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EL HIJO DEL ACORDEONISTA
de
BERNARDO ATXAGA
en el
TEATRO VALLE INCLÁN
de
MADRID
Días 30 y 31 de marzo
Funciones en euskera con sobretítulos en castellano
(cola colaboración de Etxepare-Euskal Instituta)
ACTIVIDADES PARALELAS
LOS LUNES CON VOZ
Conferencia de Bernardo Atxaga
“Reacciones ante una piedra rayada“
y
Concierto Ruper Ordarika, Arkaitz Miner
Día 25 de marzo: 19.30 horas
Entrada libre hasta completar aforo
Con la colaboración de Etxepare‐Euskal Institutua.
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Del 22 de marzo al 7 de abril de 2013
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El hijo del acordeonista (2004), novela de Bernardo Atxaga, llega al Teatro Valle Inclán (Madrid) en su versión teatral, dentro del Ciclo de la Novela al Teatro. La génesis de este espectáculo era un espectáculo que rondaba hace años en la cabeza de Fernando Bernués y el adaptador Patxo Telleria.
· Compartimos la idea desde el momento en el que cayó en nuestras manos la novela. También sabíamos que era un proyecto inabordable por el momento.
· Lo inabordable, principalmente, se debía al aspecto económico de producción - añade Patxo Telleria -, pero también estaba el factor público que es más fácil abordarla ahora, ya que la novela es conocida.
· Al principio optamos por una producción audiovisual y luego pensamos en una película - continúa Fernando. Surgieron problemas de financiación, ya que era una producción importante. Lo importante es que el audiovisual, una miniserie de tres capítulos, nos llevó a plasmarla por escrito, aunque sólo quedó ahí, ya que tenía muchas localizaciones: el caserío, el río EEUU. etc...
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FOTO: M. DÍAZ DE RADA |
DE LO PARTICULAR A LO UNIVERSAL
Lo más curioso, ironías de la vida, es que la financiación se encuentra cuando los momentos económicos no son los más fáciles.
· La última llamada fue la de Antoni Olivares, director de la programación del Teatro Arriaga, para sondearnos si "nos atrevíamos" a llevar a escena la novela. Mi respuesta fue: " me has tocado la fibra y si Patxo se atreve, pues sí". Ese fue el final del camino de las intenciones y el comienzo de los hechos. A partir de una historia particular nos cuenta lo universal. En esta bendición se suma Etxpare Euskalinstituta(Instituto Vasco), que viene a ser nuestro Instituto Cervantes.
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FOTO: M. DÍAZ DE RADA |
Bernardo Atxaga, es el autor de la novela El hijo del Acordeonista.
· Quisiera hacer una declaración de principios - advierte Bernardo. Como lector y escritor me he movido en la literatura fantástica que florece en las vanguardias, durante la dictadura. La literatura realista era menos frecuente. Era más fácil hablar del "dadaismo" y movimientos de vanguardia que de, por ejemplo, Arthur Millercon La muerte de un viajante. Yo pensaba que todo lo que intentaba era más allá de lo real. Mis comienzos fueron es ese registro. Lo real es complejo. Todas mis hipótesis siempre las contrasto, y pensé que ahora tenía que indagar en mi propia experiencia. Sigo aquella máxima de Montaigne: "Todo gira en torno a nuestras experiencias"
DE UNA SOCIEDAD INOCENTE
A OTRA VIOLENTA
David y Joseba son amigos de infancia. Adolescentes, David descubre el colaboracionismo de su padre con los nacionales durante la guerra civil. Fascinado por el descubrimiento de la lucha antifranquista, deciden militar en la incipiente ETA de comienzos de los 70. Tras un corto período de lucha clandestina, llega el exilio a Francia. David se desencanta y abandona. Es la traición al amigo y al colectivo. Tras salir de la cárcel, repudiado por los suyos, David se va a América para iniciar una nueva vida. Han pasado treinta años y David está a punto de morir en su rancho. ha vivido una vida feliz. Joseba acude para ajustar cuentas del pasado. El hijo del acordeonista tendrá que enfrentarse a los fantasmas de los que quiso huir.
· Lo llamativo de la generación vasca - continúa Bernardo -, y de mi país es que da un paso abrupto de ser una sociedad ideológicamente inocente, católica y tradicional sin más complicaciones. Desde la sociedad se organizaba todo el calendario tradicional: las fiestas religiosas establecidas y todo ordenado. De esta sociedad tradicional y simple, de pronto aparece abruptamente la violencia. Yo tenía 16 ó 17 años cuando a pocos kilómetros de mi país natural se produce el primer asesinato por manos del etarra Txabi Etxebarrieta
· Fue crucial para el momento en que quise escribir sobre ello. Me venían las espeluznantes imágenes de 200 guardias civiles en un pueblo tradicional. El eco y el golpe de violencia fue enorme, tremendo, e impactó en la sociedad, como pudo serlo la guerra civil española. A partir de entonces, ninguna conciencia permaneció como antes. Cuando escribes del pasado nadie está presenta para rebatirlo. En lo inmediato hay que mantener el tipo, como se pueda. Yo me he mantenido, acertado o no, en mi línea mental o ideológica. Con El Hijo del acordeonista termino el ciclo realista.
