PARSIFAL UN MUNDO VIOLENTO Y OSCURO
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FOTO: JAVIER DEL REAL |
Parsifal (1882, estreno en el Teatro de Bayreuth) de Richard Wagner inicia la programación del Teatro Real dedicada al arte como evasión y rebeldía en tiempos de dolor, opresión y desaliento. En esta línea están las tres óperas que se exhibirán durante los tres meses restantes: Moisés y Aron de Arnold Schönberg, Brundibár de Hans Krása y El emperador de la Atlántida de Viktor Ullmann. A ellos se unen una serie de Conciertos bajo el título Bailando sobre el Volcán en la Fundación Albéniz, y las Sesiones golfas, protagonizadas por Simon Keenlyside y Ángela Denoke.
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FOTO: ANTONI BOFILL (VERSIÓN DEL GRAN LICEO DE BARCELONA) |
Todo va unido - afirma Joan Matabosch -, ya que este Parsifal sitúa la acción dramática entre la Primera y la Segunda Guerra mundial, en una especie de sanatorio que recuerda mucho a Thomas Mann en La Montaña Mágica y tiene mucho que ver cuando Parsifal empieza a ser conocido en el mundo europeo. El estreno fue a finales del s- XIX (1882), pero los derechos son exclusivos para el Festival de Bayreuth hasta 1913. El 1 de enero de 1914 el Teatro Real presentó Parsifal, y a partir d ese momento todos los teatro europeos lo fueron presentando. Ese el momento en el que el director de escena de esta versión Claus Guth sitúa la acción dramática de su producción. Cuando uno piensa en el tema de Parsifal como es el de este mundo perdido, destrozado, que busca desesperadamente un líder que lo salve, y después de 30 años se ve cómo acabó eso: un desastre todavía mayor del que se preveía. Es algo inquietante. Esto nos abre mucho las puertas a esta segunda parte en el Real, que aborda el tema antisemita que se vivió en la mitad del sigo; El emperador de la Atlándida que se estrenó en el campo de concentración de Telezín; Bailando sobre el Volcán en el que se incluye el Cabaret judío, que reflejan el mundo en que Shönberg, Krasa y Ullmann forman su propia personalidad. Shönberg emigro a California en Estados Unidos, y sus discípulos formaron la vanguardia norteamericana.
EL PENSAMIENTO INICIAL PUEDE SER BUENO, PERO PUEDE CONDUCIR A ALGO MUY INCIERTO
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CHISTOPH ZAUNER FOTO: www.madridteatro.net |
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Christoph Zauner es el realizador de la dirección de escena en el Teatro Real concebida por Claus Guth.
- Wagner escribió esta obra en tiempos revueltos, tiempos de cambio. Claus ha situado el montaje en los años veinte. Se tiene la impresión de que Wagner se adelantó y previó lo que iba a pasar después. Este momento de depresión y la ilusión de estos personajes como es el caso de Amfortas con su hermandad de caballeros de algo nuevo, la búsqueda de la salvación: le redención, pero esta necesidad imperiosa de cambio puede desembocar en distintas cosas y todos sabemos lo que ocurrió históricamente, pero estamos en la búsqueda de una necesidad imperiosa de cambio. Asistimos a una situación en la que sacrifica el pensamiento en cierto modo, la política y esto es lo que ha querido reflejar en esta obra: un líder para un cambio en la sociedad o de un nuevo orden mundial que se hace sin cuestionar el orden anterior. Es tan ardiente la búsqueda que no se procesa ese conflicto y no se critica lo que fue antes, por lo cual desemboca en algo incierto e imprevisible. De esto va eta producción: el pensamiento inicial puede ser bueno, pero puede conducir a algo muy incierto.
SEMYON BYCHKOV, PARSIFAL LA PRIMERA ÓPERA QUE DIRIGIÓ
Semyon Bychkov vuelve al Teatro Real para dirigir este Parsifal. Con anterioridad ya estuvo con Elektra (CLIKEAR) en la inauguración de la temporada 2011-2012, y un concierto con las hermanas Labèque.
Estudió con Ilya Musin en San Petersburgo, su ciudad natal, y en 1973 ganó con veinte años el Concurso de Dirección Rajmáninov. Fue director de la Orchestre de Paris (1989-98) y director principal de la Orquesta Sinfónica WDR de Colonia (1997-2010). Asimismo, se hizo cargo de la dirección de la Semperoper de Dresde de 1998 a 2002. Ha sido invitado en los más prestigiosos teatros líricos. Ha dirigido títulos como Tristan und Isolde, Lohengrin, Un ballo in maschera, Tosca, Daphne, Borís Godunov, y La dama de picas. Su amplia discografía incluye obras de compositores que abarcan desde Mozart y Rossini hasta Bacri y Dutilleux, pasando por Berlioz, Brahms, Shostakóvich, Verdi y Wagner. Recientemente ha dirigido Tannhäuser en Turín y en Londres.
