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El lunar de Lady Chatterley. Entrevista PDF Imprimir E-mail
Escrito por José R. Díaz Sande   
Domingo, 01 de Octubre de 2017 19:28

EL LUNAR DE LADY CHATTERLEY
UNA MUJER ANTE LOS HOMBRES

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 FOTO: www.madridteatro.net

El amante de Lady Chatterley es una novela de D.H. Lawrence escrita en 1928, pero no se imprimió en el Reino Unido hasta 1960. Narraba las relaciones extramatrimoniales de Constance Chatterley con un hombre de clase obrera. Este ya era un tema que,  para la época, pedía censura. Si a ello se une el alto contenido erótico se puede explicar que haya sido prohibido durante décadas. Esos dos factores hacían olvidar que lo que se narraba era la lucha de una mujer contra las convenciones sociales y el orden establecido. Ya en nuestra época la novela no solamente circuló sin censura, sino que sirvió de guión cinematográfico. Una versión data de 2006 (Francia Premio César 2007 a la mejor película) y otra de 2015 (Reino Unido).

A partir de la novela Roberto Santiago ha escrito un espectáculo unipersonal que dirige Antonio Gil e interpreta Ana Fernández (Premio Goya por su papel protagonista en Solas de Benito  Zambrano), bajo el título El lunar de Lady Chatterley, el cual no deja de ser curioso. Roberto Santiago aclara que

  • escogí este título porque "El lunar" es el lunar que ella descubre con el doble sentido que tiene. Lo que para unos es una mancha, por esa doble y falsa moral de la época y que sigue  vigente, para ella es un descubrimiento. Algo bonito, limpio y honesto. Es ese doble sentido que tiene el "lunar" de mancha y de lunar del cuerpo.       

LADY CHATTERLEY EN EL CICLO
DEL TEATRO ESPAÑOL: EL OTRO

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  ANA FERNÁNDEZ
FOTO: www.madridteatro.net 

La elección de esta producción, según Carme Portaceli, directora artística del Teatro Español, entra dentro del criterio del tema de este año que es

  • el otro. En este caso Lady Chatterley es la otra, que tiene que defenderse de las acusaciones del tontorrón de su marido y tiene que tomar las riendas ella. Lo que me gusta mucho de esta obra es cuando ella dice:" Pero si a ustedes le hiciera alguien todo eso ¿no se divorciarían?" Tiene humor, es inteligente. La he visto en un barrio. Estaba lleno. La gente de pie, las mujeres, sin duda, pero los hombres también. El espectáculo nació de un ciclo del Teatro Fronterizo con Sanchis Sinisterra, que se llamaba Mujeres de papel. Cuando lo vi, me gustó muchísimo y aquí están.

ANA, LA ACTRIZ
LADY CHATTERLEY UNA MUJER
QUE DEFIENDE EL DERECHO
A VIVIR DESDE SU PROPIO DESEO

El origen del espectáculo hay que buscarlo en una invitación que la Universidad Menéndez Pelayo hace a Ana Fernández para una lectura. Ana buscó textos, y

  • este texto de Roberto, que ya lo había visto en La Casa Encendida, estaba en mi cabeza. Lo volví a leer y esta mujer me enamoró.  Es una mujer muy valiente, arriesgada, muy inteligente y, por lo tanto, con mucho sentido del humor. Tiene una ironía muy fina. Es una mujer que defiende el derecho a vivir desde su propio deseo y se está defendiendo de una demanda de su marido, de Sir Clifford. Se defiende sola ante un tribunal compuesto por hombres. Es un ser humano que lanza muchas preguntas. Creo que hombres y mujeres se identifican con ella, aunque es el hombre el que la está acusando y la quiere dejar sin nada, pero el texto va mucho más allá, ya que cualquier ser humano valiente que defienda su propio derecho en esta sociedad es incómodo y no gusta.   
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ANA FERNÁNDEZ
FOTOS: www.madridteatro.net 
   

Ana destaca el valor del lenguaje y algo que Roberto Santiago ha creado

  • en este texto que me parece magnífico que es cómo ella quiere defenderse con los adjetivos frene al mundo de los sustantivos, que, para ella, delimita. son más concretos, más cerrados. El adjetivo es más amplio, flexible y subjetivo.  "Está más cerca del alma", dice, "aunque pueden hacer más daño". Es un juego de palabras y es una mujer que  piensa muy rápido, por eso para mí ha sido muy complicado. Es muy rápida en su exposición, y está llena de paréntesis. Dice una cosa , pero está pensando en la siguiente en ese ambiente, con mucha ir nía. Es una mujer que me  parece maravillosa. Me ha costado pillar el "tempo".  

