERES AL PODER Y LA MOTIVACIÓN DEL MATRICIDIO
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ANTONIO RUZ FOTO: www.madridteatro.net |
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Antonio Ruz considera, a sus 41 años, una oportunidad por "este sueño que estoy viviendo", por dirigir en una Compañía Pública.
- Tengo una compañía privada con todo lo que eso conlleva hoy en día: precariedad, conducir furgonetas, nóminas yo mismo… Esta oportunidad es un sueño, porque los coreógrafos independientes estamos obligados a pensar, siempre, en pequeño. Esto me da la oportunidad de pensar en grande, que es dejar que la imaginación vuele, que el público sueñe e imagine.
A Electra la buscó el propio Antonio Ruz. En las primeras reuniones Antonio Najarro propuso que estaría bien hablar de la mujer.
- Dije sí:"Mujeres al poder". Apareció este mito maravilloso, y es una oportunidad para revisitar los clásicos desde un punto de vista actual. Sabía que no podía hacerlo solo y tampoco quería. Ha sido un regalo con Olga Pericet con laque nunca había trabajado, y ha sido un gran descubrimiento a nivel artístico y humano. Contar con Olga García, mi gran colaboradora en la iluminación desde hace más de 10 años; Paco Martín Caminero que ha trabajado conmigo en mi compañía en un proyecto reciente Double Bach (2016), aliado en la composición musical. Con el director musical Manuel Coves nunca había trabajado, pero tenía muchas ganas.
Aparte del tema de la mujer otra línea que le llevó a elegir Electra ha sido
- el tema del matricidio. Me ponía los pelos de punta. ¿Qué es lo que hace a una mujer decidirse asesinar a su propia madre por mucha venganza que quiera cumplir?. Me fascinó y me puso en contacto con esa España profunda del crimen de Puerto Urraco, del crimen de Cuenca…, de todas esas matanzas familiares. Electra, en sí, es un personaje que me fascina por su belleza estética, y me ofrece un magnetismo que tiene que ser contado a través de la danza. Medea (Granero) se ha contado a través de la danza. Quería que fuese Electra y que el Ballet Nacional lo hiciese de esta manera.
UN ENCUENTRO DE MI LENGUAJE CONTEMPORÁNEO CON LA DANZA ESPAÑOLA Y EL FOLCLOR
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ANTONIO NAJARRO Y BAILARINES FOTO: JESÚS ROBISCO |
El trabajo con los bailarines lo califica de enriquecedor, pues
- ha sido un encuentro de mi lenguaje, que en su base es contemporáneo, pero, desde el principio, no quise imponer ningún estilo sino creas un diálogo con el lenguaje de danza española y de floclore que tiene el Ballet Nacional. El proceso con los bailarines ha sido de absoluta generosidad. Al principio creo que tenían un poco de miedo porque ¿qué hace este contemporáneo aquí en el Ballet Nacional? Es lógico porque era como sacarles de su sitio de confort, pero, en seguida, fue maravilloso el encuentro que se ha creado. Ha habido entrega con lo propuesto. Yo empecé bailando flamenco en Córdoba con la bailaora Concha Calero y el guitarrista Merengue de Córdoba. De ahí pasé al Conservatorio de Danza Española de Córdoba. Estuve cinco años y estudié toda la base de la danza española. Me vine a Madrid con Víctor Ullate y bailé clásico, Giselle, y neoclásico, Balancine. Me fui al Ballet de Ginebra donde bailé Forsythe y otros coreógrafos contemporáneos. Luego el Ballet de Lyon. He tocado todos los palos y para mí los lenguajes no tienen barreras. Entonces he llegado al Ballet Nacional con esa apertura de mente, e intentado que esos bailarines abran su mente. Podemos meter un zapateado, y, a la vez, ir al suelo. O hacer un movimiento contemporáneo con el brazo y, a la vez, mover una mano. Todo eso está dentro del lenguaje. Tanto Antonio Najarro como Olga Pericet han tenido esa apertura donde quepan todos esos lenguajes, intentando romper esas barreras estilísticas para llegar a la emoción y al lado humano del intérprete. Hemos ido puliendo a nivel escénico, porque para mí no es sólo una pieza de danza, sino que es una experiencia humana, sensorial donde la danza y el movimiento convive con la luz, el espacio y la voz. Hemos tenido un resultado del que estamos muy satisfechos.
LA ELECTRA RURAL DE EURÍPIDES
El personaje de Electra lo ha tocado Sófocles, Esquilo y Eurípides. La que ha elegido Antonio Ruz es la de Eurípides.
