SOY
LA
SOLUCIÓN
Hablando con el cuerpo
Título: Soy la solución.
Autor,
director e intérprete: Albert Vidal.
Iluminación: Jordi Thomas.
Vestuario:
Judith
Rabel
Ayudante
de Producción: Oghi
Ochir
Producción:
Albert
Vidal Produccions
Albert Vidal agradece la colaboración de Idesh Otgontuya, Xavier
Jaumot, Toni Cots y Joan Simó por sus preciados consejos en la escritura y
puesta en escena de este espectáculo
Duración aproximada: 60 minutos
Estreno
en Madrid:
Teatro de
la Abadía,
24-IV-2008. |
![](images/340_01.jpg)
ALBERT VIDAL
FOTO: LEOPOLD SAMSÓ |
La
larga ausencia de Albert Vidal de
los escenarios madrileños, que, por otra parte, ha visitado con
cuentagotas, es, para muchos, la primera ocasión de asistir a uno de sus
espectáculos unipersonales y de conocer a un creador que se inspira en el arte
de los mimos Jacques Lecoq y Marcel Marçeau; en el del histrión
heredero de
la Comedia del Arte Dario Fo; y, como tantos
vanguardistas de la primera mitad del siglo pasado, en el de raíces orientales.
El resultado de tales influencias es un raro actor que se mueve entre la
bufonería y la extravagancia y que posee un sello personal que le hace único en
su especie.
![](images/340_02.jpg)
ALBERT VIDAL
FOTO:
LEOPOLD SAMSÓ |
En este espectáculo, Vidal hace el papel de Príncipe,
un curioso ser que se dirige al público a la manera de los lideres que pululan
por el mundo, de los antiguos chamanes o de los vendedores de elixires
maravillosos que resuelven toda suerte de males, en el caso que nos ocupa, los
de nuestra sociedad, que son muchos y muy variados. “Yo soy la solución”, proclama, y a convencernos de ello dedica su
discurso, trufado de reflexiones filosóficas y de otras de menos fuste propias
de un iluminado. Tiene cierta vena mística este personaje, pero
sus bufonadas
le sitúan definitivamente en el territorio de lo
tragicómico. La guinda de su provocadora perorata la pone cuando reconoce
que, en realidad, él no es el único depositario de la fórmula para resolver los
problemas planteados, pues la solución también está en cada uno de nosotros.
|
Albert Vidal es el
autor del texto. Un texto menor que carece de la profundidad que el creador
pretende y cuya única utilidad es la de servir de soporte a lo que él mejor
sabe hacer, que es expresarse a través del cuerpo. Es en esa faceta de su
actividad en la que acredita su magisterio de solista exquisito. El lenguaje de
la cara y de las manos es tan expresivo y rico en matices que, a veces, sobran
las palabras. Abundan los ejemplos a lo largo del espectáculo. La visita a una
exposición de pintura contemporánea y la escena del embaucador banquero que
actúa ante su cliente con la habilidad de un avispado trilero, están entre los
más felices. Para llenar el escenario, Albert
Vidal no necesita escenografías ni atrezzo. Basta su presencia y la luz de
unos cuantos focos.
![](../../../images/kropka.gif) |