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EL NACIONAL
sirve para celebrar el 50 cumpleaños
de
ELS JOGLARS
en el
NUEVO TEATRO ALCALÁ
de
MADRID
Del 1 de septiembre al 13 de noviembre de 2011
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En 1994 llegaba a Madrid El nacional del grupo Els Joglars, liderado, como siempre por Albert Boadella (Barcelona, 1943). Los espectáculos de Els Joglars siempre se esperaban con cierto morbo, porque todos ellos, de una forma u otra analizaban críticamente la sociedad y su entorno, bajo el sentido del humor. Vuelve de nuevo a Madrid en el Nuevo Teatro Alcalá en este 2011. El motivo es que el grupo cumple 50 años. A esta celebración se une la publicación de un libro que edita Cátedra y aparecerá en octubre.
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ALBERT BOADELLA |
Comenzaron en 1962 con L’arte del mim en el Salón de la Imagen de Barcelona. Sus comienzos Boadella los ha relacionado con Molière, al cual admira. Con motivo de Le bourgeois gentilhomme de la Compañía Le Poème Harmonique que nos visitó la temporada pasada en los Teatros del Canal, declaraba:
· El País me preguntaba, que cómo, yo, siendo un director libre e independiente tomaba las riendas de un teatro público. Molière, también independiente, hacía teatro para Luis XIV, y yo para Esperanza Aguirre, que pienso es más tratable que Luis.Esa es una de mis relaciones con Molière, pero tengo también relaciones con él, en lo que respecta a mi vida artística: Molière comienza con la Commedia dell’arte, yo también; se dedica a la comedia satírica y tiene encontronazos con el poder más fuerte y peligroso. Yo tuve también y tuve que dar con mis huesos en la cárcel. De ahí el paralelismo.
El espectáculo que le llevó a la cárcel y al exilio, tras una ingeniosa huída fue La Torna (1977). Todo el grupo tuvo que presentarse ante los tribunales. Actualmente Boadella considera ese acontecimiento como uno de los errores, propios de su involucración en el mundo artístico sin medir las consecuencias.
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LA TORNA 1977
FOTO: JORDI PUIG |
· Fue un error mío, pues no había libertad en aquel momento para hacer lo que hice. Algo similar mi relación con Cataluña en estos últimos tiempos. Me he involucrado demasiado en las cosas catalanas, incluso artísticamente. Debí hacer tenido una mirada más universal. Al ver cómo se desarrollaba toda aquella situación debí haber hecho las maletas y largarme. Tarde demasiado tiempo en darme cuenta de ello.
A pesar de las consideraciones de Boadella sobre La Torna, la realidad es que, para una gran parte del público, se convirtió en un símbolo de libertad.
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FOTO: ELS JOGLARS |
El toque “satírico” es el que ha acompañado toda su vida teatral. El motivo de recurrir a El Nacional para celebrar este aniversario, según Boadella:
· El Nacional sintetiza muchos de los elementos de nuestros espectáculos como son el sarcasmo, la ironía, el humor, hasta aspectos más crueles o trágicos. Hay otra razón para volver a él. Se estrenó en España en 1993, una época de crisis económica y anímica tras la Exposición Universal. El momento actual es parecido, aunque,de aquella, no se hablaba de hecatombe.
Albert analiza la posición del teatro en estos años de “vacas gordas” y el comienzo de las “vacas flacas”.
· En estos tiempos de inflación artística los grandes coliseos de la ópera compiten empleando complejas y costosas estructuras para sobrevivir como nuevo parque temático musical. Todo está enfatizado a unos niveles de exhibición de medios que hace difícil imaginarse su continuidad en la incierta coyuntura que nos rodea. El periodo del despilfarro y la opulencia parece llegar a su fin y habrá que inventarse nuevas formulas para la subsistencia del gremio y muy especialmente para la continuidad de muchas obras geniales. La gran complejidad burocrática y laboral que se ha organizado entre la simple formulación de la idea creativa y su realización práctica, ha propiciado el intervencionismo tutor de los Estados con su nuevo modelo de nacionalización de la cultura elitista. Un modelo de muy difícil sostenimiento dadas las actuales circunstancias.
