TROYANAS LA PALABRA QUE RECLAMA LA DIGNIDAD
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Troyanas sin el Las, se estrenó en Mérida y ahora se presenta en el Teatro Español de Madrid. Lo del "Las" suprimido, no es un descuido o un capricho. Carme Portaceli - directora artística del Teatro Español y directora de este montaje - aclara que no ha querido montar
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CARME PORTACELI / AITANA SÁNCHEZ GIJÓN FOTO: www.madridteatro.net |
Las Troyanas, porque son las mujeres de Troya (1). Troyanas son muchas otras. Son las mujeres que, incuso, hoy en día siguen padeciendo el ser repartidas y consideradas el botín de guerra. Cuando se acaba aquello que es tan importante y que lleva tanta acción, y lo digo con ironía, como es la GUERRA, empieza lo que parece que ya no tiene acción, que es lo que pasa cuando se cierran las tiendas. Es ese otro comercio terrible con personas humanas, que son las mujeres, pero como son personas humanas de quinta, pues eso no sale habitualmente en los periódicos, y casi no se explica cómo se reparten como esclavas sexuales, cómo se las llevan y cómo siguen haciendo daño a un pueblo a través de sus mujeres y de aquellas personas que siempre han hecho la resistencia, siempre han estado luchando por la dignidad, por sus hijos, por los demás.
ACABAR CON UNA CULTURA
Carme es consciente de que la obra habla de otras muchas cosas, pero el hecho de que Eurípides la titulara Las Troyanas, quiere decir que
- habla básicamente de esas mujeres y cómo se las reparten, les hacen daño y cómo se acaba con una cultura. En palabras de Eurípides, además de ese daño personal, "hacen algo peor, destruir sus dioses, sus estatuas, su cultura". Destruir una lengua y toda una manera de ver la vida, que es lo más importante de las culturas. Hablamos de todo esto.
La versión es de Alberto Conejero quien ha puesto como condición a Carme Portaceli, , eso de "que tú me dejas mis palabras". Tal condición ha sido respetada puesto que para Carme
- es una versión fantástica con una fidelidad absoluta al texto y estructura de la obra que había propuesto Eurípides. Sin faltarle un segundo, hemos hecho una versión mucho más actualizada. Quiero resaltar que Alberto traduce del griego antiguo, y al poner sus palabras ya hay una comprensión de una persona del siglo XXI.
NUESTRO PRESENTE CONSTRUIDO SOBRE UN DOLOR
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ALBERTO CONEJERO FOTO: www.madridteatro.net |
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Alberto Conejero manifiesta su entusiasmo por poder participar con el grupo de intérpretes maravillosos y de acercarse a un texto que ha fascinado a todo el mundo artístico y literario a lo largo de los siglos y
- he sentido el privilegio de hacer convivir a Eurípides con nuestro presente y tener esa responsabilidad. Eurípides hace dos gestos radicales con Troyanas: El primero es no salvarse. Escribe esta obra después de un matanza que comete Atenas, y coloca en el corazón de lo que significaba entonces la polis los propios horrores y barbarie de eso que llamaban democracia. Es un gesto radical. No debemos entrar en Troyanas pensando que somos las víctimas, sino pensando en cuanto nuestro presente de ahora está construido sobre un dolor que, a veces, invisibiliza en las noticias. De repente estos últimos días hemos invisibilizado todo el horror del mundo, pero Eurípides hace ese gran gesto radical kamikaze como dramaturgo. El segundo es dar un espacio central, la voz, el relato, poner la silla en el centro de la ficción a las mujeres. Este gesto de Eurípides es toda una lección, todo un magisterio para aquellos que estamos preocupados por una sociedad igualitaria que rompa las estructuras de poder asumidas explícita o implícitamente.