Con respecto a Parsifal es la primera ópera que escogió para dirigir. Le movió a ello los temas que presenta, que considera como universales. Otro motivo es que
- es la primera vez que, tal vez, después de Wagner es capaz de crear un universo absolutamente galáctico. En esta obra hay algo que sólo puede generarse al final de la vida de un artista: todo ha pasado y todo está por venir a la vez. Es la última ópera de Wagner y significa lo mismo que las últimas canciones de Strauss. Por eso me sentía atraído por dirigirla. Hace ya bastantes años de esto.
ME QUEDO CON LA QUE DIRIJO EN ESE MOMENTO, Y PASA A SER MI FAVORITA
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SEMYON BYCHKOV FOTO: JAVIER DEL REAL |
Fueron también otras obras de Wagner las que dirigió, y en el momento de elegir una
- me quedo con la que dirijo en ese momento y pasa a ser mi favorita, pero no sólo las obras de Wagner. Me identifico con cada creador en el momento de dirigirlo. Es algo similar a cuando los grandes actores se encarnan en su personaje. Se convierten en el personaje que representan. Con la música ocurre algo parecido aunque de distinta manera. De modo muy especial Wagner y, en este caso, Parsifal invade toda mi existencia. Este montaje se desarrolla en un hospital donde hay unos pacientes, pues nosotros somos pacientes de Wagner.
QUE LA MÚSICA AYUDE A POTENCIAR EL TEXTO
Una de las peculiaridades de Wagner es que la música ayude a potenciar el texto, lo cual lo hace posible porque
- antes de componer la música escribe los poemas. Indicó en la forma de cómo se dicen los textos, pues eso influiría en la música. Cuando compuso Lohengrin, Liszt dirigía la ópera en Weimar. Wagner no pudo estar presente, porque era "persona non grata" en aquel lugar. Se quedó en su casa tocando esa partitura al piano al mismo tiempo. Se dio cuenta de que la ópera había durado más de lo previsto. Trató de comprender por qué había ocurrido esto, y escribió una carta a Listz. Comprendió esa diferencia de "tempis": la tradición de los teatros de ópera alemanes mantenía que los recitativos eran cantados por los cantantes a su ritmo. Cada uno cantaba como quería y el director no tenía ninguna influencia sobe los "tempis" de la ópera". Wagner escribió a Listz que cuando componía los recitativos con un texto de un ritmo determinado, y debían seguirlo los cantantes de forma muy preciso. No debían ser libres "ad libitum", sino que había una rítmica muy determinada compuesta en la música a través de los textos. Esto nos enseña que no hay un "tempo" absoluto en las composiciones, sino que depende de cada cantante y del texto.
En el caso de Parsifal aclara que es otra cuestión pues
- se trata de la relación de espacio y tiempo. La dimensión espacio temporal. En Parsifal el tiempo no tiene una dimensión normal como 60 segundos hacen un minuto y 24 horas, un día, y 30 días hacen un mes. Lo mismo el espacio. La dimensión espacial no coincide con la de que 1.000 metros hacen un kilómetro. Va en otra dirección, y esto es absolutamente revolucionario. Eso se ve en la composición musical.
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FOTO: JAVIER DEL REAL |
LOS "LEIVS MOTIVS", COMPOSICIONES GALÁCTICAS
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ANJA KAMPE FOTO: JAVIER DEL REAL |
Otro aspecto interesante en Wagner son los famosos "leivs motivs" que aparecen constantemente.
- Estos "leivs motivs" tiene mucho que ver con su filosofía de la música y de la existencia a la vez. Son pequeñas melodías o grupos de notas, a veces tres, y otros más largos. Aparecen y se relacionan con un personaje o varios, o con una situación dramática o filosófica determinada como puede ser el amor o la vida. Vuelven una y otra vez de modo que se reconocen como yo reconozco a los que hablo si les vuelvo a ver dentro de unos minutos. Lo que sí sucede es que pueden volver en una situación totalmente distinta. Pueden haber cambiado o volver con una orquestación o con un color diferente o con una tonalidad diferente, de modo que la persona es esa, pero tiene un aspecto distinto. Por eso es muy interesante que esos "leivs motivs" sean siempre distintos. De ahí que antes había hablado de que las composiciones de Wagner son "galácticas". Yo asocio la tonalidad con la gravedad. Vemos que esos cambios de tonalidad, en segundos, es como una pérdida de gravedad. Como si estuviésemos en otra galaxia de repente. Nunca sabemos en qué galaxia nos situamos. Por eso esta concepción distinta del espacio. Nos sentimos como flotando en el espacio. Es una música que fluye continuamente sin principio ni fin. No es un modo de composición. Es una composición, cuya naturaleza crea una evolución permanente de los motivos musicales.
