CAVARET
Mientras
se cena
Título: Circo Cena Cavaret
Diseño
del Espacio: Miguel
Brayda
Iluminación: Oscar Gallardo
Cartel: Ana Juan
Artistas: Los excéntricos (Clowns),
Hermanos Pellegrini (Acrobacia mano a mano), Aerial Acrobatics Performance
(Telas y aéreo en lámpara), Los jarz (Antipodismo y malabares), Paco Goty
(Cómico)
Los que
regentan el local: Karin
Jarz y Paco Goty
Orquesta
Price: Juan
Sánchez (piano), José Ramón Abella (Bajo), Valentín Iturat (Batería), Javier
Sánchez (guitarra), Raúl Márquez (violín), Pedro Esparza (saxo), Germán Díaz
(trombón), Lily Dahab (voz)
Dirección
musical: Germán
Díaz
Dirección
artística: Los
Excéntricos
Duración: 2 h 30 minutos (ininterrumpida)
Estreno
en Madrid: Teatro
Circo Price,
1 – VII - 2008 |
ZAZA (LOS EXCÉNTRICOS) |
MARCELINE y SYLVESTRE
(LOS
EXCÉNTRICOS) |
El escenario para la orquesta al
fondo y unido a él, en el centro de la pista, otro escenario circular rodeado
de mesas. Este último espacio es el destinado a los artistas y, las mesas, el lugar
desde el que los espectadores cenan mientras contemplan el espectáculo. Yendo y
viniendo de un escenario al otro, saltando de ellos a la pista y de la pista al
palco que la envuelve, el maestro de ceremonias no está un minuto quieto ni
callado. Cuando no nos relata su vida o la de su padre, nos recuerda con
insistencia que él es el dueño y señor del local o nos cuenta
chistes. Uno: “El
sitio estaba muy oscuro. Me asomé y estaba lleno de gente”.
“¿Qué hacía la gente?”,
“¡Más gente!”.
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Cavaret es la
oferta veraniega del Teatro Circo Price
y quiere ser un espectáculo para todos los públicos – para niños de
todas las edades, dicen sus promotores -, cosa que se nos antoja difícil cuando
anda por medio el cabaret, que, aún el más inocente, exige, como mínimo,
algunas dosis de picardía. No la hay en la parte dedicada a este género, bastante
anodina, que se resume en una sucesión de números musicales bien interpretados
por la orquesta del Price y aceptablemente
cantados por Lily Dahab. Es un
remedo de lo que se hace en las auténticas salas de fiesta. Hay, incluso, un
momento en que se invita al público a bailar. Algunas parejas lo hacen, pero con
tan escaso entusiasmo que pronto regresan a sus mesas. Tampoco es un acierto,
por lo que tiene de atrevimiento, la inclusión de alguna canción, como Mediterráneo, cuya interpretación por
parte de Serrat está en la memoria de
todos. Las comparaciones no son buenas y, a veces, resultan
odiosas. En este caso, hubiera sido mejor evitarla. |
LOS JARZ |
HERMANOS
PELLEGRINI |
aerial aCROBATICS
PERFORMANCE |
Los otros pilares del espectáculo
son el circo y la gastronomía. Ninguno
alcanza la excelencia suficiente para romper a su favor el equilibrio de la
original combinación. La cena, servida apenas los espectadores ocupan sus
asientos, se prolonga durante la primera hora. Es correcta y está bien servida,
No tiene nada que ver con los menús de merendero servidos en platos de cartón y
vasos de parafina a que nos tienen
acostumbrados en otros
festejos teatrales. En cuanto al circo,
la oferta es discreta
en cuanto al interés
de los números y de desigual calidad. Fallan más de lo deseable los
malabaristas y no llegan a entusiasmar las acrobacias aéreas de las Aerial Acrobatics Perfomance, en
especial las que realizan suspendidas de una pesada lámpara de dudosa belleza. Equilibristas y mago hacen lo que se espera de
ellos. Los primeros,
recientemente premiados en el Festival
Mundial del Circo en Montecarlo, construyen con la fuerza de sus manos una
frágil escultura viva muy aplaudida y, el segundo, logra, como no puede ser de
otro modo, hacer desparecer en un minúsculo cajón a su parternaire femenina para devolvérnosla, segundos después,
multiplicada por tres. La palma se la llevan, una vez más, los payasos. La
actuación de Los Excéntricos es
simpática y logra que el rum-rum de las conversaciones de las mesas cese. De su
actuación destaca, ya próximo el final de la sesión, el sketch de la diva y sus peleas con una aspiradora.
LOS EXCÉNTRICOS |
El
espectáculo del Price es, en suma,
es una propuesta veraniega digna y amable, sin más pretensiones.
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