UN CANTO A LA RESISTENCIA LA PERMANENCIA DE QUIENES TIENEN QUE SER ESCUCHADOS
Estas dos estructuras las considera las dos fortalezas del texto y ha intentado con la dramaturgia
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ALEJANDRO LÓPEZ / PACO CORDERO FOTO: www.madridteatro.net |
a lo que Eurípides me mostraba, entrar a través de Taltibio. Entrar cuánto tenemos de responsabilidad directa o indirecta en esa banalización del mal, donde estamos ahora, y, por otra parte, esa mirada central sobre la mujer, las olvidadas y los olvidados. Eurípides termina Las Troyanas con una mirada que, ahora, resulta escalofriante. Las última palabras de Hécuba son las de una refugiada. Se dispone a marchar al camino del exilio. He tratado de mantener el impulso poético del original sin miedo, sin plegarme a condicionantes de cierto realismo imperante, sino compartir con los espectadores esta experiencia poética. Decía el maestro Mayorga(Juan Mayorga) que el asunto del teatro fundamental es la fragilidad, y por tanto también la fortaleza. Troyanas es un canto a la resistencia, a la fortaleza, y, sobre todo, que no se le quite el relato, no se le quita la permanencia a aquellos que tienen que ser escuchados.
AUSENCIA DE PERSONAJES MASCULINOS SALVO TALTIBIO, EL ÚNICO QUE VALÍA LA PENA
En el original los personajes masculinos son: Poseidón (dios del mar), Taltibio (heraldo y mensajero de los griegos), Astianax (hijo de Andrómaca y Héctor), Menelao (rey de Esparta). Todos ellos han quedado reducidos a uno: Taltibio, interpretado por Ernesto Alterio, porque en opinión de Carme
- era el único hombre que valía la pena, porque significaba un nexo de unión con nuestro presente. Es un personaje, casi como Drácula. Estuvo en Troya y sigue vivo porque no se ha podido quitar de su alma eso de encima. Lo que vivió y todos los mensajes que le tocó decir, que parece que no tienen importancia porque vienen de parte de otro, cuando ves el resultado y cómo sufre la gente, cómo luchan por sobrevivir y por la dignidad que no les permiten tener se resiente. Hay una frase que dice: "Estas órdenes las debería haber dado alguien que no tuviera compasión".
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ERNESTO ALTERIO FOTO: www.madridteatro.net |
Ernesto Alterio considera muy rico todo el proceso de ensayo y el haber llegado a conseguir un lenguaje capaz de
- comunicar la altura y profundidad poética de este texto. Para ello hemos trabajado mucho con el equipo de Carme, con Fernán Carvajal que se ha encargado del movimiento escénico. Ha sido muy interesante encontrar ese lenguaje corporal, así como una aventura fantástica. Mi intervención tiene algo de privilegio por poder compartir este viaje con seis actrices fantásticas. Junto a mis compañeros masculinos, los niños, somos los representantes masculinos en esta obra, cosa que no es sencilla. Taltibio es un personaje muy interesante, muy complicado e incómodo, quizá. Aparece como un tipo normal, pero lo complejo es la posición que tiene que sostener en escena. Es alguien condenado a no morir para tener que contar, noche tras noche, lo que sucedió y tratar de explicarse y explicar qué es lo que pasó, y que seguirá eternamente. Algo de eso tiene el poder de la obra de Eurípides y por eso perdura en el tiempo. Me ha gustado lo que ha dicho Alberto que esto tiene que ver con poder vivir más armónicamente nosotros aquí en la tierra, hoy. Siento que esta obra colabora mucho a eso, porque puedes ver en escena actitudes e intenciones muy encontradas. El espectador lo puede ver y entender las razones de uno y otro. En ese sentido esta obra y el teatro en general es tremendamente humanista y colabora con el poder vivir, aceptar nuestras diferencias de una manera más armónica.
TALTIBIO NEXO DE UNIÓN CON EL SIGLO XXI
En esta versión Carme ve a Taltibio como el nexo de unión con el siglo XXI, y plantea el interrogante para las generaciones que no han vivido las guerras y persecuciones, y ahora se escandalizan de que no se hubieran parado y denunciando los trenes, por ejemplo, llenos de judíos hacia la muerte. Una reacción así
- es algo que casi no pasa por la cabeza. Te hubieran pegado un tiro. Es algo que no puedes evitarlo, en general. La obra habla de todo eso. Otro de los puntos, deudores de la traducciones es el lamento de las mujeres: "¡Ay de mí!" Aquí no hay lamento. Es una lucha por sobrevivir, una lucha por tener dignidad, un preferir morir que no que se te lleve el sobrino o hijo de Aquiles o el primo de Menelao porque se ha encaprichado con una que, encima, es virgen y lo ha decidido ella. Les da igual y se la lleva Agamenón porque le gusta y le pone mucho que sea virgen.
