MERCEDES RUIZ
Y
SANTIAGO LARA
en
DIBUJOS EN EL AIRE
DESLIZARSE EN EL AIRE
Título: Dibujos en el aire: A Antonio Gades (Farruca-Zapateado), Musical, Dibujos en el Aire (Alegría), Musical, Azabache (Seguiriya), De la plazuela (Bulería)
Coreografías e intérprete: Mercedes Ruiz
Música: Santiago Lara
Guitarrista: Santiago Lara
Estreno en Madrid: Teatro Alcázar, 22 – VII - 2008
Mercedes Ruiz apareció en el panorama flamenco de Madrid asomándose pocos días, en mayo, en el Teatro Compac Gran Vía. Parecía haber encajado en un interludio vacío de los compromisos del local. En este julio, por dos semanas, ha vuelto, esta vez al Teatro Alcázar, y con mayor peso dado su éxito en aquellos fugaces días de mayo. En mayo presentó Juncá y ahora Dibujos en el aire.
Dibujos en el aire toma el título de una Alegría que baila en este espectáculo. La Compañía Flamenca Mercedes Ruiz, así se llama su troupe, consta de ella, el guitarrista Santiago Lara y los cantaores con voces de diversas coloraturas. Son pocos, pero bien avenidos y mejor conjuntados. El estilo de baile y cante: el flamenco.
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MERCEDES RUIZ |
La estructura del espectáculo, sin hilo narrativo, sino de estilo y musical alterna el baile individual de Mercedes con otras partes que el programa denomina Musical y que se resuelve con el cante y los solos de guitarra de Santiago Lara. Tales cantes y solos sirven para que Mercedes cambie de vestuario y descanse. Un vestuario monocolor sobrio al que acompaña, en una ocasión, un colorista mantón que no hace ascos al amarillo, color éste último tabú en los teatros. Y el tabú se rompe con el baile, zapateado y cante de Dibujos en el aire.
MERCEDES RUIZ |
El inicio es un homenaje a A. Antonio Gades con una farruca - zapateado. La esbelta figura Mercedes queda bien enfundada en el consabido pantalón, de alto talle, de los flamencos. Importan los pies y su repiqueteo. Tal vez sea este aspecto el que más llama la atención de la bailaora. Es un repiqueteo insistente y, también en los otros bailes, de deslizamiento sobre el suelo como si estuviera montada en patines. Impresiona y arranca el aplauso y el bravo. En ese travestismo masculino su cuerpo y sus brazos poseen la austeridad de Vicente Escudero. Lo cual no es casual si se tiene en cuenta que el propio Gades tenía algo del reflejo de este bailaor mítico. Esta austeridad de formas y limpieza de líneas en brazos y posición del cuerpo inundan también el resto de los bailes.
Después está lo que en el espectáculo se entiende como Musical. Se trata de un despliegue de voces del cante con una gran variedad de coloraturas en la voz, a cada cual más sugerente. Y hay algo más: el texto se entiende, lo cual desde que el cante ha entrado en la electrónica y se ha subido al escenario no siempre es así. Y en el cante, según los expertos, es importante que se entienda la letra por lo que tiene de emotivo y por ser la concentración de la cotidiana vida humana en su parte más emotiva.
Al baile y al cante la guitarra de Santiago Lara le da un toque de pureza.
Como escenografía, la caja negra – fondos y laterales negros – siguen la línea de esa pureza de formas.
Esta austeridad general de formas y sonidos, estalló en aplausos insistentes y la despedida, como ya es obligado en las troupes flamencas, contó con la efímera fiesta flamenca en la que los cantaores se arrancan con el zapateado y enhebrado de brazos, a medias entre lo profesional y lo cómico.
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SANTIAGO LARA
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