REENCARNACIÓN EN LA MÚSICA DE WAGNER LA EQUIPARA A LA IDEA DEL BUDISMO
Este fluir, Semyon lo equipara a la idea de la reencarnación, por ello ve la música de Wagner como
- un volver a nacer de nuevo, que es una idea muy budista. De hecho hay, en Parsifal, otros motivos. Wagner estuvo muy apasionado por el budismo, e incluso tuvo en proyecto componer una obra sobre el Budismo. Como no hay un principio tampoco hay un fin. Por eso siempre digo que yo espero un cuarto Acto en Parsifal- tiene tres actos - y el quinto, y el sexto… Podrá continuar indefinidamente. Al hablar de estos motivos budistas me refiero a la esencia de la composición de Wagner que se puede comparar con el budismo.
Respecto al tema de Parsifal está muy vinculado con la fe cristiana.
- Esta es la esencia del personaje Parsifal: un loco inocente, a través de la compasión alcanza la sabiduría. Es un tema universal y muy profundo: una persona que ni siquiera sabe su nombre y quién es, adquiere u conocimiento y una sabiduría que le permiten ayudar a la humanidad. Es un tema en el que todos nos encontramos.
CONTRADICCIONES ENTRE SU MÚSICA SUBLIME Y SUS PERSONALIDAD INACEPTABLE
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CHRISTIAN ELSNER
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FOTOS: JAVIER DEL REAL |
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En todo este discurso musical filosófico, Wagner parece entrar en contradicción con sus ideas personales acerca de los judíos y otros comportamientos desde el punto de vista humano. Semyone lo ve como algo desconcertante.
- Es desazonador el ver que alguien creador de esas creaciones musicales absolutamente divinas, pudiera tener rasgos humanos que para nosotros son absolutamente inaceptables. Esto forma parte de las contradicciones del personaje. Tal vez el hecho de combinar esos rasgos humanos con los musicales le permitía crear personajes tan distintos. Podía identificarse tanto con los buenos como con los perversos. He pensado mucho sobre eso y después de leer lo que escribía Wagner sobre los judíos, que son vomitivas, me he preguntado "¿cómo pudo ser esto?". Recuerdo a un personaje que era un equivalente a un mentor, una figura muy paternal para mí como era Peter Dayamont, director del Festival de Edimburgo en los tiempos dorados del Festival y superviviente de la Segunda Guerra Mundial, que amaba y odiaba a Wagner a la vez, me preguntaba a mí "cómo en la música de Wagner los personajes negativos tengan una música tan bella". La respuesta la encontré años más tarde, ensayando en Viena Lohengrin. En el dueto del Acto II de Lohengrin entre Ortrud y Elsa. Es un dueto sublime y Wagner sabía que el personaje de Otrud es deleznable ,alguien incapaz de amar, una manipuladora de su marido y obsesionada con el poder y la ambición. El porqué es debido a que la gente como percibe a una persona no es necesariamente como es. Volviendo a Wagner el 19 de octubre de 1861, cuando tenía 48 años, escribe a su primera mujer Mina, una carta que era íntima y luego se hizo pública. Le dice:" no hay ni un alma que pregunte por mí, estoy totalmente solo. Nadie se interesa por mi arte. Tengo que volver a empezar desde cero. Vivimos en un momento desfavorable para todos los intereses artísticos en general". Al final decía: "Si pudiera, simplemente, desaparecer". Lo escribe justamente dos años antes cumplir los cincuenta, cumpleaños en el que no hubo nadie. Estuvo absolutamente solo y no recibió ninguna carta. Podríamos decir que se lo merecía, pero ese sentimiento de Wagner es totalmente cierto y lo expresa en esa carta íntima.
PARSIFAL ES UNA OBRA MUY ACTUAL
La actualidad de Parsifal parece estar en lo que sucede con nuestros tiempos un tanto revueltos. Semyone es consciente de tal parangón.
- Estos temas de la sabiduría a través de la compasión. Jesucristo lo hizo mucho antes. La naturaleza humana no ha cambiado. Los hombres son los únicos seres vivos capaces de matar, y no para comer como hacen los animales. Jesús, muchos profetas, incluido el Dalai Dama, han hablado, pero no hemos aprendido nada de sus enseñanzas. No hemos aprendido a vivir juntos, a pesar de las diferencias culturales ,religiosas o de costumbres y esto ocurre en América y en la Unión Europea. Vivimos un ciclo violento y oscuro en nuestra existencia en estos momentos. En 1989 cayó el muro de Berlín y los países del Este se liberaron del yugo de la Unión Soviética. Fue un momento de esperanza y de aire fresco que traería tolerancia, libertad y algo mucho más bello. Hemos visto que no ha sido cierto. Es muy descorazonador. Volvemos la violencia y destrucción de la vida de otros. En este sentido Parsifal es una obra muy actual.
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