DESMITIFICACIÓN DE HÉROES COMO ULISES, AQUILES, AGAMENÓN…
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ALBA FLORES / AITANA SÁNCHEZ GIJÓN FOTO: www.madridteatro.net |
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Este perfil masculino de la obra desmitifica a la consideración de héroes que se tiene de estos personajes descritos en la Ilíada, la Eneida o la Odisea. Tal desmitificación la lleva muy adentro Carme:
- Todas estas estatuas y todas estas cabezas que pueblan, sobre todo, el sur de Europa, y culturalmente son tan importantes como Ulises, Aquiles, Agamenón…Todos estos señores son bastante reprobables en su comportamiento. no son tan grandes, como pasa hoy, también, con las denuncias de abusos hoy en día. Este tan maravilloso y rico, resulta que era un cerdo. Está muy bien poder cambiar este relato, que, además, está en Eurípides. Ulises era un estratega sin moral de ningún tipo, y que nos puede recordar a cualquier político de hoy en día.
HÉCUBA, LA MUJER QUE SIGUE LUCHANDO
De entre los personajes femeninos, Carme destaca el de Hécuba, interpretado por Aitana Sánchez Gijón. Hécuba es la exreina de Troya, ahora esclava de Ulises. Esposa de Príamo. Madre de Héctor, Paris, Políxena y Casandra, entre otros.
- Es la mujer que, a pesar de todo, lucha y lucha, y lucha. Hay un momento en que dice: "No hay dolor en el mundo que no me pertenezca". Le ha pasado de todo. Le han matado al maridos, los hijos, delante de ellas se llevan sus hijas de esclavas sexuales, y se las reparten como si fuera esta joya para mí y esta para ti y la mula también. Una mujer que ha tenido poder y no puede hacer nada. Una mujer que ha tenido capacidad de decisión y que ha sido una gran defensora de la democracia y de las leyes. Ve todo eso, y a pesar de ello, aguante el sentimiento, tira adelante, lucha y dice a los demás:"¡Tienes que vivir, tienes que seguir, tienes que continuar dando bebida a tu hijo…!" Sigue, sigue luchando.
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AITANA SÁNCHEZ GIJÓN FOTO: www.madridteatro.net |
Aitana Sánchez Gijón ve a Hécuba como
- la madre universal. En el monólogo final en el que aparece como una refugiada más. Se salta el espacio y el tiempo y vemos a esa Hécuba que dice que se abrasa las palmas de las manos bajo los trenes, bajo los vagones, detrás de las alambradas, de las barcas…Hay un referencia realmente contemporánea lo que significa ser Hécuba hoy en día. "Aguantarás desdichada en pie como todas las Hécubas del mundo". Para mí ella representa a esa madre universal y es el espíritu de la resiliencia (2). La mujer que a pesar de tener todas las razones para no seguir viviendo y para dejarse morir o preferir la muerte se levanta cada vez, levanta la cabeza desventurada, aunque ya no exista Troya, porque tenemos que hablar de lo que está pasando. Lo único que nos queda es la Voz. Lo que no podemos permitir que la última palabra sea la de ellos. No podemos permitir que a la injusticia siga el silencio y que se queden con toda la luz de este mundo. Pueden haber dejado Troya reducida a escombros; haber matado a nuestros hijos, nuestros maridos, nuestras hijas y ser menos que nada, objetos que se reparten como parte del botín, pero hay algo de la dignidad personal de cada una de nosotras que tiene que seguir viviendo. Mientras Troya esté en mí, Troya seguirá viva. Mientras que una de nosotras pueda seguir insistiendo, hay una esperanza de que nuestra civilización pueda volver a florecer. Hécuba es la que puede insuflar este valor en todas las mujeres que la rodean.