LA NOVELA, MULTIPLICADA EN EL TEATRO
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FOTO: M. DÍAZ DE RADA |
El hijo del acordeonista ha encontrado su versión teatral y ello supone para Bernardo que
· la novela se ha visto multiplicada vía teatro. Como autor me es grato, ya que se produce el fenómeno en la multiplicación. Es como una pelota botando y alguien la alcanzará. He visto un ensayo y me gusta mucho. Es una obra de teatro muy bien dicha que, a pesar de la reducción, está muy bien armada y resulta amena dentro de lo que es: un drama.
Patxo Tellería es el responsable de la adaptación.
· El adaptar El hijo del acordeonista- declara Patxo - sólo podría asustar, por su dimensión física de muchas páginas y por ser muy conocida en el País Vasco. La mayoría del público que fue al teatro, la había leído. Era un reto difícil. La adaptación supone un tremendo trabajo de reducción, pues es un ejercicio de renuncias. En principio al intentar adaptarla al teatro se complicaba más, porque hay muchos espacios inasequibles al escenario.
HISTORIA POLIÉDRICA
Con respecto a tantos espacios
· Hemos recurrido a un único espacio figurativo, el hospital de David al final de su vida, espacio que no está en la novela. Los otros son sugeridos. Dentro de una historia tan poliédrica se cuentan muchas cosas, hay historias de muchos personajes y hemos tenido que elegir lo que es la "almendra". Hicimos un ejercicio de "focalización", es decir poner el foco en aquello que queríamos contar. Un proceso doloroso pues hay que eliminar tramas, personajes, ideas e imágenes. A partir de ahí usas los personajes necesarios, para llegar a un esqueleto y una narrativa única con principio y final. Nos quedamos con la médula de la novela: la historia de dos amigos, dos hermanos, la traición de uno al otro en el contexto de la lucha antifranquista en el País Vasco durante los años de la Dictadura, y el ajuste de cuentas treinta años después.
Bernardo Atxeaga corrobora este criterio:
· Estoy de acuerdo, pues la violencia golpea todo: la afectividad, el amor, la familia, Es como se ha dicho la historia de dos amigos, siempre dos amigos, dos hermanos. Este es el eje en el que me gusta moverme.
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FOTO: M. DÍAZ DE RADA |
El paso de la novela al escenario, supone algo importante: el paso de la privacidad a lo público.
· En efecto una cosa es atacar a la temática en privado y otra en público. En público casi es imposible hablar de nada. La verdad no aflora jamás. Muchos temas son inabordables. En un libro podemos leer todo aquello de lo que somos capaces de hablar. La grandeza del teatro es un espacio más público, social y viene otra gente que la sientes respirar, y en él puedes contar cosas que no se deberían contar en la vida cotidiana. La realidad es que tenemos miedo de hablar y eso termina en que no se puede hablar de nada.
EL TEATRO DE FRENTE A LA REALIDAD
La temática de El hijo del acordeonista sobre el escenario no deja indiferente a cualquier público, pues se ha vivido desde dentro del País Vasco y desde fuera.
· En el País Vasco la ha visto mucha gente - afirma Fernando Bernués - y ha creado muchas simpatías, porque hablamos de algo propio. Aquí el teatro se pone de frente a la realidad.
En cuanto a las reacciones del público con respecto al teatro
· La respuesta ha sido más gratificante que con la novela. La ha recibido como consuelo, lo cual produce un efecto catártico. Ha sido cien veces mejo
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FOTO: M. DÍAZ DE RADA |
Con motivo del estreno de El hijo del acordeonista, como en otras ocasiones, el conocimiento de la figura de Bernardo Atxeaga se amplía con una serie de actividades desde el 20 de marzo a l7 de abril. El mundo de Atxeaga va más allá de su narrativa, pues supone una relación con cantantes, teatro y cine. Entra del ciclo establecido: Voces del autor. Todo ese mundo había que ofrecerlo, pues va más allá de la obra de teatro.
Dos de las representaciones será en Euskera, con sobretítulos.
FUNCIÓN
De martes a sábados: 20:30 horas
Domingos: 19:30 horas
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Título: El hijo del acordeonista (Adaptación teatral de la novela homónima de Bernardo Atxaga)
Autor de la novela: Bernardo Atxaga
Adaptador: Patxo Etxeverría
Música: Iñaki Salvador
Escenografía: José Ibarrola
Iluminación: Xabier Lozano
Vestuario: Ana Turrillas
Traducción: Asun Garikano, Bernardo Atxaga
Coproducción: Tanttaka Teatroa, Teatro Arriaga (Bilbao), Teatro Principal (Vitoria), Teatro Victoria Eugenia (San Sebastián)
Intérpretes (por orden alfabético): Joseba Apaolaza (David (adulto)), Mattin Apaolaza (David (niño)), Aitor Beltrán (David (joven)), Mireia Gabilondo (Carmen), Amancay Gaztañaga (Teresa), Asier Hernández (Lubis), Mikel Losada (Agustín), Anke Moll (Mary Ann (adulta)), David Pinilla (Ángel), Iñaki Rikarte (Joseba (joven)), Vito Rogado (Mary Ann (joven)), Iñaki Salvador (Acordeonista),
Mikel Telleria (Joseba (niño)), Patxo Telleria (Joseba (adulto))
Voz en off: Juan Iñaki Beraetxe
Locutor: Forki
Dirección: Fernando Bernués
Estreno en Madrid: Teatro Valle Inclán (Sala Principal), 22 - III - 2013
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FOTO: M. DÍAZ DE RADA |
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