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En el siglo XX, tras la aparición del Holywood glamuroso de los años veinte los actores van transformándose en dioses, que llamaron “estrellas”. El paso a la gente del teatro fue lógica. Albert Boadella lo confirma:
· Las piojosas carretas de la farándula han sido sustituidas por costosos edificios faraónicos dedicados a la lírica con montajes espectaculares y fichajes de lujo, pero en este camino de abundancia y ostentación para impresionar un público sediento de monumentalismo se ha perdido la poesía de lo sugerido que, en definitiva, representa la esencia de nuestro oficio.
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FOTO. ELS JOGLARS |
Por eso este montaje da de un Teatro Nacional de Ópera que Boadella sintetiza:
· Desesperado por semejante decadencia, Don José, viejo acomodador del que fue Teatro Nacional de Ópera, y hoy en estado de ruina debido a la gran crisis, asume la ardua misión de resucitar y renovar el arte lírico casi desaparecido. Con el fin de impulsar este nuevo renacimiento Don José adiestra un grupo de indigentes para representar el Rigoletto, personaje que considera como el símbolo del arte escénico “Una profesión de rebeldes y asilvestrados, todo lo contrario de la farándula elitista, petulante y sumisa, que ha degradado el gremio de lo que fue el glorioso oficio de pícaros, putas, cabrones y maricones enterrados fuera del camposanto” Don José dixit.
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FOTO: ELS JOGLARS |
La condición que los tales indigentes ponen para colaborar con el proyecto de D. José es pernoctar dentro de las ruinas del edificio. La dificultad musical que puede suponer una ópera es la parte musical. Ello cree poder resolverlo porque entre los indigentes, algunos tocan instrumentos en el Metro. El Rigoletto de esta “troupe” es un tanto peculiar. Si la parte musical está resuelta, la canora también lo consigue: las arias la interpreta una mujer de la limpieza del teatro que se las aprendió durante ensayos y representaciones. Todo parece estar controlado hasta que se presenta la violencia entre los indigentes.
· La penetración del argumento de Rigoletto entre su delirio o las intervenciones exteriores para desalojar el local y demolerlo, son algunos de los conflictos que Don José deberá afrontar tenazmente a lo largo de la obra. Pero su resistencia para aceptar la realidad exterior de un mundo que ya funciona sin el teatro lo abocará a un desenlace numantino, acompañado por el canto y la música del Rigoletto de Verdi.
En el ensayo de esta revisión Boadella ha intervenido poco.
· Lo que hemos respetado es la estructura de la obra. Sí hemos aumentado aquello que son los valores esenciales de Els Joglars: la mezcla entre lo canalla y lo sublime, el paso a situaciones de muy teatrales a muy crueles.
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En esta ocasión se cuenta con cantantes como son la soprano Begoña Alberdi, de amplia trayectoria operística y quedes hace años está unida a Els Joglars en algunos espectáculos. Su versatilidad y su excepcional adaptación en los escenarios les ha llevado a combinar disciplinas tan diferentes como la ópera, el teatro, el musical, y en la última obra de Carles Santos, las acrobacias circenses. El barítono Enrique Sánchez Ramos, el cual debuta como barítono solista en el concierto-clausura del curso académico 2001- 2002 de la Universidad Carlos III en el Auditorio Padre Soler de Leganés. Desde su debut ha actuado en los más importantes teatros y salas de concierto de España.
· El tener a estos cantantes me ha permitido aumentar la música. Lo musical me gusta. En el fondo soy un músico frustrado. El reparto de 1993 se repite, salvo Enrique que se incorpora como barítono. También esta muy cambiado el texto. Al tener los actores mayor experiencia, tras estos 18 años, creo que este montaje de ahora es mucho mejor.
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FOTO: ELS JOGLARS |
Albert Boadella dejó Cataluña cuando comenzó a representar sus obras en castellano. El Nacional representa su ataque a lo instituido por “ordeno y mando”.