HÉCUBA, LA REIVINDICACIÓN DE LA PALABRA
Hécuba habla después de terminar la guerra porque, según Aitana
- después de la guerra son los invasores vuelven a sus casas y serán ellos los que van escriban tu historia. A lo que estamos acostumbrados es a los grandes héroes que narran las grandes gestas como la Ilíada, pero después está el reverso, un cambio de punto de vista. Ya lo hizo Miguel del Arco con Juicio a una zorra (CLIKEAR) hablando de Helena de Troya, que aquí se recupera en esa Helena reivindicativa que intenta explicar a Hécuba: "soy una mujer como tú, soy tan víctima como tú y tus hijas". Ella no es más que un arma de destrucción masiva y la coartada por la que se inicia esta guerra, motivada por el oro y la riqueza. Este relato histórico de los grandes héroes que siempre ha silenciado esta intrahistoria de las mujeres es lo que en Troyanas se da la vuelta. Cuando Hécuba dice "¡Habla!", es lo que está empezando a suceder: empezando a hablar todas y muchos hombres también abusados, víctimas del poder abusivo. Es la reivindicación de la palabra como única vía para que lo aceptado como normal o vergonzoso, afloren y se cambie esa perspectiva para que algo pueda moverse en la sociedad.
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PEPA LÓPEZ / ERNESTO ALTERIO / GABRIELA FLORES / PACO CORDERO FOTO: www.madridteatro.net |
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Se trata de romper el tópico sobre la mujer, precisa Carme, como "putón desorejado". La rotura de ese tópico se manifiesta en Helena de Troya, interpretado por Gabriela Flores, que
- está harta de ese papel que le han puesto: la ramera, la puta de Troya, la guapa, el que se matan todos por ella…Eso ¿quién se lo va a creer en esta vida? Hay que romper todo ese relato para dar la posibilidad de que todo aquello que nos cuestionamos siempre, se lo cuestione el público porque somos conciudadanos.
HASTA QUÉ PUNTO NUESTROS GESTOS COTIDIANOS PERMITEN SITUACIONES INJUSTAS.
En esta línea Alberto recuerda una frase de Hécuba "aunque hayan entrado en nuestro cuerpo, jamás pariremos silencio".
- el silencio aumenta la condena de los cuerpos que han sufrido violencia. Este es un país en lo que ocurre eso. Es importante resaltar la figura de Taltibio en cuanto cómo todos tenemos que hacer autocrítica, en nuestra responsabilidad íntima. Cada día que nos metemos en la cama analizar qué hemos hecho o no para cambiar situaciones. Lógicamente dependerá de qué cargo tengas en la cosa pública, pero Eurípides se hace cargo de su propia responsabilidad. Espero que Troyanas nos haga mirar aquello que no miramos ahora. Si no miramos, en cierto modo, somos cómplices de los privilegios de unos que hace que otros no tengan derechos. Es importante en la obra de Taltibio en el asumir, hacer autocrítica. Estamos demasiado aupados en certezas. Eurípides señala por la Ilíada: "estos son nuestros héroes, fijaos lo que han hecho" Esto lo hace un hombre, Eurípides. Es tan radical, tan valiente que uno se siente tan chiquito al lado de un hombre tan radical, que levanta una especie de Guernica, hecho carne a través de los actores. No sintamos solamente pena por lo que ocurre con las troyanas. Hagamos autocrítica de hasta qué punto nuestros gestos cotidianos permiten situaciones injustas.
TROYANAS, UNA PROPUESTA MÁS ABSTRACTA
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ERNESTO ALTERIO / ALEJANDRO LÓPEZ / AITANA SÁNCHEZ GIJÓN / MIRIAM ISCLA FOTO: www.madridteatro.net |
Aitana considera que la propuesta de Carme es arriesgada porque
- hablamos de Las Troyanas que, normalmente, se lleva a escena con un gran coro de mujeres, y aquí somos seis mujeres, un hombre y un niño, el hijo de Adrómaca y Héctor, que será sacrificado, la gota que colma el vaso. Esta propuesta de hacer Troyanas desde lo esencial, en la que el coro está formado por esas las misma mujeres que luego encarnan a cada uno de los personajes que tienen su momento para explicarse y mostrar su dolor. Esto ha sido lo más difícil en el proceso de trabajo. Había que dar esa idea de coro, y luego individualizar cada uno de los personajes. Para mí ha sido lo más interesante, porque hemos entrado en un terreno no realista sino más conceptual y con un trabajo del cuerpo determinado, y una propuesta más abstracta que me ha interesado especialmente.