- Al redescubrir el mito estuve investigando en las diferentes versiones y hubo un detonante muy importante para mí, el que la versión de Eurípides está basada en el universo rural. Es una Electra que está en el campo, tiene relación con la tierra, con el agua y dije "esto se conecta con mis raíces populares y de lo rural en Córdoba". Mis padres y toda mi familia son agricultores y yo he mamado, perdonar la expresión, toda esa tradición: la música popular, el folclore, el flamenco…La vida en el campo. Siempre que imagino una creación, necesito encontrar los puntos de unión entre la temática y mi propio universo creativo. Mi infancia, mis raíces. Esa visión rural de Eurípides me hizo llevar la Electra griega a la España popular, profunda, costumbrista del siglo XX. No está situada en un año o década concreta sino en un momento bastante indefinido. Para ello contamos con la participación de Alberto Conejero que es nuestro dramaturgo y letrista del proyecto. Yo podía haber hecho esa dramaturgia, pues es una de mis ilusiones, pero Alberto, desde las primeras reuniones, quedó fascinado con el proyecto. Es de Jaén y le encanta el flamenco, la danza española, Ha vivido en Grecia, habla griego, conoce la tragedia como muy pocos. Era la persona perfecta para hacer un adaptación de esa narración y traerla a nuestro universo español, pero también mediterráneo en la que el público pueda sentirse muy identificado.
El personaje de Electra ha sido tratado con muchos matices y colores, según Antonio.
- Hemos trabajado desde la improvisación y me he encerrado mucho en el estudio para ver cómo se mueve Electra, Egisto. Al tener que contar una historia a través de la danza, cada personaje tenía que tener un lenguaje específico. Esta Electra vive muchos años de lenguajes de danza. Era importante mostrar una Electra con muchos colores, dentro de una atmósfera bastante abstracta en la escenografía en contraste con un vestuario que Rosa García Andújar ha diseñado con muchísima elegancia y muchísimo gusto, con una estética de folclore estilizado antes de la guerra civil y con líneas de los años treinta. La clave era crear una puesta en escena muy limpia y abstracta, y un vestuario que bebe mucho más de lo popular, pero que también es contemporáneo y actual.
TRES COREOGRAFÍAS DE CORTE FLAMENCO
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OLGA PERICET FOTO: www.madridteatro.net |
Olga Pericet ha colaborado en tres coreografías, tarea que define como
- muy gratificante, porque estoy superorgullosa de estar en esta locura creativa, donde se ha sabido muy bien dónde pisar. A nivel de movimiento es una aventura bastante buena, que creo era necesario este paso de valentía y lo ha dado Antonio Najarro. Me gusta mucho porque es una obra narrativa contemporánea y muestra que los bailarines españoles son tan completos que tienen una formación que les hace crecer hacia lo que ahora está sucediendo en la escena dancística. Se ha ido hacia otro lugar y lo creo necesario. Pese a todo esto se ve una tradición y un cariño impresionante cuando se ve la obra de Electra.
Las coreografías concretas de Olga son más flamencas
- en total colaboración con Antonio Ruz, la música. A nivel de dirección Antonio sabía lo que quería decir y ha habido mucha comunicación entre todos. Estoy encantada con los bailarines. De todos modos la línea flamenca se nota, pues la ha querido plasmar así.
HA HABIDO QUE REVISITAR LAS PARTITURAS EN RELACIÓN CON LAS COREOGRAFÍAS
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PABLO MARTÍN CAMINERO FOTO: www.madridteatro.net |
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Pablo Martín Caminero ha compuesto la música, que ha venido guiada por muchos factores procedentes de la obra, según declara.
- Primero profundizar en la obra y leer las letras de Conejero, y adaptar los cantos populares a ellas. Ha sido un trabajo constante con todo el equipo y en especial con Antonio Ruz. Hemos ido trabajando ladrillo a ladrillo porque es una propuesta muy compleja. De esta manera hemos logrado que tenga el equilibrio que la obra necesita dada la magnitud y diversidad de estilos. La cuestión ha sido encontrar un equilibrio musical, que es complejo, entre el universo de esa España oscura y la propuesta más contemporánea con las música populares que manejamos, la orquestación que sea atractiva para representar las músicas en el ballet, aquí en España y en el extranjero. Musicalmente es un reto muy interesante. Eso es lo que hemos trabajado con mucha intensidad y, sobre todo, teniendo al maestro Antonio Ruz controlando, y entre todos nos hemos adaptado a esta obra. Al mismo tiempo las coreografías se han ido adaptado a medida que íbamos entregando las partituras. Ha habido mucho seguimiento. En ese trabajado conjunto ha habido que revisitar las partituras en relación con las coreografías, porque cuando compones la música ves que luego hay momentos de suspense en que Antonio necesita prolongar el suspense, o necesita que todo sea más orgánico. Como todo se ha hecho a la vez, la música, también, se ha ido adaptando a la coreografía. Es una estructura muy grande, pero hoy en día con los medios informáticos y la manera de componer es más fácil tratar este tipo de cuestiones con la danza.