· Nosotros no tenemos ayuda de la administración, porque representamos en castellano. Esto representa una prepotencia del mundo político sobre la cultura que puede traducirse como censura. También a la propia profesión que como ya he dicho ha pasado de ser asilvestrada al encumbramiento y pretende ser una élite, los pensadores de la sociedad y quienes dictaminan la moral pública. A mí esto me da repelús. Prefiero el concepto de “indomable”.
En teatro no es frecuente que los grupos permanezcan unidos “hasta que la muerte los separe”. En el caso de Els Joglars no ha sido así. Boadella lo adjudica a
· Una utopía personal y artística. La utopía artística fue una realidad y eso puede ser la razón de que la gente siga en la compañía. Por eso yo he vivido una gran felicidad. Ha habido una evolución artística: desde la expresión corporal a obras de texto de un total de 100 folios. Lo que sucede es que no partimos del texto escrito, sino que tras las experiencias colectivas va naciendo el texto. En el caso de La Torna llegó a tener 180 páginas. Otra evolución fue el pasar de las cutres mallas, en que se nos trasparentaba todo, a un vestuario, del escenario vacío a la escenografía más compleja. Ha sido como redescubrir el teatro.
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FOTO: ELS JOGLARS |
Este proceso de llegar a espectáculos más complejos escénicamente es un punto de llegada pro no de partida.
· Siempre comenzamos con el escenario muy vacío y con un sentido de libertad y ello desde el primer día, en 1961, - el estreno fue en 1962 -, a pesar de estar en la dictadura. Cuando vino la democracia seguimos nuestra crítica con ciertas instituciones que no nos satisfacían. Y también con nuestra propia, tribu, Cataluña. Sus consecuencias es que no actuamos en Cataluña. Pero ha habido más. También nos hemos enfrentado al sector progre teatral, pues se ha convertido en una secta.
Como ya ha dicho su intervención en el ensayo de El Nacional, 2012 ha sido muy pacata. Es una muestra de que el grupo puede funcionar por sí solo. Ello le permite afirmar que
Els Joglars puede funcionar sin mí. En la compañía hay gente muy capaz para sucederme, aunque lógicamente tendrá un cariz distinto. El tratamiento puede es el mismo pero con otra personalidad.
En cuanto a su retirada definitiva lo tiene claro:
· Quien me tiene que jubilar es el público y mi propia dignidad.
El Nacional celebra los 50 años, los 25 años (1987), lo celebraron con la creación del espectáculo: By, bye Beethoven.
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FOTO ARCHIVO ELS JOGLARS |
FUNCIÓN
De martes a viernes: 20:30 H
Sábados: 19:00 H. y 22:00 H
Domingos: 19:00 H
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Título: El Nacional
Dramaturgia y espacio escénico: Albert Boadella
Colab. musicales: JORCAM y Juanjo Colomer
Escenografía: Juan Sanz y M. Ángel Coso
Vestuario: Dolors Caminal
Diseño de iluminación: Bernat Jansà
Diseño de Sonido: Jordi Costa y Estudio Oído
Atrezzo: Jesús Agelet
Iluminación: Fer Lázaro
Coordinación técnica: Jordi Costa
Producción: Els Joglars en colaboración con el Ministerio de Cultura
Ayudante de dirección: Dolors Tuneu
Asistente a la dirección: Martina Cabanas
Actores y personajes: Jesús Agelet (Paganini,violín), Begoña Alberdi ( Manuela Castadiva, soprano), Ramon Fontserè (Don Josep Minnie), Marx (Yuta, viola), Lluís Olivé (Sanidad / Periodista/ Arquitecto), Pilar Sáenz (María), Xavi Sais (Carlos),Enrique Sánchez (Finito, barítono), Dolors Tuneu (Svetlana)
Dirección: Albert Boadella
Reestreno en Madrid: Nuevo Teatro Alcalá, 1- IX - 2010
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FOTO: ELS JOGLARS |
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José Ramón Díaz Sande
Copyright©diazsande
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NUEVO TEATRO ALCALÁ
C/JORGE JUAN, 62 (ESQUINA C/ ALCALÁ)
28009 - MADRID
TF. 91 426 47 79
METRO: PRÍNCIPE DE VERGARA-GOYA
ENTRADAS: TAQUILLA Y EL CORTE INGLÉS
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