Alba Flores interpreta a Políxena, un personaje que ya no está porque la han matado, define Carme Portaceli
- Desde otro lugar ha entendido la vida. Es una mujer muy joven que ha decidido morir por no perder la dignidad. Andrómaca que ha sido educada y compartido la igualdad con su marido Héctor y ahora va de esclava sexual con el hijo del que ha matado a su marido. Es como apretar la tuerca hasta el extremo.
Entre los personajes femeninos se ha añadido Briseida, interpretado por Pepa López que es
- un preludio de Helena, porque ella ha sido una mujer de la que se han aprovechado para poder hacerse la guerra entre ellos, a través de ella sin tener en cuenta sus sentimientos. Han matado a su familia, y se ha quedado tan sola en el mundo que va a tener una especie de síndrome de Estocolmo con su maltratador, porque era lo único que tenía delante y sangre caliente.
Las otra mujeres son: Helena interpretado por Maggie Civantos, Casandra interpretado por Miriam Iscla, Astianax, personaje en el que se alternan los niños Pablo Cordero y Alejandro López y representa el futuro.
UNA RECITACIÓN DESDE DENTRO DE UNO Y NO COMO LAMENTO PASIVO
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MAGGIE CIVANTOS / ALBAFLORES / PEPA LÓPEZ / MIRIAM ISCLA / AITANA SÁNCHEZ GIJÓN FOTO: www.madridteatro.net |
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Los textos griegos en su recitación, a veces, caen en la grandilocuencia, que distancian al espectador. Por otro lado no parece fácil recitarlos como en un "andar por casa", con el fin de buscarle una contemporaneidad o un acercamiento En este montaje Carme aclara que
- el "andar por casa" no te lo permite. Eso no quiere decir que la recitación sea teatral. Lo que yo he trabajado con ellos, es que todo lo que dicen está dentro de uno, de la necesidad de decir eso. En eso está la acción, entonces todo el texto de Eurípides es acción pura y dura. No hay nada que no esté dicho que no tenga la necesidad de decirlo. Hay todo un recorrido emocional que le hace siempre estar activo. La clave es encontrar ese impulso por lo cual hay vida, vida, vida todo el rato. Cuando he dicho "acabo con el lamento", es como cuando las mujeres republicanas, en nuestra guerra, en los refugios no lloraban sólo, sino que salvaban a los niños, a la vecina, cogían a la abuela y se la llevaban al refugio. Eran mujeres con posibles. El lamento con el que acabo es ese lamento pasivo que ya te has dado por vencido. Aquí lloran, porque el dolor es muy grande, pero lloran ayudando a Hécuba, se resisten a ser vendidas aunque no puedan hacer nada. Hay toda una serie de impulso, de la misma manera que Taltibio viene a dar la noticia, pero tiene a sus jefes encima de su cabeza. Cuando le dicen "Cállate, somos tus jefes!" Se cabrea y dice "¡Hasta aquí hemos llegado!" Está siempre esa contradicción que hace que el texto esté vivo o no. Aquí está muy vivo.
TROYANAS NO ES LA QUEJA DEL DERROTADO, ES LA LUCHA QUE RECLAMA DIGNIDAD
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AITANA SÁNCHEZ GIJÓN / ALBA FLORES / PACO CORDERO /PEPA LÓPEZ / MAGGIE CIVANTOS / GABRIELA FLORES / MIRIAN ISCLA FOTO: www.madridteatro.net |
Entender Troyanas como una gran queja - añade Alberto Conejero -, es mutilar Troyanas. Es un grito por la permanencia, porque no se les arrebate la palabra, el relato, el lenguaje, por seguir presente, por seguir viviendo, ir adelante. No es la queja del derrotado. Es la lucha del que reclama dignidad y memoria, reclama espacio. Entonces achicar el lenguaje me parece un error. Hay que dar agua pura del lenguaje a esos personajes. No hay que temer el lenguaje poético, sin que eso se convierta en un lugar lírico. No hay que temer a un lenguaje poético si está habitado desde la entraña y la necesidad. En Troyanas hay un dolor innombrable es una obra sobre el dolor, pero también sobre la permanencia y el que no nos arrebaten las palabras. Becket nos dio esa lección: el ser humano desaparece cuando el lenguaje empieza a ser arrebatado, a ser empobrecido, cuando no se da la palabra, cuando se queman los libros, cuando no se permite la réplica…Troyanas lo que tiene es palabra como una herramienta aunque sea de memoria, de permanencia. Entenderlo como una queja estéril: ha acabado la guerra y éstas mujeres son las que se quejan es mutilar Troyanas. Esa queja es un acto de dignidad y de resistencia a través del lenguaje.
