FARGEDIAS
LA LEY Y LA SANGRE
SEXO, RELIGIÓN Y MUERTE
JAVIER GIL DIEZ-CONDE.
Edición: Tabula Rasa, Ediciones S. L.
Donosita-San Sebastián, 2008
I.S.B.N.: 978 -84-932552-7-5
Depósito Legal: S.S. 626/08
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Fargedias remite a Tragedias, sólo que al tratarse de farsas, la T se convierte en F, y los términos trágico y héroe se transforman en antitrágico y antihéroe.
Javier Gil Diez-Conde, dramaturgo y director, que se ha movido en el área vasca (Hondarribia/Iirún, Guipuzcoa), añade un título más, - desdoblado en dos: La ley la sangre y Sexo, religión y muerte -, a su producción dramatúrgica de lo que se ha dado en llamar “Comedia Cruel”, iniciada en 1994. Tal expresión viene motivada por un paralelismo entre dos realidades. La realidad cruel se relaciona con la antigüedad clásica en que la escena trágica es heroica, mientras que en la actualidad tal tragedia de la realidad, los Medios de Comunicación la convierten en espectáculo y es una escena simplemente cruel sin héroes ni dioses, los cuales, en nuestro tiempo, han desaparecido.
La publicación de Fargedias – aún hoy no representadas sobre un escenario -, viene precedida por una entrevista del crítico teatral Robeto Herrero, que nos poroporciona una visión de la poética e ideología del autor.
La primera de las obras, La ley y la sangre (Fargedia Cruel), parte del mito de Antígona y nos muestra la otra cara: la defensa de la ley frente a la consanguineidad, es decir la defensa de lo legal frente a lo tribal. Nos encontramos en un futuro: una serie de reinos de taifas – pequeños reinos – y así como en la Grecia clásica se caminaba hacia la democrcia, aquí esatmos alfinal de un proceso.
La segunda es Sexo, religión y muerte (Fargedia de caranaval). El mito del que se parte es el Otelo shakesperiano. El título alude a la tríada carnavalesca. Un grupo de actores presentan un performace en el metro y entre sus disfraces está el de Othello, en un actor de origen magrebí. Una explosión conmociona todo y el Moro de Venecia aprece en el punto de mira de las sospechas. El autor muestra así la escasa posibilidad de éxito que tiene una persona de diferente cultura originaria en Occidente.
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