ROBERTO SANTIAGO, EL AUTOR
LADY CHATTERLEY ME PILLÓ
EN UN MOMENTO PERSONAL
DE MUCHO REVOLTIJO

Roberto Santiago, el autor, comenzó a escribir este texto por encargo, lo cual, para él, no es una rémora sino todo lo contrario.

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      ANA FERNÁNDEZ
    FOTO: www.madridteatro.net
    Yo creo mucho en los encargos. Nada mejor que  un encargo para potenciar la creatividad. Tuve la suerte de que el gran maestro de los dramaturgos españoles,
    Sanchis Sinisterra, me encargase este texto para un ciclo sobre Mujeres de ficción que, de alguna manera, hayan cambiado la percepción de la mujer a lo largo de la historia. Evidentemente el nombre de lady Chatterley fue uno de los primeros que salió, y a mí  me pilló en un momento personal de mucho revoltijo. Yo estaba en plena separación personal de mi pareja, y cuando recibo el encargo, me pongo a leer El amante de lady Chatterley y me encuentro con una mujer que engaña a su marido, todo el mundo a su alrededor se entera de que lo ha engañado, le pone en ridículo y además le abandona. Para mí me costó un tiempo empatizar, entender y querer a esta lady Chatterley.  Me costó bastante. Durante casi todo el verano estuve releyendo los pasajes, sobre la época…Al final encontré una cosa y fue a lo que me agarré. Fue lo definitivo y lo que me impulsó a escribir el texto. Lo resume en una palabra: NECESIDAD. Todo lo que  hace lady Chatterley no es ni siquiera una decisión con su cabeza. Es una necesidad imperiosa que ni ella misma sabe de dónde sale. Es, por supuesto, el derecho que tenemos y que durante  mucho tiempo se les ha quitado a las mujeres, de gozar de su cuerpo, de su sensualidad con quien quieran, con quien les apetezca, como quieran, de la manera que quieran. Esto lady Chatterley lo descubre y siente que le da igual, absolutamente, todo lo demás. No lo decide, necesita hacerlo. En esta NECESIDAD me sentí identificado, y, creo, que cualquier ser humano, hombre o mujer, que alguna vez haya sentido la necesidad de pelear por lo que de verdad cree, a pesar de las normas sociales o morales y las de 1928 en Inglaterra eran tremendas, aunque las de hoy en día tampoco están mal. Me agarré a esa NECESIDAD, vomité el texto, lo escribí muy rápido aunque fue mucho tiempo de preparación y de darle vueltas. Formó parte el ciclo Mujeres de ficción, y, luego, tuve la fortuna de que Ana me propusiera montarlo y darles su fuerza-fragilidad al personaje.

UNA MUJER MUY INTELIGENTE Y
CON MUCHA IRONÍA
 

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ROBERTO SANTIAGO
FOTO:  www.madridteatro.net
 

Roberto remacha el que lady Chatterley

  • es una mujer muy inteligente, y, por lo tanto,  tiene mucho humor. El humor y la inteligencia siempre  van de la mano. La gente que vea esta  función, no solamente va a encontrar una función valiente con la que nos podemos identificar, pues habla sobre la igualdad, la libertad, sino que, además, se va a encontrar con una obra divertida, que se va a reír. Eso es lo que yo he vivido no como autor, sino como espectador en los dos pases que he visto de la función con público.

