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EL PÚBLICO LORCA SEGÚN ARÁIZ
(THÉÂTRE-DANSE DU GRAN THÉÂTRE DE GENÈVE)
FESTIVAL DE OTOÑO DE MADRID 1986
En 1986, el Festival de Otoño de Madrid invitaba al THÉÂTRE-DANSE DU GRAN THÉÂTRE DE GENÈVE, par presentar El Público de Fedrico García Lorca en una versión de Teatro-Danza, dirigida por Oscar Araiz. Era la primera vez que lo representaba una compañía tradicional, aunque eliminando el texto.
En 1986, en Milán, Lluis Pasqual estrenaba la versión textual que llegaría a Madrdi en 1987
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RESEÑA, 1986 NUM 169, PP. 18-19 |
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Este año Lorca es homenajeado con originalidad. Descansamos de las tan trilladas (pero no agotadas) Yerma, Bodas y La Casa para adentramos en las tradicionales obras irrepresentables de Lorca
El Centro Dramático Nacional inauguró temporada con esos 5, Lorcas, 5 y para enero nos promete, al fin, El público, bajo la dirección de Lluis Pasqual. El grupo Atalaya ha presentado en el Festival Así que pasen cinco actos, que con anterioridad ya la había montado Miguel Narros con su antiguo TEC (Teatro Estable Castellano),
Pero antes de que llegue enero y Lluis Pasqual, este Festival de Otoño, nos ha traído un Público, cuya peculiaridad esta en borrar el texto hablado y transmitir la complejidad lorquiana a través de la música, la danza y la expresión corporal.
El público (1933-1936), fechado para algunos el 22 de agosto de 1930 en su primer boceto, es un drama en cinco actos de corte surrealista y con una anécdota: el amor homosexual. Pero cuando uno se acerca al texto, ve que puede ser eso y mucho mas,
Rafael Martínez Nadal fue, en julio de 1936, el depositario de un paquete de manuscritos lorquianos, seguido de una advertencia del propio Lorca: "Si me ocurriera algo lo destruyes todo; si no, ya me lo devolverás cuando nos veamos." En ese paquete estaba el primer borrador,
Dos de sus actos ya se habían publicado por Aguilar: Reina (Ruina) Romana y Desnudo Viejo. Con esos dos fragmentos, difícilmente podría uno hacerse idea de una obra que par su estructura, lenguaje verbal y metáforas venía a ser harto compleja no solamente para la época sino incluso hoy día.
Durante estos años la investigaci6n sobre la obra ha aumentado y se posee lo que parece ser el texto completo (salvo lo que pudiera haber retocado el propio Lorca). Obra de estructura circular que comienza y finaliza en el mismo lugar, es una pieza de continuos desdoblamientos, muy similar a lo que después haría en Así que pasen cinco años. Antepasados directos de ella son El paseo de Buster Keaton, La doncella, el marinero y el estudiante y Diálogo del Amargo. Así como sucesores suyos, sin el riesgo de lo novedoso, son Así que pasen cinco años y su famosa trilogía,
Si ya se hace difícil la lectura y puesta en escena de El público en su versión textual, par el peligro que hay de simplificar su complejidad y el uso de técnicas teatrales a experimentar, la versión teatro-danza lo complica más y, a mi entender, lo banaliza.
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FOTO: PRODUCTORA |
Oscar Araiz ha seguido una interpretación demasiado literalista del texto. Ha transportado, sin más, las acciones a la danza, transformándose ésta en una ilustración musical-danzante del texto Dramático/poético. Al no recurrir al texto elimina, obviamente, todo el mundo metafórico literario de Lorca en detrimento de la propia obra. A nivel expresivo no es lo mismo la ronda seductora entre la figura de Cascabel y la figura de Pámpano, que la relación amor/odio que se entre saca del texto: "Si yo me convirtiera en nube" -"Yo me convertiría en ojo"; "Si yo me convirtiera en caca" -"Yo me convertiría en mosca"; "Si yo me convirtiera en cabellera" - "Yo me convertiría en beso" ... De esta guisa podríamos analizar toda la obra.
Indudablemente que se trata de una adaptación y por lo tanto no vale un análisis de este tipo. Pero lo que me pregunto es si con esa adaptación la obra de Lorca queda más potenciada o simplemente queda deslucida. Me temo que, en este contexto, hay que optar par el apagamiento.
Esto no quita que en el montaje haya aciertos plásticos, elementos de representatividad de gran intuición, así como la construcción escenográfica ambiental de ese surrealismo que anida en la obra, Dalí y otros pintores surrealistas se descubren a lo largo de la representación. Composiciones de gran belleza y buenas soluciones escénicas son frecuentes. Araiz nos llena de imágenes sugestivas y sugerentes que visualizan el texto de Lorca. A ello hay que añadir la destreza de unos bailarines que se mueven entre la danza y la expresión corporal.
Menos interesante, desde el punto de vista visivo, resulta la concepción de los caballos, casi copia de aquellos caballos de Historia de un caballo, en la versión musical rusa del cuento de Tolstoi.
El público de Oscar Araiz, no contribuye, especialmente, a aclarar el enigma de Lorca y de comprobar si ese texto puede alzarse en pie sobre un escenario. Aporta soluciones aisladas de tipo escénico que habría que tener en cuenta a la hora de montar el texto dramático.
De todos modos, es un espectáculo lleno de imaginación y digno. La banda sonora llega can fidelidad y las composiciones de Bark-Rate, Philip Glass y la original de Hugues Le Bars crean el clima propicio, La danza de Oscar Araiz abraza diversas estilos: desde la danza clásica ala contemporánea, sin olvidar la acrobacia.
La ovación insistente del público para El público de Lorca-Araiz, parecía más bien aplaudir la investigación arriesgada, la belleza escénica y la habilidad de unos bailarines-actores, cuya disciplina es digna de encomio.
Título: El público. Autor: Federico García Lorca en version musical de Oscar Araiz. Escenografía y vestuario: Carlos Cytrynowski. Música: Bark-Rate, Philip Glass y la original de Hugues Le Bars. Iluminación: Gary Gouette. Dirección: Oscar Araiz, Intérpretes: Grupo de Teatro Danza del Gran Teatro de Ginebra (Suiza). Actuación en Madrid: Teatro Español, del 21 al 23 de octubre de 1986.
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Teatro Español Aforo: 760 C/ Príncipe, 25 28012- Madrid Concejalía de las Artes Ayuntamiento de Madrid. Tf. 91 3601484 Metro: Sevilla y Sol Parking: Pz. Santa Ana, Pz. Jacinto Benavente y Sevilla.
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