Pepa López que encarna a Briseida revela que al leer el proyecto vio que era una
- obra actual por lo que reivindica, y pasado por las manos de Alberto, pues ha mantenido una altura poética a la par que social enorme.
- Eso es una de las importancias básicas del teatro en nuestra sociedad, porque como ha dicho Alberto cuando te arrebatan el lenguaje pierdes toda capacidad de lucha y de accionar. Hoy vivimos en una época en que el lenguaje en boca de nuestros políticos es pura manipulación. No hay casi nada de cierto, y eso nos ha perjudicado muchísimo a los artistas que usamos la palabra como medio. Ha habido un momento en que la palabra empezaba a caer. Ahora vuelve a renacer como reivindicación humana. Ahí está la escucha, en la escucha está el pararse, en el pararse está el pensar y en el pensar está el vivir. Eso es lo que hace del teatro una cosa tan importante, porque parece que la palabra no significa nada, y ha de significar una memoria, el que un ser humano pueda explicar lo que siente y la importancia existencial que tiene la existencia humana hoy en día - añade Carme.
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ALBA FLORES FOTO: www.madridteatro.net |
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DEL GRAN ESPACIO AL AIRE LIBRE, AL ESPACIO CERRADO DE UN TEATRO
Troyanas ya se ha representado en el Festival de Mérida un espacio al aire libre de dimensiones muy distintas del espacio cerrado del Teatro Español. En principio ello podía afectar al aspecto interpretativo y a la misma puesta de escena. Alba Flores considera que indudablemente afecta, pero
- como ya sabíamos que iba a ser así, ha habido un modo muy inteligente de ensayo en el que ya se preveía un modo de hacer algunas cosas cundo estuviéramos en Mérida y otro modo para espacios más reducidos y cerrados. Es muy bonito, al menos para mí, una vez que hemos hecho la función en Zaragoza en un espacio cerrado, el ver cómo los colores se matizan dependiendo de dónde estés. Eso te pasa también cuando te vas de gira con públicos diferentes. Ahora ha tomado más intimidad, pero sin perder la potencia de los temas que trata.
- Hay algo instintivo en todo esto. Cuando llegan a Mérida y ven 3.000 personas hay algo que se pone épico y, naturalmente, lo expandes un poco más. Como es una obra muy directa, cuando estás en una situación de intimidad es mucho más íntima, porque va directa. Lo que ocurre es absolutamente esencial. En Mérida, Sahagún, en el Greck, todos estos sitios donde hemos ido, había algo bonito de gran montaje, y aquí va a haber algo muchísimo más rico de clima , de temperatura, de directo, que está ya en el trabajo - concluye Carme Portaceli.
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(1) Los personajes originales son: Atenea (diosa del pensamiento y la guerra. Divinidad epónima de Atenas); Hécuba (la exreina exreina de Troya, ahora esclava de Ulises. Esposa de Príamo. Madre de Héctor); Coro (mujeres troyanas cautivas); Taltibio (heraldo y mensajero de los griegos); Casandra (hija de Hécuba y Príamo. Sacerdotisa de Apolo, quien le había concedido el don de la profecía), Andrómaca (viuda de Héctor); Astianacte (hijo de Andrómaca y Héctor); Menelao (rey de Esparta); Helena (esposa de Menelao y de Paris)
(2) En psicología, capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc.
TEATRO ESPAÑOL Directora. Carme Portaceli Aforo: 760 C/ Príncipe, 25 28012- Madrid Concejalía de las Artes Ayuntamiento de Madrid. Tf. 91 3601484 Metro: Sevilla y Sol Parking: Pz. Santa Ana, Pz. Jacinto Benavente y Sevilla. http://www.munimadrid.es |
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