Roberto aclara que no es una adaptación de la novela, sino que

  • cojo a un personaje y lo pongo en un conflicto nuevo, como es el de un juico que su marido le ha puesto y tiene que defenderse. No le concede el divorcio, porque en esa época era el hombre el que tenía que conceder el divorcio. Además le demanda para quitarle la poca renta que ella tiene. Esto entronca con uno de los temas fundamentales de la función: el dinero. Cómo alcanzar la igualdad, la verdadera libertad, tiene que ver, incluso hoy en día, con una cuestión económica. El teatro lo expone lanzando preguntas y no dando respuestas, que es  como tiene que ser el teatro.   

Si se quisiera resumir en una frase la obra, Roberto reproduce una frase de Lawrence en una conferencia que dio en Italia cuando se exilió:

Queridos amigos y amigas en estos tiempos que corren debemos pronunciar la palabra igualdad con terror.

ANTONIO GIL, EL DIRECTOR
EN CUANTO COMENCÉ LA LECTURA
NO PUDE DEJAR DE LEERLO

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  ANTONIO GIL
FOTO: www.madridteatro.net

Antonio Gil se ha encargado de la dirección, lo cual ha supuesto para él un placer enorme. Agradece la entrega, generosidad y flexibilidad a Ana y también las gracias a Carme Portaceli por confiar en el proyecto. A nivel de dirección el proceso le ha resultado muy interesante  porque

  • es muy orgánico. Como ha dicho Ana surge con la idea de hacer una lectura. No conocía el texto, y, como siempre ya que no puedo hacerlo de otra manera, tengo un impulso intuitivo. En cuanto comencé la lectura no pude dejar de leerlo. Tenía un pulso y un ritmo muy interesante en cuanto a lo que cuenta, cómo lo cuenta, al personaje y a la situación. Hay algo que  te atrapa desde un principio. Hay muchos factores que contribuyen a eso, pero el texto es muy potente. Yo conocí a Roberto después de cuando el texto iba a ser solamente una lectura.

Tras muchas sesiones en que el grupo analizó profusamente el texto y se intentó cortar para la  lectura, pero fue imposible debido que es

  • muy denso en el buen sentido, en cuanto que el humor permite que se escuche con mucha facilidad. Durante la lectura tuve la impresión de que había un espectáculo, y no solamente era un texto que se podía leer en un contexto académico o bien que sólo podía interesar a cierta gente  por la temática, por la novela o por  el propio personaje. Cuando nos juntamos surgió el "¿por qué no lo ponemos en pie? Ana, ¿por qué no aprenderte algunas partes? como está ante un tribunal está justificado que tengas el texto delante…" Poco a poco y de manera muy divertida y organizada empezó  a surgir este espectáculo. Para mí a las dos o tres semanas que estuvimos trabajando en este texto se me hizo muy palpable que podía ser un espectáculo. que luego tomó muchas formas. Estaba pidiendo a gritos el montaje. Lo veía como una joyita  en la que tenía muchas ganas de sumergirme. Con la complicidad de Ana, que ya nos conocíamos de hace mucho tiempo, nos decidimos.

LA OBRA TE PONE EN ESA DIFICULTAD DE
"¿QUÉ PENSAR DE ESTE PERSONAJE?"

Antonio Gil ante la revelación de Roberto de su conflicto sentimental y la dificultad de empatía con el personaje, en un principio,

  • sin haberle conocido y sin saber esa circunstancia, yo, curiosamente, estaba en una situación parecida cuando estábamos ensayando. Yo también empaticé con ese sentimiento, y lo que me parece muy interesante es que eso está en la obra. Como espectador, la obra te pone en esa dificultad de "¿qué pensar de este personaje?" Nos interpela:¿Estamos de acuerdo con ella? ¿No estamos? Lo que reivindica ¿me resuena a mí como ser humano? ¿Lo rechazo? ¿De qué parte estoy? Ese dilema, ese conflicto interno que tuvo Roberto cuando la escribió, está ahí y es muy interesante teatralmente, porque, como público, te sientes interpelado a tomar decisiones, a pensar y discurrir al mismo tiempo que te divierte.    
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ANA FERNÁNDEZ
FOTO: www.madridteatro.net
 

El proceso de poner en pie el espectáculo Antonio lo considera curioso y particular porque no ha sido al uso: coge un texto, montarlo, tener una producción y estrenarlo.