NO HAY NADA GRATUITO. TODO TIENE UN POR QUÉ, UNA SENSACIÓN, UN OBJETIVO
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FOTO: www.madridteatro.net |
Lo que más me satisface de este trabajo - añade Antonio Najarro -es que Antonio Ruz ha dado protagonismo a la expresión, a la sensibilidad, al sentido que ha querido dar a cada una de las escenas, partiendo desde lo más profundo del corazón. En base a eso ha ido construyendo mano a mano con la música, con los bailarines toda la coreografía, el movimiento y la composición, pero siempre en la búsqueda de una reproducción fiel a emoción que parte de cada una de las escenas. Eso me parece muy interesante para el Ballet Nacional de España, donde hemos afrontado coreografías de todo tipo con una dificultad técnica, de expresión artística tremenda, pero, en este caso, es el fruto teatral, la sensibilidad, la expresión, cómo ha penetrado dentro de nosotros para sacarnos el jugo de expresión. Todo eso lo ha ido construyendo, poco a poco, con nosotros mismos. De mí mismo, que he tenido la suerte de bailar muchísimos estilos de danza y pisados muchos escenarios, ha sacado de mí un registro que yo ni conocía. Al principio me dolían hasta las uñas debido a los movimientos, pero siempre guiado por lo que quiere ver y hasta que eso no está arropado con una música, un vestuario, con una luz y con la finalidad absoluta de lo que él quiere que el público sienta. No hay nada gratuito. Todo tiene un por qué, una sensación, un objetivo. Eso hace que tenga un latido teatral. Por otro lado ha sido absolutamente generoso en el momento de cambiar algo por exigencia de vestuario, luz o música. Esto es lo que el Ballet Nacional de España necesitaba en este momento.
MÚSICA DESCRIPTIVA Y TEATRAL E INTIMISTA EN LOS MOMENTOS DE INTROSPECCIÓN
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MANUEL COVES FOTO: www.madridteatro.net |
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Manuel Coves se encarga de la dirección musical, y viene de dirigir Sorolla en el Teatro Real, amén de asiduo en el Teatro de la Zarzuela y en los Teatros del Canal en Madrid.
- Es muy interesante par un director de orquesta empezar a vivir esta obra desde el cero absoluto de la obra en sí, pues desde el primer momento hay un contacto directo con los compositores : Pablo, Moisés y Diego Losada; con el coreógrafo Antonio Ruz para intentar solventar los problemas, entre comillas, que puede haber para una orquesta sinfónica a la hora de emprender una obra nueva. En este caso nos encontramos con una música que es absolutamente descriptiva, muy teatral y con unos momentos de pasión cuando la situación lo requiere y otros con carácter muy intimista, casi camerístico, en los momentos de introspección de cada personaje de Electra. Hay casos en que Pablo nos ha puesto dificultades al escribir una bulería y pasarla a orquesta sinfónica. Cuando hablamos de géneros no tan orquestales como puede ser la música popular o folclórica y pasarlo a una orquesta genera una serie de problemas técnicos orquestales y musicales que para un grupo de sesenta o setenta personas puede ser complicado, pero al estar en contacto desde el primer día e intentar solventar entre todos esos problemas, conseguimos llegar al mejor punto de éxtasis y hace que todo sea más redondo y que se vea el trabajo de equipo sobre el escenario. Otra dificultad es que los bailarines se sientan cómodos con la orquesta a la hora de interpretar la danza. Este es el mayor desafío para un director musical de ballet.
TEATRO DE LA ZARZUELA Director: Daniel Bianco Aforo:1.250 (1.140, visibilidad total, 108: Visibilidad media o nula) C/ Jovellanos, 4 28024 – Madrid Tf.: 91 480 03 00. Metro: Banco de España y Sevilla. Autobuses: 5-9-10-14-15-20-27-34-37-45-51-52-53-150 Parking: Las Cortes, Sevilla, Villa y Plaza del Rey TF. 34 91 525 54 00
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