  • empezamos de manera muy orgánica: la lectura, "¿por qué no hacemos un espectáculo?", vamos a ensayar, ¿por qué no hacemos una pequeña presentación? La presentación se movió y fue como tener el espectáculo antes de tiempo. como que estaba deseando salir la niña. Salió y a medida que fue creciendo, se  fue aproximando un equipo, también, de manera muy intuitiva y muy orgánica. Una gran ayuda ha sido José Troncoso, mi ayudante de dirección que es mi gran cerebro; Iñaki Rubio que ha compuesto una música que está como soporte emocional de una manera muy sutil; Shon Maccao  con la escenografía; Moisés Sancho en el vestuario: anaBele…Todo un equipo que se ha ido añadiendo y que han sido muy generosos en cuanto a ser conscientes de que su labor estaba al servicio de los protagonistas que eran ese personaje, ese texto, esa historia que había que contar. De eso estoy muy satisfecho, porque hay mucha vida.    

UNA MUJER FRENTE A UN TRIBUNAL
COMPUESTO SÓLO DE HOMBRES 

Ana subraya que era importante que el equipo estuviera convencido del proyecto  la invitación a la reflexión que el espectáculo propone.

  • Realmente ha sido así. Por lo tanto he sido una actriz muy mimada, pero también muy marcada por Antonio, que me ha dirigido de una manera extraordinaria, milimétrica y con muchísimo cariño  todos los demás. Ha sido una generosidad, en realidad, con Lady Chaterley y su derecho a defenderse. La poderosa razón que tiene y la sostiene nos ha cautivado a todos. Al principio fue un "lo hacemos y a ver qué pasa". Da mucho vértigo, pero es bonito, porque al estar convencida del proyecto, es el disfrute del proceso.  En este teatro, al que adoro y me parece de los más bonitos de este  país, el disfrute es mayor. Después de muchos años sin hacer teatro, volví con un Pinter(Harold), también en la Sala pequeña, que tiene el nombre de esa actriz que fue Margarita  Xirgu, y que creo que le hubiera gustado encarnar a Lady Chatterley.
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      ANA FERNÁNDEZ
    FOTO: www.madridteatro.net
    El disfrute de este espectáculo
    - añade Antonio - se traduce en que, aunque es un espectáculo en el que  la premisa podría ser como muy contundente: una mujer frente a un tribunal compuesto sólo de hombres, obviamente hay una defensa humana y fuerte, pero también hay notas de humor. Un humor inteligente, pero lo que está contando el personaje es tremendo y de ahí más que humor es una ironía.   Se disfruta por la inteligencia de este personaje, por cómo evoluciona dentro de esa terriblemente hostil de esa situación en la que se encuentra. Creo que hay algo que siempre nos atrae a los seres humanos, que es el ver cómo alguien intenta sobrevivir en una situación que, a priori, es muy hostil. Además es tremendamente universal: una mujer ante un tribunal, pero es una actriz frente a un público. Y el punto de partida es teatral y ya establece un juego de comunicación, de defensa, de imaginación. Sus reivindicaciones, como ha dicho Roberto, son más bien preguntas que lanza.  Nosotros, como público, somos el jurado, los jueces, los abogados.

La obra, insiste Antonio, no es algo pesado sino una provocación, un juego muy inteligente planteado por Roberto Santiago con respecto a este personaje, que va muy por delante de su tiempo, incluso del nuestro.

  • Es una mujer, pero es un ser humano que está reivindicando unos derechos esenciales, pero de manera inteligente, potente, con fuerza, honesta, franca y con mucha "mala leche" también.

AL ROMPER LA CUARTA PARED
TE SIENTES MÁS VULNERABLE

En este monólogo rompe la "cuarta pared", y ello implica una diferencia con el que no lo tiene, según Ana.

  • porque la "cuarta pared" te acoge, te abraza, te protege. Cuando la actriz está con el personaje mirando es un poquillo más difícil. Te sientes más vulnerable, pero ahí juego con ella. Un monólogo es complicado y a lo único que  puedes agarrarte es al personaje. Ella y yo y la energía del espectador, que, en este caso, es bastante clara. Requiere una concentración y siento que  la actriz, como Lady Chatterley, está siendo juzgada, pero eso me gusta, porque estoy como ella, en la misma situación. Es bonito, cuando ocurre, que ese jurado, el público, está con ella. Es un juego de relaciones muy curioso. Hasta ahora, el público, a la Lady la terminan queriendo.

INFIDELIDAD ENTRE UNA LADY
Y UN GUARDABOSQUES MUEVE
LOS CIMIENTOS DE LA MORAL BRITÁNCIA

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ANA FERNÁNDEZ
FOTO: www.madridteatro.net
 

Uno de los desafíos de Lady Chatterley ante la sociedad, además de la infidelidad era sobre todo el que  dicha infidelidad fuera con un hombre de la clase obrera. Según la literatura y la historia en la época victoriana la infidelidad estaba a la orden del día siempre que fuera entre iguales. Roberto Santiago recuerda que la prohibición de la novela

  • no fue por sus pasajes sexuales, sino que, por primera vez, ponía de manifiesto y de una manera muy directa y muy brutal la relación sexual fuera el matrimonio ente una lady de la nobleza  y un guardabosques de otra clase social mucho más baja. Eso es lo que movió los cimientos de la moral británica. Esto está y mucho en el monólogo que lady Chatterley.      

Añade que  en la novela el tema no es que

  • se enrolle con un guardabosques, que por supuesto, es que ella es honesta consigo mismo. En la novela incluso le proponen hacer pasar por hijo al fruto de ese guardabosques por un niño de un amigo de su misma clase. Ella lo tendría todo fácil, porque la doble moral, le invita a tener hijos con otro. Sin embargo ella dice "Yo soy esto, me he enamorado de este ser y voy a ser madre de un hijo de él". Esta es mi verdad y esto no se lo perdonan. La novela termina que él no le concede el divorcio  y además el guardabosques está casado. Son dos seres separados, pero absolutamente unidos y libres de toda esa capa de falsedad  de doble moral.   

ESTAMOS NATE UN CARÁCTER MUY BRITÁNICO,
PERO ES ALGO UNIVERSAL Y HUMANO

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  ANA FERNÁNDEZ
FOTO: www.madridteatro.net

La preparación del personaje por parte  de Ana viene precedido por la lectura dramatizada y por volver a leer la novela, que la había leído como una novela erótica.

  • Lo erótico funciona mucho. Son 25 ó 30 páginas, pero te pone. Me vi todo lo que  pude que hay en cine sobre la historia de ella. Con Antonio hablamos de algunas actrices inglesas, pero cuando estoy en un proceso no me gusta ahondar mucho. Intento investigar por mi cuenta y ver qué es lo que ella me da a mí.      
  • Aquí estamos con un carácter muy británico - añade Antonio - y Ana es andaluza. He vivido muchos años en Inglaterra y he sido observador de esas idiosincrasias de ciertas clases sociales. Eso me ha informado mucho y, para mí eso resonó enseguida: "esto es muy británico". Buscamos actuar de esta manera, cómo se manejan las emociones o cómo alguien habla en sociedad. Todo ello corresponde al texto de Roberto. Ha habido que hacer esa traducción de una cultura a otra. Lo importante es que es algo universal y humano, y esa situación por la que una mujer se defiende da igual que sea de Escocia o de Mongolia. Es luchar por sus derechos básicos y por su supervivencia.
  • Es una defensa desde una determinada clase - precisa Ana. No es lo mismo una campesina o una obra que ni siquiera podría acceder a esa defensa.

A LADY CHATTERLEY EL AUTOR NO LA MATA

En Inglaterra las primeras feministas eran gente muy bien y con maridos muy importantes. La novela surge en ese contexto. Ana nace notar un elemento curioso a nivel de la literatura.

A Lady Chatterley el autor no la mata, pero en otras obras en la que el personaje

  • femenino salta las normas la matan, como es Madame Bovary, Ana Karenina. Lady  Chatterley tiene un vuelo distinto, aunque pobre como una rata.

Más información
     El lunar de Lady Chatterley. R. Santiago

José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande

 

 

 

 

 

Última actualización el Lunes, 02 de Octubre de 2017 11:44
 
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